CAPITULO 37.

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Cuando abro los ojos en la mañana siento frio..me remuevo un poco buscando la calidez del cuerpo de Yoel y cuando me doy cuenta veo que no está. Se ha marchado. Me tumbo a mis anchas en la cama recordando..

Anoche no tarde mucho en venir a dormir. Yoel me obligo a cenar algo y se quedo un rato conmigo hasta que logre alcanzar el sueño. Normalmente me quedaba dormida enseguida pero esta noche algo fallo.

Estuve inquieta y sabia que fue por el beso de Nathael, aun sentía ese olor a manzana pegado en mi cuerpo...¿Qué demonios se le había pasado por la cabeza para besarme? ¡si estábamos discutiendo! Nathael es raro…muy raro y ahora me siento mal y tengo remordimientos por no decírselo a Yoel.. joder ¿se lo tenía que a ver dicho? La mujercilla de mi cabeza mira hacia el cielo pensativa…No creo que le gustase saber que uno de sus hombres (el jefe de su escuadrón) haya intentado besarme…bueno, que digo ¡si me ha besado!. ¿Pero porque me ha besado? Si no me soporta y piensa que soy una cría que no vale para nada ¿Por qué me besa? Y mas sabiendo que entre Yoel y yo hay algo…joder me estoy volviendo loca.

Me pongo a pensar y aun no sé bien qué es lo que hay entre Yoel y yo, pero lo que tengo claro es que no pienso preguntar nada hasta que no acabe toda esta locura infernal en la que estamos metidos…Solo me queda esperar. Sé que no me va a dejar sola…Suspiro.

Me levanto de la cama con muchos sentimientos encontrados y muevo la cortina. El cielo sigue sombrio, esta nublado y el viento se cuela por las rendijas de la ventana dejando un sonido escalofriante que me hace encogerme en mi sitio. No abro la ventana.

Cojo algo de ropa y salgo a darme una ducha. Cuando cierro la puerta del aseo oigo voces en el piso de abajo y golpes de la puerta que se abre y se cierra. Me tenso por unos segundos agudizando mi oído y creo que pasa algo ahí abajo.

Me ducho a prisas mientras mi corazón bombea fuerte regando todo mi cuerpo con sangre nerviosa. Me visto rápido y salgo del aseo corriendo al piso de abajo.

Cuando llego Darius esta mirando por la ventana. Me fijo un poco mas y veo su chaqueta manchada de barro y de algo negro.

-Darius que.. –Cuando se da la vuelta me quedo sin habla, tiene una mancha de sangre roja en su frente. Me quedo paralizada.

-Tranquila, tranquila no te alarmes. –Se acerca a mí. –Solo ha sido una visita nocturna.

Pongo una mueca. -¿Visita nocturna?

-Si, mira mis heridas, están cerradas, solo es sangre seca. –Trago saliva angustiada.

-¿Pero qué ha pasado? ¿y Yoel?

Tuerce una sonrisa, me coge del brazo y me lleva a la cocina y la verdad es que se lo agradezco porque ahora mismo mi cuerpo esta paralizado. Me lleva hacia la mesa y me sienta en una silla.

-Vamos a preparar el desayuno ¿te parece?¿café? –Levanto una ceja.

-Darius que coño ha pasado ahí fuera.

-Ehh señorita aguante los caballos por favor. Primero desayunamos y luego te cuento.-Me da una mirada recapacitativa.

-Estas muy flaca...me ha dicho que te haga comer algo, así que por favor se buena y come, no quiero recibir una bronca mas tarde..¿vale?

Suena brusco al principio pero al final me da una amigable sonrisa, sé que no puede ser duro conmigo y no quiero que Yoel le eche la bronca, asi que asiento con la cabeza.

-Vale..cafe. –Digo sin ganas. Se da media vuelta y empiezan a aparecer bollos, cruasanes y cosas de comer por toda la encimera. Me quedo sin aliento.

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