Capítulo 7 - Revelaciones

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  • Dedicado a Andrea V. Deloera
                                    

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Revelaciones

El hombre no quito la mirada al horizonte, parecía que no quería verme al rostro. El ambiente se tornó tan denso que podría cortarse con un cuchillo. Él tomó mi café y bebió un sorbo. Después de eso, comenzó con su relato.

Alguna vez te preguntaste quienes son los que realmente dominan al mundo, si tu primera respuesta es los gobernantes o el pueblo mismo… debo decirte que te encuentras en un gran error. Existen organizaciones que operan bajo las sombras que son quienes tienen el control de todos los gobiernos. Grupos tan antiguos como el mismo hombre, algunos buscan el dominio de las tierras, otros quieren tener el control social de la población, unos más buscan el equilibrio del poder para mantener una paz en el mundo. Nuestra organización es una de ellas, tratamos de mantener un estado balanceado de poder y ayudamos a los dormidos a despertar.

¿Los dormidos? Traté de gesticular mi pregunta, pero él continuó con su historia, sin darme la oportunidad de interrumpirlo.

Si todos los humanos fueran conscientes de su poder y de su potencial, tendrían una visión más amplia del panorama actual, y con ello, podrían tomar las mejores decisiones para su vida, teniendo como consecuencia un bien colectivo. Muchas personas tienen ese conocimiento y lo reservan para ellos. Siempre es mejor mantener al pueblo ignorante para poder ejercer control sobre ellos. Organizaciones como la familia, el clan y la horda son quienes planean suprimir el despertar del hombre para adueñarse del poder el mayor tiempo posible. Nuestro objetivo es entrenar y despertar al mayor número de personas. Es por eso que estoy aquí, es por eso que tu estas aquí. Puedo prometerte que dominaras tu talento en muy poco tiempo y tendrás los ojos abiertos para los futuros acontecimientos. Piénsalo… estaremos en contacto.

El hombre le dio un último sorbo a mi café y se retiró apresuradamente. Su caminado era misterioso y parecía que nadie notaba su presencia. Su pequeño relato me dejo pensativo. Tenía una vaga idea de organizaciones que controlan al mundo, como Google o Apple. Si era cierto lo que me contó, sería bueno conocer mi talento… aunque es una historia realmente difícil de creer. ¿A qué se refería con los dormidos? Y me es difícil creer en personas buenas muy buenas, ellos deben sacar algún provecho a lo que hacen… si es que realmente lo hacen. Su pensamiento se basa en una utopía donde todos los hombres tienen una capacidad de pensamiento superior. Muchos han hablado de esa posibilidad y se ha tratado de implementar, pero siempre ha fracasado. Si se trata de un grupo radical revolucionario no quiero involucrarme. Muchas son las preguntas en mi cabeza, pero algo dentro de mí me decía que debía saber más del asunto.

Como una estatua, me quede en la cafetería sin ningún pensamiento en concreto, mi mente vago por todos lados y el tiempo transcurría. Decidí irme de la universidad. Al llegar a mi hogar corrí a tomar el libro. El lobo de la portada ya tenía los ojos abiertos y se abrió sin ninguna dificultad.

Al parecer si necesitaba dormir un poco. Pero cuando traté de iniciar mi lectura, me di cuenta que todo se encontraba escrito en una lengua que desconocía. Retrocedí a las primeras páginas, pero estas se encontraban igual. Cerré el libro un poco frustrado. Mi celular había recibido un mensaje de un número que no tenía registrado.

            “Si quieres iniciar con tu entrenamiento, podemos vernos en este momento”

¿Entrenamiento? Si apenas estoy procesando que todo lo que ha estado pasando es real, o por lo menos quiero creer que es real. Antes de contestar el mensaje, algo me impulso a tomar el libro entre mis manos, con gran duda e incredulidad respondí el mensaje.

            “Estoy listo”

Pasaron unos segundos cuando recibí una respuesta.

            “Entonces empecemos”

El Credo - IniciaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora