El capricho de amarte

By nacaridportal

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Ella está completamente rota. Yo tengo la manía de querer repararlo todo. Ella es un perfecto desastre. Yo... More

Sophia Pierce.
Ser rara está bien
Una dosis de vida
¿Has sentido el dolor?
Al carajo el futuro
Las personas no queman
Te necesito a ti
Tú también eres una princesa
Detrás de las estrellas
Fabricantes de esperanza
Ojalá nunca te vayas
Concéntrate en mí 😏
Gracias por sostenerme Julie.
A veces necesitas irte
Conociendo Christopher
Del cielo al piso
Mi innegable verdad.
Mucho más que el dinero
Para: Julie
Sonrisas y dolor
Mi sueño es ella
Mi solución en su sonrisa
Adiós a las reglas
Universo para dos
11:11 mi deseo eres tú
Nunca vas a ser tú
Érase una vez
Ebriedad
Somos más que el dolor
Solo de ti
¡Tuya!
"No voy a abandonarlo".
En busca de un sueño
Destruyó a la princesa
El mundo perdido
La leyenda de las estrellas
Duerme conmigo
El hilo rojo
Asco de mí
"El paso de las lágrimas"
Nunca más voy a sentirme sola
Tú nunca vas a terminar
Fin
Escalera al cielo
¿FIN?
El Capricho de Amarte - SEGUNDO LIBRO - La sombras de Sophia Pierce
Y conocí a una princesa
El presente - Sophia Pierce
Tres meses antes - Sophia Pierce
No todo tiene un precio - Sophia Pierce
Hay tristezas que no se van
EL ABIERTO DE AUSTRALIA
MÁS QUE UN SIMPLE JUEGO
Se acabó el juego
La Diosa del caos
Caos en mi interior
Julie Dash - Pasado
Julie Dash - Pasado
Heridas que vuelven
Un nuevo comienzo
JULIE DASH - CÍRCULO VICIOSO
Cantándole a las estrellas
La fiesta del descontrol
Enfrentar los miedos
La maga
11:11 mi deseo sigues siendo tú.
Heridas que se vuelven a abrir
JULIE DASH - TORPEZA
Sophia Pierce - Querer en libertad
Julie Dash - Montaña rusa de emociones
No supe desear
JULIE DASH - Encontrando mi voz
Sophia Pierce - Mi vida sin ella
JULIE DASH - Después del placer
SOPHIA PIERCE - DOS MESES DESPUÉS
Sophia Pierce / Celebrando a Paula
Sophia Pierce - Almas que te salvan
JULIE DASH - Pequeña eternidad
TE QUIERO DE VERDAD
TE ESCOGERÍA A TI
TE QUIERO LIBRE
SUEÑOS QUE SE CUMPLEN
EN OTRA VIDA SERÁ
LA MAESTRA DEL SEXO
"SOY TU PREMIO"
JULIE DASH - NO SOY TU CHICA
JULIE DASH - DE NADA
JULIE DASH - NOCHE DE EBRIEDAD
JULIE DASH - VERDADES
LAS REGLAS SON LAS REGLAS
Julie Dash -NO PUEDO VIVIR SIN TI
SOPHIA PIERCE - MILLONES DE EMOCIONES
SOPHIA PIERCE - PREMIO DE CONSOLACIÓN
LA ECUACIÓN DE DIRAC
JULIE DASH - DESPEDIDA
¿PODEMOS HACERLO DISTINTO?
SOPHIA PIERCE - INSTANTES PERDURABLES
QUIERO ESTAR CONTIGO MIENTRAS SANAS
Julie Dash - Antes del final
SOPHIA PIERCE - EL INICIO DE MIS PESADILLAS
SOPHIA PIERCE - NO SOY UNA ASESINA
SEAMOS SINCERAS
PENICILINA - SOPHIA PIERCE
5 MESES DESPUÉS
SOPHIA PIERCE - DEBO SOLTARLA, AUNQUE ME DUELA.
CONTINUACIÓN
¿GANARÍAS POR MÍ?
JULIE DASH - ANDREA VS SOPHIA
LA FINAL
KSENYA KHOKRYAEVA - LA ÚLTIMA VEZ
KSENYA KHOKRYAEVA - TU VIDA ES LA MÁS VALIOSA
JULIE DASH - LA ELIGIÓ A ELLA
KSENYA KHOKRYAEVA - MIS MURALLAS
JULIE DASH - Final (parte 1).
SOPHIA NO TIENE FINAL
Para: los bebés del futuro De: Sophia Pierce
LIBRO 3 - El Capricho de amarte
Besar los Sueños -
Cuando los conocí. Julie Dash.
Rotas - Julie Dash
Para: Ksenya
Ksenya K.
Ksenya K.
Julie Dash - Coleccionando sonrisas

Epílogo

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By nacaridportal

Ella está completamente rota.
Yo tengo la manía de querer
repararlo todo.
Ella es un perfecto desastre.
Yo trato de estar planificada.
Mi manía es el orden
pero con ella,
empecé a amar el caos.

Sophia Pierce habla del espacio,
de otros mundos, de planetas.
Y yo, no soy tan divertida.
Quiero salvar vidas
y me limito a la ciencia.
Aunque mi reto principal,
siempre fue salvarla a ella.

Nunca pensé que mi último año de la preparatoria, sería el más emocionante. Me enamoré, agoté mi cordura, me equivoqué, subí hasta la cima de una montaña, para después de haber llegado darme cuenta que el viaje acababa de empezar.

Les regalé esta historia, pero un final no es un final si no estamos preparados para un nuevo comienzo. Por eso... les regalo el cierre de mi último año y el preámbulo a un viaje sin retorno.

A partir de hoy ya no solamente forman parte de la tierra. Autorizo que vengan a visitarnos a nuestros universos, pero les aconsejo que a pesar de vivir en el presente, tengan la capacidad de crear sus mundos y de vivir en distintas realidades.

Sophia Pierce me hizo creer en lo improbable y ahora es mi turno de hacerlos creer a ustedes.

Me llamo Julie Dash y mi secreto es que aunque pude no quise renunciar a ella.

-

Cuando leí su carta mis ojos se volvieron lágrimas y mi pecho dejó de funcionar. Mis pulmones se detuvieron. El clima del mundo perdido fue más intenso. El dolor se sentía hasta en mi ritmo cardiaco y tuve una sola respuesta: no la dejaría ir. No aceptaría que su voz se apagara. Porque fue su voz la que le dio sentido a mi vida. Con su mano descubrí que los días no se recuperan, que nuestra historia puede ser en blanco o puede ser un lienzo llenos de colores. Puede ser en la tierra o en una estrella. Depende de mí, depende de ella. Depende de todos nosotros perdonar hasta el punto de saber que nos merecemos nuestra verdad.

Sophia Pierce se equivocó en algo.
También perdemos cuando solamente pensamos en los demás y dejamos de ocuparnos de nuestros sentimientos. De tanto creer que no merecía la felicidad, se fue huyendo. La inseguridad de pensar que no la amaba sumada al hecho de "haberle fallado" a Noah, a sus hermanos, a Erick y a su madre hizo que quisiera ser un ser de luz apagado, en un universo que necesitaba y necesita de su energía. Yo no iba a permitirlo. ¿Quién carajo, y perdón por la expresión, pero quién carajo consigue a alguien como ella para dejar que se vaya? Yo no.

Me equivoqué pensando que tenía que sanar sola. Todos merecemos a alguien que nos acompañe. Está bien reconocernos en soledad, pero si podemos mostrarle las bellezas de la vida a una persona que ha dejado de ver, ¿quién te impide hacerlo?

Me propuse hacerle saber que la vida tiene matices hermosos. Que ella es más de lo que se imagina. Que no es la chica rara. Que no es la desquiciada que supuestamente no me merece. Podría decir que yo no la merezco a ella, pero me gusta pensar que nos merecemos mutuamente y que podemos ser felices.

Sophia esperó que el hilo rojo nos mantuviera unidas. Yo, preferí unirnos en la realidad. Porque por más hermosa que fuera la leyenda, no iba a dejar nuestro amor en sus manos. Iba a conseguir demostrarle que no todo es culpa de las estrellas. Que algunas acciones en cuerpos mortales, con experiencias simples y grandes sentimientos, también son responsables de las ausencias dolorosas o de las buenas aventuras que se proponen no tener fin.

Siempre quise mostrarle que era grandiosa y aunque a veces no la entendía, sus sentimientos terminaron mostrándome el camino. Creía y creo tanto en nuestro amor, que no voy a esperar a otra vida para que lo vivamos.

Dejé de querer promesas para un futuro lejano cuando entendí que era posible que las cumpliéramos en el presente.

Fue duro lo que tuve que pasar, pero enfrentarme a mi madre y ver mis fotos besando a Sophia rodando por todo instagram no fue tan difícil como esa mañana en el Roraima, sabiéndola lejos. No me importó decirle a mis padres que la amaba. Que podía dejar de ser su hija si es que no aceptaban que lo que tenía no era una condición. Me gustaban las mujeres, pero estaba enamorada de la más hermosa de todas y no pensaba apartarme de un sentimiento porque no pudieran entenderlo.

No quería experimentar, no quería seguir culpándome por haberlo hecho. Aprendí por las malas, no es un cuento de hadas, es mejor porque es auténtico, es real, es la vida.

Tuve que romper lo que más amaba, rompí mi cuerpo y la rompí a ella. Experimentamos y fallamos. Lo dañé y me dañé, pero no somos un vaso que luego de romperse no vuelve a funcionar.

Las oportunidades no solamente existen en el trabajo, también en el amor y es mentira que tenemos que pegar lo roto. Repito: así como en la medicina, también en la vida con el tratamiento correcto y (un poco de fe) es posible, muy posible que logremos que funcione. Ya depende de la actitud, de la constancia para sanar, del amor sincero, de la aceptación y aprendizaje de antiguas fallas y de ti mismo. Hay pacientes que prefieren no luchar. Sophia había decido seguir viva, y yo había decidido mostrarle lo bonito de vivir.

Y probablemente todos ustedes hubiesen preferido que no me perdonara. Por muchos meses pensé que no lo merecía, pero sí lo merezco. Tú también lo mereces porque convertirnos en el peor de nuestros errores, jamás en la vida nos permitirá evolucionar.

Cuando llegué de viaje obtuve una segunda mala noticia. Los amigos de Noah (o ex amigos) entraron a robar a mi casa. Sergio terminó con un disparo en la pierna por proteger a Claudia y la inseguridad se hizo presente, aunque, al final los atraparon. Dicen que cada cosa negativa pasa por algo, que a veces cuando todo sale mal es porque se viene "lo mejor". En el caso de Sergio, Claudia se dejó de largas esperas y dio inicio al amor que ambos sentían pero que nunca se habían atrevido a pronunciar. No debió haber esperado a estar a punto de perderlo para darse cuenta. Pero como les dije, es la realidad y no siempre sucede como debía suceder. Lo importante ahora es que sucede y que no es muy tarde para que las cosas cambien y siendo positiva, casi todo lo que nos ocurre contiene una lección.

Mi madre terminó aceptándome. Y con esa mirada estricta, la cara empotrada y su voz neutral me dijo: "Yo solamente espero que ames a quien ames, seas la mejor doctora". Punto final para un tema extenso que trataríamos después.

En cambio, papá me abrazó para decirme que era valiente y que esperaba que la universidad más allá de ser un reto de mi madre, se convirtiera en un sitio en el que pudiera descubrirme. Quise decirle que ya había empezado. Porque con Sophi comenzó la búsqueda y ya no terminaría ni siquiera cuando muriera. Es tonto pensar que he cambiado tanto, pero es imposible no seguir creyendo en nada. Después de observar en sus ojos los muchos mundos que existen y que nos negamos a aceptar, decidí que no volvería a ser incrédula. No tenía una religión, es cierto, pero creía en ella y en mis mejores amigos.

Cuando leí su carta intenté parar de llorar. Traté de odiarla por haberme abandonado. Quise arrancarla de mi mente, pero más la pensaba. Paula y Benjamin me dieron abrazos que no quería. Los empujé diciéndoles que me dejaran y terminé odiándome por varias horas, hasta que lo entendí.

Estar sola en la montaña fue recordar cómo era el viaje a su lado con la rabia y el dolor de saber que ya no la tenía. Retorné el viaje a mi tiempo. Fui bajando cada roca y recorrí el camino que hice con ella, pero esta vez para aprender de mí y de mis pensamientos. Para perdonarme por haberlo hecho con Belén, para dejar de juzgarme a mí misma por haberme convertido en alguien emotivo y perder el autocontrol y serenidad que me caracterizaba.

Sin miedo a caerme y olvidándome de lo mucho que odiaba el deporte, bajé el paso de las lágrimas. Llorando sin que me importara que alguien me viera. Llorando como quien ha aprendido de verdad, volví a encontrarme con la parte de mí que amaba.

Dejé de desesperarme y hallé en lo arduo del camino la verdad de lo que soy. Porque enamorarme nubló mi juicio y era natural, si ustedes la hubiesen conocido, también habrían perdido las riendas para que ella los guiara. Pero yo, que tenía que darle calma, la hice ir más rápido cuando desconfié de su amor.

Tuve claro que no iba a ser la última vez que me equivocara, pero también entendí que no volvería a desconfiar de alguien que amo nublándome por los celos y la inseguridad.

Y quise a Belén por cuidarme y equivocarse conmigo, por formar parte de un proceso doloroso pero necesario que me llevaría a la madurez. Incluso, en medio de mis lágrimas y rabietas, estuvo detrás de mí. Sin decirme que iba a estar bien, sin dirigirme la palabra y con un buen margen de distancia, siguió cuidándome hasta que bajamos del Roraima.

Nadie dice que los que te cuidan no te dañan, porque incluso las personas que más quieren protegernos pueden convertirse en arma en medio de esos impulsos que guían a la equivocación.

Descubrí en mi error que la venganza no sirve, que al final, cuando nos vengamos de alguien terminamos haciéndonos daños a nosotros mismos. Que contaminar lo que amas porque piensas que te ha hecho daño es dañar una parte pura de tu espíritu, la misma que ha prometido nunca causar dolor.

No puedo mentirles y negar que sentía un vacío o que el pasaje tenía sentido, porque mi sentido se había ido con sus besos y sus tantas sonrisas. Y no tenía un plan, no concebía la vida sin tenerla a mi lado y allí otro error. Sophi siempre me dijo que transitamos por poco tiempo, pero que parece una eternidad. La brevedad de nuestro paso no puede depender de otros zapatos ni de otro espíritu. Tenía que aprender de sus consejos. Tenía que ir por mi sueño, pero el tenía se volvía polvo cada vez que la extrañaba.

Pensé que era muy tarde y recordé de nuevo sus enseñanzas. Después de la fiesta de Nathaniel me dijo que a veces pensamos que es muy tarde, pero que siempre estamos a tiempo. Entonces lo supe. Si extrañas llamas, si amas buscas y si lo arruinas, intentas hasta que lo hayas dado todo porque esa persona vuelva a confiar en ti.

Sophia y yo teníamos que estar lejos para saber que podíamos solas, pero algo me decía que luego de redescubrirnos podríamos estar juntas para demostrarle a la vida que los finales hermosos si son posibles. Que lo que debería ser difícil de creer es que dos personas que se aman tengan que vivir la vida extrañándose, en vez de pasar cada noche contemplando juntas la luna.

Después de dos semanas de depresión extrema, mis padres vinieron por mí y me sacaron casi a rastras de mi habitación. Era hora de un nuevo rumbo.

Cuando llegué al aeropuerto Claudia y Sergio me abrazaron. Quedamos en hacernos llamadas una vez a la semana, y mi Clau me dijo que por favor volviera. Que regresara siendo una profesional porque tenía un gran reto. Venezuela tenia que ser curada por dentro y por fuera.

Le dije que sí, porque aunque pareciera imposible, me había enamorado de sus paisajes, de sus niños, de la necesidad y de la realidad de unas personas que así como yo, también se han equivocado. Sophia me enseñó a amar a mi país y eso es lo que más le agradezco. Clau me dijo que siempre sería su hermanita menor, que siempre la tendría. Que no importaba si estaba en Estados Unidos o todo el día encerrada en mi habitación, que ella de cualquier modo rompería las distancias.

Sergio me recordó lo que habíamos aprendido. Con su educación y llamándome señorita, me dijo que no guardara mis sentimientos. Que no callara los deseos profundos y que de ningún modo, retuviera mis lágrimas. De nuevo lo había logrado. Lloré abrazándolos a ambos mientras mis padres me esperaban ansiosos y complacidos de que hubiese llegado nuestro gran día.

Benjamin y Paula me habían dicho que no podían ir. Tenían una cita para la visa de Paula, pero allí estaban. Mi amiga demente comenzó a gritar recorriendo el aeropuerto de Maiquetía. Corrió por el piso de las despedidas. Recorrió el arte del gran maestro Cruz Diez con una pancarta en la mano que decía: "Código Rojo" "Código rojo". Y habían cientos de fotos en collage. Fotos de nosotros, de nuestra infancia y recortes de caras de bebés que estaban en la pancarta con el escrito "A por ellos, Julie".

-¡Vio, señora! Esta que está aquí tragándose la boca de su hija, es su nuera... y estos ¡son los sophijulitos! -comentó hacia mi madre que con cara de desconcierto y fatiga, intentó ignorarla, mientras mi papá comenzó a reír.

Nunca lo había visto reír tanto. Parecía no importarle ser el mismo. Se burló de mi mamá respetuosamente y luego, encogiéndose de hombros añadió: Hacen una buena pareja.

Todos comenzaron a reírse y Benjamin me salvó del momento incómodo para llevarme a un lado y decirme si me caía en Harvard, volviera a levantarme. Que como cuando éramos niños, él siempre estaría allí.

Ese día emprendí un camino nuevo. Uno en el que ningún sueño iba a ser imposible. Había vivido intensamente, estaba enamorada, tenia a los mejores amigos. Mi familia era maravillosa y había madurado.

Nadie dejaba a nadie porque la vida es para los que traspasan la cuerda, para los que cogen vuelo, para los que en vez de quedarse para no abandonar a lo que aman, entienden que si aman, no pueden encarcelar sus metas por miedo al olvido.

Y me fui con dos maletas y mi madre dándome millones de instrucciones hasta que una vez en el avión, agradecí a mi abuela (que se apiadó de mí desde el cielo) que me hubiese tocado un puesto lejos de mi mamá. No me malinterpreten, la amo, pero necesitaba paz.

Me puse mis audífonos para disfrutar el vuelo escuchando música. Y como si el destino se esforzara por decirme: "Julie, sí que existo", la primera canción que salió en aleatorio fue: "We're Going Home- Vance Joy". La música me traspasó a sus ojos y en el periódico que me había dejado mi madre... conseguí su mirada.

Sophia se había ido a dejar su huella. Ella y su grupo estaban en los titulares, en las noticias, en todas las redes sociales. Estaba luchando contra el sistema, pero sus ojos seguían mostrando dolor. Un dolor apaciguado con un hilo de esperanza. Verla justo el día que iba a Harvard fue como una señal para saber que debía encontrarla. Lo había intentado, pero ni Chris ni ella eran localizables. Estaban en un proyecto grande, se hacían llamar resistencia y junto a otros chicos más, iban por el mundo protestando. Habían hackeado todas las pantallas de la tierra para dejar un comunicado. Sophia jamás salía en pantalla, pero en el periódico estaba. Tenía un pañuelo cubriéndole parte de la cara y las manos llenas de pintura.

Me moría de celos por saberla con el otro chico. Pero no era solamente él, estaba rodeada de personas que si Noah me parecía atractivo ni siquiera se comparaban con ese tipo de belleza.

Me olvidé de mis celos para leer los comunicados y averiguar más en internet.

"Renacer y sus conciertos en paralelo redefinen la industria musical".

"Renacer el triunfo de la transformación".

"El movimiento renacer paraliza al mundo por treinta segundos".

"El brazo musical de la resistencia".

"Con conciertos llenos de arte y efectos especiales que parecen reales, conquistan a multitudes".

"Se hacen llamar los elegidos, pero el gobierno de Estados Unidos los define como delincuentes".

Eran muchas las noticias y ni siquiera pude ponerme brava porque Sophia hubiese escogido lo difícil. Su rebeldía tenía un propósito y me hacía feliz que estuviera cumpliendo su misión de vida.

Llegué a la Universidad queriendo compartir con ella cada detalle. Imaginaba que podía comentarle que era mejor de lo que imaginé. Que había llegado a la vida que siempre quise, pero que ahora lo que más quería era estar con ella.

Britanny fue de gran apoyo para adaptarme, sin contar con Andrew que me recordaba a Paula y a sus locuras. Ambos se encargaron de mostrarme Boston. Fuimos a ver ballenas, me llevaron al museo de Ciencias, al acuario, al pueblo de Salem, a comer langostas en Quincy Market, a sentarnos a beber vino ilegalmente en el Boston Public Garden, al museo de bellas artes, a la librería pública. Estaban más emocionados que yo, intentando hacer que me enamorara de la ciudad y lo habían logrado. Amaba Boston y me agradaban ellos.

Andrew cantaba a toda hora, siempre estaba feliz. Se la pasaba mirando los traseros de los hombres y decía que lo hacía por Britanny y por mí, que él miraría a los hombres por todo lo lesbianas que éramos.

Hice clic con ambos la primera vez que estuve en Boston, pero a medida que los conocía me caían mejor. Excepto Britanny, que comenzó a invitarme a salir y no quise que se encariñara. No quería que me viera con otros ojos, quería ser solo su amiga, pero supongo que no puedes decirle a alguien que no sienta nada por ti.

Britanny me invitó a Castle Island, lo planeó todo con Andrew y cuando llegué, en mi segundo mes en Boston, me di cuenta de que solamente éramos ella y yo. Me había llevado a una cita en la que comeríamos frente a la playa y daríamos una larga caminata viendo el atardecer. La conocí siendo promiscua y después de un dos meses de verla casi todos los días, dejó de tener citas. No sabía cómo hacía para ligar tanto, pero le dije varias veces que mi corazón estaba comprometido.

-Es un reto, doctora, te voy a enamorar -aseguró, mientras caminamos por el puente de Castle Island.
-Ya te dije que estoy enamorada, además, ¿cuál es la necesidad de dañar la amistad?
-No creo eso doc, no se va a dañar la amistad. Será como estar enamorada de su mejor amiga -vi el mismo brillo en sus ojos, ese que no se controla, que cuando nace no se va tan rápido y que a veces... ni la distancia puede apagar.

-Ni tú deberías conformarte con alguien que ya está enamorado, ni yo podría empezar una nueva historia cuando no tengo ánimos de culminar la anterior -hablé despacio, sin mirarla a los ojos, con la vista en el paisaje, en el mar mostrándome el reflejo del sol y en lo mucho que quería mostrárselo a Sophi.

Una pareja de ancianos caminó a nuestro lado. Iban de la mano y se reían entre ellos, al verlos también pude ver que ella sonrió.

-Tampoco deberías cerrar tu corazón por esperar a alguien que probablemente no regrese, pero tranquila doc, tengo varios años de carrera para lograr que te enamores -me guiñó el ojo y me pasó uno de sus audífonos para prender la música y eliminar la conversación.

Me caía bien, era inteligente, aplicada, pero también vivía por conquistar. Era una competencia que tenía consigo misma. Desde que su novia la traicionó con su hermano, se propuso tratar de demostrarse que era guapa. En poco tiempo entendí que todos pasamos por cosas, aprendemos a nuestro tiempo y a veces unos tardan más que otros en sanar.

Había probado el sexo sin amor, para enamorarme más de Sophia. Podía ser cierto que tenía que dejarla libre, pero no era convincente porque yo no la encarcelaba, más bien, amaba verla volar.

Estaba enamorada y ni la distancia, ni una chica guapa caminando a mi lado, ni los días de fiesta, o las horas de estudio, ni la medicina o mi gran sueño, lograban sacarla de mis pensamientos.

Las canciones la traían de vuelta. Britanny quería una tarde romántica y todos mis momentos románticos eran de la rubia pretenciosa a la que le dolía el corazón.

Sonaba "You're Somebody Else - Flora Cash". Nuestras canciones volvían para anotar en mi piel que era cierto. Sophi quería ser inolvidable y ya lo era. Estaba en el agua liberándose para fluir con los rayos del sol. Estaba en el castillo que abandonó la princesa. Estaba en las parejas que se amaban en tiempo presente, y en las que decidieron apartarse e intentar olvidar.

Conseguía sus ojos en mi mente.
Sus besos en mi mejilla se quedaron en mi piel. Nunca más quise que nadie me dijera princesa. Yo no era una princesa, era su princesa, solamente de Sophi, de nadie más.

Cualquier persona se hubiese dado otra oportunidad. Pero el amor no es de oportunidades. No sacas a alguien para estar con otra persona. No estás con otra persona para olvidar. El amor es constancia, es inexplicable, es saber que por más que tratan de alejarse, su historia no se va.

-Que pasó perrisimaaaaa -escuché un grito desde atrás y encontré a Andrew con su ropa de última moda, el cabello peinado con horas de dedicación y la sonrisa coqueta-: ¿Me pagas ya, o más tarde? -le preguntó a Britanny que sacó $100 y se los entregó con cara de fastidio.

-No me va a prestar atención a la primera cita -volteó los ojos.

-Es que ni que tengas esas curvas tan apoteósicas o seas una Diosa en la cama. A Julie ni volviendo a nacer te la llevas a la cama perris -sacó su celular y enfocó para tomarnos una foto.

-¿Apostamos? -preguntó ella, sonriendo para la foto.

-¡Te apuesto el culo que fallas! Y mira que para apostar lo más importante de una buena pasiva, ¡tengo que tener total certeza!

Comenzamos a reírnos y al final, la fotografía no salió como esperábamos. De hecho, fue mucho mejor. La ley de atracción me mandaba gente demente como Andrew o Paula. Podía reírme cada segundo con sus ocurrencias. Pero también necesitaba de la seriedad de gente como Benjamin o Britanny que a pesar de estarme flirteando, era profunda y responsable.

Con ellos exploré una ciudad, viajé a New York, aprobé mis primeros exámenes. Celebré estar estudiando lo que amaba, descubrí mi rincón favorito de Harvard, me tomé los mejores café y comprendí y estoy viviendo una parte nueva de mi viaje. A su lado por primera vez me llevaron detenida en un despecho de Andrew. Mi irresistible amigo había perdido la cabeza por amor y manejaba puteando a la vida.

«Me voy a meter a puto y voy a coger y coger y a coger, pero ¿amor? ¡ni loco!», hablaba enredado y me recordaba a mí, a mi ida a la playa con Benja y Paula donde creía que el amor era un asco.

Nos pararon por exceder la velocidad y su brillante idea fue decirle al policía que estaba en medio de algo. "¿En medio de qué?", preguntó en inglés. Le estaba diciendo a mis amigas que follaré como un conejo, porque el amor no sirve. ¿Quiere follar conmigo? Pasivo, activo, puedo ser lo que quiera señor Policia, encadéname -Andrew se reía desfasado, las copas hablaban por él y yo no tenía ni una pizca de gracias.

Afortunadamente no pasó a mayores y estaba tan ebrio que su castigo fue que le quitaran el auto.

-Bueno, queridaa, te aseguro que ese policia va a dormir toda la noche imaginándome en la cama, pero ni modo -se encogió de hombros como si no hubiésemos ido presos tres horas por su culpa.
Sus influencias lo arreglaron y mi madre (ciega) no hizo mayor caos al tratarse de él, (el chico que supuestamente me devolvería la heterosexualidad que Sophia se había robado).

-¡Vamos a tatuarnos! -una idea cualquiera de un amigo borracho. Una noche de experiencias nuevas y aunque pensé por impulso en decirle que no, mi respuesta fue un sí rotundo.

Más alcohol y un estudio privado. Vino, más vino del que he tomado en mi vida y una fotografía. La foto del dibujo que Sophia hizo en mi espalda, me la tatuaría de verdad. Fue doloroso y grande. Mi madre casi me mata, pero valió la pena.

Pasaron ocho meses y la veía en las noticias. Pintaba sin hablar. Daban conciertos, pero ella no. Su voz se apagó y su arte estaba a flor de piel. Veía sus pinturas y eran asombrosas. Se montaba en las telas frente a millones de personas y dejaba libres sus sentimientos. Sophia estaba por todos lados, pero no conmigo.

Una madrugada concentrada en mis estudios, leyendo incansablemente para la siguiente prueba... me sonó el teléfono.

Paula: ¿Te acuerdas lo que te prometí? 😎
Julie: La última vez me prometiste que dejarías de masturbarte, pero esa fue una promesa para ti y fue un asco.
Paula: 🙄 Ño, en esa promesa fallé y ya le dije a Benjamin que si no viene a verme en una semana pagaré un Gigolo. Pero ajá, Julie, seriedad. Acuérdate de la promesa.
Julie: ¿Cuál promesa? Son las 3:00 de la madrugada.
Paula: odio cuando dices que son las tantas de la madrugada. ¡Estás despierta! Así que deja de ser tan pendeja.
Julie: Jajajaj estoy estudiando. 🙈
Paula: Pues dejas de hacer todo y me haces caso. Además es difícil eso de conseguir amigas, al menos para ti. Todas quieren violarte menos yo. Valórame.

Julie: jajajjajaja, ¿te llamo y hablamos mejor?

Paula: Joder Julie, no seas tan fácil vale 🤣🤣🤣🤣🤣 no quiero hablar contigo. Vístete y móntate en el carro. Pon en el Google Maps "Xfiniry Center". Confía en mí.
Julie: ¿Te viniste de sorpresa?
Paula: Móntate en el carro mami, anda, mueve el culito, cierra el libro y go. 👁👁👁👁👱‍♀️👩🏽👱‍♀️👩🏽👱‍♀️👶👱‍♀️👶👱‍♀️👶
Julie: ¿Estás drogada?
Paula: ¡TE CONSEGUÍ A SOPHIA MOTHERRRR FUCKER! Ahora después de HOY si estás caliente te masturbas y usas el consolador que te di. ¡PERO no te vuelvas a acostar con nadie! Ve a buscarla. Te los encargo bitch 👶👶👶🏼👶🏻👶🏻👶🏻👶🏻👶🏻👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶

Dejé de pensar, se me cortó la respiración y primero pensé que era probable que ella no quisiera ser encontrada. Luego pensé que Paula estaba jugando y luego, simplemente tuve miedo.

Inmediatamente sonó mi móvil.

Era mi mejor amiga:

"Ya no eres la niñita caprichosa a la que le aguantaba no ir a ningún lado y vivir encerrada en su habitación. Llevo ocho meses buscándola y tú llevas ocho meses sonriendo de mentira esperando este momento. Tus excusas mentales no me las creo Ju. Móntate en el carro que Christopher te está esperando. Tanto él como yo estamos de acuerdo en que ya es tiempo baby, ¡ya es tiempo de que la ayudes a conseguir su voz!", me colgó antes de que pudiera agradecerle.

Tenía razón. Era lo que más había querido y estaba pasando. Me puse lo primero que encontré, pero luego, volví a mirarme en el espejo y como una tonta puse más esfuerzo en arreglarme, quería que me viera hermosa.

Sin el estímulo de Sophia en mi día a día, volví a ser un ser recatado, sin mariposas, sin alteración interna, sin tantas expresiones fáciles, o ese rubor que solamente de pensarla volvía a aparecer.

El saber que volvería a verla fue más que un incentivo. Descontroló mi mundo liberando los neurotransmisores rápidamente que convirtieron mis emociones en sentimientos. Unos, que no habían desaparecido, que estaban más vivos e intensos que nunca.

Como un impulso interno salí corriendo de la casa para prender el carro y volver a sentir su efecto en mí. Los pocos carros que acompañaban mi madrugada, me transmitían sueños. La noche volvía a ser distinta a todas las anteriores. Las estrellas que apenas y se veían, estaban alentándome. De nuevo, como el primer día, Sophia Pierce llenaba de vida mis días.

Aceleré sabiendo que pronto me encontraría con su mirada. Quería abrazarla y decirle tantas cosas. Escribí nuestra historia para cuando volviera a verla porque no podía quedar nada por decir. Era necesario que supiera que no era la única mujer en el mundo, pero si la única con la que yo quería cada uno de mis "para siempre". Quería decirle que tenía razón. Era suya y me alegraba que fuera así.

Estacioné en plena calle sin importarme absolutamente, y no sabía a quién buscar o qué hacer, pero allí estaba Christopher. Con una gorra negra y el sweater cubriéndose. Todavía no había llegado la gente, pero les juro que nunca hubiese imaginado que un concierto en plena madrugada e ilegal, pudiera llenarse de una forma tan impresionante.

Las personas los amaban porque ellos eran su esperanza y yo también los amaba, porque la persona que me dio vida estaba allí.

Christopher me dijo que me diera prisa y pensé que íbamos con Sophi, pero estaba equivocada. Mis piernas tampoco eran de ayuda, y sentía que mis mejillas iban a explotar de lo hirviendo que estaban. ¿Por qué me moría de la timidez? Estaba experimentando tantas sensaciones como miedos, pero nuestro amigo poeta... logró calmarme.

-El verdadero Renacer es sobre el amor, Julie, y espero que esta noche... ambas tengan el suyo -aseguró, antes de ser interrumpido por una chica pelirroja que antipáticamente le decía que se moviera.

Los seguí a ambos y pude escuchar que él le agradecía por ayudarme. La muchacha ni caso le hizo, al contrario, le volteó los ojos y le dijo que lo hacía porque Abril se lo pidió. La verdad, no entendí absolutamente nada hasta que el lugar se empezó a llenar de gente, no cabían. Se supone que tenía capacidad de 19.000 personas y habían superado en creces esa cifra. Los había planificar la logística a medida que trataba de encontrarla, pero Sophi no estaba.

-Me llamo Shantal y lo que vas a ver es algo así como un efecto especial. Yo hago el truco, pero la magia es tuya así que intenta que mi tiempo no se pierda y haz lo tuyo -me dijo la pelirroja, tras bastidores.

Ni la conocía y ya me estaba cayendo mal.

-Guapa, si no aprendes a ser más simpática, ¿cómo esperas hacer nuevos amigos? -intervino una chica de cabello negro, que sin aviso, le estampó un beso en los labios y luego me extendió la mano-: Me llamo Abril y aunque Sophia prefiere estar en silencio, sus dibujos expresan que eres una linda persona.

-Abril, ¿qué te parece si dejas de decirle linda a otra niña que no soy yo?

-Ella es Shantal, parece posesiva, celosa y antipática, pero estamos aprendiendo a ser más amables. Hoy por ejemplo va a ayudarte con Sophi. ¿Verdad, Shan? -Abril volvió a besarla y al parecer solamente con sus besos, la chica conseguía neutralizarse.

Por mi parte creo que ni hablé. Christopher estaba conversando con los que parecían los productores. Me había dejado sola con ellas. Una era fría y la otra, más agradable. Ambas hablaban de que iba a hacer algo, pero no tenía idea de a qué se referían. Lo único que sabía es que tenía un tatuaje en mi espalda y no quería tener solo tinta, quería tenerla ella y que fuera más que un simple recuerdo.

-¡No tengas miedo! Lo único que puede pasar es que mueras y en cualquier caso... ¡sería una gran historia! -la chica de cabello rojo me miró con malicia y supongo que mi cara debió ser un espanto porque solamente de verme, no pudo contener la risa-. Que es broma tonta, por algo tienes a la mejor. Si Christopher no fuera mi amigo hombre favorito y Sophia no estuviera tan triste... probablemente no te ayudaría, digamos que estás de suerte -sonrió.

-Vete con Shantal y recuerda que poco importa qué pase, lo que Sophia decida no depende de ti, pero este día y lo vas a hacer por ella eso sí que es amor. -Antes de que pudiera agradecerle o llorar, o decirle que no sabía por qué estaba nerviosa... empezamos a escuchar la música.

El xifinity center estaba repleto de gente. Nunca había visto a tantas personas. Todos y cada uno de ellos tenían la cara pintada con el significado de renacer. Y no era mi estilo ese tipo de protestas, pero sentí curiosidad y orgullo. Un profundo orgullo porque Sophia había conseguido su lugar.

Summer of 69 -Bryan Adams

Comenzó la apertura del concierto y fue entonces que entendí que era más que un concierto. Sophia y Aaron estaban en cada lateral. Suspendidos en el aire por los mecanismos de cuerdas, pintando en lo que parecían unas telas florecientes. Ella, con la rapidez e inspiración acostumbrada estaba haciendo un dibujo que reconocía: "universo para dos".

Estaba allí por ella y sea cual fuera su respuesta no me iba a ir hasta decirle que no quiero ser su última canción, ni su último "te amo", que todavía me hacen falta muchísimos más.

Podría decirles qué fue lo que sucedió, pero esta historia nació para estar impresa. No sólo en papel sino en el alma de cada uno de nosotros. En cada universo paralelo, en aquellos instantes donde somos pura depresión y necesitamos de alguien que nos ayude a valorar la vida.

Si has acompañado mi historia te mereces saber que conseguí el gran sueño del que hablaba mi abuela. El mismo sueño que Sophia también mencionó. Y como dijo Christopher: "Como fluyen los ríos, fluiremos nosotros hasta la eternidad. Así que disfruta y ríe mientras puedas porque tal vez mañana tu energía no tenga forma humana". Eso hice y lo que pasó luego del concierto, lo sabrán después.

Ella está completamente rota
porque su molde no es de este mundo.
Y yo tengo la manía de mostrarle
que es lo más especial.

El abismo vive en sus ojos,
pero también las alas.
Con ella aprendes a volar,
y también a perderte.

Con ella deja de dar miedo,
por ella, te preparas para buscar.

NOTA DE AUTOR: Si llegaste hasta aquí es porque eres parte del gran sueño. Si quieres saber qué pasó después del concierto, espera hasta diciembre 2019 o enero 2020 y en el libro físico podrás descubrirlo. Por ahora, imagínense qué creen qué pasó. ¿Julie consiguió ayudarla a recuperar su voz?

No tengo palabras para agradecerles. Los quiero mucho. Gracias a todos los que han estado para mí. A los que me apoyan desde el inicio y a los que acaban de llegar. Christopher es el protagonista de mi segundo libro: "Amor a cuatro estaciones". Shantal y Abril son las protagonistas de mis libros: "Quinientas veces tu nombre" y "Mil razones para quedarme" saga renacer. (también son mi pareja favorita aunque creo que van empatando con Julie y Sophi).

Si quieren saber más de mis historias o de mis libros www.nacaridportal.com.

Es la primera aventura que tengo por esta aplicación. Debo confesarles que ha sido emocionante. Siempre tengo muchas cosas por decir en la nota de autor y cuando me toca escribir me quedo sin palabras. Creo que estoy emocionada, triste y feliz. Triste porque me enamoré de esta historia, feliz, porque el renacer continúa y lo estamos haciendo juntos.

El capítulo extra y las ilustraciones de Sophia saldrán en el físico. Mi gran sueño es lograr la casa hogar y espero, tengo la certeza, de que con este libro y sus ganancias por fin lo lograremos. Somos muchísimo más que el dinero y es lo que hacemos con él y lo que nos define. Podemos perdernos, podemos equivocarnos, podemos fallar, chicos. Se puede, pero después de eso tenemos que encontrarnos. Buscar adentro, retarnos y saber que es posible.

Por un tiempo creí con todas mis fuerzas que podía cambiar el mundo. Luego, fui apagándome en lo cotidiano, los libros son mi vida pero caer en la trampa social puede ser peligroso. La editorial, los viajes, libros, full trabajo, llegué a perderme en lo que no quiero. Pero con este libro volví a conseguir mi voz y llegué a la esencia por la que empezó todo. La saga renacer, la conexión con Christopher, nada de eso estaba planificado. Esta historia ha sido mi renacer y creo que "Mil razones para quedarme" no hubiese quedado tan Hermoso si en paralelo no hubiese estado haciendo este.

PD: les prometo que el capítulo del concierto los dejará así miren: 🤤🤤🤤🤤🤤🤤🤤🤤🤤🤤

¿Dónde están los que me ayudarán a hacer la tarea de inglés? 🙄😏😏😏

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