Dime lo que quieres.
Sus ojos me miran tan profundamente que parecieran sonreír.
-Dime lo que quieres de mi-. Por fin hablo y ella en respuesta toca mi rostro y se acerca más a mi.
-¿Que crees que quiero?-. La miro aún más profundamente. Ella acerca su rostro a mi y quedamos separados por centímetros estando en mi cama.
«En el baño y ahora así.»
No me muevo por su cercanía.
«Tu eres el que esperas algo de ella.»
- No se lo que quieres-. Termino y vuelvo ha cerrar mis ojos y con ellos formo mi barrera, pero no entiendo por qué aún cerrados me veo en ella.
- Yo tampoco lo sé-. Tocamos nuestras narices.- Pero se lo que quiero ahora, en este momento.
Sus labios se juntan con los míos y quedó anonadado, el calor enciende mis mejillas y la sangre se pasea por mi cuerpo rápidamente. Sus labios se pasean por los míos con un ritmo pasivo, tanto así que me parecía demente.
- Lucas-. Susurra y yo abro mis ojos nuevamente .- Esto es lo que quiero ahora.
Su mano me toca el cuello.
- Lucas estoy hablando encerio-. Me mira seriamente.
Trago fuerte con un respiración pesada.- ¿Que es lo quieres en este momento?.
- Lucas sientate-. Ordena saliéndose de la cama.
Ante su repentina orden, como puedo ceder, asi que, como puedo me enderezó a la misma posición en que estaba antes de que ella entrara. Antes que lo desordenara todo, en guardia para que nadie entre en lo que ella ya ha entrado.
Ya en posición ella me mira desde el frente de mi cama parada. Su mirada se ve profunda tanto que no parece ella, recuerdo que no tengo la camisa puesta y me avergüenzo.
Pensara que soy un chico débil escuálido, horrible. Me conocerá como soy. No quiero eso.
Rápidamente cierro los ojos, de que me sirve tapar lo que ya ha visto. Los ojos son la ventana al alma y ya es mucho de que haya visto mi cuerpo, no dejare que vea mi interior.
Siento como de apoco se acerca de nuevo a mi lado pero sin estar en la cama. Mi respiración se agita mucho más cuando la siento agarrar el borde de la sabana. De repente la sabana no me cubría y mi parte inferior y mis pies yacían al descubierto.
Mis ojos no se han abierto y no pienso hacerlo, no quiero.
Sus manos se pasean desde mis hombros a mi pecho hasta llegar cerca mi pelvis de apoco tocan al rededor de esa zona y me erizo entero.
«¡Ho señor!»
No se lo que hace pero a mi cuerpo le afecta, no hace más que pasar sus manos suavemente por mi torso y eso me deja extraño. Todavía con los ojos cerrados mi cuerpo se encorva mi cabeza se alza hasta tocar la pared de detrás.
Siento que de apoco va bajando el borde elástico de mi pantalón. Me alarmó. Me verá, no quiero que me vea.
- No lo hagas-. Dijo en angustia abriendo mis ojos y tomando su mano antes de que llegara a hacer lo que posiblemente creía que haría.- Todo menos eso-. Termino en un estado agitado.
- ¿Qué crees que haré?-. Me pregunta y su sonrisa vuelve aparecer ante mis ojos. Talvez ya la tenía, capaz que desde el principio haya sonreído, pero eso no quita mi angustia.
- Solo no lo hagas-. Digo avergonzado soltando su mano.
- ¿Que hago entonces?-. No digo nada.
- Lucas ¿que hago?-. Vuelve a insistir.- Lucas dime ¿qué quieres que haga?-.
- Yo no sé-.
- Lucas dime que quieres que haga-.
- Yo no sé-.
- Lucas-.
Su insistencia me agobia al punto de asustarme. ¿Que quiero que haga?. Ni siquiera yo se lo que quiero como sabré lo que quiero en ella.
Mi angustia parece ser un chiste delante de ella, porque de sus labios se emite una carcajada.
- Yo sé lo que quieres-. Se acerca a mi lentamente.- Te encuentras estancando en una celda-. Se sube a gatas en mi cama.- Te ansia salir-. Estira su brazo y apaga la lámpara a mi lado.- Te sientes solo en ella-.
Estando lo suficientemente cerca, pone sus piernas a horcajadas sobre mi y lentamente queda sentada en mi regazo.- Y lo sabes bien-.
Respiro profundamente.
- Yo seré tu llave-.
Con esas palabras ataca mis labios agresivamente. Sentí el choque de mis labios con mis dientes por su fiereza, tanto asi que mi boca ahora sabe a sangre, no me incomoda pero no se que hacer ante su beso, me confunde nunca lo e hecho, no se donde deben ir mis manos no se si tocarla o moverme asi que me quedo quieto, si no hago nada no puedo fallar.
Su beso para de repente y yo me pregunto porque.
- Dejate llevar Lucas-. Me dice con una mirada fija en mi.
- Yo-. Tartamudeo.- Yo realmente no se que hacer-. Me altero no quiero fallar ante ella. No con ella.
- Lucas-.
- Solo dejame-. Digo en escusa-. Yo se hacerlo es solo que...
- ¡Cállate Lucas!-. Me grita y yo hago caso.- Déjamelo ami-. Me susurra y yo asiento rápidamente.- Rescuestate un poco-. Manda y lo hago.
De apoco esta se saca el tipo de suéter negro que tenía y cierro lo ojos para no verla.
- Ábrelos Lucas-. No lo hago. Siento que su cadera se mueve y mi cuerpo comienza reaccionar, un tintineo tiritante en mi parte baja, se lo que es no soy idiota.- Lucas ábrelos-. No le hago caso de nuevo y vuelve a moverse, mi cuerpo en reacción se encorva.
-Lucas-. Siento que susurra. Su voz me estimula, me cambia, me debilita-. Separa tus labios Lucas-.
Segundos después siento su lengua lentamente adentrándose en mi boca, quiero seguir el beso ahora con más confianza, creo que ahora si se lo que quiero. Sus caderas se mueven sobre mi como en un zigzag. Trato de tocar su cuerpo con mis manos pero ella las detiene con las suyas. No me permite tocarla, al contrario las toma y las lleva por encima de mi cabeza dejándome a su merced.
Mi cuerpo caliente se agita quiere más pero siento que ella tiene más fuerza, sus manos no me sueltan y anzío tocarla.
Trato de alzar mi boca para sentir la suya más de cerca. Me duele el cuerpo de impotencia, mi otro yo se levanta y de alguna forma quiero más.
Mi respiración se ve agitada, cada suspiro al exhalar suena como un gemido ronco que viene de mi, lo causa ella. Mi cuerpo va explotar pero ella no para de moverse.
- Lucas-. Se separa y yo trato de volver a sus labios como un adicto, pero ella me para. Sus manos siguen aferrando las mías por encima de mi, me tiene en cautiverio. Pega su torzo al mío, su pecho se pega al mío, la siento.
Me mira de forma altanera, viendo como sigo agitado. Pega su boca a mi cuello y deja besos húmedos. Desde hay sube hasta mi oreja.
- Dime que quieres Lucas-. Comienza a moverse sobre mi aún más rápidamente.
-Lucas dime que quieres-. Sigue aún más fuerte y aunque trato de responder mi cuerpo no lo hace, solo saca gemidos roncos, como si fuera un pervertido.
- Lucas dime-. No puedo responder, torso se encorva, va a salir, lo se, falta poco.
- Lucas-. Mi cuerpo se calienta ante su voz, me arde, pero ella no para.
- Lucas-. Escucho golpes en la puerta pero a mi cuerpo le falta poco lo sé.
Más.
Más.
Más.
Se agita más y no puedo detenerlo. Simplemente lo expulso.
Abro los ojos, agitado, estoy todo sudado, las gotas en mi espalda se deslizan de apoco hasta llegar al final de esta.
Me hallo acostado en mi cama. La luz oscura parece no haber existido ante la luz solar que fuertemente se cola por mi ventana.
Miro mi cama, esta normal parece no haber sucedido nada, miro mi habitación y todo parece tal cual, nada a cambiado.
Me siento húmedo, toco y veo un líquido blanco que se resbala por mis manos.
« Hay no, por favor no.»
- Lucas-. Escucho a mi madre.- ¿Estas bien?.
- Si mamá no pasa nada-. Digo cansando y un poco irritado mirando el líquido espeso en mis manos.
- ¿Necesitas algo?-. Me pregunta en forma angustiada.
Suspiro limpiando el líquido de mis manos con una parte de la sábana.
- No necesito nada-.
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