Capítulo 13 - Vecinos peculiares

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  • Dedicado a Andrea V. Deloera
                                    

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Vecinos peculiares

Traté de tomar un momento para calmarme y hacer que lo rojo de mis rostro desapareciera. Comencé a caminar por la habitación hasta que tomé asiento en la silla de madera, a unos cuantos metros de Lúthien. Una parte de mí pensó que de esa manera podría tranquilizarme, pero otra parte me gritaba que estuviera cerca de ella.

-          Te dejaré en la mesa las normas de conducta dentro del credo. Son básicamente las mismas que cualquier otro lugar, solo te recomiendo que leas la sección de habilidades, si lo haces no creo que tengas ningún problema, También tu horario de entrenamiento.

Empecé a sentirme menos nervioso, y pude dirigirle la palabra.

-          ¿Podrías darme un resumen de las reglas sobre las habilidades?

-          Claro, en si tienes prohibido usar tus habilidades fuera de las áreas de entrenamiento, o usarlas en contra de algún miembro. También está prohibido hacerlo en el mundo humano, a menos que una situación extrema lo requiera.

-          ¿De qué situaciones extremas estamos hablando?

-          De algo que ponga en peligro tu vida o la integridad del credo.

Ahí fue donde me di cuenta. No se trata de un juego, no es simplemente el conocer mis habilidades y conocer un mundo diferente al humano. Quizás pueda correr riesgos reales.

-          No tienes de que preocuparte Galdor, la situación actual es de gran paz. No creo que pases por una situación peligrosa.

-          ¿Tú puedes leer mi mente?

-          El poder sentir la energía de los demás me da una idea de lo que están pensando.

-          Ya veo.

-          ¿Quieres dar una vuelta por el cuartel?

No suena como una mala idea. Lúthien Me acompaño a la puerta y mientras caminábamos ella me mostraba y explicaba todo sobre el lugar.

-          Sé que las habitaciones no son las más cómodas, pero creo que encontraras lo necesario para descansar un momento. Toda esta área es la unidad habitacional. La mayoría de los miembros descansan aquí, salvo casos especiales. En la planta baja se encuentra la recepción, no hay nada interesante ahí, así que nos saltaremos esa parte del recorrido.

Del lado contrario del elevador se encontraba un pequeño y largo pasillo, al final había otro gran espacio, como si otro edificio se conectará al primero.

-          Este es el sector de servicios. En la planta baja encontraras la biblioteca, en el primer piso se encuentran los centros de cómputo y el área de avances tecnológicos ¿te interesaría conocerlos?

-          Realmente no soy un gran fanático de las computadoras ni de los libros.

-          Es un poco triste saber eso. Yo soy una gran fanática de los libros.

Creo que no acabo de darle una buena impresión a Lúthien. Ella es una mujer que gusta de la lectura y yo… apenas y puedo leer unas cuantas páginas de uno.

-          Acompáñame, tengo el presentimiento que el área de avances tecnológicos te puede parecer interesante.

Un poco incrédulo la acompañe a un segundo elevador. En el momento en que las puertas se abrieron mi boca quedó totalmente abierta. En los extremos había muchos escritorios y mesas de trabajo, pero eso no fue lo que me sorprendió, fue el traje robótico que se encontraba en el centro. Como un niño pequeño en juguetería, corrí para verlo más de cerca. El diseño era asombroso y hasta cierto punto… muy interesante. Parecía que encajaba perfectamente en el cuerpo de un humano promedio, pero su presencia imponía y denotaba muchísimo poder.

El Credo - IniciaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora