CAPITULO 8.

4.9K 372 12
                                    

8******************************

Cuando desperté me dio la sensación de que estaba más cansada. Inmediatamente recordé todo lo que habia hablado con el viejo restaurador y el puñetero búho.. Se tiro más de la mitad de la noche graznando como loco pff una pesadilla.

Salí de la cama hacia la cocina para hacerme un buen café.  Me dio un escalofrio cuando baje a la planta baja, la temperatura había decaído, estornude. Había refrescado bastante, la cocina estaba fría y el ambiente era húmedo, estaba llegando el invierno.

Me bebí el café recordando toda la conversación que había tenido con Jude, palabra por palabra… Quise creer que todo era una simple historia, un cuento de niños, pero sabia que no era asi. Estaba segura de que ese hombre sabia más cosas de las que me dijo, tenía esa sensación... la manera en que miraba la piedra y las palabras tan firmes y seguras que salían de su boca, no hizo memoria en ningún momento, ni titubeo cuando hacia las pausas para respirar, ese hombre sabía algo...

Cuando me cogió un fuerte dolor de cabeza me recosté en el sofá. Revise el correo por el móvil intentando distraerme. Derrepente una bombilla se encendió en mi cabeza, curiosa puse en google “piedra de luz”... salieron mil páginas, rebusque por  internet pero nada, no había ningún texto que hablara de aquella historia que me había contado el viejo restaurador.

Me levante frustrada de la silla y me asome por la ventana. El día era gris, igual que ayer, parecía que habíamos cogido una racha de mal tiempo. Corrí las cortinas para que se aireara la casa y abrí la puerta para respirar un poco de aire fresco.

Cuando abrí la puerta grite. Tuve que apartar la mirada de lo que se encontraba en el felpudo de la puerta, ¡el búho!, el búho estaba tirado en el suelo, pero ya no era blanco y negro sino rojo, rojo de la sangre que salía de el, estaba en una postura imposible, las alas las tenia retorcidas, las patitas dobladas dejando a entender que se las habían roto, la cabeza al lado contrario del cuerpo..Uf… me maree, cogí el móvil y llame a Linda.

Tras retirar “el cadáver” y beberme dos tilas me tranquilice. Llegamos a la conclusión de que el pequeño búho había tenido un encuentro nocturno con algún animal de la zona. Les di la razón pero yo bien sabía que no era así.

 Víctor hacia unos minutos se había marchado de casa para hacer la comida. Linda estaba esperándome en el marco de la puerta. Estaba cogiendo algo de ropa para luego ir al trabajo, habían insistido en que comiera con ellos  y aunque no me gustaba molestarles lo necesitaba, necesitaba salir de esta casa.

Caminamos por la avenida, Víctor vivía a 3 casas de distancia, Linda me estaba contando las “novedades” de su nueva relación, sin duda iba viento en popa, me alegraba muchísimo por ella pero la verdad es que no podía sonreir, el búho me había dejado completamente bloqueada.. ¿Quién había hecho algo así? ¿y con que intencion?.. no quise pensar.

Mientras comimos tuve que soportar miradas indiscretas, sabía que estaban preocupados, no hablaron mas del “tema búho”  y se lo agradecía, porque Víctor no hacia mas que partirse de risa recordandolo, cosa que a mí no me había hecho nada de gracia.

La tarde en el trabajo estaba siendo de lo más tranquila, había gente pero tampoco para alarmarse, estaba con una pareja joven mirando un cuadro de un pintor de la zona, estaban intentando regatearme pero yo sabía que este cuadro valía más de 2.000 dólares, que era lo que ellos me ofrecían.

ABISMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora