Siempre vuelvo a ti

By nacaridportal

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La primera vez que la vi quise alejarla de todos los peligros. Quise correr con ella hasta un sitio donde se... More

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POV KATHERINE - FINAL PARTE 2/2
Epílogo - Parte 1
Final:

¿El amor te hace débil?

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By nacaridportal

Como si las preguntas fueran cambiando a cada instante y nunca consiguiera una respuesta para calmar esa sensación de que todo estaba por salir mal. Aun así, los sueños empezaban a cumplirse, pero el costo había sido muy alto. Extrañaba a mi madre y tener el conocimiento de que ella estaba orgullosa de mí no era suficiente para dejar de sentirme culpable.

El ambiente del internado Renacer era de tristeza y misterio, pero de algún modo sentía una energía de maldad que se iba colando en cada uno de los pasadizos del castillo, pero ni siquiera el oscurantismo que transmitían algunas miradas era suficiente para asustarme.

El castillo iba por encima de mis sueños. Estar en ese sitio me acercaba a la vida que había esperado a vivir con ella. El problema era que estábamos encerrados. Que no sabíamos dónde era la ubicación y que las hechiceras mantenían oculto cualquier rastro con magia. Yo podía oler, pero todavía no era una experta hasta que Cayden me buscó en nuestra habitación para ir a practicar mis capacidades. A él le daba mala espina el lugar. Yo, no había tenido tiempo de estar alerta por tanto sexo y no era solo el sexo. Era despertar con Grace sobre mi cuerpo. Era, que, sobre las dos o tres de la madrugada me pidiera un poco más. Era dormirme escuchándola recitar. Su olor impregnaba mi razón y apenas esta mañana fue que decidí que era tiempo de volver a la normalidad.

—¿Adónde vamos? —le pregunté a Cayden a medida en que caminábamos.

—Te mostraré el lugar en el que estamos entrenando. La manada ha sido paciente, pero te necesitamos. Necesitamos tu olfato —respondió, mientras bajaba las escaleras y la luz se colaba por los ventanales.

El lugar seguía sorprendiéndome, pero no podía maravillarme con las pinturas o lo amplio del sitio entendiendo que las personas que nos encontrábamos nos miraban como bichos raros. Las miradas iban dirigidas a Grace y podía palpar el asombro. El pulso y nerviosismo de los que se cruzaban con nosotros y también los susurros.

"Es ella", dijo un chico de piel oscura y cabello lacio. "Sí, Thiago. Ya sabemos que es ella", respondió la mujer que lo acompañaba y en su camisa tenía grabado un nombre: Helena.

—Hemos tratado de averiguar por qué Grace es tan importante, pero ni siquiera August ha podido leer las mentes. Están protegidos por magia más poderosa de la que ni siquiera sabíamos que existía —aseguró Cayden y leí en su expresión que estaba preocupado.

—No es magia normal —intervino Grace que me llevaba de la mano. No había dejado que me fuese sola con Cayden. Ya yo podía desprenderme y estar a distancia sin que me doliera, pero ella no. Se le hacía complejo sentirme lejos y quería pedir ayuda a Selene. Necesitaba saber por qué le alteraba la distancia. No sabía qué tan grande era nuestra conexión y ambas necesitabamos respuestas—: Ellos utilizan tecnología. Sus poderes no tienen precedentes, van por encima de todo. Aunque Selene diga que es hechicería, es mucho más —aclaró.

—¿Va por encima de ti, Grace?

—Es justo eso, Kathe —me respondió acariciando mi mano con sus dedos, sin dejar de caminar—. Nos han hecho creer que soy solo una "hechicera", pero empiezo a entender que es de mi poder que ellos pueden alimentarse. Soy yo su base, cómo la matrix —añadió y antes de que pudiera seguir hablando un grupo compuesto por 4 personas nos interceptó.

—Sígannos —se expresó un chico de cabeza rapada cuyos tatuajes y actitud le daban una expresión ruda. Tenía algunas cicatrices y parecía liderar el grupo que lo acompañaba.

Su camisa también tenía inscrito un nombre: Jareb.

—Primero vamos a buscar a los nuestros —se impuso Cayden.

—No va a ser necesario, lobito. Todos los están esperando en el mismo sitio —Sonrió la mujer y le extendió la mano—. Me llamo Amber —le dijo y mi amigo le iba a estrechar la mano cuando Grace detuvo su brazo.

—No la toques —Dio un paso hacia adelante quedado de frente con Amber—. Prohibido el contacto con ellos y con todos los de este internado —ordenó sin quitarle la mirada de encima.

—Inteligente, muy bien. Mi nombre es Mía —Otra mujer se acercó a ella y su sonrisa maliciosa no me dio una buena impresión—: Te estaba esperando y no sabes cuánto me alegra que estés aquí —aseguró y la miraba como queriendo detallar cada facción de Grace. Estaba embobada.

Ni siquiera sé cuánto tiempo pasaron mirándose, pero fue el suficiente para querer intervenir.

—¿Se están hablando a través de miradas o que carajo?

—No, yo... —Grace intentó explicarse.

—Ella también me estaba esperando solo que no lo sabía —la interrumpió Mia y quise, quise ...

Quise muchas cosas, pero Cayden me apretó la muñeca con suavidad y pude frenar la sensación que estaba a punto de explotar. Necesitaba controlarme.

—Sígannos —ordenó nuevamente Jareb y comenzaron a caminar.

No me caían bien, tampoco confiaba en ellos, pero no quedaríamos como unos cobardes. Así que los seguimos. Estaba molesta con Grace. Intentó darme la mano y no quería que me tocara. Entendía que la chica babeara, pero quedársele viendo así de la forma en la que Grace también la miró, eso no tenía sentido.

—Su rostro salía en mis sueños, Kathe. Es todo —Trató de justificarse y entrelazó sus dedos con los míos. Suspiré profundamente, tampoco era lógico que me sintiera así—. No significa nada —aclaró, pero enseguida Mía volteó a mirarla y Grace sonrío.

Me solté de su mano por el resto del camino. Tuvimos que tomar un ascensor y luego bajar más escaleras hasta que por fin llegamos a la torre en cuestión. No tenía nombre, o parecía que lo habían tachado.

Apenas entramos nos encontramos con un anfiteatro repleto de gente. La tarima estaba suspendida en el aire y alrededor de esa tarima habían muchísimas personas. En medio de mi cálculo supuse que unas 2.000. Pero dejé de pensar en ellos cuando me di cuenta de que la manada estaba amarrada y era el espectáculo central.

No podía creer lo que veían mis ojos y cuando Cayden intentó transformarse, nuevamente Grace lo retuvo. "Será peor. Confía en mí", fue lo único que le dijo y entendí que tenía razón. Ninguno de ellos se había podido comunicar conmigo a través de la mente. ¿Cómo era posible que todo fuese silencio? Ni siquiera Cayden y yo podíamos comunicarnos. Habían confiado en mí y me desaparecí con Grace. Da igual si era lo natural o si ninguna podía evitarlo, las dos tuvimos que ser más maduras, pero eso ya no importaba.

Nuestros lobos, los padres de Cayden, Brandon e incluso August, estaban amarrados por cadenas y aunque no eran de plata, algo hacía que fueran resistentes a hombres lobos y vampiros.

—¿Cómo es posible?

—Es más que la magia, Kathe, pero no podemos expresarles miedo —Grace parecía controlarse, en las últimas semanas la había visto fortificarse. No paraba de repetir que nuestra unión la había hecho más resistente y me di cuenta de que tenía razón.

Caminamos hasta el centro del escenario siguiendo a los idiotas que nos daban instrucciones. El público parecía extasiado. Selene había jugado mejor que todos. Gracias a ella estábamos en el medio de lo que sería un gran espectáculo cuya carnada éramos nosotros. Verla en el palco especial sentada con Olivia Stone me hizo entender que me necesitaba. Necesitaba que marcara a Grace para hacerla fuerte, pero no para cuidar al pueblo, sino para sus propios intereses.

—El destino de este planeta depende de ustedes y para nosotros, algunas medidas que parecen severas, son las necesarias para acelerar el proceso —Fueron las palabras de Olivia Stone, la responsable de que estuviéramos encerrados con unos lunáticos—: Para amar de verdad se tiene que saber cuándo es necesario dejar en libertad. Para enamorarse por completo es importante perder el miedo a la pérdida. El internado Renacer ha esperado un largo tiempo por ustedes. Con su ayuda podremos detener a los 100%, matar a Shantal Bracovich y limpiar la tierra de una forma más honorable que con una pastilla o un virus. Salvaremos a miles de millones, pero la basura se irá —sentenció.

—He soñado contigo —intervino Grace, pero no fue hasta que Mía le pasó un micrófono que pudo volver a repetirlo y ser escuchada—. He soñado contigo, Olivia —repitió.

—¿Qué te dicen tus sueños?

—Que tus convicciones son grandes, pero que ni siquiera con ellas te sientes plena. Traicionaste a la persona que amabas por este proyecto y sientes que hiciste lo correcto, pero por las noches cuando duermes... una parte de ti te dice que no solo lo perdiste a él esa tarde, sino que también te perdiste a ti con esa traición —No tengo ni idea de qué está hablando Grace, pero logra importunar a la mujer y eso me gusta. Nos hace tener ventaja.

—Demian Page me enseñó que vivir del pasado es sentenciar tu espíritu a los anhelos muertos, pero hoy no hablaremos de mí ni de él. ¡Esta tarde celebramos un trato hecho por amor! —exclamó y en automático todos comenzaron a aplaudir.

Cayden no se contuvo e intentó ir a auxiliarlos, pero Jareb le hizo frente. Sabía que no iba a resistirse y no me sorprendí por el derechazo que le metió en la cara. Jareb se movió rápido, pero Cayden volvió a golpearlo esta vez en el estómago. Grace no quería que peleáramos, pero era inevitable. O eso pensé cuando iba a irme sobre Mía y vi a varios tipos apuntando a Candace con una pistola.

—No queremos hacerles daño —se apresuró a decir Olivia—: Trabajaremos en conjunto para una meta mayor. Hoy el mundo está adentrándose en el Estado Profundo. Las jerarquías están cayendo y otras, despiadadas, se están instaurando desde que el primer virus se soltó, pero el problema no es significativo en comparación con el virus que está por esparcirse. Ése que estará en el aire y dejará vivos solo a aquellos que tengan unos cuantos millones de dólares para la compra de la vacuna —explicó Olivia, poniéndose de pie—: La fraternidad necesita salir de la población y conseguir todos los recursos del planeta para un gobierno único. Tenemos celdas en el internado y prisioneros como Camilo, o el ex director de este sitio. Nosotros no queremos lo que ellos. Somos diferentes. Queremos que el dinero no compre las vidas, pero no podemos mantener respirando a los que no tengan un propósito para existir —completó.

—Entiendo que me necesitan porque solo yo conozco el virus, la fórmula y cómo anularlo. Si se esparce en el aire matará en 24 horas. Sería una masacre sin precedentes —Grace caminó hacia adelante y la vi mirarme como para que la siguiera. Entendía que la distancia le hacía daño y caminé detrás—: No he llegado a descubrir la fórmula, pero puedo hacerlo. ¿Es por eso que estamos aquí? —preguntó.

—Por eso y porque Katherine Charter es la única que puede rastrear a los 100% —exclamó Olivia viendo hacia mí para añadir—: Ninguno de ellos está al tanto de lo que se planea. El amor nubló su propósito hasta debilitarlos. Necesitamos traerlos de vuelta porque solo estando juntos podremos detener a la elite.

—Necesitas traerlos de vuelta para matar a Shantal Bracovich —Esta vez fui yo quien hablé—: Si nos tratas con mentiras ¿cómo esperas que lleguemos a confiar? Pretenden matar a uno de los 100% porque son más poderosos que el mismo virus. Los quieren separar porque si el virus no elimina a los humanos, los usarán a ellos como arma. De hecho, si crearon el virus es porque los 100% escaparon. Se fueron de aquí y les ganaron. ¿Qué se siente haber sido derrotada? Al final, pueden tener a muchos prisioneros, pero ninguno tiene importancia. El amor pudo volverlos débiles, pero no tanto, Olivia. Si el amor que Demian siente por ti lo hubiese vuelto tan frágil como dices, estaría contigo y no te hubiese dejado tirada por preferir a su amiga antes que a ti —aseveré y pude ver en su rostro que mis palabras causaron efecto. Toqué fibra sensible. A ella le dolía.

Olivia no me contestó, pero con su mano hizo una señal y segundos después se apagaron las luces de todo el espacio y solo se prendieron faroles que estaban alrededor de la tarima.

Me puse alerta y Sabía que Cayden también lo estaba. Grace me cogió de la mano y solo entonces vi a August saltar hasta la tarima. Candace comenzó a gritar. Quería auxiliarla, necesitaba apartarlos y dejarla libre, sin saber que él ya lo había premeditado.

August caminó hasta el centro del anfiteatro en donde los mismos chicos que nos habían traído lo estaban esperando.

—¿Por qué estás aquí, August? —preguntó uno de ellos.

—Por el sacrificio —respondió el rubio.

—¿Qué estás sacrificando?

—Mi inmortalidad.

—¿Por qué llegaste a esa decisión?

—Para que ella sobreviva. —La señaló.

—Candace no tiene poder, no tiene habilidades, carece de fuerza, no es necesaria. ¿Por qué entregarías tu vida para que sobreviva una carente de misión?

August no respondió y solo se quedó mirándola. Candace gritaba más fuerte y los hombres que la retenían la soltaron. La vi correr hasta él hasta fundirse en un abrazo, pero Mía sin esfuerzo la tomó por la muñeca y la arrastro a metros de él, con una fuerza que incluso me pareció más grande que la que tenemos los lobos.

—¿Podrías decirnos cuál es el trato? Explícale a tus amigos en qué consiste, August.

Parecía que le costaba hablar, pero cogió fuerza. Volvió a endurecer la mirada y respondió:

—En el proyecto se necesitan personas con propósito. No son bien recibidos aquellos que no tengan un plan de vida y sean escoria. Cuando entramos al internado Selene me avisó de la decisión de los Supremacistas quienes decidieron asesinar a Candace como enseñanza de lo que no es necesario para la reconstrucción del planeta.

—Puedes especificar las tareas realizadas antes de tomar la decisión, por favor —exigió Olivia.

—Pasaron una semana estudiándola e intentaron que ella consiguiera su propósito de vida y que pudiera ser útil. Al no tener resultados positivos, ellos ... —August respiró profundo, le estaba costando trabajo expresarse, pero siguió—: Decidieron su muerte y yo decidí negociar. Si me matan y beben de mi sangre pueden resistir a varios ataques de los 100%. Soy útil por todo lo que Candace no lo es. Por eso estamos aquí —puntualizó.

—Si te tenemos con vida ganamos más que si mueres.

—Pero yo no serviré a su propósito si matan a la única persona que he amado. No concibo sus causas, tampoco que carezca de utilidad solo porque disfrute lo simple. Por eso me sacrifico teniendo testigos para que mi muerte sirva para que ella viva —habló pausado y sus ojos azules dejaron de mirar a Olivia, para permanecer observando a mi mejor amiga.

Toda la vida pensamos que él no la quería porque no sabía expresarse. Su amor era tan grande que servía para cuidarla y por eso la alejaba.

—Me opongo al sacrificio —hablé.

—Tu opinión no cuenta.

—Me opongo a que el muera —volví a decir y Grace me apretó la mano, pero no iba a calmarme. No iba a dejar que lo mataran.

—Yo lo escogí, Katherine. El trato está cerrado y un trato sellado con sangre no se puede romper —me respondió August mientras extendía ambas manos como una cruz y Brandon comenzó a gritar.

Los otros dos vampiros que lo habían acompañado también gritaban. Parecía que podían sentirlo, que podían percibir el dolor. Mi amiga volvió a soltarse y esta vez fue a él. Lo besó con tanta fuerza que hasta yo sentí sus tristezas. Nadie los interrumpió. Ese sería su último beso. Él no la había amado de la mejor forma, pero la había amado con todo su ser. No le había dicho que era lo más importante, pero se lo estaba demostrando. No le había prometido cuidarla toda la vida, pero lo había hecho.

No iba a permitir que lo hirieran. No iba a permitir que nos sometieran y no me importaba si afuera había un virus. Era indiferente si estábamos en peligro porque con ellos tampoco era seguro. No me importó el plan y la calma de Grace cuando me transformé. Dejó de molestarme la muerte de mi madre, o del padre de Brandon. Haría lo que tuviera que hacer para salvar a mi gente. Mi manada iba por encima de mis lobos. Mi manada eran aquellos que se preocupaban por los míos y August estaba dando la vida por mi mejor amiga.

Si eran capaces de matar a sangre fría a una chica que estaba empezando a vivir, ¿qué segunda oportunidad le darían al planeta? Pasé mucho tiempo aguantando abusos y no permitiría que esa época regresara.

Mi madre me dijo que podía controlarme siendo un lobo, pero sus palabras se difuminaron cuando mordí el brazo de Mía y la volé hacia esos espectadores sedientos de sangre. Eso era por coquetear con Grace, pero sobre todo, por lastimar a Candace.

Me dije varias veces que intentaría no matar a nadie, pero algunos intentos nacen para fallar. Tenía sed de sangre. De nuevo quería asesinar. Me había quedado gustando esa sensación.

Me paré frente a August y miré a Cayden. Entendió la señal, o pensé que la entendió cuando rompí lo que ataba mi mente. Pude hacerlo y la conexión con mi manada volvió. Ellos tenían magia, pero nosotros éramos una familia. "Resguarda a Grace", fue lo que le dije y Cayden se trasformó de inmediato y se quedó a su lado.

Sentía un profundo dolor de cabeza que se resumía a los intentos de nuestros nuevos conocidos: Jareb, Helena y Amber. Trataban de cortar nuestra comunicación. Trataban de paralizarme y empecé a sentir entumecidas mis patas. Empecé a sentir mis huesos contraerse. Aullé tratando de liberarme y cuando empecé a paralizarme... ¡Lo vi a él!

—Eres mejor, Katherine. Los mejores dominan su mente. Me tienes dentro porque eres mejor que ellos. Me permites el paso porque naciste vencedora. Tu corazón no se duerme cuando las ventajas son pocas. Tu corazón arriesga cuando ve todo perdido y aunque te ganan en número y en habilidades, hoy aprenderemos una. ¡Paralízate! Hazles creer que lo lograron y cederán. Desconéctate de tu manada, regálales silencio, y entonces cuando sientan que han vencido... ¡Tú te levantarás! —Demian Page. Él, entre todos, volvía a aparecer. Me entrenaba, confiaba en mi instinto y yo por segunda vez en mi vida, confiaba en él.

Si estaba en mi mente era por algo, así que lo hice.

Comencé a chirriar como si estuviera adolorida. Empecé a sentirme adolorida de verdad, sentí el dolor en mi cuerpo y la veracidad me llevó a preocuparla. Grace quería ir conmigo y Cayden la retenía. Cumpliría su orden hasta el final: la protegería a muerte.

Aullé más fuerte y seguía en forma de lobo. Demian me miraba dentro de mi mente, estaba vestido de traje y corbata. Sus dientes blancos me decían que Olivia se equivocaba. Él estaba enterado de mucho más, pero hacía que sus adversarios lo subestimaran.

Cuando Cayden no pudo retenerla los vi a ambos correr hacia mí. La vi abrazar mi pelaje, la vi decirme que era una testaruda. La vi protegerme y entendí que eso era el amor. No importaba el riesgo. Era mínimo el peligro si lo amado estaba bien. La vi besarme y decirme que podía desaparecer mi sufrimiento. Grace usó sus manos para ponerlas sobre mi hocico y no pude decirle que estaba fingiendo cuando sentí su magia entrar en mí.

—Grace te está haciendo impenetrable. Recibe su poder, cárgate de él y entrégale el tuyo —Fue lo que me pidió Demian y recibí una oleada caliente de energía, pero unos minutos después su cuerpo estaba elevado en el aire y era ella quien gritaba del dolor.

Las venas empezaron a marcarse en su rostro, sus ojos estaban cada vez más rojos y sobresalientes. Algo estaba mal. Los capullos que nos guiaron hasta la tarima estaban haciendo magia con ella, o eso pensé hasta que vi a Olivia con los ojos cerrados.

Era ella la culpable.

—¡Ataca, pero no la mates! —me ordenó Demian.

—¡Una orden que viene de tu corazón no me sirve!

—No la mates —volvió a pedirme y cuando comencé a correr hacia ella, vi cómo hasta Selene trató de detenerme, pero la magia no solo no servía, sino que yo me había fortalecido tanto que pude soltar las cadenas de toda mi manada.

También solté a los vampiros y vi a Brandon correr hacia Grace para sostenerla en sus brazos. La vi recuperar su color mientras Olivia intentaba escapar, pero no escaparía.

—¡No la mates! —exigió y no supe qué era lo correcto, pero los de los demás palcos empuñaron las pistolas y las metralletas hacia mí.

Seguíamos siendo menos en cantidad y yo quería asesinarla. Quería acabar con su reina y asegurar nuestra seguridad, pero no podía hacerlo. Él se enamoró de ella incluso en sus defectos y si Grace perdiera el rumbo, yo...

—Si Olivia pierde la vida en tus manos... ¡Te pondré la cabeza de Grace Baker para cenar! —Fueron las últimas palabras de Demian y su sonrisa había desaparecido. Sus ojos expresaban el dolor de aquél que nunca logró el olvido y desapareció de mi mente. Ya no podía verlo.

Sabía que matarla era asesinarlo a él también, pero... dejarla viva era ponernos en peligro. Corrí más fuerte y di el salto que hacía falta esquivando las balas de los que trataron de paralizar mi intento de inmovilizar a su reina. Dejaría en claro que no éramos sus esclavos. No podían asesinar a August ni mucho menos a Candace. ¡Tenía que hacernos respetar!

Salté con el deseo de eliminarla y me di cuenta de que tenía una gran decisión por tomar.

Nota de autor:

1. ¿Mata a Olivia o no la mata?
2. ¿Quieren que la mate o no?

Los he tenido olvidados, es cierto. Pero los quiero muchísimo. Trataré de no tardar tanto para la próxima actualización.

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