Capítulo 47 - Aguja percutora

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Aguja percutora

Sostuve la respiración para evitar hacer cualquier ruido, mi mano derecha sobre mi pecho sosteniendo la piedra, el esfuerzo para mantener el equilibrio en apenas tres puntos de apoyo fue algo complejo, pero tenía la ventaja de ser invisible. El silencio fue destruido por los gritos de una multitud enardecida, con la tonalidad de un grito de revolución todos los pasillos sobre la cúpula cuatro adoptaron una gran energía que nada ni nadie los podría detener. Pero a pesar del caos aparente, Merenwen y Nindë comenzaron a buscarme por los alrededores sin resultado aparente.

-          ¿A dónde fue?

Exclamó Merenwen con su voz dulce, no parecía molesta, solo un poco desorientada mientras que su compañera tomo asiento en el suelo cruzando sus piernas y bajando la cabeza de tal manera que su cabello cubrió por completo su rostro.

-          ¿Estas segura de hacer eso tan pronto?

-          No dejaré que él se lleve todos los aplausos, no es el único que ha mejorado en poco tiempo.

-          De acuerdo… solo ten cuidado.

Su diálogo heló mi sangre, tengo entendido que Nindë no puede realizar daño directo, pero puedo equivocarme… ¡debo moverme de aquí!

Con suma delicadeza tomé la piedra para ponerla en mi boca, y cual película del exorcista, caminé como araña hacía la montaña que se encontraba a lo lejos, aunque no fuera mi objetivo primario, necesitaba ganar distancia entre ellas.

-          Entonces si tú vas hacer lo tuyo, no veo porque no probar la última transformación que aprendí.

-          Si lo deseas, te proveeré de un pequeño aumento de tus habilidades, pero tardaré un poco más en desencantar todos los objetos.

-          Hazlo.

¿Desencantar objetos? Pero eso las hará perder su ventaja… ¡A ellas no les importa las ventajas de los objetos ya que sus habilidades las proveen de ello! El que se encuentra en problemas soy yo, debo impedir que Nindë ejecute dicha proeza.

Balanceé mi cuerpo a un costado para caer sobre mis brazos tratando de hacer el menor ruido posible, fijé la mira del rifle a Nindë y no dudé en tirar del gatillo. No podría fallar el tiro, mis ojos confirmaron la trayectoria de la ojiva e impactaría directamente en su pecho.

La explosión se dio junto con la ruptura de la barrera del sonido, el trazado era limpio, lo único que no consideré fue exactamente todo lo que ocurrió.

Nindë soltó una sonrisa burlona al suelo, como si supiera de antemano mi movimiento, a escasos centímetros de su cuerpo, un tentáculo de energía azul se interpuso en la trayectoria de mi proyectil, pulverizándolo al instante. El buscar el origen de mi tiro fallido encontré a Merenwen con seis tentáculos que provenían de su espalda y parecían tomar forma física.

-          Gracias por avisarme Nindë.

-          ¿Encontraste de donde salió el disparo?

-          Sí.

¡Mierda! Soy un idiota, acabo de revelar mi posición y no solo eso, la pitonisa puede anticipar mis disparos incluso antes de que tire del gatillo, y al parecer poseen una especie de comunicación, lo más seguro es que sea provista por Merenwen. Un tentáculo se lanzó justo a mí con puntiaguda y filosa intención de terminar el combate. Solo pude girar sobre mí para evitar el daño. El resultado del atentado fue un agujero en el suelo de aproximadamente 10 centímetros.

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