Mañana siguiente...
Me sentía cansado, mi cuerpo se sentía pesado, apenas si podía abrir mis ojos ya que la luz del sol me pegaba en la cara directamente. Al poder aplacármele, observé en la mesilla de noche de enseguida mío un buen desayuno preparado con una pequeña nota.
"Tengo una pequeña sorpresa"
Sonreí y tome solo el jugo, baje poco a poco las escaleras para entrar a la cocina, para toparme con una pequeña tarta de pastel de fresa; a mi mente vino de forma inmediata el pequeño Lane, que grandioso hubiera sido que el pequeño estuviera entre nosotros aún.
Jane sale detrás mío con un pequeño obsequio en mano y sonríe de oreja a oreja.
—¿esto que significa?— pregunte extrañado
— es un pequeño detalle por tu cumpleaños, muchas felicidades— dejó en mis manos la caja colorida y entrelazo sus dedos sonrojada.
— pero Jane...— suspire profundo — hoy no es mi cumpleaños— me habían entrado unas ganas de reír, ¿por qué creía que era hoy?, me miro confundida y a la vez su rostro denotaba pena.
— pero si Liu ayer me... ¡diablos!, probablemente me dijo que pronto sería tu cumpleaños y lo tome como un hoy por alguna estupida razón... de verdad lo siento— se cubrió el rostro y me dio la espalda.
— no te preocupes, dejaré el regalo para mi cumpleaños, pero la tarta la comeremos más tarde— asintió con la cabeza, se giró hacia mi y tomó el regalo entre sus manos para llevarlo dentro de un cajón en la alacena.
— saldré un poco, tengo que hacer un pendiente y volveré...— comenzó a decir — si gustas, puedo hacerte el favor y pasar con Miriam, la verdad Jeff, es que prefiero que no la veas, no se como puedas reaccionar, así que le puedo pedir algún mensaje para ti de su parte.— me moleste.
— ¿es acaso que no me crees capaz de controlarme?, ¿dudas de mi tu igual?—
— no dudó de ti, pero quiero la seguridad de ambos.— renegó.
Suspire unos segundos y mire el techo, seguridad de ambos, repase unos segundos esa pequeña frase en mi cabeza hasta que me trate de convencer a mi mismo pensando; la gente de aquí me está buscando nuevamente y ahora mi salud mental depende de un hilo, así que si.
— bien, pero, que sea coherente y que de verdad me explique bien las cosas, una foto o algo, quién es el bastardo, que...— me interrumpió.
— claro Jeff, tu tranquilo—. Sonrió y depositó un beso en mi mejilla junto con una caricia para después seguir su camino.
A los 15 minutos de la ida de Jane, llega Liu, con un rostro preocupante, un rostro más pálido de lo normal, pasa de mí que me encontraba sentado en la sala y corre hacia el librero sacando una carpeta repleta de papeles, lo más creíble, importantes.
— ¿que pasa Liu?— pregunte extrañado mientras apagaba la television y me acercaba a él con paso lento pero seguro.
El seguía frenéticamente loco, buscando entre ese papeleo, lanzando todo por los aires.
—¡ese hijo de perra, pero me las va a pagar!— sin pensarlo dos veces si un puñetazo en su rostro haciéndolo caer al suelo, sus ojos estaban perdiendo su brillo y sus pupilas dilataban.
—¡Demonios Liu, dime qué carajos está pasando!— entro en razón y me miro por un momento con un rostro de pánico.
— han descubierto a la empresa, ese hijo de perra todo este tiempo fue un espía que recaudaba información para el FBI, siempre lo supe, siempre, el estupido supervisor no me quizo escuchar, tenemos que irnos de aquí, tenemos que...— lo tomé de la playera y lo sacudí un poco, empezaba a delirar.
—¿pero que estas diciendo Liu?—
— se acabó Jeff, nos están matando uno a uno, debemos huir antes de que nos localicen, o nos mataran a todos, se están deshaciendo de los trabajadores y sus familias...— de una risa pequeña pase a carcajadas, me deje caer y cubrí mi rostro mientras seguía riendo más y más fuerte. — ¡¿crees que es una puta broma?!— di mis últimas risas y me incorporé nuevamente, le tendí la mano para ayudarlo a levantarse.
— Liu, te comportas como humano, lloras, te asustas, temes por tu vida; solo falta que te mojes los pantalones.- tomo mi mano y se puso a mi altura mirándome confuso, yo seguía sin soltar su mano, hasta me aferre un poco más y lo mire decidido. — ¿es que acaso has olvidado que eres Liu Woods, o más bien, Homicidal Liu?...— la esperanza volvía a sus ojos poco a poco — y recuerda que por hermano tienes a Jeffrey Woods, mejor conocido como Jeff the Killer.— miro al suelo y me miro con un aire de desesperanza ahora.
— pero, ¿que planeas?—.
— a cualquiera que quiera atreverse a meterse con esta familia haremos que sus sesos terminen colgados en la estatua de la plaza junto con las cabezas de sus familiares.—
— pero, Jeff, acabas de salir de tratamiento, yo no podría soportar la idea de que...— lo interrumpo.
— por protegerte a ti y a Jane, mi familia, yo soy capaz de cualquier cosa, además de que aquí y ahora, juro que solo esta vez, utilizaré mi parte psicópata para hacer el bien y sacar provecho.—
Liu aprieta mi mano de igual manera y da media sonrisa.
— de acuerdo, encarguémonos de estos perros—.
Déjame decirte que esta historia muy pronto acabará ;)