Después de entrar por la puerta de la escuela, Yin Tao inmediatamente sacó su juguete del anillo de almacenamiento y lo montó de camino a su aula.
Los discípulos de la escuela nunca antes habían visto algo tan extraño. Esos niños curiosos rodearon a Yin Tao y observaron su cabalgata, "Es increíble que puedas caminar por tu cuenta sin ser arrastrado por una bestia demoníaca o humana. ¿Es impulsado por fuerza espiritual?"
"Idiota, si hay fuerza espiritual, ¿aún necesitas pisarla con los pies?"
"Tienes razón."
Un niño le preguntó a Yin Tao: "Hermanito menor, ¿qué es esta cosa que estás montando?"
Yin Tao contestó felizmente: "Un triciclo que mi papá refinó para mí".
"¿Triciclo?" Los niños presentes se miraron unos a otros, diciendo que nunca habían oído hablar de tal cosa.
Yin Tao se subió a su triciclo para acelerar y se acercó a las inmediaciones del aula. Cuando los niños a su alrededor vieron su juguete, todos dejaron de jugar y lo miraron.
"¿Con qué juguete está jugando? Parece divertido. Yo también quiero jugar con él."
"Yo también lo quiero". Tan pronto como estos niños vieron algo divertido con lo que jugar, sus ojos brillaron y se inclinaron hacia Yin Tao uno tras otro.
Un guardia del compañero de clase de Yin Tao detuvo a su pequeño joven maestro, "Pequeño joven maestro, es un monstruo nacido del vientre de un hombre. No puedes jugar con él. Estamos de acuerdo en eso, ¿no? Puedes jugar con otros discípulos si quieres. Pueden jugar otros juegos divertidos juntos".
Los otros guardias decían: "Sí, pueden jugar a otros pequeños juegos".
En ese momento, Yin Tao sacó otro triciclo para sus hermanos mayores de otras clases.
Esos niños se turnaron para montar el triciclo y se divirtieron mucho. Al ver esto, los niños de la misma clase de Yin Tao estaban ansiosos y sedientos de ello. Apartaron a los guardias y corrieron, "Hermano Yin, Hermano Yin..."
Después de todo, estos guardias infantiles eran sirvientes. No tenían derecho a impedir que sus pequeños jóvenes maestros se hicieran amigos de nadie. Sintiéndose duros para detener a sus pequeños maestros, sólo podían quedarse quietos y verlos jugar, con una cara sombría.
Al ver a todos esos niños dando vueltas alrededor de Yin Tao, el guardia de Yin Tao, Su Gu, sonrió. El truco del joven maestro realmente funcionó, el pequeño joven maestro ganó popularidad instantáneamente, pensó en él.
Yin Tao tuvo en cuenta las palabras de Rong Yi y sacó los triciclos restantes para sus hermanos mayores que estaban dispuestos a hacer amistad con él.
Jia Shaochong y Xiao Diandian, que llegaron tarde con sus guardias, se quedaron atónitos al ver el animado jardín. Cuando vieron a los otros discípulos pasando un rato maravilloso montando cosas extrañas, los dos niños corrieron inmediatamente y preguntaron: "Hermanos mayores, hermanos mayores, ¿qué están montando?
"Triciclo, el hermano menor Yin nos lo prestó a nosotros."
El guardia de Jia Shaochong le preguntó: "¿Qué hermano menor, Yin?"
"Ya lo conoces. Yin Tao." Después de terminar de hablar, el niño le gritó a Yin Tao, que estaba entre la multitud: "Junior Yin, ven a perseguirme".
Yin Tao respondió: "Muy bien, hermanos mayores, vamos tras él".
"¡Vamos, vamos, vamos!" Otros niños iban en triciclos para perseguirlos.
Jia Shaochong y Xiao Xiaodian se sintieron particularmente incómodos al ver esta escena. Ellos deben ser el rey de los niños entre esos discípulos. Cada vez que aparecían, todo el mundo venía a rodearlos para jugar. Esta vez, todos corrieron a Yin Tao, haciéndolos muy infelices.
"Hum, es sólo un artilugio. ¿Qué es tan divertido?" Jia Shaochong fingió que no le importaba, pero no podía apartar los ojos del triciclo en absoluto.
Xiao Diandian, viendo que todo el mundo se lo estaba pasando tan bien, sacó la manga de Jia y susurró: "Parece bastante divertido".
Jia Shaochong, "..."
Los guardias de los dos se acercaron a los guardias de los otros niños y les preguntaron en voz baja: "¿No dijiste que no dejarías que tus pequeños jóvenes maestros se acercaran a Yin Tao? ¿Por qué todo el mundo está jugando con él ahora?"