Doctora Corazón

Encuentro peligroso

Encuentro peligroso

Ángel me miró intrigado, noté algo de incomodidad y miedo en sus ojos. Se removió en la banca y metió las manos en sus bolsillos.

—¿Qué sabes de ella? —preguntó con el ceño fruncido.

—Más de lo que piensas —musité desviando la mirada.

—Bien… entonces dilo —presionó acercando su rostro.

Titubeé un par de segundos.

—No, antes debo preguntarte algo… —negué con la cabeza y lo miré a los ojos —. ¿Amaste a… Karoline? —pregunté con voz temblorosa teniendo miedo a su respuesta.

—Sí, lo hice —respondió con mucha seguridad, demasiada para mi gusto y no me gustó nada.

No pude evitar pensar que quizás Ángel amó más de Karoline de lo que lo hace conmigo.

—Y... ¿La amas todavía? —seguí bajando la mirada a mis manos. Retuve la respiración y cerré los ojos.

—¿Qué? No, claro que no. Ya te lo dije, ella es mi pasado, tú eres mi presente —para mi salvación y buena autoestima, Ángel respondió con voz firme y concisa.

Eso me dio un alivio temporal, sin embargo, seguía teniendo dudas.

—Sí pero… ya sabes lo que dicen "donde hubo fuego cenizas quedan" —recité con los dientes apretados.

Esa frase célebre, al menos para mí, era mi perdición. Aunque yo quisiera creer que las relaciones pasadas ya no tienen importancia, no era así. Los recuerdos siempre me martillaban la consciencia al ver a algún ex novio. Quizás me carcomía la culpa al recordar lo mal que los había tratado, las palabras cortantes que había utilizado o simplemente al recordar los momentos especiales; besos y caricias, que solamente me torturaban, como me ocurría desgraciadamente con Dylan.

—Sí, ese estúpido dicho puede ser cierto pero hace meses que olvidé a Karoline y ella también lo hizo conmigo, no hay nada de cenizas, tú ya te encargaste de barrerlas. —Me sonrió y de nuevo me inundó una agradable calidez en el pecho.

—Eso suena bien… —susurré para mí misma en un momento cursi.

—¿Y bien? —carraspeó la garganta.

—¿Ehm? —alcé una ceja al perder el hilo de la conversación.

—¿Por qué me preguntas eso? ¿A qué se debe? —Su entrecejo se arrugó nuevamente así como mi nerviosismo cobró fuerza.

—Es algo complicado. Dime otra cosa, ¿Hace cuanto tiempo que terminaron? —seguí el interrogatorio, necesitaba saber todo acerca de lo que había pasado entre ellos… Sin embargo, eso del "todo" no lo iba a tomar tan literal. Unas cuantas preguntas simplemente, no quería llegar a la parte de ¿Cuántas veces tuvieron relaciones? ¿Besa bien? ¿O qué tan buena es en la cama? Al diablo con eso, no me importaba…No, enserio no me importaba…Bueno, tal vez un poco, pero no deseaba auto-torturarme.

—Mmm… no soy bueno con las fechas. —Se quejó alzando los hombros.

—No te estoy preguntando si tienes buena memoria ni el tiempo exacto, sólo te pregunto un aproximado. —Le reproché retomando un poco de mi acostumbrada actitud.

—No sé… hace unos ocho meses —habló dudoso pero fue suficiente para saber que realmente la zorra de su ex novia lo había engañado.

—Oh… —Un sonido de sorpresa escapó de mis labios y fue lo que despertó la impaciencia de Ángel.