Cayendo en tu red (Castiel CD...

By Laura-Stormblessed

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No sabía que las cosas podían cambiar en un instante. Que mis pensamientos fueran tan maleables según crecía... More

Cayendo en tu red (Castiel CDM)
Capítulo 1 Nueva vida
Capitulo 2 Un Acercamiento
Capítulo 3 Dos boletas
Capítulo 4 Una Cita
Capítulo 5 Grandes Sorpresas
Capítulo 6 ¿Bailamos?
Capítulo 7 Problemas
Capítulo 8 Amor y Chocolates
Capítulo 9 Trampa
Capítulo 10 Todo o Nada
Capítulo 11 Siempre a tu lado
Capítulo 12 Un Viaje a la playa
Capítulo 13 Señorita Verano
Capítulo 14 Fin de las Vacaciones
Capítulo 15 Dos chicos, una chica enojada y una apuesta
Capítulo 16 Una Carrera, un ganador y muchos problemas
Capítulo 17 Cita de Domingo
Capítulo 18 Las Pruebas del Equipo
Capítulo 20 Revelaciones
Capítulo 21 Chica Nueva
Capítulo 22 La Presentación
Capítulo 23 La Noche del Baile
Capítulo 24 La primera vez
Capítulo 25 Imán de problemas
Capítulo 26 Una decisión
Aviso
Capítulo 27 Discusión
One-Shot Especial de Navidad
Capítulo 28 Curando Corazones
Capítulo 29 Bromas y un celoso pero lindo pelirrojo
Capítulo 30 Una semana
Capítulo 31 All Of Me
Capítulo 32 "¿Qué diablos te pasa?"
Capítulo 33 Te sacare una sonrisa
Capítulo 34 Ámber la perra de la tercera guerra mundial
Capítulo 35 "Ella ya no es tuya"
Capítulo 36 Demasiado tarde
Capítulo 37 Revelaciones
Capítulo 38 Cumpliendo mi promesa (Parte 1)
Capítulo 38 Cumpliendo mi promesa (Parte 2) Maratón 1/3
Capítulo 39 "Eso es jugar sucio" Maratón 2/3
Capítulo 40 Por fin en Los Ángeles (Parte 1) Maratón 3/3
Capítulo 40 Por fin en Los Ángeles (Parte 2)
Capítulo 41 ¡Feliz no tan Feliz Cumpleaños!
Capítulo 42 Confía
Capítulo 43 Juntos
Capítulo 44 ¿Por qué no hacerlo oficial?
Capítulo 45 Ha vuelto
Capítulo 46 "¿Cómo ama alguien como tú?"
Capítulo 47 Recuerdos
Capítulo 48 Futuros planes y conversaciones nada agradables
Capítulo 49 "Ha sido un gran año"
Capítulo 50 "Debes ver esto como una oportunidad"
Capítulo 51 "Te quiero Castiel"
Capítulo 52 Sophie
Capítulo 53 Nuestro Primer Beso
Capítulo 54 Perra fría sin corazón
Capítulo 55 "Sera un año sin ti"
Capítulo 56 Party Hard
Capítulo 57 ¿Dónde está Ethan?
Capítulo 58 Tatuajes
Capítulo 59 "Quédate conmigo por favor"
Capítulo 60 "Eres un tonto"
Capítulo 61 Siempre estarán las amigas
Capítulo 62 "Hola Chica Ardiente"
Capítulo 63 Deseo que Castiel esté aquí conmigo
Capítulo 64 "Déjame hacer esto por ti Millhi"
Capítulo 65 "Somos un Equipo"
Capítulo 66 Mes Uno
Capítulo 67 Mes Dos
Capítulo 68 Mes tres
Capítulo 69 "Bienvenido a Casa"
Capítulo 70 Anna
Capítulo 71 "El plan ya estaba en marcha"
Capítulo 72 Maid
Capítulo 73 Los Marginados
Capítulo 74 La verdad
Capítulo 75 Aaron y Kate (Parte 1)
Capítulo 75 Aaron Y Kate (Parte 2)
Capítulo 76 Jessica Brown
Capítulo 77 Una Noche larga
Capítulo 78 Un fin de semana familiar
Capítulo 79 "Pide un deseo"
Capítulo 80 Cenas, enseñanzas y preocupaciones
Capítulo 81 Araña
Capítulo 82 La apuesta
Capítulo 83 Tiempo
Capítulo 84 Ira
Capítulo 85 Distancia
Capítulo 86 "Es culpa del vapor"
Capítulo 87 Mensaje no deseado
Capítulo 88 Operación Tate
Capítulo 89 "¿Te gustaría un masaje?"
Capítulo 90 "Sexo Vainilla"
Capítulo 91 Añoranza
Capítulo 92 "Yo nunca"
Capítulo 93 "Todo es mejor cuando tú estás"
Capítulo 94 "Voy a besarte"
Capítulo 95 Paz
Capítulo 96 "Eres terrible Millhi"
Capítulo 97 "No te hagas ilusiones"
Capítulo 98 "Tú y yo somos más que perfectos juntos"
Capítulo 99 "¿Dónde está?"
Capítulo 100 Danielle
Capítulo 101 Final Cayendo en tu red
Epilogo
ANUNCIO
IMPORTANTE
Escena Extra #1

Capítulo 19 El día del partido

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By Laura-Stormblessed

Millhi POV

Me desperté debido a la música a todo volumen que resonaba en mi habitación. Abrí los ojos odiando un poco a todo el mundo el día de hoy.

-¿Se puede saber por qué están haciendo tanto ruido un sábado a las? -Miré el reloj y me di cuenta de que ya casi era mediodía. Maldición, ya era muy tarde para poder quejarme por eso. -No importa la hora, están haciendo mucho ruido y ya

Terminé de decir, haciendo que Rosa y Mirajane se miraran entre sí y se rieran por mi poca falta de argumentos. Ellas me ignoraron y siguieron cantando Wannabe de las Spice Girls.

Me volví a acostar y puse mi cobija sobre mi cabeza, sabía que igual no iba a amortiguar el ruido, pero no tenía ganas de ver a Mirajane ni a Rosa bailar y cantar con la música a todo volumen. Seguí maldiciendo en mi mente a mis dos mejores amigas, cuando de pronto el sonido de la música se detuvo.

-La directora las va a regañar si siguen con la música a ese volumen -Me destape para ver a Melody parada en la puerta de la habitación. -Saben cómo es ella con respecto a esas cosas, así que, por su bien, sería mejor que bajaran el volumen de la música por lo menos a la mitad

-Está bien, tienes razón. Ya le bajamos a la música. -Mirajane bajo bastante el volumen de los parlantes a través del celular y agradecí internamente a Melody por haber venido. A lo mejor ahora si podía seguir durmiendo un poco más.

-¿Van a ir al entrenamientos de los chicos? -La pregunta de Melody evitó que volviera a taparme con la cobija.

Maldición, había olvidado por completo el entrenamiento previo al partido de hoy.

Ni siquiera llevaba diez minutos despierta y ya había maldecido todo lo que había pasado desde ese momento.

Bien, Millhi, sabes cómo empezar bien el día.

O la tarde, ya que estamos.

-¿Creen que tendré que ir al entrenamiento o puedo seguir durmiendo lo que queda de la tarde?

-Primero que nada, duermes mucho, Millhi. -No me molesté en decirle a Mira que me había quedado despierta hasta tarde en la madrugada viendo Outlander en Netflix porque probablemente también me sermonearía al respecto. -Y segundo, es tu decisión si quieres ir o no, pero sabes tan bien como yo que a Castiel le haría feliz verte ahí

-Tal vez debería terminar con Castiel, así ya no tendría que preocuparme por lo que le hace feliz o no -Mira, Rosa y Melody se quedaron completamente estáticas, sin creer que justamente yo había dicho eso. -Cambien esas caras, solo estaba haciendo una broma

Me levanté de la cama dejando a Rosa y Mira despotricar tras de mí mientras me dirigía al baño. Tendría que tomar una ducha rápida para alcanzar a vestirme y comer algo antes de que empiece el entrenamiento.

Mientras me duchaba no podía evitar pensar en cómo se tomaron Rosa y Mira mi pequeña broma anterior. Primero que nada, me sorprende que hayan creído que estaba hablando en serio. A estas alturas deberían de saber cuan fuertes son mis sentimientos por Castiel, no veía que hubiera algo que pudiera cambiar eso. En segundo lugar, también quede asombrada por su reacción, como si pensaran que fuera una pésima decisión el simple hecho de que haya pensado algo así.

Quedó claro para mí que ambas eran dos grandes partidarias de mi relación con Castiel.

Me puse un vestido blanco veraniego, tan cómodo que adoraba usarlo. Lo acompañe de una chaqueta de mezclilla y unas converse blancas. Me dejé el cabello suelto para que se secara al natural y me dispuse a salir a la cafetería acompañada de Rosa y Mira.

Ambas ya estaban listas y habían desayunado. Dado la hora ya no seguían dando desayunos, así que me limité a comprarme un croissant de jamón y queso y un chocolate caliente.

Como ya íbamos tarde me lo comí de camino hacía el campo de fútbol, así que cuando llegamos ya solo me quedaba la mitad del chocolate caliente.

Cuando llegamos había varías personas ya en las gradas. A un lado estaban las porristas, imagino que, ensayando el número de esta noche, y varios de los jugadores estaban ya en el campo estirando.

Mira, Rosa y yo nos sentamos una del as primeras filas, la única que aún seguía vacía, a nuestro lado había un grupo de chicas que gritaban diversos nombres, asumo que el de los jugadores, para darles ánimos.

-Tu chico es popular. -Me dice Rosa señalando al mismo grupo que yo estaba mirando, que ahora gritaban el nombre de Castiel. Sinceramente no encontraba el propósito de animar durante un entrenamiento, comprendía que lo hicieran durante el partido, pero no antes de él. -Es uno de los mejores jugadores del equipo, agrégale, además, lo atractivo que es y termina siendo la mezcla perfecta para llamar la atención de las chicas

-Y eso es solo un pedazo del pastel. -Dije pensando en todo lo demás que también hacia a Castiel ser como es. Su música, que a él le apasiona como nada en este mundo, su estilo de chico malo, que lleva como si fuera una segunda piel, y esa fiera lealtad, que solo muestra con aquellas pocas personas que él decide hacer parte de su vida.

Me sentía afortunada de estar entre esas personas.

-¿Ahora soy un pastel? -Estábamos tan enfrascadas en nuestra conversación que no notamos cuando Castiel se había acercado a nosotras.

-Pues en definitiva podría comerte, así que tu dirás -Mi mirada recorrió a Castiel de arriba abajo descaradamente. Me gustaba mucho como se veía en uniforme.

Cuando mi mirada volvió a encontrarse con la de Castiel, mi cuerpo se estremeció al ver el fuego en sus ojos.

No sabía a qué se debía, pero amaba provocar a Castiel cada vez que él me daba la oportunidad.

-Cuidado, Millhi, porque encantado te tomaría la palabra -Me mordí el labio inferior, sintiendo mi cuerpo calentarse ante las palabras de Castiel.

Me encantaba este hombre.

-No es por nada, pero ninguna quiere seguir escuchando las insinuaciones sexuales que se hacen el uno al otro. -Me sonroje de inmediato al oír el comentario de Mirajane. Aparté mi mirada de Castiel y miré a mis amigas, quienes lucían divertidas, al verme avergonzada.

-Estoy casi seguro de que Lysandro te está buscando, Mirajane. -Castiel le sonrió de manera inocente a Mirajane, como si prácticamente no lo hubiera pedido que se fuera.

-Bonita tu forma de hacer que me vaya Castiel -Mirajane se levantó y comenzó a bajar las gradas, pasó justo al lado de Castiel y le dijo algo en voz baja que hizo que Castiel sonriera divertido.

-Creo que iré con Mirajane. -Rosa levantó la mano despidiéndose de nosotros antes de ir por donde había ido Mira.

-¿Qué te dijo Mira? -Pregunté una vez vi que tanto Rosa como mi prima se habían alejado lo suficiente de donde estábamos.

-Me dijo que la próxima vez que quiera estar a solas contigo solo tenía que decirlo, en vez de lanzar esas indirectas tan poco discretas

-Directo al grano

-Como siempre -Castiel saco su celular del bolsillo de su sudadera y lo miró rápidamente antes de volver a guardarlo. -Bien, aún falta un rato para que empiece el entrenamiento y hay algo que me gustaría mostrarte

Acepté la mano que me ofrecía Castiel para bajar de las gradas y sin soltarme nos guio a ambos hasta el vestuario de los chicos.

-¿Qué quieres mostrarme? ¿Y por qué teníamos que venir aquí para eso?

-Quería que tuviéramos algo de privacidad -Castiel se acercó a uno de los casilleros, muy posiblemente el suyo, y comenzó a rebuscar dentro del mismo.

Mi chico volvió conmigo en cuestión de segundos y no tarde en darme cuenta de que lo que traía en sus manos era la chaqueta de la que me había hablado la otra vez.

-Esa es tu chaqueta -Dije innecesariamente a lo que ya era muy obvio.

-¿Aún quieres usarla? -Me preguntó sosteniendo aun la chaqueta entre sus manos.

-¿Aún quieres que la use? -Castiel se limitó a dar un leve asentimiento y eso fue la única respuesta que necesite.

-Entonces por supuesto que la usare

Tome la chaqueta de las manos de Castiel y pase mis brazos por ella para ponérmela. Cuando levanté mi mirada para ver a Castiel, vi que su mirada se había vuelto más cálida. Sin poder contenerme mucho más tomé el rostro de Castiel entre mis manos y atraje su boca a la mía para poder besarlo como tanto ansiaba desde que lo vi esta mañana.

Su lengua paso por mi labio inferior y abrí mi boca para darle paso, permitiendo así que el beso aumentara de nivel. De no ser porque Castiel había puesto sus manos alrededor de mi cintura y me sostenía contra sí, era posible que mis piernas hubieran fallado ahí mismo.

Nunca nadie me había hecho sentir tanto con un beso como si lo había hecho Castiel.

Y sabía en mi interior que nunca nadie me haría sentir del mismo modo que él lo hacía.

Castiel POV

Besar a Millhi era una de las mejores sensaciones que había experimentado en mi corta vida.

Todo con ella siempre se ha sentido tan intenso y maravilloso, que besarla, claramente, no iba a ser la excepción. Y no era el simple acto en sí, sino, todo lo que involucraba. Era, terriblemente consciente de cada uno de los lugares donde mi cuerpo y el de Millhi se tocaban porque sentía arder exquisitamente cada uno de esos lugares. También era muy consciente de lo que ella provocaba en mí, de cómo mi corazón se aceleraba, de cómo mi mente se nublaba, de como quería poner el mundo a sus pies con tal de que me permitiera seguir besándola tanto como quisiera.

Joder, ella podía hacer conmigo lo que quisiera y yo posiblemente la dejaría hacerlo encantado.

-Creo que ya tienes que ir a entrenar -Millhi se separó de mí, sus mejillas estaban sonrojadas y su respiración algo agitada, tal cual estaba la mía.

-Y yo estoy seguro de que disfruto mucho más besándote que entrenando. -Millhi negó con la cabeza totalmente divertida por mi comentario.

-No podemos quedarnos aquí, ¿qué pasaría si viniera uno de tus compañeros de equipo y nos viera aquí besándonos? O peor aún que fuera el entrenador el que nos encontrara aquí

-Les diría que el vestuario de los chicos no es el lugar adecuado para hacer sus cosas. -Mi diversión se esfumo por completo al oír la voz del entrenador a mis espaldas. Me gire solo para verlo parado en la entrada de los vestuarios viéndonos con el ceño fruncido.

-Lo siento entrenador. Es mi culpa, yo la traje aquí -Contesté esperando que el entrenador se limitara a hacer una advertencia y nada más.

El entrenador solía ser bastante relajado con este tipo de cosas, después de todo él entrenaba a veinticinco muchachos que tenían la libido por el cielo. No era la primera vez que pasaba por una situación así, incluso, sabía que él se había visto envuelto en situaciones más comprometedoras que esta.

-No me importa como hayan sido las cosas, solo espero que esto no se repita en el futuro. Ahora háganos el favor y salga al campo porque el entrenamiento ya va a empezar

-Sí, lo siento. No volverá a pasar -Millhi también se disculpó con el entrenador y salió rápidamente de los vestuarios en dirección a las gradas para poder ver el entrenamiento.

-Ya le había dicho, señor Withmore, que no traiga a sus amiguitas a los vestuarios

-Lo sé y me vuelvo a disculpar por ello -Por primera vez me sentía avergonzado de que el entrenador me haya descubierto haciendo cosas que no debía en los vestuarios, y eso se debía principalmente a que fue con Millhi con quien estaba haciendo esas cosas. Ella merecía más respeto de mi parte, no ser otra chica más que traía a los vestuarios.

Claro que no había pensado en eso cuando la traje aquí, mi intención solo era darle la chaqueta y ya, pero entonces ella me beso y ya no hubo ningún pensamiento lógico en mi mente.

Llegamos con los demás jugadores que ya estaban listos para iniciar con el entrenamiento. Mi mirada se dirigió rápidamente a Jeremy, quien se encontraba viendo hacía las gradas. No tenía que ser un genio para saber que estaba viendo a Millhi. Jeremy desvió su mirada hacia mí y había una ira contenida brillando en sus ojos.

Tarde un momento en comprender que él nos había visto o bien entrar juntos en los vestuarios o bien salir después. De cualquier manera, eso, solo había aumentado su odio hacía mí.

Y por mi parte solo había alegrado mi día.

Molestar a Jeremy siempre era un buen plus.

Empezamos el entrenamiento y mi humor no pudo haber sido mejor. Tenía todo lo que podía pedir un chico de mi edad: buenos amigos, una novia de la que estaba muy enamorado y que correspondía de igual manera mis sentimientos y una pasión que me impulsaba a construir un futuro alrededor de la misma.

Creo que nunca había estado tan feliz como ahora.

Millhi POV

Cuando terminó el entrenamiento Castiel vino hasta las gradas, antes de irse a cambiar a los vestuarios, para decirme que iba a pasar un tiempo con sus compañeros de equipo antes del partido de esta noche.

Regrese sola a la habitación porque Mirajane se quedó con Lysandro en el campo de fútbol y Rosalya fue a por un batido a la cafetería donde pensaba llamar a Leigh para poder hablar un poco con él.

Cuando estaba atravesando el patio que conectaba a los dormitorios con las demás partes del internado. Escuche a alguien llamarme a mis espaldas. Me gire solo para encontrarme a Kentin a tan solo unos centímetros de mí.

-Te estaba buscando, Millhi

-¿Necesitas algo?

-No es nada importante, solo quería preguntarte si te gustaría ir a por un helado mañana. Hace rato no nos vemos, no como lo hacíamos antes, y pensé que podía ser buena idea pasar algo de tiempo juntos. Obviamente, solo en plan de amigos

Me quede un momento en silencio, más, por la sorpresa de su invitación que por cualquier otra cosa. Al ver que no decía nada, Kentin se movió incomodo en su lugar. Posiblemente se sentía algo avergonzado por haber preguntado, en primer lugar.

-Me parece buena idea. -Dije rápidamente al ver lo incomoda que se estaba volviendo la situación a causa de mi silencio. -Es verdad que hace tiempo que no pasamos un rato juntos

-Perfecto, entonces nos vemos mañana –Kentin se dispuso a irse, pero su mirada se detuvo sobre la chaqueta que llevaba puesta. Él la miraba con el ceño fruncido, no sabía muy bien si de molestia o incredulidad, tal vez ambas. -¿Esa es la chaqueta de Castiel?

-Sí, la pienso usar hoy en el partido. Él dijo que era una tradición del equipo

-Una tradición estúpida, si me lo preguntas. -Castiel pensaba lo mismo y aun así había querido hacer parte de ella. -Sé que no te gusta que te diga esto, Millhi, pero tienes que creerme cuando te digo que él no es bueno para ti

-Tienes razón, no me gusta para nada que me digas esas cosas. -Suspire frustrada con él y conmigo misma por permitir que sus palabras me amargaran un poco. -Sé que crees que estas siendo un buen amigo al advertirme sobre Castiel, pero, en realidad solo me amargas cada vez que lo haces. Es mi vida Kentin y por lo tanto son mis decisiones, por favor deja de meterte en ellas

Kentin me miró sorprendido y no en el buen sentido de la palabra. Había permitido que dijera lo que quisiera sobre mi relación con Castiel, solo para evitar una pelea con él, pero había un limite que una podía soportar antes de cansarse de esas estupideces. Le tenía apreció a Kentin y de verdad extrañaba pasar tiempo con él, pero, no podía soportar estar en compañía de alguien que se la pasaba despreciando mi relación porque prácticamente se sentía como si despreciara lo que sentía por Castiel y lo que él sentía por mí.

-Está bien, Millhi, no quiero pelear contigo y por lo tanto dejare en paz el tema de Castiel. Sin embargo, espero que recuerdes todas las veces que te advertí sobre él cuando finalmente terminé rompiéndote el corazón

Kentin se fue antes de que pudiera decir otra cosa. Odiaba discutir con él, pero, me sentía más tranquila ahora que le había dicho a Kentin lo que pensaba y como me sentía al respecto de que él se metiera constantemente en mi relación.

Esperaba que las cosas estuvieran más tranquilas mañana porque de no ser así, sería molesto tener que pasar un rato con Kentin si ambos íbamos estar de mal humor el uno con el otro.

***

-Son buenos lugares -Mira, Lysandro, Rosa y yo nos sentamos consecutivamente en ese mismo orden, en una de las primeras filas. Las gradas estaban a reventar de personas y el bullicio de la multitud resonaba con fuerza en todas partes.

-Castiel los apartó para nosotros. Después de todo tiene sus ventajas ser el capitán. Aunque imagino que lo hizo más porque quería verte a ti aquí, que a todos nosotros. -Comentó Lysandro divertido.

-Sabes que también lo hace por ustedes. Tú eres su mejor amigo y le ha llegado a coger cariño a Rosa y Mira

-Es verdad, lo que dices, como también es verdad lo que dije yo. Él estaba más que ansioso porque vinieras a verlo jugar hoy. -Sonreí agradecida por las palabras de Lysandro.

Me alegraba saber que Castiel quería tenerme aquí tanto como yo deseaba estarlo.

Ya quedaba poco tiempo para que empezara el partido y los chicos ya estaban saliendo de los vestuarios. Gracias al cabello tan llamativo de Castiel no fue difícil distinguirlo y mucho menos no darse cuenta de que venía hacia nosotros.

Las barras de las gradas le llegaban a Castiel hasta el pecho. Por lo tanto, solo tenía que doblar un poco la cabeza para poder mirarnos.

-Me alegra que estén aquí -Dijo un poco fuerte para oírse sobre el ruido de la multitud.

-No nos lo perderíamos por nada, amigo -Le responde Lysandro por todos nosotros. Luego la mirada de Castiel se gira hacia mí y una bonita sonrisa aparece en su rostro.

Me levante de mi asiento, me acerqué a la barandilla y me acuclille para que mi rostro quedara a la altura del de Castiel.

-Suerte en el partido. Aunque dudo que la necesites

-Bueno, creo que un beso de la buena suerte nunca viene mal. -Me incline sobre la barandilla y le di un beso a Castiel mucho más largo de lo que se supondría duraría un simple beso de la suerte. Cuando me aparté él estaba sonriendo igual que yo. -Sí, en definitiva, es imposible que no gane el partido después de eso

-Me alegro haber sido de ayuda. -Castiel deslizó su vista por todo mi cuerpo. Cuando su mirada se torno en cariño supe que se debía a la chaqueta que llevaba.

-Te queda muy bien -Inconscientemente lleve mi mano hasta la esquina del cuello de la chaqueta y la frote entre mis dedos.

-Gracias -Una voz atronadora sonó en todo el campo pidiendo a los equipos que se reunieran porque ya iba a comenzar el partido.

-Dado el increíble beso que me diste, lo menos que puedo hacer es dedicarte cada una de las anotaciones que haga. Mira atentamente -Asentí emocionada por sus últimas palabras y observé como el se alejaba hacía donde estaba su equipo. Las luces del lugar hacían resplandecer el número 23 en su uniforme, mientras se alejaba, el mismo número que llevaba en la chaqueta que me había dado.

El partido no tardó en dar comienzo. No era versada en fútbol, solo sabía lo básico de lo básico, lo que se reducía a prácticamente nada. Afortunadamente para mí si entendía cada vez que nuestro equipo hacía una anotación porque todo el estadio brillaba de rojo y blanco, el color del internado, y el griterío a mi alrededor solo era una última confirmación. Así que cada vez que eso pasaba solo tenía que ver quien llevaba el balón hasta la zona de anotación para saber quien había marcado el touchdown. Siguiendo esa idea, fue fácil ver las veces en que Castiel había anotado: fueron tres en total. Y a pesar de la distancia estaba casi segura de que cada vez que lo hacía me buscaba con su mirada.

Terminamos ganando por una buena cantidad de puntos. Todo el mundo estaba gritando en celebración y las porristas y los jugadores se encontraban en el centro de todo ese alboroto. Pese a mi desagrado por las multitudes, aun así, me abrí paso a través de todas las personas que estaban reunidas, solo para poder llegar hasta Castiel.

Por suerte para mí no fue tan complicado como pensé en un inicio, a penas estuve dentro de su campo de visión, Castiel se alejó de sus compañeros que se felicitaban mutuamente y las demás personas que se acercaban para lo mismo, y vino trotando hasta mí. Sin darme tiempo a decir nada me tomo entre sus brazos, me alzó y me hizo girar en círculos.

Claramente él estaba feliz.

-Felicidades –Dije en el momento en que Castiel me volvió dejar sobre mis pies, aun con sus brazos a mi alrededor, acerqué mis labios a los suyos en un dulce beso. -Estuviste increíble

-Hay una fiesta en la cabaña ¿Quieres que vayamos?

-¿Qué es eso de la cabaña? -Pregunté sin saber muy bien a que se refería, incluso aunque ya casi llevaba dos años en el Sweet Amoris seguían sin conocer completamente bien todo el lugar.

-Es solo una casa donde el equipo y compañía siempre celebra los partidos, incluso los que perdemos, al parecer nunca hay una mala excusa para hacer una fiesta

-Ya lo creo que no -Murmuré ganándome una sonrisa por parte de Castiel.

-La cabaña queda anexada al internado, generalmente se usa para las reuniones de los directivos, pero, el equipo de fútbol siempre ha tenido una llave de esa casa y aunque la directora sea consciente de eso nunca ha hecho nada por detenerlo. Al parecer es más sencillo para ella ignorarnos que añadir un problema más a su lista

-La verdad tengo curiosidad por ver esa dichosa cabaña, así que si, me gustaría que fuéramos

-Me cambio y vamos para allá ¿está bien? -Asentí y esperé junto a mis amigos a que Castiel volviera. Ninguno tenía muchas ganas de irse de fiesta, así que esta vez solo iríamos Castiel y yo.

Al rato él había regresado y vi que varios jugadores también se habían cambiado y se dirigían para el mismo lugar que nosotros. Castiel me había tomado de la mano apenas volvió conmigo y recorrimos todo el camino así hasta la cabaña. Pude ver que la fiesta ya había empezado hace un buen rato cuando llegamos al lugar. Entramos a la cabaña y me permití apreciar todo detenidamente, la cabaña era una casa de estilo rural de dos pisos. En este momento estaba atestada de personas bailando, jugando a la botella y morreándose en cualquier esquina libre que encontraran.

Pese a que la directora permitía esto, también imponía sus límites porque no vi ni una sola gota de alcohol en todo el lugar.

-Voy a hablar con unos amigos por un par de minutos. Volveré enseguida –Castiel se disculpó con la mirada antes de irse hacía donde tan insistentemente lo estaban llamando desde el momento en que pusimos un pie dentro del lugar

-No es nada agradable dejar a una chica sola en una fiesta donde no conoce a nadie. Tu novio no esta siendo bueno contigo, Millhi -Jeremy se acercó a mi con un vaso rojo en cada una de sus manos.

Me ofreció uno mientras le daba un sorbo al otro que tenía. Lo tomé y lo olfateé un poco antes de llevármelo a la boca y también tomar un sorbo.

No le decía que no a un poco de coca cola.

-Buen partido el de hoy -Dije intentando sonar casual, aunque todo en mí solo quería alejarse de ahí e ir a buscar a Castiel.

-¿Sabías que muchos jugadores usan la tradición de la chaqueta para poder acostarse más rápido con las chicas con las que salen?

Y esa era la razón por la que quería alejarme de Jeremy. Ya no sentía odio hacia él por lo que había pasado antes entre nosotros porque ahora sabía que no era su culpa lo que había pasado, sin embargo, me molestaba, además de incomodarme, que el siguiera insistiendo en que volviéramos cuando sabía que yo ya estaba con alguien más y cuando le había dejado claro que lo nuestro se había acabado hace mucho tiempo.

-No empieces, por favor, Jeremy. Sé que siempre vas a pensar lo peor de Castiel, pero yo sé que él no es así, así que ahórrate tus palabras

-Puedes pensar que lo conoces, Millhi, pero no es así. Tú no conoces a los chicos como él –La molestia en su voz era casi palpable en el aire. -Me molesta verte con él

-Pues tendrás que encontrar una forma de superarlo Jeremy porque mientras sigas estudiando en el Sweet Amoris vas a tener que vernos juntos por mucho tiempo

-No quiero superarlo, Millhi. Lo único que quiero es que vuelvas a estar conmigo. Yo aun te amo

-No sé por qué te cuesta tanto entender que Millhi no siente lo mismo por ti. -Escuché la voz de Castiel a mis espaldas, no fue necesario que me girará porque él ya se encontraba a mi lado. -Tienes que dejar de insistir con lo mismo porque solo estas haciendo que Millhi se sienta incomoda

Eso era un eufemismo. Yo no sabía por qué Jeremy no podía ver lo que tan obvio era, yo no quería volver con él, estaba más que feliz con Castiel y solo deseaba que las cosas siguieran igual. No quería a alguien intentado meter cizaña entre nosotros.

-Esto es entre ella y yo, pelirrojo. Además, creo haberte dejado claro que pensaba recuperarla, cueste lo que cueste. –Jeremy desvió su mirada de Castiel hacía mí nuevamente. -Ya te lo dije antes, pero ahora pienso decirlo frente a todos. Te amo Millhi y vas a volver a ser mi novia

Todo el lugar se quedó en completo y absoluto silencio, imaginó que esperando ver una pelea. Yo por mi parte solo quería salir de ahí y no tener que volver a ver a Jeremy nunca más. Me sentía totalmente avergonzada.

-No me peleo contigo aquí y ahora porque sé que a Millhi no le gustaría, pero sigue molestándola Jeremy y ya ni siquiera eso me contendrá

-¿Es una amenaza?- Jeremy sonrió despectivamente y esa misma emoción estaba brillando en sus ojos cuando miró de arriba abajo a Castiel. -Al final ya veremos quién tenía razón

Castiel POV

Mire a Millhi sin saber en que estaba pensando o como se estaba sintiendo. Jeremy se había marchado hace un rato y los demás habían vuelto a los suyo al darse cuenta de que nadie se iba a agarra a golpes ahí. Sabía que tal vez había sido algo idiota al hablar por ella antes, pero me molestó tanto oír lo que Jeremy le decía a Millhi que toda sensatez en mí había desaparecido y había actuado sin siquiera pensar lo que hacía primero.

-Creo que lo mejor es que nos vayamos ya. -Millhi comenzó a caminar en dirección hacía la puerta. Una vez estuvimos fuera de la cabaña tomé su brazo para detenerla. Ella se giro hacía mí y cruzo sus brazos sobre su pecho.

-Lo siento Millhi, sé que no debí de haber hablado así por ti. Lamento haber arruinado esta noche -Millhi me miró un poco desconcertada y luego descruzo sus brazos para toma mi mano entre la suya.

-No hay nada por lo debas disculparte Castiel. Entiendo porque actuaste como lo hiciste antes, yo en tu lugar hubiera hecho exactamente lo mismo

-¿Entonces por qué estas triste preciosa? -Aproveche que nuestras manos seguían juntas para atraerla hacía mí. Puse mi mano libre sobre la mejilla de Millhi y levanté suavemente su rostro para que me mirara.

-Porque odio que Jeremy se este metiendo constantemente entre nosotros. Odio que tengas que pelarte con él para que me deje en paz y aun así siga sin entenderlo. No quiero ser la causante de tus problemas Castiel, no me gusta serlo

-Nada de esto es tu culpa, Millhi. El problema es Jeremy y el hecho de que compartan un pasado no significa que tengas que cargar con las acciones que él comete. Lo entiendes ¿no?

-Sé que es así, sin embargo, no puedo dejar de pensar que sería más fácil para ti si yo no hubiera traído este problema a tu vida -Deje caer la mano que tenía en la mejilla de Millhi y también solté su mano. Envolví mis brazos alrededor de ella y la atraje hacía mí.

-No me importa cuantos problemas crees que traes, Millhi. Yo feliz recibiré cada uno de ellos si eso significa que sigues a mi lado, preciosa. -Millhi levantó su cabeza para mirarme y juro que sentí el tiempo detenerse un solo segundo cuando ella me sonrió de la manera en que lo estaba haciendo ahora.

Era una sonrisa de auténtica y absoluta felicidad y me estaba dando esa sonrisa mí porque yo fui quien provocó ese sentimiento en ella.

Creo que era la primera vez que causaba eso en alguien.

Y me sentía aterradoramente feliz que haya sido en Millhi en quien provoque ese sentimiento.

-Eres el mejor, Castiel. Gracias, en serio gracias. -Millhi volvió acurrucarse contra mí y yo aproveché para besar su cabeza con cariño.

Estuvimos un rato abrazados hasta que decidimos que ya era hora de regresar. Acompañe a Millhi a su habitación y nos dimos un último beso de despedida antes de que yo me marchara para la mía.

Cada vez era más fuerte mi deseo por estar con ella, anhelaba poder usar mis manos y mi boca para recorrer cada parte de su cuerpo, por poder cumplir cada fantasía que había tenido con ella. No solo era por lo bien que sabía que se sentiría estar así con Millhi, sino, también estaba interesado en lo que representaría para nuestra relación, aquella intimidad compartida solo nos uniría aun más de lo que ya estábamos. Sin embargo, poco importaba lo que yo quisiera porque no pensaba hacer nada hasta que Millhi fuera quien decidiera que ese momento pasara.

Cuando llegue a mi habitación todo estaba apagado y vacío. Imaginaba que Lysandro seguía con Mirajane y volvería más tarde. Me recosté en mi cama y miré mi celular para darme cuenta de que tenía un mensaje que aun no había leído.

"Por fin llegaré mañana al Sweet Amoris, espero que sea tan divertido como me dijiste que sería. Estoy feliz por poder volver a verte. Ya me hacías falta y aunque no lo diga a menudo recuerda que te quiero."

Este día no pudo haber terminado mejor.

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Hola a todas mis lindas lectoras. Hoy les traigo otro capítulo de Cayendo en tu red, que espero disfruten. Ahora vamos con algunas preguntas.

¿Creen que estuvo bien que Millhi pusiera a Kentin en su lugar?

¿Kentin tiene razón en advertirle a Millhi?

¿Castiel debió de haber golpeado a Jeremy?

¿De quién era el mensaje que recibió Castiel?

Denle mucho amor con sus votos y comentarios. No sean lectoras fantasmas

Gracias por leer.

Besos sabor Castiel. 

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