Cerca de las 10 de la noche salimos hacia la playa, me ponía un poco nerviosa estar a solas con él pero se fue diluyendo conforme íbamos platicando, era muy inteligente y divertido.
-¿Y no se molestaran tus amigas porque haya venido contigo?-pregunto cuando llegamos.
-No creo, además dudo que estén en sus 5 sentidos-murmure con fastidio haciéndolo reír.
-¿No bebes?-negué haciendo una mueca.
-¿tú?-averigüe, sería bastante decepcionante si lo hiciera como Erick o alguno de los chicos de la universidad.
-Tampoco, puedo tomar una o dos copas pero no me excedo desde los 18 años-explico, sí era mucho mayor que yo, bueno ni tanto tenía 23.
-Me agradas más por eso-dije divertida y rió.
-Me alegra oírlo-reímos y nos adentramos entre la gente que está reunida en la orilla de la playa. Tenía una idea de donde encontraría a mis amigas, eran algo predecibles por lo que primero me dirigí ahí, junto al DJ. Para no perdernos entre la gente, tome la mano de Damián. Se sintió raro, diferente, cálido… no sé, fue agradable justo como el día que nos conocimos, por el rabillo del ojo lo vi y miraba nuestras manos entrelazadas con una sonrisa.
-Al fin llegas, princesita-grita Ana al verme, arrastrando un poco las palabras. Tenía razón ya estaban algo pasadas de copas ya que las tres rieron escandalosamente. Puse los ojos en blanco y reí.
-Lo siento, se me hizo un poco tarde-dije, ninguna me prestó atención y su mirada estaba puesta detrás de mí. Voltee y Damián estaba algo cohibido por la mirada de ellas.
-¿Y tú quién eres?-pregunto Xime con curiosidad. Me aclaré la garganta llamando su atención.
-Es Damián, el hijo de los amigos de mis padres-presente, las tres sonrieron coquetas-Ellas son, Ximena, Ana y Lee-dije a Damián, sonrío y soltó mi mano un segundo, algo que me hirió un poco pero cuando la cambio por la mano izquierda para saludarlas con la otra, sonreí sin poder evitarlo.
-Mucho gusto, chicas-los ojos de las tres se iluminaron al escucharlo, y sonrieron como tontas, lo que me causo un leve malestar que no supe descifrar.
-El gusto es nuestro-murmuro coqueta Ana, rodee los ojos con fastidio. Odiaba cuando se ponía así, ya se había erguido, revoloteaba las pestañas y enredaba uno de sus mechones sueltos con los dedos, lista para ligar. Las otras dos solo sonreían.
Lee bajo la mirada hacia nuestras manos unidas, y levanto una ceja interrogante. Me hice la tonta y aparte mi mirada de la suya.
-¿Y qué tal la fiesta?-pregunte para desviar el tema de Damián.
-Increíble, bebé. Tienes que ponerte al día, voy a buscarles algo de tomar-dice Xime y antes que pueda decirle que no ya se había ido. Sabía que tenía que tomar mínimo una cerveza para cubrir mi cuota del día y que no estuvieran fastidiando.
-Ya viste al DJ, está buenísimo, este año sí que se lucieron-comenta Lee, haciéndonos reír. Y se pone a parlotear de todo lo que me he perdido. Cuando Xime regresa, nos entrega una cerveza a cada uno y le sigue la corriente a Lee, la que esta inusualmente callada es Ana y cuando la miro veo que está concentrada en Damián que se había pegado un poco más a mi incómodo.
Cuando le intenta hacer plática él le responde amable aunque algo cortante, pero parece no darse cuenta de ello porque sigue intentándolo. Regrese mi atención a las otras dos, que seguían en lo suyo, calificando a los hombres de su alrededor.
-¿Ese?-señala Lee.
-Diría que 8, tal vez 9…-murmura Xime, siempre que se ponían ebrias comenzaban a catalogar a los hombres, le daban una calificación en base a su rostro y cuerpo, si la calificación llegaba a 10 era seguro que alguna iría a lanzarse. Me reí de ellas y pasee mi mirada por el lugar, como cada año el sitio estaba abarrotado, todo los jóvenes de las universidades cercanas se daban cita en este lugar, los barriles de cerveza estaban a los lados y el DJ, enfrente… a esta hora ya podías ver a chicas sin el bikini ebrias hasta no más igual que los chicos, al parecer este año se alargara la fiesta hasta la madrugada.
-¿Tu qué opinas, Val?-me preguntaron.
-Saben que no me meto en eso-digo divertida.
-Solo estamos pidiendo tu opinión, sabemos que no harás nada-normalmente opinaba pero nunca me había acercado a nadie de ese modo.
-Bien, tal vez un 8-murmure, ambas asintieron de acuerdo.
-¿un 8?-pregunto Damián en mi oído haciendo que me estremeciera tanto por la sorpresa como por su cercanía.
-Cosas suyas, luego te explico-comente, asintió riendo y continuamos los 5 platicando casualmente, aunque era obvio que Ana quería con él ya que se le insinuaba y no apartaba su mirada de él. Enserio me estaba enojando, habiendo tantos chicos tiene que coquetear precisamente con Damián, aunque claro apenas la notaba y se veía bastante incomodo con sus comentarios fuera de lugar.
-¡Bonita!-Erick apareció tambaleándose un poco, me tomo de la mano que tenía libre y jaló hacía él. Por inercia Damián me soltó.-pensé que ya no vendrías-dijo y me abrazó. Apenas se podía mantener en pie, destilaba alcohol por todos lados, era bastante desagradable.
-Por dios, Erick mira como estas-dije molesta.
-Oh vamos, no te enojes. Solo hoy-sí, claro. Lo deje pasar de momento porque no iba ponerme a pelear con él en ese estado.
-Anda Erick, llévala a bailar que le hace falta relajarse-dijo Ana, le lancé una mirada envenenada, era una tramposa.
-No…-comencé, pero Erick ya había comenzado a jalarme hacía la pista.
-Vamos, bonita diviértete-cuando voltee hacía Damián, este nos mirada serio y solo pude dedicarle una mirada de disculpa… lo último que alcance a ver fue a Ana tomándolo de la mano y llevándolo del otro lado de la pista. Creo que nunca me había enojado tanto con ella como en ese momento, lo hizo al propósito.
La pista estaba por supuesto repleta, no había espacio para moverse y te pisaban cada dos segundos… no pude aguantar más que un par de canciones, y cuando un tipo ebrio me tiro la cerveza encima, Erick se dio cuenta que está muy incómoda y me saco de ahí. Me sentí aliviada al salir de la multitud, y sobre todo por poner algo de distancia entre Erick y yo. Cuando estaba borracho se ponía de cariñoso y quería bailar muy cerca de mí, demasiado diría yo y con el pretexto del amontonamiento se aprovechaba.
Fuimos hasta donde habían estado las chicas pero no veía a ninguna, tampoco a Damián cosa que me enojo en sobre manera ya que seguro estaba con Ana. No entendía porque me molestaba tanto que le coqueteara, nunca me había afectado ninguno de sus comportamientos, sabía que era así y la aceptaba tal cual, pero simplemente con Damián no lo toleraba.
-Bonita, vamos a un lugar más apartado. Hace días que no tenemos un momento para nosotros-sinceramente no tenía nada de ganas de estar a solas con él, de hecho lo único que quería era irme de ahí. Fue muy mala idea venir, todo estaba siendo un desastre.
-No sé, porque mejor no buscamos a las chicas-ofrecí, no quería ser tan cortante pero…
-deben andar con sus ligues de la noche, ven conmigo-me tomo de la mano y me arrastro hasta detrás del escenario donde todo estaba más calmado y aunque habían varias personas, no estaba tan atestado.
Nos recargamos en unas palmeras, y por un momento el silencio nos embargó. Aunque físicamente estaba presente mi mente no. No podía parar de pensar en donde estaba Damián y que estaría haciendo, conociendo a Ana seguro ya estaban divertidos. Era extraño que me enojara de esta manera, apenas lo conocí no puedo estar molesta por lo que haga o deje de hacer, es su vida y no debería importarme. Pero mentiría si dijera que no, porque me importa y mucho, no soporto la idea de imaginar lo que está haciendo con Ana.
-Me voy mañana, deberíamos aprovechar este último día juntos, no te veré por tres semanas-dijo Erick, sacándome de mis pensamientos.
-Lo sé-fue todo lo que pude decir, no me afectaba el hecho que se fuera, no como debería.
-En serio me gustas, Val. Y me gustaría que lo nuestro funcionara, tal vez estas semanas no ayuden mucho pero quisiera intentarlo, prometo que me mantendré en contacto lo más que pueda-ya no estaba tan segura de querer intentarlo, por lo que solo asentí sin saber que responder.
Se acercó un poco más poniendo sus manos en mi cadera, y suavemente presiono sus labios a los míos, no era la primera vez que nos besábamos pero esta vez no sentí nada y cuando trato de intensificar el beso lo trate de separar pero no podía, mientras más lo intentaba más se pegaba a mí, sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo…fue tan desagradable la sensación y ni qué decir del beso, el alcohol en su aliento me revolvió el estómago.
-Bast-a-a…Erick-dije cuando me dio un pequeño respiro, pero no me escucho. Con más fuerza lo empuje y lo separé lo suficiente.-basta, dije-me miró molesto.
-¿Por qué? No te veré en semanas, debemos aprovechar-espeto.
-¿esa es tu forma de aprovechar el tiempo?-lo hago a un lado completamente, y cuando intento alejarme me toma del brazo con fuerza.
-Deja de ser tan niña, fue solo un beso-me abraza de nuevo y cuando intenta besarme alcanzo a meter la mano.
-Basta, Erick-digo con algo de súplica. Me suelta de mala gana y me alejo de ahí.
Sin importarme nada más me dirijo a la salida pero entre tanta gente tengo que rodear del lado donde están los barriles de cerveza y me topo con las chicas y Damián, aunque ciertamente Ana y Damián tenían su propio rollo. Iba a pasar de largo, no tenía ganas de ver como coqueteaban el uno con el otro, e iba a resultar si no fuera por el idiota de Erick.
-Valeria, joder espera. Lo siento-grito, llamando la atención de todos. Las chicas me miraron preocupadas e ignorando a todos pase de largo.
-Princesita, ¿Qué sucede?-pregunto Lee, tomando mi brazo para detenerme.
-Lo siento, sí. Ya no te enojes-dijo Erick llegando a nuestro lado. Los ignore a ambos y me giré hacía Damián que me veía confundido.
-Me voy, no te preocupes puedes quedarte ahora busco como llegar a mi casa-iba a decir algo pero Erick se le adelanto.
-Volvamos a la fiesta, olvidemos todo-las chicas nos veían sin saber que hacer o decir.
-Déjame en paz-intento acercarse y di un paso atrás.
-Deja los berrinches, no sea una inmadura-me tomo del brazo con fuerza.
-Suéltala-siseo Damián, llamando la atención de Erick.
-¿y tú eres?-pregunto enojado.
-Te dijo que la dejes en paz, suéltala-dijo ignorando su pregunta.
-Mira amigo, no te metas esto es entre ella y yo-mientras ambos discutían aproveche para irme, no quería estar medio de eso, solo quería salir de ahí.
-Valeria, espera-escuche decir a Damián.
-Hey no te vayas, la estamos pasando bien…ella sabe cómo llegar a su casa, solo está haciendo una de sus rabietas de niña inmadura-me quede de piedra al escuchar eso, nunca me hubiera imaginado que una de ellas pudiera decir eso.
-¡Ana!-dijo Lee, regañándola.
-Es la verdad…-camine más de prisa para dejar de escuchar, cuando llegue al estacionamiento alguien me tomo nuevamente del brazo.
-Basta Erick, te dije que me dejaras en paz-espete pensando que era él de nuevo, pero me equivoque.
-Val, soy yo. ¿Estás bien?-pregunto Damián.
-Sí-intente alejarme, estaba enojada con él y no sabía porque, no me había hecho nada realmente.
-Espera, por favor.-pidió.
-¿Necesitas algo? Solo quiero salir de aquí-murmure cansada.
-No puedes irte sola, vamos te llevo-ofreció.
-No es necesario, mejor quédate en la fiesta que parece la estabas pasando muy bien-espete, iba a irme cuando me jalo de nuevo.
-Vamos-tomo mi mano y en vez de dirigirse a su auto volvió a la playa.
-No quiero volver ahí-dije intentando zafarme, pero me sujeto más fuerte. Me ignoró y rodeo a las personas para dirigirse atrás donde no había tantas personas-¿A dónde vamos?-pregunte cuando pasamos a todos y seguimos hasta la orilla del mar.
-A caminar, estas un poco alterada y no puedes irte así-dijo sin mirarme. Estuvimos caminando en silencio, ya nos habíamos alejado bastante de la fiesta y apenas se escuchaba la música y el bullicio. En ningún momento soltó mi mano, lo que me reconforto un poco y me quito algo del mal humor que traía.
-gracias-murmure después de un rato. Asintió y sonrió.
-¿Estás bien? Ese idiota no te hizo nada ¿cierto?-pregunto serio.
-No, solo me hizo enojar-murmure sin dar detalles.
-¿segura?-asentí sonriendo por primera vez.
-Sí, no te preocupes. Lamento haber arruinado tu noche-comente. Aunque me molestase, él parecía estar pasándosela bien y me daba algo de pena el que se haya ido por mí.
-No arruinaste nada, la verdad es que ese no es muy ambiente.-lo miré sin creerle del todo, ya que me pareció que enserio la pasaba muy bien con Ana.
-¿Enserio? Yo vi que la estabas pasando bien con Ana-no pude evitar que sonara un poco como reproche.
-Bueno tan poco es que la haya pasado mal, pero tu amiga me asusta un poco-dijo divertido, su mirada azulada se encuentra con la mía y una cálida sensación recorre todo mi cuerpo.
-¿Por qué?-pregunte riendo.
-Porque es un poco lanzada, no sé fue raro. Nunca he sido bueno con el coqueteo y esas cosas, soy demasiado tímido con las mujeres-confiesa.
-Por supuesto que no, o bueno no siento que lo seas- Si note que era algo tímido pero nunca podría haber imaginado que era para tanto.
-¿Recuerdas que fue lo que te dije el día que nos conocimos? ¿Cuándo te pedí tu número?-por supuesto lo recordaba.
-Que nunca habías hecho eso…-
-Exactamente, nunca lo había hecho-murmuro perdiendo su mirada en el horizonte del mar.
-Entonces, ¿Por qué?-pregunte, tratando de entender.
-No lo sé, supongo que solo quería conocerte-confeso con timidez, una tonta sonrisa apareció en mi rostro.-Aunque no lo hubiera hecho, igual iba a verte de nuevo-
-Cierto, era el destino-dije en broma pero él no rió.
-¿puedo hacerte una pregunta?-dijo, asentí.- ¿Erick es tu novio?-me sorprendió un poco, pero de igual manera le respondí.
-No, estábamos conociéndonos todavía pero después de lo de hoy, no quiero nada con él. No sé, llevábamos casi dos meses y no terminaba por decidirme, algo no me convencía…-no sé porque termine contándole.
-¿No sientes nada por él?-insistió.
-Me gusta de eso estoy segura pero no creo que haya nada más. Tal vez por eso no me decidí, nunca me hizo sentir algo más-hablaba más para mí que para él, no lo había pensado de esa manera.-en fin, creo que después de lo de hoy toda posibilidad de que hubiera algo entre nosotros se perdió. ¿Tú tienes novia?-pregunte curiosa, aunque en mi interior rogaba porque la respuesta fuera no.
-No, solo he tenido una y no terminamos muy bien pero eso fue hace un año casi-explico. El alivió recorrió mi cuerpo y me encontré sonriendo.
-¿Saldrías con Ana?-no pude evitar que la pregunta saliera de mi boca, tenía esa espinita dentro y hasta que no supiera que piensa de ella no iba a estar tranquila.
-¿La verdad?-dijo sonriendo, asentí-No lo creo, es demasiado amm… ¿Cuál es la palabra?-se detuvo un momento pensando-¿atrevida? No sé, como te dije hace un momento; me asusta. Además no es mi tipo-me alegre internamente por eso.
-Si, a veces es un poco lanzada-dije estando de acuerdo con él, sabía que había sido bastante caballeroso porque la palabra correcta era otra.
-Por cierto, no le hagas caso a lo que te dijo.-murmuro con preocupación.
-No te preocupes, sé que puede ser algo perra cuando quiere. Igual sé porque lo hizo, en fin, no importa. Seguro mañana ni se acordará-explique.
-Pero estuvo muy mal, se supone que es tu amiga debería haberse preocupado por ti como las demás, ¿qué tal si el idiota te hubiera hecho algo?-comento enojado.
-¿idiota?-pregunte divertida, era la segunda vez que se dirigía a Erick de esa manera.
-Lo siento, pero seguro se comportó de forma idiota contigo, si no, no te hubiera enojado tanto-se justificó.
-Tienes razón. En realidad Ana está enojada conmigo fue por eso que se comportó así-sabía perfectamente que Damián era la causa, aunque obvio no iba a decirle, no es su culpa.
Nos quedamos un momento en silencio, pero para nada incomodo como al principio. Me agradaba estar así con Damián, nunca me había sentido tan segura y cómoda con un chico, como con él. Ni si quiera parecía que teníamos tres días de conocernos. Lo que más me sorprendía era la sensación de hormigueo que me producía el contacto de nuestras manos unidas, sin mencionar las mariposas asesinas que estaban más que alborotadas en mi interior.
Llegamos hasta el final de la playa donde las rocas eran más grandes, no había ninguna construcción alrededor y comenzaba la selva baja que rodeaba la ciudad. Lo único que iluminaba el lugar era la hermosa luna que esa noche brillaba en el cielo y se reflejaba de manera increíble en las aguas calmas del océano.
-Es tan bonito este lugar-murmuro, nos habíamos detenido hace un momento y observábamos el espectáculo que la luna nos daba. Se sentó en la arena y me jalo con suavidad para que lo hiciera a su lado.-quedémonos un momento-pidió. Por miedo a romper la armonía del ambiente, solo asentí.
Permanecimos un rato así, uno junto al otro aunque todo desapareció a mi alrededor cuando el comenzó a dejar suaves caricias en mi mano, lo único en lo que podía pensar era en lo bien que se sentía. Estaba tan cómoda ahí que ni siquiera estaba del todo consciente de lo que hacía, ya que de un momento a otro había recargado mi cabeza en su hombro y él pasó su brazo por mi cintura acercándome. Deposito un tierno beso en mi cabello y una tonta sonrisa apareció en mí. No tenía idea cuanto tiempo había pasado, pero no me importaba si solo eran minutos o ya eran horas, solo sé que nunca me había sentido tan bien como ahora y no quería moverme.
Tome su mano libre y comencé a dibujar patrones invisibles en su palma, lo que hizo que se estremeciera y el cosquilleo que sentía al tocarlo se intensificó, podía ver que a él le pasaba lo mismo.
-¿sientes eso?-murmure, con voz apenas audible.
-sí, desde el primer momento-levante mi mirada hacía la suya y lo encontré mirándome con una sonrisa en su rostro. Estábamos demasiado cerca uno del otro.
Sin perder la conexión de nuestra mirada acorto la distancia y presiono sus labios con los míos…fue tan dulce, tierno, besaba casa uno de mis labios con suavidad…cuando reaccione trate de hacer lo mismo con él, haciendo que nuestros labios se movieran de manera sincronizada, perfecta …como si estuvieran hechos para el otro. Cuando el aire comenzó a faltarnos, nos separamos y apoyo su frente contra la mía.
-Lo siento, no debí…-murmuro con cautela, midiendo mi reacción.
-¿te arrepientes?-pregunte, separándome enseguida y algo herida. Para mí fue mágico pero para él tal vez no, solo se dejó llevar por el momento. Se quedó callado mirándome sin entender…tome su silencio como un sí y me pare de inmediato.-Se hace tarde…-murmure sin verlo y comencé a caminar, escucho como se paró enseguida.
-Val, espera-tomó mi mano pero la solté enseguida, estaba dolida. Definitivamente esta no era mi noche-Val, por favor-volvió a intentar detenerme y esta vez lo logró, en cuanto me hizo girar hacía él, tomo mi rostro con su mano libre y presiono de nuevo sus labios a los míos, intente zafarme pero después de un par de segundos me encontraba devolviéndole el beso…
-Nunca vuelvas a pensar eso…-murmuro en cuantos separamos, tratando de recuperar el aliento. Me envolvió en sus brazos y escondí mi rostro en su pecho-No me arrepiento de lo que quise hacer desde que te vi por primera vez…-el alivio y la emoción me invadieron, además estar entre sus brazos era algo que nunca imagine me gustara tanto.
Cuando me dejo en mi casa esa noche, apenas pude dormir de la emoción que sentía. Nunca hubiera imaginado que la noche terminaría de esa manera, tan desastrosa que había comenzado. Definitivamente me pasan cosas con Damián que no puedo explicar y menos ponerle nombre, nunca me había sucedido y era tan raro que me asustaba un poco pero estaba decidida a continuar con eso y ver hasta dónde nos llevaba, él era especial y me hacía sentir a mí de esa manera.
Hola! aquí el tercer capítulo, espero que lo disfruten.
Si te gusto regálame un estrellita :)
Saludos!