51.Puñal

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Me levante con cuidado de la cama,sentía la cabeza pesada,camine por el frío suelo hasta el baño,me mire en el espejo.Tenía ojeras y mis ojos estaban algo rojos,gruñí molesta con eso y me metí a darme una ducha para sentirme mejor.

Baje algo zombi a la cocina.Sólo tomaría un vaso de juego y listo,tosí con fuerza provocando dolor de garganta,cuando estaba terminando mi vaso sentí un brazo enredarse en mi cintura por detrás.

—Hola.—su aliento choco en mi nuca.

—Hola.—mi voz salió algo gangosa maldeci en mis adentros por ello.Él me pellizco el vientre.

—¿Estas enferma?.—me gire para quedar de frente a él y me solté de su agarre en el proceso.

—Creo que sí.—tosí de nuevo y Alaric frunció el ceño.

—Deberías de quedarte.—negué y me aleje de él.

—No,no,iré igual.—agarre la mochila que había dejado sobre la isla al llegar y me la puse al hombro con lentitud.Inara bajo a los segundos junto a Ayame que parecía ansiosa por irse,obviamente para ver a Benjamin.

Salimos de la cas en el coche de Ayame.

(...)

Estaba en la clase de matemática y aunque intentaba poner toda mi atención en lo que el profesor decía solamente se me era imposible no sacar este zumbido de mi cabeza.Apoye con fuerza la frente en la palma de mi mano,venía con dolores desde que salí de la casa y en los últimos segundos una presión se había instalado en mi pecho.Sólo tenía que soportar unos minutos más y la clase terminaría y podría irme a casa a dormir,que era lo único que quiero hacer ahora mismo.

En un momento mis ojos se cerraron sin darme cuenta y levante la cabeza abruptamente cunado escuche que el profesor me estaba llamando.

—¿Te encuentras bien?.—asentí al no tener fuerzas para responder.—Mejor ve a la enfermería,luego le pides a alguien los apuntes.—quise negarme porque ,obviamente,nadie querría pasarme los apuntes pero el tono de voz del profesor más su mirada me dejaron en claro de que no debía de discutir su orden.Me levante con pesadez y caminando,lo mejor que podía,salí del aula con mochila al hombro.

La pesadez en mi pecho aumentaba levemente cada minuto que pasaba,me pase la mano por la zona y entre a la enfermería. Analia,la enfermera,levanto la mirada de una revista y de inmediato se acerco a mi,"¿tan mal me veo?".Me guió hasta una de las camillas y le dije lo que tenía.Dolor físico,zumbido en la cabeza,tos y mucho,mucho sueño.

—¿Que has comido?.—lo pensé un poco.

—Carne.—dije,ella siguio esperando y luego fruncio el ceño.

—¿Nada más?.—negué.—¿Te has mantenido a carne estos últimos días?.—lo pensé y me di cuenta de que sí,de que lo único que había estado comiendo era carne,quizá lo acompañaba con algo,pero carne al fin al cabo.Asentí.—Eso no está bien,niña.Aún estas desarrollándote,debes de alimentarte bien.

Me reviso la garganta,me tomo la temperatura y demás cosas.Cuado termino me ofrecio una pastilla para el dolor,supuse.

—Bueno,obviamente es un resfriado,uno fuerte.—dijo,sin mirarme mientras llenaba una planilla.—Lo mejor es que vayas a casa y descanses.—fue a su pequeño escritorio y escribió otra cosa en un papel.Fui hasta ella para irme.—Dale esto a la secretaria,así no tendrás problemas por retirarte antes.

—Gracias.—dije por úlitimo y salí de allí.Camine a secretaría con el pecho apretado y el zumbido en la cabeza.

(...)

Estaba saliendo de la escuela cuando me di cuenta de que no tenía forma de irme,Inara y Ayame estaban en clases,no podía irme sin el coche y con todos los dolores que tenía de seguro me desmayo a mitad de camino.

Entre de nuevo al instituto sin saber qué hacer ahora y sin ninguna intención de volver a clases,sería tonto hacerlo ya que no podría concentrarme.Me tome de la cabeza por el dolor.

—¿Siena?.—me gire abruptamente al escuchar mi nombre en el vacío pasillo. Ean estaba viniendo hacia mi.—¿Estás bien?.¿Qué haces en el pasillo sola?.

—Estoy bien.Tengo que irme a casa pero las chicas están en clases.—me masaje la sien.

—Yo te llevo.—dijo de pronto,lo mire a los ojos.

—No es necesario,no quiero causarte problemas.—él sonrió levemente y posiciono su mano en mi espalda baja e hizo un poco de presión para que camine.

—Insisto.Tú no me causarias problemas nunca.—dijo y salimos del instituo.—Vamos.

Al llegar al aparcamiento del colegio subí a su coche,arranco al instante en que me puse el cinturón.

—¿Estás enferma?.—pregunto unos minutos después.

—Sí,creo que es el peor resfriado de mi vida.

—Yo te cuido.—dijo,me pareció tan dulce de su parte que le sonreí y lo observe conducir.El cabello,algo largo ya,le caía en pequeños mechones sobre la sien,se paso la mano por el cabello para quitarlo de su frente,las hondas del mismo parecían algo desordenadas y al segundo cayeron de nuevo sobre su frente pero él las ignoró.

—Oye,Ean.—llame su atención.—Olvide que no podrás pasar,no más allá del pueblo,mejor déjame en la entrada,yo sigo a pie.—él bufo y sonrió,por primera vez,con arrogancia.

—Olvidas que soy un alpha.Me dejaran pasar,te lo aseguro.—quise quejarme pero él me chisto y apenas unos minutos después ya estábamos por entrar,justo cuando nos metíamos en el bosque dos lobos se interpusieron en el camino.Ean bajo del coche y sin poder escuchar lo que decían quise bajar pero él me miro y me hizo una seña para que me quede.Un minuto después Ean volvió al coche y arranco sin problemas.

—¿Cómo...

—Ya te dije soy un alpha.—me guiño el ojo y miro el camino para llegar a la mansión.

(...)

Baje del coche de Ean después de agradecerle por traerme.Camine a la casa y al entrar deje la mochila en la sala y me tire en el sofá.Exhale cansada y me obligue a ponerme de pie,cuando estaba por salir de la sala escuche unos ruidos,era una respiración agitada.Camine extrañada hacía donde creí que venia la respiración.Mientras más me acercaba más clara se hacia,luego me di cuenta que eran dos respiraciones agitadas,cuando ya era tarde para apartarme comprendí que eran gemidos.

Vi sus cuerpos,la chica estaba contra la mesa su cabello rubio caía por su hombro derecho y no pude ver su rostro,detrás de ella había un hombre,que levantaba su vestido con desesperación;en ese momento cuando lo vi,sentí un puñal en el pecho,eran como si lo hundieran con suavidad y cuando vi sus manos subir por los muslos de la chica sentí el puñal siendo girado para causar más daño,la respiración se me atasco por el dolor que sentí.Era horrible,el aire no pasaba y el puñal seguía moviéndose en mi pecho.

Quise convencerme que no era él,de que no podía ser él,pero como si el destino quisiera dejármelo bien en claro los gemidos de la chica subieron de nivel y dijo su nombre.

—Sí...Alaric,te he extrañado...—suspiro las palabras.Sin poder seguir viendo como él la tomaba me di la vuelta y salí corriendo de allí,de la casa y casi como si fuera una bendición el coche de Ean seguía allí,una demostración que toda había sucedido en segundos y no en minutos como yo había creído.

Corrí hacia el auto y vi a Ean con el celular en la oreja.Cuando volteo y me vio,sus ojos se abrieron con sorpresa y me dejo pasar a su vehículo,entre con rapidez,de pronto los dolores pasaron a un segundo plano y sólo podía verlo a él,a Alaric tocando a esa chica,tomándola en el salón y sólo podía sentir una y otra vez el puñal en mi pecho,aún moviéndose sabiendo que él seguía con lo suyo.

—¿Qué ha pasado?.—estaba de piedra con la mirada al frente,apenas parpadeaba y cuando la mano de Ean toco mi mellia me di cuenta de que estaba llorando.—¿Qué sucede?.

No lo mire,sólo baje la cabeza e intente desconectarme.—Sólo sácame de aquí,Ean.

Él no pregunto y así lo hizo,me llevo lejos de esa mansión,del salón y del chico que pensé que podía confiar.

Alianza de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora