Castiel POV
Millhi pensó que estaba ebrio, ella no sabía que era muy tolerante al alcohol, tendría que haber tomado muchísimo para estar ebrio y no lo había hecho, entonces aproveché la situación para invitarla a bailar.
Estábamos bailando muy cerca, podía sentir cada parte de su cuerpo junto al mío, y eso solo estaba aumentado mi deseo por ella, por querer hacerle todo tipo de cosas que involucraban poco o nada de ropa. Joder, esta chica me traía muy mal.
Tome su cintura entre mis manos uniéndola aún más a mí. Millhi me rodeo el cuello con sus brazos, y sus manos acariciaban mi cabello con un poco de desespero. Ella se movía contra mí de una manera caliente y sensual, y ahora solo quería besarle, sentir el dulce sabor de sus labios, me comencé a preguntar si ella me rechazaría si lo intentaba, la forma en que bailaba conmigo y ese brillo en sus ojos me indicaban que al contrario eso es lo que estaba esperando que hiciera, pero no quería dañar este momento con ella, haciendo algo que puede que haga que me odie o se enoje.
Sin embargo, todas esas dudas se esfumaron, en el momento en que sentí sus manos en mi rostro, entendí eso como una invitación y tomé sus labios entre los míos en un beso suave, mis labios se movían con delicadeza con los suyos por más que todo mi cuerpo me decía a gritos que bebiera completamente de ella a través de ese beso, sin embargo, me preocupaba que eso pudiera asustarla.
No separamos un poco y ella me miro y sus ojos decían tanto que simplemente no supe que hacer, por suerte Millhi decidió tomar la iniciativa y agarró las solapas de mi chaqueta para traerme nuevamente a sus labios. Este beso era diferente del anterior, era pasional y hambriento, la tome por completo con mi boca y ella estaba haciendo lo mismo con igual intensidad. Lamí su labio inferior y Millhi abrió su boca permitiendo que nuestras lenguas se encontraran y comenzarán un juego entre ellas, luego, para sorpresa mía, Millhi tomó mi labio inferior entre sus dientes y lo mordió levemente jalándome hacia ella, solté un gruñido excitado, Dios, eso fue malditamente caliente.
-Veo que te emocionaste- Dije totalmente excitado con ella. Deseaba mucho más que simplemente besarla.
-Lo lamento –Dijo sonrojada y eso solo me hizo estar aún más encantado con ella.
-No te preocupes, fue caliente y me gusto- Le dije y volví a besarla apasionadamente, pero esta vez fui yo quién mordió su labio inferior a lo que Millhi soltó un gemido suave parecido a un suspiro, eso solo provocó que la sangre se disparara hacia abajo en mi cuerpo -Me alegra ver que también te gusto, ahora estamos a mano.
Avisamos a Lys que nos íbamos y regresamos juntos al internado, Millhi estaba algo asustada ya que decía que muy probablemente nos estrellaríamos, quería reírme de ella, era simplemente adorable.
Ahora solo tenía que encontrar la forma de decirle a Millhi que no estaba ebrio, ya que sabía que ella probablemente pensaría que no recordaría nada, necesitaba decirle que la bese porque así lo deseaba y después también tenía que buscar la forma de terminar con Debrah, porque quería hacer las cosas bien con Millhi, ya que ese día me di cuenta de que me gustaba, me gustaba muchísimo.
***
Millhi POV
Al entrar al aula ya estaba la mayoría de los estudiantes ahí, incluso alcance a tener un vistazo de Castiel, no quería verlo tanto tiempo porque ese simple hecho hacía que recordara la noche anterior y mi corazón doliera ante eso, estaba bastante segura de que él no recordaba el que fue, para mí, el mejor beso que me han dado en mi corta vida.
Camine hacía el único asiento vacío, que afortunadamente era al lado de Armin, al sentarme sentí que alguien me miraba y pensé que podría ser Castiel, pero no quería arriesgarme a mirar hacia atrás, así que mantuve mi vista al frente.
-Hola Armin –Le sonreí, esperando poder entablar una conversación con él.
-Hola Millhi, que bueno que llegas así la clase no será tan aburrida- Dice al tiempo en que alza su mano para mostrarme el PSP.
-No me voy a poner a jugar contigo en clase -Fruncí el ceño ya que Armin se la pasaba jugando la mayoría de las clases y nunca prestaba atención. Tenía que tomarse las cosas un poco más en serio.
-Millhi, por favor juega conmigo- Puso cara de cachorro, una cara que ya había visto un montón antes, ya que no era la primera vez que me pedía esto.
-Ya te dije que no- Sentencie con tono serio, esperaba que esta vez si hiciera caso a mi negativa y dejara de insistir.
Espere en vano
-Entonces será del modo difícil –Me gire para ver a que se refería con eso. Armin se paró y se dirigió a la silla del profesor parándose en esta y todo el mundo lo estaba observando para ver que iba hacer- Millhi, mi preciosa diosa del juego, nada me haría más feliz que quisieras jugar conmigo, por favor no me quites mi único deseo en la vida –Todos estaban sorprendidos y muchos de ellos incluso se rieron antes la interpretación tan exagerada que había hecho, también escuché un bufido de molestia, y aunque quería girarme para ver si se trataba de Castiel, nuevamente no me quería arriesgar a mirar hacia atrás y encontrarme con su mirada.
Por lo tanto, decidí resolver un problema a la vez, y ahora el más urgente era el de Armin. Me levanté de mi silla y me dirigí a la silla del profesor donde Armin aún se encontraba parado.
-¿Pero qué diablos estás haciendo? –Le espeté enojada. Armin se baja de la silla para acercarse a mí.
-Te dije que quiero que juegues conmigo en clase –Dice sonriendo como si no me hubiera hecho pasar vergüenza hace tan solo cinco segundos - O claro también puedo volver a subirme a la silla del profesor y....-Antes de que volviera hacer una estupidez, tome el brazo de Armin y lo jale de nuevo hasta nuestros asientos.
-Está bien, lo haré, pero no vuelvas hacer eso –Dije ahora resignada.
-Está bien -Me contesta conuna sonrisa de oreja a oreja, orgulloso de haber logrado su objetivo
Después del show que hizo Armin, el profesor llegó y ambos regresamos a nuestros asientos. Como me la pase jugando toda la clase con Armin, ninguno de los dos estaba prestando atención a lo que él estaba diciendo, al final se dio cuenta de eso y nos regañó, por suerte para ambos solo fue una advertencia y no nos castigó.
Al salir del aula me dirigí al fondo del pasillo donde me encontré con Ámber y su séquito, ninguna parecía muy contenta de verme, sobre todo Ámber, literalmente podía ver la furia destellando en sus ojos.
-Justo a quien estaba buscando
-¿Y ahora qué quieres rubia? –Dije a sabiendas de que esta conversación no iba a terminar nada bien.
-Quiero que te alejes de Castiel, perra -Estaba segura que la sorpresa era evidente en mi rostro. Si, yo sabía que Ámber estaba colgadita de Castiel, pero no entendía por qué me estaba saliendo con eso a mi, ella sabe perfectamente que Castiel ya tiene novia, y eso solo me hizo pensar en el beso, no pude evitar sentir un poco de culpa, ya que sabía que no estuvo bien lo que hicimos.
-Primero que nada, no vienes aquí a llamarme perra solo porque se te da la gana, hay que tener algo mínimo de educación Ámber –Sonreí al ver la molestia en su rostro debido a mis palabras - Y segundo, que yo sepa tú y Castiel no son nada, así que no vengas a imponerme cosas de las que no tienes el derecho, y tercero Castiel ya tiene novia, así que no veo ni siquiera una razón de todo esto
-Ayer por la noche los vi a ambos en la discoteca, vi como bailaban y no hay que tener más de tres dedos de frente para darse cuenta que no era un simple baile de amigos, era mucho más intimo -Fui un asco al disimular la sorpresa en mi rostro ante el comentario de Ámber, nunca me imagine que ella nos haya visto, por lo menos no vio el beso, o sino, ya lo hubiera mencionado -Así que no se tú, pero a una chica que se mete con un hombre que ya tiene novia solo puede llamársele zorra
-Estas malinterpretando todo, solo estábamos bailando, nada más
-Me preguntó si Debrah pensaría lo mismo -No iba a caer en la trampa de Ámber, ella quería que le pidiera que no hiciera eso y por lo tanto eso significaría que si había algo que ocultar, y sí, lo habia, pero ella no tenía porque saberlo.
-Has lo que quieras Ámber, no tengo nada que ocultar –Dije y luego me dispuse a marcharme, pero al parecer ella no habia terminado.
-Ni lo creas. Tú no te vas así como así –Charlotte y Li me toman cada un brazo y Ámber se para frente a mi y dispara su mano contra mi mejilla derecha. Sentí la cachetada de inmediato y realmente no estaría sorprendida si tuviera su mano marcada en mi mejilla, ardía horriblemente.
-¿Estás loca? Suéltame –Grite y agite mis brazos para que me soltaran y estas así lo hicieron, en ese mismo momento Ámber me empujo y caí en el piso donde había unos pedazos de vidrios rotos, me corte la palma izquierda con uno de ellos. La herida no parecía profunda, pero si estaba sangrando bastante.
-Vayámonos -dijo Ámber al ver que mi mano sangraba, pero yo no le presté mucha atención a eso, ahora solo podía pensar en la manera de vengarme de esa zorra de mierda.
-Millhi... ¿Qué te pasó? –Escuché una voz familiar a mis espaldas y al girarme reconozco quien me había hablado inmediatamente.
-No paso nada Lys, estoy bien –Dije mientras me levantaba y me acercaba un poco más a él.
-Pero tu mano está sangrando –La voz de Lys sonó asustada y se notaba a leguas que estaba preocupado, tomó mi mano entre la suyas examinándola.
-Sí, eso parece -Dije de manera indiferente porque realmente eso era lo último que me importaba en este momento.
-Tenemos que ir a que te curen –Sin darme tiempo a discutir, Lysandro coge mi mano para llevarme a la enfermería. Lo seguí sin rechistar porque en parte sabía que tenía razón, por lo menos debía ir para que me limpiaran.
La enfermera me atendió apenas llegamos. Desinfectó mi mano y luego la venda para por último decirme que tenga más cuidado, obviamente mentí acerca de lo que me había pasado realmente. No quería más problemas por hoy y mucho menos tener que dar explicaciones. La enfermera se va y dice que espere, pues me va a traer unos medicamento para que mi herida no se infecte.
De pronto tres personas más entran a la enfermería, primer vi a Mirajane y a Rosalya, ambos lucían preocupadas, imaginaba que Lys les había enviado un mensaje para avisarles lo que había pasado, agradecía el acto, pero, más personas supiera, significaba que debía dar más explicaciones. Por último y lo que me causo más sorpresa fue ver que la tercera persona que había entrado era Castiel, la persona que menos deseaba ver en este momento.
-¿Cómo estás Millhi? –Dicen Rosa y Mira al unísono.
-Estoy bien, no tiene porque preocuparse, fue solo una simple cortada
-¿Quién te hizo esto? –Castiel se acercó estando a solo unos centímetros de mí. La expresión en su rostro me hizo retorcerme un poco, estaba completamente enojado, sin embargo, también pude vislumbra preocupación.
Estaba preocupado por mi
Mi corazón dio un brinco en mi pecho ante ese pensamiento.
-Simplemente me caí, sabes que a veces soy bastante torpe –Intenté sonar lo más convincente posible, esperaba que sirviera de algo, pero lo dudaba.
-No me creas tonto, sé qué alguien te hizo esto y quiero saber quién fue -Su voz era amenazante, y sabía que ese tono no era para mí, sino, para quien me hizo esto.
-Ya te he dicho que me caí, eso fue todo -Su cercanía me puso nerviosa, así que me levanté de la camilla para dar un poco de espacio entre él y yo.
-Al final voy a terminar averiguando quien fue, y te aseguro Millhi que no va a ser nada bonito para quien sea que te haya hecho esto - Dice esto último y luego se va enojado de la enfermería.
-Creo que lo hiciste enojar Millhi -Comenta Rosa aún observando la puerta por donde había salido, por su expresión pareciese que estuviera intentando descifrar algo.
-Solo le dije la verdad, él no tenía por qué enojarse
-Estoy de acuerdo con Castiel, Millhi. Creo que alguien te hizo esto –Dice Lysandro y realmente no me sorprende que diga esto, ya que él siempre ha sido bastante perspicaz. Suspire resignada sabiendo que era mejor no seguir ocultándoselo
-Está bien, sí, fue Ámber quien me hizo esto, pero por favor no le digan nada a Castiel, parecía muy enojado y realmente no sé de que sea capaz -Sinceramente no creía que fuera capaz de golpear a Ámber. Sí, Castiel es un chico malo en todo el sentido de la regla, pero no sería capaz de pegar a una mujer, aunque si imaginaba diciéndole una que otra cosa a Ámber y poniéndola en su lugar.
-Está bien- Los tres aceptan y después de asegurar que estaba completamente bien, se marchan y yo también hago lo mismo
Decidí ir a mi habitación y en el camino me encontré con Nathaniel quien parecía algo nervioso, y desviaba su vista de la mía, como si se sintiera culpable por algo.
-Lo siento mucho Millhi
-¿Por qué me pides perdón? –Pregunté extrañada ante su repentina disculpa.
-Por lo que hizo Ámber -No tenía ni idea de como se había enterado Nathaniel de eso, pero si él sabía, puede que Castiel tampoco tardara nada en saber.
-No fue tu culpa, fue de la idiota de tu hermana y en serio lo siento sé que es tu hermana, pero se paso con lo que hizo
-No te preocupes, se lo merece totalmente –De pronto la expresión de Nathaniel cambia y parece que lo de Ámber ya había quedado atrás. Él se me acerca y sonríe aún nervioso- Hay algo que he querido hacer desde hace tiempo Millhi
-¿Qué cosa? -Pregunté curiosa, me preguntó por qué las personas dicen eso, en vez de decir de una vez lo que quieren decir, así solo inspiran sospecha.
-Creo que será más fácil mostrártelo -Nath comienza acercarse y por inercia yo empecé a retroceder hasta que sentí la fría pared contra mi espalda, no podía retroceder más. Nathaniel coloca una de sus manos al lado de mi cabeza y comienza a agacharse lentamente hacia mi rostro. Sabía que planeaba besarme y yo realmente no quería que lo hiciera, pero estaba tan atónita que no sabía como reaccionar.
-Perdón por molestar pero necesito hablar con Millhi -Una voz detiene a Nathaniel de casi besarme y a mi me saca de mi estado de estupefacción.
Esa era una voz que reconocía perfectamente.
-Desde cuando estás ahí –Preguntó Nathaniel enojado alejándose completamente de mi.
-No hace mucho –Castiel se acerca a mí y me abrazó por la cintura, acercándome más a él. Podía suponer que lo hacía para molestar a Nath y estaba resultando bastante bien ya que él estaba prácticamente rojo de la ira -No te quiero cerca de ella, ambos sabemos que se merece algo mucho mejor -Nath termina por irse enojado, dejándonos a los dos solos en el pasillo.
-¿Por qué hiciste eso? -Me solté de él y me gire para que quedáramos frente a frente.
-Solo te estaba sacando de un problema -Argumentó él como si en realidad si me hubiera hecho un favor, y puede que si me haya salvado de ese beso que no quería, pero, aun así no tenía el derecho de hacerlo.
-De verdad que eres...-Antes de poder terminar él me habia interrumpido.
-Irresistible –Me guiña el ojo y pone esa sonrisa calienta bragas que me vuelve loca, aunque aún seguía bastante enojada con él.
-Iba a decir imbécil y prepotente- Dije sonriendo al ver el ceño de Castiel fruncirse.
-¿Por qué no me dijiste que había sido la idiota Ámber quien te habia hecho daño?
-Porque estabas muy enojado, además no hay nada que hubieras podido hacer
-Habría podido decirle unas cuantas verdades a esa rubia y que te dejara en paz de una vez por todas -Castiel acorta un poco más la distancia entre ambos y su rostro esta totalmente serio -¿Por qué no entiendes lo muy preocupado que estaba por ti?
-Ahora estoy bien. No es necesario que hagas nada. No necesito más problemas - Sus palabras me habían llevado de nuevo a la noche anterior, sus manos en mi cintura atrayéndome hacia él y el recuerdo de un beso que se metió en cada parte de mi cuerpo y mi corazón -Me voy a mi habitación. Gracias por preocuparte, pero en serio estoy bien
-No, espera, quería hablar de lo que paso anoche en la fiesta
-Solo bailamos. No pasó nada, si es eso lo que te preocupa –Esto era lo último de lo que quería hablar, simplemente quería irme a mi habitación y dormir como un oso.
-No, quería hablar del... –Antes de que él terminara comenzó a sonar su celular.
-Contesta, no te preocupes por mí -Castiel dudó por un momento antes de sacar su celular y comenzar hablar con quien sea que estuviera al otro lado de la linea.
-Hola gatito – No tarde mucho en averiguarlo ya que la voz de Debrah se escuchó bastante fuerte a través de interfono.
-Hola Debrah...Si...También te extraño...No ¿Pasa algo?... Me alegro por ti...Sí, lo sé...
Me fui antes de que él colgara, no tenía ni un poco de ganas de escuchar más de esa estúpida conversación, al llegar a mi habitación Mirajane se encontraba ahí y me sonrió con inocencia, sabía que esa sonrisa siempre traía segundas intenciones.
-Tengo que pedirte un favor Millhi
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Espero que les guste este episodio, lo hubiera subido antes pero tenía muchas tareas
Disfruten el episodio.
Besos sabor Castiel.