MI SANGRE EN SUS MANOS

By CamilaLeonCorrea

3.6K 1.2K 5.2K

Dicen que las personas en las que más confías son las primeras en darte la espalda y apuñalarte sin ningún ti... More

Prólogo
Capítulo 1: Llegada al Infierno
Capítulo 2: Segundo Augurio
Capítulo 3: Tengo sed
Capítulo 4: Tanteando al enemigo
Capitulo 5: La rosa marchita
Capítulo 6: Una mala jugada
Capítulo 8: La creación de los cinco demonios
Capítulo 9: Provocación letal
Capítulo 10: Un aventón inesperado
Capítulo 11: Salvando la dignidad
Capitulo 12: En el ojo del huracán
Capítulo 13: Un nuevo problema
Aviso
Capítulo 14: El llamado del salvador
Capítulo 15: Sensaciones agridulces
Capítulo 16: Cicatrices abiertas
Capítulo 17: Impulsos catastroficos
Capítulo 18: Destellos de confusión
Capítulo 19: Verdades perjudiciales
Capítulo 20: Secreto liberado
Capítulo 21: Tormenta peligrosa
Capítulo 22: Irreversibles consecuencias
Capítulo 23: El llanto del ángel
Capítulo 24: Pendiendo de un hilo
Capítulo 25: El charco del infierno
Capítulo 26: Jugando con fuego
Capítulo 27: La ley del Talión
Capítulo 28: Infestación
Capítulo 29: Minuto terminal
Capítulo 30: Atrápame, si puedes
Capítulo 31: El cuervo de la asesina
Capítulo 32: Alma vendida, pacto sellado
Capítulo 33: Un pecado más
Capítulo 34: Corazón fragmentado
Capítulo 35: El comienzo del fin
Epílogo
Preguntas y respuestas

Capítulo 7: Amnesia

100 41 187
By CamilaLeonCorrea

Schiltach, Alemania
24 de Agosto del 2021
8:30 pm

Miykal Lawler

Para la locura no hay ninguna cura, es catastrófica y caótica padecerla además de que arrastras a las personas que más quieres en ese camino tan desastroso, destructivo, repulsivo y espantoso. Ya no sé lo que es real, mi mente ha comenzado a colapsar. Las pastillas ahora no me sirven de nada, este lugar cada vez más me está sofocando y si no encuentro una salida rápida a mis tormentos, temo que caeré ante los monstruos. Dos días llevo en este maldito pueblo y ya me he desmayado dos veces sin ninguna explicación lógica. Mis instintos me advierten que debo alejarme de aquellos seis chicos, en especial del que parece su líder pero no sé el por qué o la razón de estos pensamientos incoherentes pues ellos no me han hecho absolutamente nada.

Después de haber desayunado tranquilamente todo marchaba bien hasta que mi padre y yo bebimos aquel vino, lastimosamente fue demasiado fuerte para nuestros organismos provocando que ambos cayéramos rendidos en los brazos de Morfeo según el relato de los chicos. Horas después mi progenitor despertó mientras yo aún seguía en el eterno sueño, como aún se encontraba mal y tampoco tenía un auto el cual pudiese usar era imposible que regresáramos a nuestro nuevo hogar por eso debíamos esperar que alguno se apiadará y nos llevará a casa. A pesar de que Damian Deutsch se había ofrecido nuevamente a darnos posada, ya era tiempo de que nosotros volviésemos pues mi padre debía trabajar en la noche y no quería seguir abusando de aquella generosa hospitalidad.

Luego de casi doce horas, desperté desorientada y desconcertada porque no reconocía como había llegado a mi habitación. No logró evocar los últimos acontecimientos antes de perder el conocimiento, físicamente estoy bien pero psicológicamente me encuentro pérdida por completo. Si no tuviese la herida en mi mano izquierda pensaría que todo ha sido producto de mi imaginación, lo último que recuerdo es estar esperando aquella pizza que nunca llegó. No sé qué me está pasando pero debo fingir normalidad para no alarmar a mi padre, demasiados problemas tiene como por ejemplo resolver los diferentes asesinatos de los últimos meses. No es momento para que lo agobie con mis crisis existenciales.

Desde que pise suelo alemán varios augurios han sucedido, podría tratarse de una extraña coincidencia o falsas señales que mi mente esté evocando para joderme sin embargo sé que no debo ignorar dichos presentimientos. En el pasado lo hice y por bajar la guardia no pude detener la muerte de mi madre. Algo malo está a punto de suceder, ojalá logrará recordar aunque sea lo más insignificante pues ¿Cómo lucharé si no puedo reconocer a mis enemigos? Desconfía de todos, hasta de ti misma si es necesario.

El mal se camufla en donde menos te esperas

Los asesinos no nacen, se crean. No hay una edad específica que los logre encasillar, desde el niño más inocente hasta la anciana que va a la iglesia pueden tener deseos de matar. Está en su naturaleza, nadie logrará detenerlos, la perversión y la satisfacción son sus únicas metas en este mundo aburrido, caótico e inclusive podrido. Mi padre siempre me habla sobre los peligros que asechan desde las sombras, de como no debo cegarme ante la belleza ni caer en la tentación pues ellos son demonios que saben como jugar a la perfección. Por los peligros de su trabajo, me inscribió en un curso de defensa personal así por lo menos tendría con que defenderme en dado caso que alguien me atacará. Antes le temía a la muerte pero ahora si llega mi hora no me molestará partir, volvería a los brazos del ser que más extraño en estos momentos. El treinta y uno de octubre se cumplirán exactamente doce años desde que se suicido, el día que debía ser el más alegre se volvió amargo. Desde entonces ya no celebro mi existencia, la tragedia marcó por completo esta vida terrenal. El cementerio se convirtió en mi lugar favorito y por más que mi padre intentará animarme para seguir adelante no había forma de que yo pudiese ser la misma de antes.

Ojalá hubiese nacido en otro mes y distinto día

Pequeña ya debo irme—la voz de Dominic Lawler me trae de vuelta a la realidad—¿Te encuentras bien?

Ese apodo

Si, no te preocupes solo estoy un poco cansada—respondo tratando de tranquilizarlo—Ten mucho cuidado allá afuera.

—Por favor ¿Con quién crees que estás hablando?—pregunta orgulloso mientras una sonrisa enmarca su viejo rostro—Volveré en siete horas, recuerda que empiezas clases mañana.

—¿No podría faltar? Ya sabes aún estoy en mi proceso de recuperación—suplicó mientras señalo la herida—El médico ordeno reposo.

—Él mismo que nos emborrachó—se carcajea recordando el suceso de esta mañana.

—Debimos de haber ido al hospital a que nos examinarán—reprochó automáticamente—Te juro que algo le pusieron a nuestras bebida, padre.

—Otra vez con tus paranoias—niega en desaprobación cuando escucha mis palabras—Hace mucho que no consumía sustancia alcohólica, además tampoco estás acostumbrada a beber por eso nos dió tan duro, pequeña.

—¡Solo fue una maldita copa!—gritó exasperada por la falta de confianza de mi progenitor.

—Cuidado con tu vocabulario jovencita, mi techo mis reglas—dice en un tono bastante amenazante—Te quiero, llámame en caso de emergencia.

—Define emergencia—digo divertida al ver la seria expresión del rostro de mi padre—Es broma por favor no hagas que te maten.

—Como si pudieses deshacerte tan fácilmente de mí—abre sus brazos esperando que capte el mensaje y corra hacia él—Ven acá, hija.

—Ojalá tuviese a perro para no sentirme sola cuando te vas—exclamó con tristeza intentando no desmoronarme—Cada vez nuestra familia se va reduciendo más.

—Lo sé por eso es importante mantenernos unidos y no ocultarnos ningún secreto—besa mi cabeza, un gesto bastante tierno—Te amo pero ya debo irme.

Secreto

Esa palabra la he escuchado recientemente en algún lugar pero no reconozco la voz de quien la emitía. Tal vez mi cerebro está descifrando poco a poco la información que tanto anhelo recordar. Después de despedir a mi progenitor, cierro la puerta asegurándome de que nadie pueda entrar. En la cocina encuentro mi cena, se trata de un simple sándwich de jamón preparado por las manos de mi increíble y torpe padre. Cuando terminó por completo apagó todas las luces del primer piso, subo las escaleras rápidamente para llegar a la habitación, empiezo a desvestirme sin ninguna preocupación. No hay vecinos por los cuales deba alarmarme a excepción de mis curiosos amigos los cuervos que nuevamente se encuentran observándome desde el marco de la ventana. Esta vez decido quitarme las bragas y el sostén ofreciéndoles una mejor vista a los animales. Desfiló con seguridad por todo el cuarto como si estuviese en una maldita pasarela de alto nivel, lanzó besos en todas las direcciones mientras danzó alocadamente siguiendo el ritmo de la canción. Con mis manos trazó la forma de mis senos los cuales se endurecen por el tacto que yo misma provocó excitada por este fascinante momento, la persona que no me conozca afirmaría rotundamente que soy todo menos una santa. A veces he llegado a pensar que ya perdí la virginidad por tanta masturbación que me he hecho, por supuesto no me considero como las demás chicas de la sociedad y jamás quisiera llegar a convertirme en una de ellas. Sé que no necesito de ningún hombre para sentirme completa ¿El placer? Yo misma me lo puede producir, ¿El amor? Con el de mi padre me basta y ¿La estabilidad? No la quiero pues a veces los locos viven mejor que los cuerdos.

Una vez que termina aquella alucinante música me dirijo al baño, cuando abro el grifo suelto un grito que seguramente dejo sordos a toda la población de Schiltach. El agua parece pequeños cubos de hielo, señal clara de que olvide encender el calentador. Sin tiempo que perder me colocó la toalla y bajó rápidamente hacia donde se encuentra aquella máquina letal. Con confianza oprimo el interruptor provocando que la luz de mi hogar se apague por completo, me golpeó mentalmente por ser tan estúpida al no darme cuenta del error caótico que he provocado. Estoy completamente desnuda y sin ningún tipo de iluminación, siento como poco a poco mis latidos se van acelerando al estar tan vulnerable. Intentó redimir lo que dañe pero lastimosamente no logró restaurar lo que cause. Con mucha destreza empiezo a caminar de nuevo hacia mi habitación, necesito el teléfono para poder llamar a mi padre.

Definitivamente esto si se considera una emergencia

Después de varios tropezones con las paredes y los muebles por fin encuentro las escaleras, cuando voy en el sexto escalón varios golpes suaves provienen de la puerta principal. Niego instantáneamente con la cabeza tratando de convencerme de que todo es producto de mi imaginación sin embargo nuevamente el sonido se reproduce una y otra vez. Ya no estoy asustada, ahora quiero acabar con lo que me está exasperando en este preciso momento. Cegada por mis impulsos, bajo sin importarme que solo tenga puesta una toalla o peor aún sin razonar en cuantas posibilidades tengo de morir.

Que sea una maldita rama o mi estúpida imaginación

Antes de que decida quitar el seguro, una voz varonil suena al otro lado de la puerta como si supiera que estoy a punto de abrir.

—Vamos pervertida, abre de una buena vez—demanda fuertemente la voz varonil—¿Ya me olvidaste, pequeña?

Damian

—¿Por qué debería hacerlo?—pregunto desconfiada sin saber realmente las intenciones de aquel ser humano que nos ha ayudado desde que llegamos.

—El señor Lawler me envió debido a que no has contestado las llamadas que te ha hecho—afirma Damian Deutsch—Solo he venido para asegurarme de que estuvieras bien.

—Pruébalo—ordeno rápidamente—Quiero escucharlo directamente de la voz de mi padre.

—¿No te basta mi palabra?—cuestiona sorpresivo Damian Deutsch.

—¿De verdad quieres que te responda?—digo sarcásticamente—Me estáis haciendo perder el tiempo.

Jamás en todos sus años de vida Damian Deutsch había sentido tantas ganas de asesinar, esa cría lo está volviendo loco y más con el atrevimiento de sus palabras que solo aumentan cada vez la ansiedad por querer estrangularla. Aún no sabe cómo pero la doblegaría hasta convertirla en su sumisa personal, la haría aprender a obedecer pero sobretodo a no volver a refutar sus mandatos. Él no tiene porque demostrarle ni dar cuentas a nadie ni mucho menos a alguien tan miserable y repugnante sin embargo debe soportar este maldito escarmiento para no arruinar su malévolo plan.

Me las pagarás pequeña pensó el demonio

Sin contratiempo marca el número de Dominic Lawler y activa el altavoz pegándolo a la puerta con el propósito de que aquella estúpida presa escuchará. Después de dos tonos por fin atiende el padre de la chica.

—Damian ¿Pudiste vigilarla? ¿Está bien?—son las primeras palabras que el hombre da—Dios, la voy a matar.

No, ella es mía sonríe Damian Deutsch ante su propio pensamiento

Si aquí estoy en su casa señor Lawler pero su hija no me deja entrar—contesta divertido el demonio—¿Ha pensado en enviarla a una escuela de señoritas? Debe aprender buenos modales—se ríe sin poder evitarlo.

—¡Maldita sea Miykal! ¿No te da vergüenza?—exclama malhumorado Dominic Lawler—Debe estar en sus días siempre se pone agresiva e insoportable.

—¿Por qué el género masculino es tan estúpido? Hay muchas razones para que me comporte así padre—hablo en voz alta para que ambos puedan escucharme—Damian Deutsch es un extraño y yo estoy sola en la casa.

—Confió en él—dice Dominic Lawler con seguridad—Creedme hija es un buen chico así que por favor trátalo con respeto, ha ocurrido otro asesinato y lo que menos quiero es dejarte sin protección en medio del bosque—suspira fuertemente—Los monstruos están más cerca de lo que piensas.

Si supiera piensa él chico de ojos grises

No puede ser ¿Cómo te encuentras?—pregunto nerviosa por la noticia que nos ha dado—Recuerda tú y yo contra el mundo.

—Estoy sorprendido era una niña de tan solo quince años—susurra alterado Dominic Lawler—No te daré detalles pero por lo que más quieras hija contesta cuando te llame y deja que Damian Deutsch se quede a tu lado hasta que yo llegue.

—No se preocupe señor Lawler la defenderé con mi propia vida—exclama cínicamente el demonio—Le prometo que nada malo le pasará.

—Gracias de verdad que no tengo palabras para decir lo mucho que aprecio toda tu ayuda—expresa conmovido Dominic Lawler—Cuídense chicos, los llamo después.

Después de tan conmovedora y sarcástica charla parece que la tensión ha disminuido entre los dos. Abro lentamente la puerta exponiendo mi silueta, maldita sea ¿Por qué no me vestí antes de hacerlo? Damian Deutsch  ha entrado en un estado de hipnosis o eso es lo que creo pues no se mueve ni respira.

Genial

Sin embargo Miykal Lawler desconoce la verdadera razón de por que aquel demonio reaccionó de esa manera. Él la había visto minutos atrás desnuda, observó con detenimiento cada parte del cuerpo de la chica, sus movimientos, sus besos hasta que fue tanta la lujuria que no pudo quedarse un minuto más en la ventana. Ahora que la tiene justo en frente no sabe si podrá resistirse, nuevamente lo ha dejado desequilibrado.

Porque no existe peor arma letal que la belleza femenina

—¿Entrarás?—pregunto al ver que el chico paralizado está.

—Solo dame un minuto—suspira Damian Deutsch intentando guardar la apariencia.

—¿Para qué?—cuestiono nerviosa al no entender su extraño comportamiento.

—Necesito contemplarte una vez más—susurra con fascinación el asesino.

—Sois un completo pervertido—exclamó divertida por la situación—Llegas a tener una erección y no dudaré en echarte a la calle.

—¿No es injusto? También estáis dañada, tus dedos te delatan—afirma coquetamente Damian Deutsch—Avísame si necesitas ayuda extra, los míos siempre estarán disponibles para ti.

—Es mi casa y puedo masturbarme las veces que quiera—afirmo mientras lo veo ingresar a la sala—Espera ¿Como sabes tanto sobre eso?

—Porque cuando tú ignoras los mínimos detalles—suspira y luego se acerca lentamente hacia donde estoy ocasionando que choque contra el marco de la puerta—Yo estoy prestando atención a cada uno de tus movimientos.












































Nuevamente soy yo trayendo un nuevo capítulo de esta increíble historia, muchas gracias por leerla y comentarme de verdad que me alegra saber que les ha gustado. Recuerden reproducir el video correspondiente que se en encuentran en multimedia según los diferentes capítulos.

Por cierto ¿Qué les parece Damian Deutsch hasta ahora? Y qué opinas de ¿Miykal Lawler?

Os quiero un montón ♥️saludos

Continue Reading

You'll Also Like

133M 8.6M 65
Recién llegada a la elitista universidad Tagus, Jude Derry descubre que ahí todo gira alrededor de las fiestas, los chismes, los ligues y sobre todo...
698K 4.2K 4
UN DESCONOCIDO UN MUNDO DESCONOCIDO UNA CHICA DISPUESTA A CONOCERLO SECRETOS Y UNA PERVERSA VERDAD Portada hecha por la hermosa y talentosa: @Arte...
91.5M 8.5M 65
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y paut...
69.9M 6.9M 49
[COMPLETADA] Una noche fue suficiente para cambiarlo todo, para destruirlo todo. Él acabó con mi familia, con todo lo que amo y por alguna razón me d...