Capítulo 17.

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Louis Tomlinson

Su mirada se quedó fija en mí en cuanto me escuchó hablar. Yo la miré de la misma manera mientras mordía ligeramente mi labio inferior, retándola a que se metiera en la piscina. Por un momento pensé que no lo haría, pero ella sabía perfectamente que no hacerlo significaría tener que aguantarme recordándole que aún era una niña que no se atrevía a hacer ese tipo de locuras. Esperaba que se metiera con ropa y todo, estando así en las mismas condiciones que su amiga la pelirroja, pero me equivoqué. Tras girar levemente la cabeza para mirar a su novio, no sé si pidiendo permiso o perdón por lo que estaba a punto de hacer, empezó a desvestirse. Primero se deshizo de las zapatillas y luego de los pantalones, permitiéndonos ver unas bragas de color gris oscuro con rayas horizontales más claras que brillaban y, después, continuó con la camisa, dejando a la vista un simple sujetador negro. Inconscientemente no pude evitar no mirarla de arriba abajo. Puede que solo tuviera diecisiete años y posiblemente su talla de sujetador no llegara ni a la noventa, pero algo hacía que no quisiera apartar mi mirada de ella.

-—Papá no está en casa hoy —anunció mirándome, haciéndome salir de esa especie de trance en el que había entrado segundos atrás.

Tras pronunciar esa frase, se lanzó al agua acompañada por unos cuantos "uuuh" que mis amigos empezaron a soltar. En cuanto ella volvió a la superficie, su mano chocó con la de Harry, celebrando aquella contestación que me había dado. Estuvimos un rato en el agua, salpicándonos, haciéndonos aguadillas unos a otros.

—Nick, ¿no nos acompañas? —esta vez el que preguntó fue Harry.

El novio de Amy se había quedado fuera del agua durante todo el rato. No dijo ninguna palabra para contestar a mi amigo, tan solo negó con la cabeza y accedió al interior de la casa. El chico no había hablado mucho durante la noche, pero yo, que le había estado observando, había notado que no estaba a gusto. Estaba vigilándonos a todos, especialmente cuando alguno de los chicos se ponía cariñoso con Amy. Ella miró en la dirección que él se había ido frunciendo el ceño.

—Creo que nosotros nos vamos a ir —comentó, saliendo de la piscina.

— ¿Tan pronto? —preguntó Eli. Ella asintió.

— ¿Por qué se habrá ido así? —preguntó Liam. Amy se encogió de hombros.

—Porque es igual de infantil que ella —contesté, ganándome de nuevo una mala mirada de su parte.

—A lo mejor le ha molestado algo —aventuró Ronnie.

—No sé. Es igual, chicos. Lo he pasado genial —aseguró mientras se vestía.

—Recuerda que mañana nos vamos de compras —dijo Gin.

—Nos vemos en Oxford Street a las once —informó Perrie a lo que mi novia asintió con la cabeza.

—De acuerdo. Hasta mañana chicas.

—Espera un momento, Amy. Te acompaño —Zayn, que se encontraba sentado en el bordillo con los pies en el agua, se levantó y ambos abandonaron el jardín.


Amanda Turner

Encontré a Nick en el salón, sentado en el sofá. Me había extrañado su reacción. ¿Había hecho algo que le había molestado?

— ¿Podemos irnos ya? —me preguntó en cuanto me vio entrar en el salón con un tono bastante serio.

—Sí. Gracias por la invitación, Zayn —dije abrazándole.

—No hay de qué. Por cierto, el lunes vamos a eso, ¿no? —me preguntó mientras nos acompañaba a la puerta.

—Claro.

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