Olivia
Noah le dejó un último beso sobre los labios llenándola de cariño y confianza antes de dejarla avanzar. Se separó de ella y le acarició la mejilla con suavidad.
-¿Todo bien?- le preguntó Noah.
-Todo bien.
Olivia tragó con fuerza y por fin se animó a tocar el timbre, Noah le estrechó la mano libre con suavidad dándole ánimo. Antoine Rousseau abrió la puerta con una copa de champaña en la mano y una suave sonrisa en el rostro, abrió los brazos y Olivia llegó hasta él, se dieron un corto pero significativo abrazo que apaciguó un poco la profunda tristeza de Olivia.
-Muy puntual como siempre- le dijo Antoine antes de darle la mano a Noah.
-Así me crió Daisy Murphy- dijo Olivia, el nombre le dolió en lo más profundo de su corazón pero lo dijo con orgullo.
Era la primera navidad sin Daisy y aunque había sobrevivido al día de acción de gracias, sabía que no le sería fácil no tenerla en Navidad. Aún podía ver a una joven Daisy Murphy sacando del horno una bandeja de galletas para Santa Claus o envolviendo sus regalos en silencio mientras Olivia pretendía estar dormida. Era una fecha especial que le recordaba mucho a Daisy, estaba triste pero sabía que debía estar tranquila, lo que menos quería era estar llorando y perderse de la celebración con sus amigos.
-Dime que le ganamos a Colette- dijo Noah cambiando de tema lentamente antes de posar una mano sobre su nuca. Olivia agradeció el contacto, sentirlo cerca la hacía sentir mejor.
-Nunca en tú vida- dijo Colette apareciendo con una copa de champaña entre las manos y una sonrisa malévola.
-Llegó quince minutos antes de la hora acordada- les dijo Antoine mientras le ayudaba a Olivia a deshacerse de su pesado abrigo de invierno.
-Así me crió Antoine Rousseau- dijo Colette encogiéndose de hombros.
-Presumida- soltó Noah.
-Envidioso- respondió Colette.
Así era su relación, un poco pasivo-agresiva si me lo preguntas a mí, pero así funcionaban y así se querían.
-Cuida esa boca, Rubio- dijo una quinta persona apareciendo detrás de Colette. Harry le pasó un brazo por la cintura y pegó a Colette a su pecho, ella pareció encantada.
Ya no eran tan reservados en público, cada vez se le veía a Colette más suelta con el muchacho al lado.
-Tranquilo, Londres. Así nos queremos.
Olivia soltó una risa y Antoine rodó los ojos divertido. El hombre los guió a la gran sala de estar del apartamento. El lugar era grande, lujoso y espacioso, le recordaba mucho al apartamento que Noah solía tener en un edificio cerca de allí. Ese en el que habían bailado, reído, besado... y en el que había conocido a la hermana de Noah.
Y como si Olivia la hubiera pensado, Cassie Sterling llegó a la sala con una gran sonrisa.
-Hermana- la saludó Noah.
-Hermano.
Cassie se abalanzó sobre él y le dejó un beso en la mejilla que Noah se limpió con el dorso de la mano y una mueca de asco, luego la mujer se acercó a una risueña Olivia y le dio un abrazo.
-Hola, querida.
-Hola, Cassie.
El abrazo fue corto pero le dejó la misma sensación que los abrazos de Noah. Ambos hermanos eran cálidos y no tenían miedo de mostrar sus sentimientos, para Olivia la mejor combinación para un buen abrazo.
YOU ARE READING
Té para tres 2: Té sin azúcar
Teen FictionHa pasado un año y muchas cosas han cambiado. Sus caminos se separaron y ahora, ya nada es igual. Luego de su dolorosa e inesperada separación, Lauren, Colette y Olivia parecen ya no estar tan unidas, ni ser tan amigas como una vez lo fueron. La re...