ABISMO

CAPITULO 14.

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Hoy era sabado, había amanecido un poco nublado, pero habian ratos en los que salia el sol a calentar un poco las calles de este olvidado pueblo. Como todos los sábados habíamos pasado el dia en casa de Linda charlando, comiendo y jugando a las cartas. Me había echo toda una aficionada al poker gracias a Susi, soliamos hacer timbas y apostabamos chucherias en cada subida, lo malo de todo es que Víctor era un experto y siempre nos desplumaba todas las chuches. Alguna vez tube la tentación de meterme en sus mentes para ganar, pero aun no me veía preparada para algo así y la verdad es que me daba igual, me partia de risa con ellos y me estaba enseñando a mentir y a ir de farol con las cartas, pensé que quizás podia ser bueno para "los asuntos inmortales" en los que estaba metida, alomejor me servia para algo, quien sabe.

Después de pasar una agradable mañana y a ver comido un pastel de carne delicioso de Linda nos marchamos a casa a cambiarnos de ropa, ivamos a ir a un Mexicano que estaba en la ciudad. No tenia ganas de arreglarme mucho, así que me puse unos vaqueros oscuros, una blusa beis con mis botas planas a juego y como hacía un frio de mil demonios cogí una chaqueta y una bufanda antes de salir de casa.

  Ahora estábamos caminando por las calles de la ciudad, habiamos venido un poco temprano para aprovechar los últimos rayos de luz que nos proporcionaba el dia, la noche llegaba antes dejando una tristeza y un frio sin igual. Me rodeé con los brazos mientras ivamos caminando hacia el restaurante.

Cuando llegamos nos sentamos en una mesa de 4 proxima al aseo y  pedimos la orden -unos burritos XL- que por cierto estaban buenísimos, ya me habia comido dos y nose como, porque sentía que iva a reventar, le dí el ultimo bocado maldiciendo por lo bajo porque estaba segura de que esto iva a ir directo a mis caderas.

Muerdo y una gota de salsa se estampa en mi pantalón.

-Ya te has puesto una medalla…-Me dice Víctor mientras mira como cojo una servilleta disimuladamente.

-Umm ¿yo?...-Sonrío.

-Oh dios mio voy a explotar…-Miramos a Linda que esta espatarrada en la silla mirandose la barriga, de repente la voz cantarina de Susi llama la atención de todos.

-Oye oye ¿vamos a speculum?

Miro a Susi mientras me limpio los restos de salsa, siempre inquieta y con esa mirada traviesa que te dice que no trama nada bueno.

-¿Qué es eso?. –Pregunto.

-Es un pub.. pero no en plan discoteca ni nada de eso, es mas de reláx, ya sabes, tomar algo tranquilo, es del rollo chill.out que tanto le gusta a Victor.

-¡Ah si! me han hablado bien de ese sitio, lo que queráis.

-¿Tu que dices Linda?..- Le digo mientras ella sigue mirando su barriga fijamente.

-vale si esta bien, pero primero tengo que ir al aseo, esta comida me revuelve el estomago..

Estallamos en carcajadas al ver como se levantaba e iva corriendo al aseo disimuladamente.

Cuando regresó  pedimos la cuenta y nos fuimos al Speculum. Supuestamente no estaba muy lejos del Mexicano  por lo que decidimos ir caminando.

Mientras Víctor y Susi discutian sobre cual era la calle exacta. Yo caminaba en silencio observando las calles, las farolas ya estaban encendidas, alumbraban la oscuridad de las calles frias y sin gente, solo unas pocas parejas paseaban por la calle. Se notaba el cambio de estación y de que incluso la ciudad estaba un poco mas apagada con la llegada del invierno.

Llegamos al pub, estaba en una de las calles principales por lo que no nos costó encontrarlo, desde la calle parecía una simple cafetería pero cuando entramos un olor a incienso entro por mi nariz. Mire a mi alrededor y todo era blanco, paredes, sofás, puffs, barras, todo, toda la decoración blanca dándole un aire ibizenco de lo más fresco y agradable en este invierno frio que estaba entrando. Me recorrió un escalofrio.