66.Casi de nuevo...

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P.O.V Siena:

—¿Te sientes mejor?.—levante la mirada de mis manos.Ean se sentó a mi lado en la cama.

—Casi pasa de nuevo,¿no?.—dije,él me dedico una sonrisa para relajarme.

—Si. Pero no pasó nada,pudiste controlarlo.— dijo.— Eso es un gran avance.—me tomo de las muñecas y tiro de mi hasta que me sentó en su regazo,rodeo mi cintura con sus brazos.

—Pero casi te hago daño.— él negó y apoyo su barbilla en mi hombro.

—No,sólo te desmayaste.— fruncí los labios.— De verdad,lo hiciste bien.— se detuvo un segundo y me observo.— ¿Despertaste con dolor?.— asentí.—Te traería una pastilla pero eso no calmara nada.

—Está bien,igual ya se está yendo.— estaba esperando que me diga que Alaric había venido,seguramente con Andrew,pero desde que entro no parece querer decirme nada.Undio su rostro en mi cuello provocando cosquillas pero intente no reírme; seguramente él no me lo dirá ya que hacer eso haría que corra peligro mi decisión de quedarme y eso a él no le conviene,pero aunque me lo dijera tampoco podría irme,aun si quisiera,Isaac terminaría enviando a su gente a una guerra contra mi manada.

Un cosquilleo recorrió mi columna vertebral cuando Ean comenzó a repartir besos por mi cuello,mi cuerpo se relaja casi involuntariamente cuando el comienza con su recorrido.Entonces su mano se desliza por dentro de mi camiseta gigante y su piel tibia se posa sobre mi vientre,antes de poder negarme él me tiene contra la cama,sube mis manos por encima de mi cabeza y las sujeta con una sola de las suyas mientras la otra sube por mi vientre.

Me costaba diferenciar bien mis ideas pero tenía en claro que debía de impedir esto,no importa cuanto me costara evitar sus manos tenía que alejarme de èl.De pronto siento que su mano quiere meterse dentro de mis pantalones y es cuando me doy cuenta que él ya estaba sin camiseta,"¿cuando se la saco?",estaba yendo muy rápido,me removí en la cama ya que no podía apartarlo porque él tenía mis manos sujetas .No se detiene y siento el calor de su mano en la zona prohibida,abro los ojos con sorpresa.

 —E-Ean,pa-para...— hace oídos sordos a mi pedido,y siento sus dedos moverse.— Ya...detente.¡Ean!.— alce la voz para que se detenga de una vez .Aunque no quería,estaba excitada,pero no quería que pasará,sabía que esto es lo que quiere Isaac y no pienso permitirlo pero es que siento que estoy dividida en dos.Un gemido involuntario se me escapa cuando uno de sus dedos pasa por mi clítoris,es ahí cuando siento que mi cabeza podría estallar y me decido a detenerlo.

Dando toda mi fuerza de voluntad e intentando ser inmune a sus caricias y besos intento soltarme de su agarre,pero es fuerte.

—Ean,ya basta.— intentaba aparterme de su mano empujandome con los pies pero estos colgaban de la cama y no encontraba nada en qué apoyarlos para darme impulso,intente soltarme de nuevo mientras él besaba mi vientre aún con su mano metida entre mis bragas.— ¡Ean!,¡ya para!.— logre soltarme y antes de poder pensarlo bien con el brazo que había liberado lo impulse contra su rostro y golpee su mejilla con todas mis fuerzas .Al parecer puse mucha energía en ese golpe porque salio casi volando hacia el otro lado de la habìtacion,escuche como su espalda golpeaba contra la pared.

Me sente en la cama y lo vi tirado en el suelo intentando recuperarse del repentino ataque. Increíblemente no me sentía culpable,me levante y me acunclille a unos pocos centímetros de él;se sento con la espalda contra la pared mientras tocaba su mejilla y parpadeaba varias veces.

—¿Qué...— intento enfocar su mirada en mi pero era claro que le costaba.

—Te dije que te detuvieras.— me sorprendió la firmeza de mi voz y el tono distinto que tenía.— No vuelvas a hacer eso.— él fruncio el ceño.

— Siena...tus ojos.—sentía que no era yo la que hablaba,pero al mismo tiempo sí lo era. Cuando él se movió un gruñido amenazador salió de mis labios y Ean se quedo quieto. Extrañada me levanté y me aleje de él. 

—Quiero estar sola.— dije,estaba vez sí era yo.

— Siena,lo siento yo...

—Ean,ahora no.— levanté la mirada.— Después hablamos.—él exhaló y sin decir nada más salió del cuarto. Me acosté sintiendo mi cuerpo cosquillear pero esta vez todo estaba bajo control,esta vez no peleábamos por el control de mi cuerpo,ella estaba allí viendo y hablando por mi,pero no quise comunicarme con ella.

Estaba entrando en armonía con mi loba interna,pero esta vez no intente atrapar su energía,sólo deje que fluya. Cerré los ojos,mientras controlaba mi respiración y dejaba que el enojo se fuera.



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