CAPITULO 22.

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Cuando acabo la película (que no me entere de nada) salimos a la calle, la comentamos un poco y después nos despedimos de Linda y Víctor. Respire tranquila. Lo bueno del cine es que no hay mucha conversación, así que prueba superada.

Caminamos en silencio hacia el coche.. estaba pensativa, aun recordaba el dulce beso que me había dado en la oscuridad del cine, ese beso había estado jugando con mi mente toda la película.

 Lo miro de reojo, camina seguro y tiene la vista al frente. Siento que debo decir algo, preguntar que ha supuesto ese beso para él después de estar tres días sin hablarnos pero me callo y no digo nada. En realidad soy una cobarde.

Nos montamos en el coche y yo giro mi cabeza hacia la ventanilla, me siento rara y confundida. Pone el coche en marcha y cogemos la salida hacia las tierras de Jude, cuando vamos a mitad de camino y tiene que girar por una intersección veo que la pasa de largo. Frunzo el ceño.

-Te has pasado la salida.

-Lo sé..

Ladeo la cabeza porque me acaba de dejar de piedra.

-¿Dónde vamos?

-A dar una vuelta.. ¿Quieres charlar un rato?

El corazón se dispara y todos mis sentidos están alerta ¡Yoel quiere hablar biieeen! Eso es un paso hacia delante y mi consciencia se sacude las manos. Oh si por fin..¿Me pedirá disculpas? no lo sé, pero necesito hablar con él y expresarme, siento esta angustia que me carcome por dentro y necesita ser expulsada, necesito saber lo que piensa.

-Vale, me parece bien.

-¿Te parece bien?

-Me parece bien... –Sonríe con la mirada en la carretera. Yo me revuelvo en el asiento porque me tiene desconcertada con su actitud.

Llegamos a un espacio abierto. Para el coche a un lado de la carretera y bajamos en silencio, veo a lo lejos la ciudad, sus luces diminutas y un gran verdor a mí alrededor. La escarcha está presente hasta en las rocas que hay entre la maleza. Joder que frio. Yoel pasa por mi lado y camina entre los arbustos, lo sigo cautelosa mientras me rodeo con mis brazos.

 Pronto llegamos a un claro donde hay un lago que me resulta muy familiar. Frunzo el ceño y me giro a mirarlo.

-¿Me traes aquí? -Me acerco a la orilla y veo los hierbajos que me sirvieron una vez de salvavidas, cuando un arcángel caído quiso matarme.. Trago saliva al recodar ese tiempo y me recorre un escalofrio lento y tortuoso por la espalda.

-Me traen buenos recuerdos este lago.

-Pues a mí no, en esos tiempos alguien quiso matarme -Digo sarcástica mientras agito mi mano dando la evidencia de que no me gusta por él.

Sonríe, se acerca a unas rocas y se sienta mientras mira el cielo. Levanto la vista y veo que estamos debajo de un gran manto de estrellas..guau.. esta precioso. Cuando bajo la mirada Yoel me está mirando, siento un nudo en la garganta por la intensidad de su mirada pero me atrevo a empezar una conversación.

-¿De qué querías hablar? -Esboza una sonrisa pero no parece divertido. Esto se está volviendo serio. Me acerco a él y me siento en una roca a su lado, está tranquilo y eso me desconcierta.

-Puedo saber lo que estas pensando.

-¿Y qué estoy pensando? ¡Y no me digas tonterías! -Le digo molesta, él esboza una amplia sonrisa.

-Vamos a jugar a un juego..-Levanto una ceja-..intenta meterte en mi mente y saber lo que pienso, luego yo hare lo mismo contigo.

-¡Ni hablar!

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