—¡Buenos días, pequeña dormilona! — Justin murmuró mientras observaba dormir a Emily, quién bostezó y después abrió uno de sus globos oculares grises. — Programé nuestro vuelo a Nueva York, dentro de media hora saldremos.
—¿Qué? — Emily preguntó asombrada. — Pensé que era alguna broma tuya.
—Sabes que nunca bromeo. — suspiró — Me preocupo por tú seguridad, Em.
—No pasará nada malo, podemos esperar más tiempo para mudarme a Nueva York. — suspiró.
—Emily, por favor. — rodó sus ojos — Entonces toma el vuelo como alguna cita conmigo.
—Hemos tenido varias citas, Justin. — sonrió y se levantó de la cómoda cama para dirigirse al baño y lavar sus dientes. Al realizar el proceso observó como Justin la observaba completamente atontado, sonrió por eso. — Aceptaré con una condición.
—La que quieras. — sonrió y de nuevo apareció ese brillo en sus ojos.
—Me contarás cada una de tus relaciones sentimentales mientras estaba alejada de ti. — suspiró.
—Te contaré todo. — sonrió.
Emily asintió y empujó a Justin afuera del baño ganándose una mirada de confusión por parte de Bieber.
—Tenemos un vuelo en media hora, ¿no crees que debería de asearme? — sonrió.
—Déjame bañar contigo. — propuso.
—¿Qué? —sonrió y negó. — Ni loca, ahora ve y utiliza el baño de invitados.
—Eres una completa... — Emily enarcó una de sus cejas y Justin se calló de inmediato. — Iré a bañarme, te espero abajo.
Emily asintió y sacó sus prendas de su cuerpo quedando totalmente desnuda, suspiró antes de introducirse en la ducha no pudo evitar a Justin bañándose con ella, a Justin siendo su novio, a Justin haciéndole el amor por segunda vez... ¡Mierda!
Salió del interior del baño envuelta en la toalla y observó a Justin buscando uno de sus boxers negros en uno de sus cajones. Abrió sus ojos enormemente y sonrió algo nervioso.
—Disculpa. —carraspeó — Se me quedaron mis boxers y no saldré a la calle expuesto de esa manera.
—Lo has hecho. — Emily sonrió y sujeto con fuerza el nudo de su toalla.
—No es cierto. — sonrió.
Emily negó divertida y buscó en su bolso Louis Vuitton algún outfit que combinará con salir al aeropuerto y tomar un vuelo de pocas horas, al hacerlo giró a observar a Justin quién no dejaba de quitarle la mirada de encima.
—¿Se te perdió algo en mi trasero? — se burló.
—Eres tan odiosa. — susurró.
Emily se encogió de hombros y comenzó a colocarse sus bragas, pero unas manos fueron más rápidas y envolvieron sus curvas definidas. Sintió su corazón acelerarse y una corriente eléctrica recorrer su espina dorsal. Observó esos ojos mieles que la veían con deseo y amor. Humedeció sus labios y trató de hablar pero Bieber fue más rápido.
—Déjame, por favor. — suplicó.
Emily asintió y el nudo de su toalla desapareció dejando ver sus pechos al descubierto, la mirada miel de Justin viajó por esa zona y brillaron más de lo normal. Humedeció igual sus labios y en un par de segundos su boca capturó uno de sus pezones haciéndole sentir mayor deseo, dejó que éste comenzará a masajearle con su mano su otro pecho y comenzó a dejar que varios suspiros y gemidos se escaparan.
—Eres perfecta, Em. — murmuró mientras liberaba el pecho de Emily y comenzaba a repartir besos por su vientre haciendo que la piel de Emily se erizara. — Dicen que cuándo una piel se eriza es de esa persona, ¿sabías?
—Mierda, Justin. — gimió.
Jugueteó con el elástico de sus bragas por varios instantes, hasta que decidió bajárselo y dejar al descubierto su perfecta intimidad. Recorrió con su lengua la zona y comenzó a gemir mientras Justin le prestaba toda su atención a la intimidad de Emily, está agarró con fuerza su cabello tirándolo, se estaba sintiendo en la gloria a causa de Justin y su experta lengua.
Volvió a subir y en menos de un segundo esos rosados labios con sabor a su perfecto fluido devoró sus labios. Los brazos de Emily se aferraron a su cuello y minutos después le sacó su camisa de color negra. Y en cuestión de minutos más tardes, ambos jóvenes deseosos se estaban entregando el uno al otro provocándose miles de sensaciones en sus cuerpos.
—Después de tanto tiempo... —murmuró Justin — Pensé que nunca te volvería a tener de está manera, cielo.
—¿Qué va a pasar después, Justin? — preguntó en medio de su respiración entre cortada, acaba de tener uno de los mejores orgasmo que había tenido en sus veintiún años.
—No va a pasar nada. — murmuró y el corazón de Emily comenzó a agrietarse. Justin sintió eso y en cuestión de segundos depósito un corto beso en sus labios — Me refiero a que las cosas entre los dos no cambiarán, no quiero que pase eso, Em. Me siento tan bien como estoy contigo, aunque quiero que formalicemos las cosas, quiero decirle al mundo que soy completamente tuyo y que tú eres completamente mía, Emily.
—Tengo miedo a que me abandones de nuevo, Justin. — murmuró.
—Em, no pasará. — aseguró — No después de todo lo que siento por ti.
—¿Qué sientes por mí? — preguntó insegura. Su corazón le decía que aceptara en tener una relación con él, pero era su mente en ese preciso instante quién le jugaba una mala estrategia, gritaba a mil vientos que Justin volvería a abandonarla, y no todo lo que estaba pasando era color de rosas.
—No tengo explicación para eso, pero lo único que te puedo asegurar es que para mí eres como ese diamante que siempre he querido tener. — suspiró —Dame una oportunidad, por favor.
—Justin...
—Nena...
—¡Mierda, el vuelo! — Emily gritó mientras observaba el tiempo que marcaba su teléfono.
—Iremos en mi avión privado, podemos demorarnos unos minutos más. — suspiró.
—De acuerdo. — asintió.
—Te dejaré para que te organices. — Justin se alejó del cuerpo de Emily y éste al instante sintió el vacío y el frío a consecuencia de su separación con Justin. —No te demores.
—Justin... — suspiró.
—Te espero en la camioneta.
La observó por última vez y salió de su habitación dejándola de nuevo sola. En ese preciso momento se sintió de nuevo cuándo fue abandonada por Justin. Buscó su braga y en menos de diez minutos tenía más de la mitad de sus prendas en el lugar correcto.
👼🏻🦋🖤
—Hemos llegado. — murmuró.
—De acuerdo.
Ambos bajaron del interior del avión privado, siendo dirigidos hacía la camioneta contratada por Justin para llevarlos hasta el Hotel Plaza.
El silencio espeso que habían entre los dos era demasiado incómodo, Emily sacó su teléfono y observó un par de mensajes de su amiga Romee y otro de un número desconocido.
Romee🦋: eres una traicionera.
Romee🦋: ¿cuándo me invitarás a tus viajes con Bieber?
Romee🦋: deberías de ver los portales de noticias. No paran de hablar sobre ti y Justin.
Em🦋: ¿que dicen? No puedo ni salir unos minutos con alguien porque ya hay miles de rumores.
Terminó de escribir sus mensaje hacía Romee y salió del chat para revisar el del número desconocido.
Desconocido: no sé cómo más encontrar el modo para contactarte, quiero pedirte perdón. Estoy en Los Angeles de vuelta con ganas de hablar contigo y Jason. En serio, Em. Discúlpame.
Sabía de quién se trataba y decidió ignorarla, todavía no se encontraba con su corazón completamente sano para decidir enfrentarla, además no se encontraba en Los Angeles.
—Compartiremos suite. — informó antes de bajarse de la camioneta y dejarla en su interior sola.
Suspiró y espero unos cuántos minutos para salir del interior. Viajó hacía dónde se encontraba uno del personal de seguridad de Justin.
—Venga conmigo. — murmuró.
Asintió y comenzó a seguirlo hasta llegar a la suite presidencial dónde se encontraba Justin hablando por teléfono, lo ignoró y decidió caminar hasta la habitación dándose cuenta que había una cama matrimonial y otra sola, dormiría allí después de todo.
Sintió su teléfono vibrar dándose cuenta que tenía un mensaje de Nikolay.
Nikolay: no sabía que estabas saliendo con el cantante ese. Pensaba invitarte a salir esta noche.
Emily sexy: que pena. Estoy en Nueva York, ¡la próxima!
Suspiró y salió al balcón a observar la ciudad que nunca duerme, se sentía tanta paz en ese lugar que no se dio cuenta que estaba por cumplir una hora ahí observando cuándo unas manos se posaron en sus curvas y después una respiración caliente chocó contra su cuello.
—No puedo más. — susurró.
—¿Mmm? — suspiró.
—No puedo seguir así, Em. — negó — No puedo estar así sabiendo que no quieres estar conmigo por temores absurdos. Verte alejada de mí me rompe demasiado el corazón.
—Sí quiero estar contigo. — confesó.
El corazón de Justin se aceleró y este sintió que casi se sale de su caja torácica, suspiró y en un descuido volteo a Emily dejándola en frente suyo.
—Repítelo de nuevo. — ordenó.
—Quiero ser tú novia, Justin. — suspiró y elevó sus manos para tomar su cuello y sentir como esos labios devoraban su cuello — Quiero tenerte sólo para mí, quiero hacer... Mhm, Justin.
—Mierda, nena. — murmuró.
—Quiero hacer el amor contigo. — suplicó.
—También quiero ser tú novio, Em.
Y después de esas confesiones de amor de los dos, volvieron a entregarse por completo dándose placer mutuamente.