-25- La Boda

120 18 6
                                    

Donatella, Loles, Chechu, Celeste y yo nos subimos al avión rumbo a Londres.
Menos mal que a última hora nos hemos podido reunir todos para asistir al bodorrio de mi hermana.
En el avión estamos hablando sobre hacer turismo en Londres antes de volver a Suiza, lamentablemente yo debo de volver a París para terminar el proyecto de Sabatino.

Horas después, pisamos tierra londinense.
El chófer de Donatella viene en nuestra busca, subimos al auto hablando de cosas sin mucho sentido hasta llegar al hotel donde Donatella se ha encargado de todo.
Todos se van a sus respectivas habitaciones para cambiarse porque después debemos ir a casa de los padres de Thiago donde van a dar una cena.
Me cambio de ropa poniéndome más guapa que una muñeca de porcelana.
Junto con Donatella vamos hacia la casa de los Ankara donde al llegar  hay bastante gente. Creo que hemos llegado las últimas.
Manuela cómo buena anfitriona viene a saludarnos pero en su mirada se puede apreciar su preocupación.
Con disimulo le pregunto si le ocurre algo, ella, evitando mi mirada me contesta del avance de la enfermedad de su marido, debido a eso han tenido adelantar la boda para que Gregorio pueda ver de casarse a su hijo.
Me da lastima por Manuela y Gregorio, debe ser duro tener que entender que pronto dejará esta vida.
Le doy ánimos y me acerco hasta donde está mi hermana bebiendo de su copa desganada mirando todo el tiempo en dirección donde se encuentra Orlando.
Los dos se miran en la distancia lanzándose mensajes que tan solo ellos mismos saben interpretar, yo miro a uno y después al otro, me da lástima por los dos pero yo no puedo hacer nada.
Por lo que me voy en busca de Thiago para felicitarle por su boda.
Su semblante es serio y su actitud es más o menos normal dándome la impresión de querer acabar con todo esto cuando antes.
Hablo con él durante unos minutos hasta que somos avisados que la cena va servirse.
Busco a mis amigos y como no somos cotillas ni nada, comentamos cómo anda el patio.
Todos coincidimos en que estos dos no van a ser felices o van acabar divorciándose antes del año o al menos que Raquel quiera estropear su figura de Barbie y le dé un disgusto, digo un hijo a Thiago.
Tomamos asiento en una mesa y mientras nos sirven bebemos vino, de vez en cuando miro a mi hermana la cual tiene una careto que parece que viene de entierro. Se muestra fría con Thiago y a kilómetros se ve que todo es fingido entre los dos.
Cenamos varios platos y al terminar el postre pido que me den un táper para echar la tarta.
El camarero me trae un táper y yo hecho varios trozos de tarta al bolso.
¡Che! Qué esta vez vengo preparada con un bolso grande para que me quepa todo.
Aquí el caso no es derrochar comida.

Con la panza llena, Donatella y Chechu proponen de ir a bailar.
Encantada con la idea, nos dirigimos hasta el jardín donde está todo preparado  para continuar con la fiesta cuando Raquel sin darme explicaciones me arrastra hasta un lugar aparte.

— Chica me haces daño. ¿Qué quieres? — Protesto.

— Masiel no quiero casarme, lo he pensado bien y no quiero hacerlo. Amo profundamente a Orlando.

— Raquel, debes de hablar con Thiago sabes que mañana mismo os vais a casar. ¡Estás loca! Haz las cosas después no ahora, ten conciencia de que el padre de Thiago está muy enfermo. Míralo, casi no puede ni sostenerse de pie.

— Lo he decidido y me iré. — Me pongo en plan matona.

— Tú no vas a ir a ningún lado, tú has aceptado hacer esto y ahora te toca  apechugar con tus acciones.
Ah, y conmigo no cuentes. Estás sola en esto Raquel.

Salgo de la habitación para toparme con mi madre.
Anda pero si está viva y encima más feliz que una castañuelas.
Mírala si hasta botox se ha puesto en la cara y viste ropa cara y luce joyas.

— Raquel mi amor. — Mi madre está borracha o todavía no se ha operado de las cataratas.

— Madre, soy Masiel. — Digo abrazándola como si estuviera abrazando a un panda.

Nada Es Aquello Que EsperamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora