Una Black de ojos violetas ➳...

By LuisaLane-

506K 38.9K 12K

El día que Isadora Joanne Black vino al mundo, no sabía con lo que se iba a encontrar. No sabía que la magia... More

Prefacio (Aclaraciones)
Introducción
𝗔𝗖𝗧𝗢 𝟭
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
𝗔𝗖𝗧𝗢 𝟮
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
𝗔𝗖𝗧𝗢 𝟯
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
𝗔𝗖𝗧𝗢 𝟰
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
𝗔𝗖𝗧𝗢 𝟱
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
𝗔𝗖𝗧𝗢 𝟲
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
𝗔𝗖𝗧𝗢 𝟳
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
𝗘 𝗣 𝗜́ 𝗟 𝗢 𝗚 𝗢
♡ Gracias ♡

Capítulo 6

8.3K 687 157
By LuisaLane-



El timbre de fin de clases sonó y se esparció un gran barullo en el aula. Todos estaban apurados por juntar sus cosas y marcharse de allí lo más rápido posible, al igual que pasaba siempre con todas las clases a las que estaba asistiendo. Solo unos pocos se interesaban por quedarse a aprender y no salir volando hacia los terrenos o a quien sabe dónde.

— ¡Potter, ven aquí! ¡Me debes algo! —gritó la pelirroja de Lily Evans mientras salía disparada detrás de su futuro esposo James Potter, quien acababa de desaparecer por la puerta del salón como un rayo.

A veces, cuando yo estaba de buen humor, me encantaba ver el drama que surgía en esa peculiar parejita. Pero sólo a veces.

Junté mis cuadernos y los guardé dentro de la mochila. La coloqué en mi espalda y salí fuera del aula de defensa contra las artes oscuras, seguida de George que esperaba por mí.

— Todavía no entiendo qué sucedió ayer —murmuró él un poco confundido— ¿Qué hacías en mi cama?

— James y Sirius me encerraron en la habitación —repetí por quinta vez en lo que quedaba del día.

— Si pero ¿Qué hacías en nuestra habitación?

— Fui a buscar una pulsera de Lily que la tenía James.

— ¿Y por qué la tenía James?

— ¡George! ¡Deja de preguntarme todo un millón de veces! —Refunfuñé— Lily tenía una pulsera que James le robó a propósito y ayer a la noche ella iba a hacer un escándalo si se la pedía, entonces me ofrecí a ir yo —dije rápidamente— terminé encerrada en su habitación y no me dejarían salir si no me quedaba toda la noche ¿Capisci?

— ¡Ah! —Exclamó George— ahora entiendo todo. Y ya que estabas ahí quisiste aprovecharte de mí y dormir con esta belleza —se pasó las manos por el pecho— te entiendo ¿Quién no quisiera dormir conmigo?

— No hubiera dormido con ninguno de los otros cuatro George...

— ¿No sería genial que le dijeras a tu tío que no quieres nada con él? —susurró.

— ¿Y romperle el corazón? —Negué con la cabeza— no es necesario.

— Claro entonces, dejemos que él se enamore de ti para luego en el futuro conocer a una sobrina que tiene la misma personalidad, la misma cara, el mismo nombre, los mismo ojos violetas ¿Crees que no se daría cuenta?

— Bueno, está bien. Cállate George —dije golpeándolo en el brazo— se lo intentaré decir de alguna forma.

— ¡Gracias! Por fin comprendes —se tocó el brazo— y deja de pegarme.

— Jamás —sonreí— me encanta hacerlo —George pasó su brazo por mi hombro y seguimos caminando abrazados, hacia la sala común de gryffindor. Amaba que hiciera eso.



— Parece que la pasaste bien ayer —dijo Lily apenas me vio atravesar la puerta de la habitación de mujeres. Se encontraba leyendo una revista recostada sobre su cama, aunque la dejó segundos después de que hablara.

— ¿Qué? —pregunté sin entender— ¿Por qué?

— Pues no viniste a dormir a la habitación.

— Ah, eso —dije recostándome en mi cama— James y Sirius me tendieron una trampa. Yo lo llamaría de cualquier forma menos pasarla bien.

— Y empeoraste mucho más mi situación —se cruzó de brazos— gracias.

— ¿Lo empeoré? —Dije alzando una ceja— no era mi intención, quise ayudar.

— Ahora James dice que no me devolverá la pulsera hasta que salga con él y es tu culpa. No sé qué habrás hecho que —la interrumpí.

— Mi culpa no es. Tú arregla tus problemas con Potter, no me metas en el medio. Yo intenté ayudar.

— Bueno, no has hecho un muy buen trabajo.

— ¿Sabes qué, Lily? —Me levanté de un tirón de la cama y la miré, enojada— Sirius tiene razón, eres insufrible. Si no fueras tan creída verías que James Potter en realidad es un buen chico, con buenas intenciones —la pelirroja me miró con la boca abierta, con cara de ofendida. Supuse que no se esperaba que alguien le contestase así, menos que esa persona fuera yo— me obligaste a ir y salieron mal las cosas. Ahora no te quejes.

Volví a recostarme, esta vez agarrando la almohada con ambas manos y apoyando mi cabeza allí. Apreté los dientes con fuerza, sin darme cuenta. Yo no era de contestar de mala forma ni tampoco tenía ataques de enojo, pero Lily Evans ya me había puesto a prueba de que sí podía llegar a explotar.


— Tienes razón. No ha sido tu culpa, lo siento —la escuché susurrar desde su cama— además creo que ese fue el plan de James desde un principio —se rió despacio.

Hubo una pequeña pausa, donde reinó el silencio entre las dos.

Hubiese deseado que Leanne entrara en ese momento al cuarto hablando con su típica voz subida de tono, solo para que destensar el ambiente que se había creado gracias a nosotras dos.

— Él sabía muy bien que esa pulsera significaba mucho para mí y haría lo que fuera para recuperarla —la escuché murmurar por lo bajo.

— Espera... entonces —alcé mi cabeza para establecer contacto visual con Lily por unos segundos— ¿Eso quiere decir que aceptaste salir con él?

— Si... bah, no —se corrigió— en realidad todavía no. No se lo dije pero algún día lo haré —me miró con los ojos más abiertos de lo normal. Eran tan verdes que parecían una gema— no se lo cuentes por favor.

— No, claro que no, es asunto de ustedes —sonreí— es un avance por lo menos.

— ¿Un avance? ¿Avance a qué? —Arrugó la nariz— jamás seré algo de Potter.

— Digo, que es un avance que aceptes que salir con él es la única solución para recuperar tu pulsera —me corregí.

— Ah —dijo mirando hacia la ventana— claro, eso.

— Dale una oportunidad —volví a recostar mi cabeza en la almohada— Cuando logras conocerlo es diferente. Apostaría lo que sea a que ustedes dos se llevarían de maravilla si tan solo se conocieran mejor.

— Podría —suspiró— sé que será difícil pero después de todo él nunca me hizo nada malo como para que le tome tanto odio, en eso tengo que darte la razón otra vez. Hasta me defendió cuando más necesitaba a alguien —se levantó de su cama y apoyada en uno de los doseles, me miró— supongo que todavía le debo un favor por eso, siento como que dejé una cuenta pendiente.

Esbocé una pequeña sonrisa que Lily me devolvió antes de irse del cuarto. 



Entré a la biblioteca y comencé a pasearme por entre las estanterías para ver si encontraba a mi madre. No la había podido ver el sábado ni tampoco ayer y necesitaba hablarle. Si quería comenzar una amistad fuerte y duradera –al menos en el tiempo que estaría yo aquí- faltando a nuestros encuentros no era la mejor manera de hacerlo.

Recorrí el final de la sección de herbología y vi una rubia cabellera asomarse por la siguiente repisa. Me aseguré de que fuera ella para terminar de acercarme, pues no quería acabar hablándole a la persona equivocada sin querer.

— Sabía que te encontraría por aquí —le dije a la chica de ravenclaw.

— Isadora —levantó la vista del libro del cual estaba leyendo su contratapa— ¿Qué te sucedió el otro día? No viniste con nosotras.

— Sí, lo siento mucho —me disculpé— es que unos amigos me dieron un recorrido por el castillo y se nos pasó la hora.

— Oh, no hay problema —guardó el libro otra vez en su lugar— es bueno que hagas amistades. Estoy segura que debe ser feo venir a un colegio nuevo y no conocer a nadie, exceptuando a ese chico que vino también ¿Cómo era su nombre?

— George Williams —contesté— todos están siendo muy amables con nosotros. Excepto algún que otro alumno, pero lo demás marcha viento en popa.

— Me alegro por ti —intentó sonreír, pero el labio le temblaba.

— ¿Sucede algo?

— No —contestó con rapidez, negando con su cabeza— no, nada.

— Entonces te dejo con lo que estabas haciendo —dije desconfiada. Sentía que algo le estaba pasando pero no quería contármelo. Tampoco seguí preguntando, no es que fuéramos las mejores amigas del mundo como para que ella me contara sus penas— debo encontrarme con un amigo. Quería pedirte disculpas por lo del sábado, no te vi estos últimos días para decírtelo.

— Es que no me he sentido bien del estómago —se excusó— pero ya estoy mejor. Gracias por preocuparte —se acomodó un mechón de pelo rubio detrás de la oreja— creo que nos llevaremos muy bien nosotras.

— Claro que si —sonreí— nos vemos luego.

Samantha ondeó su mano en señal de adiós mientras yo salía de la biblioteca.

Poco a poco iba haciendo contacto con mi madre. Estaba segura de que llegaríamos a ser amigas en un corto período de tiempo y por fin descubriría de dónde provenía el giratiempo.

Y por supuesto George y yo podríamos volver a nuestra época.

Y quién sabe, tal vez descubría alguna que otra cosa que me interesara también sobre mi futuro. Aunque Dumbledore dijo que no anduviéramos interfiriendo en esas cosas...

— ¿Estaba la chica? —me preguntó Remus apenas aparecí por la puerta de salida de la biblioteca.

— Por suerte si —dije comenzando a caminar hacia la sala común junto a él.

— Que no se te olvide ir este sábado ¿Quieres que te regale una recordadora? —Reí— tal vez así te sea más fácil.

— Gracias Remus pero no me hace falta.

— Claro, no te hace falta porque me tienes a mi ¿No es cierto? —Volví a reírme.

— Sé que si me olvido me lo recordarás —me sonrió— eres muy atento a esas cosas.

— Me gusta que la gente sea cumplidora —afirmé con la cabeza— oye, no creo que sea de mi incumbencia pero —se rascó la nuca— bah, en realidad no lo es pero —lo interrumpí.

— ¿Qué sucede? Dime.

— Pero no te enojes.

— No me voy a enojar —me reí despacio.

— ¿Qué hacías ayer durmiendo con George?

— Era eso —rodé los ojos— nada. Es solo que James y Sirius me jugaron una pequeña broma —volví a contar.

— ¿Ambos te encerraron para que durmieras con alguno de ellos? —Asentí con mi cabeza— como de costumbre, siempre tienen esos planes. Creo que los conozco demasiado.

— ¿Entonces siempre le hacen eso a las chicas? ¿Las obligan a dormir con ellos?

— ¡No! —Se rió— no de esa forma. Quise decir, que siempre tienen planes contra alguna chica para salir ellos como triunfantes. Pero pocas veces les funciona bien.

— Ah —dije despreocupándome— menos mal. Fui a tratar de recuperar una pulsera para Lily, pero al final no funcionó.

— Creo que enfadaste un poco a Sirius.

— ¿Qué? ¿Por qué? —fruncí el ceño— si yo no le hice nada.

— De seguro no te diste cuenta pero cuando desperté George y tú estaban bastante abrazaditos —me ruboricé por completo. Mi cara seguro que parecía un tomate— Y supongo que no fui el único que los vio.

— Ay no, que vergüenza —dije golpeándome la frente, de paso para disimular el color de mis mejillas— juro por dios que no quise hacerlo.

— Te gusta ¿Verdad?

— ¿Qué? —me frené en seco en mitad de las escaleras. Remus se giró a verme— ¿Quién?

— George —lo miré todavía sorprendida— tu amigo. Pelo negro, ojos azules. Compañero de Ilvermorny ¿Te suena?

— ¿George? —se sentía tan raro escuchar que tenía el cabello negro. Toda mi vida desde que lo conocí supe que tenía el pelo anaranjado. La gente le decía pelirrojo y ahora escuchar que no era así parecía como si todo lo anterior hubiera sido una gran mentira.

Definitivamente no me podría acostumbrar nunca a aquello...

— ¡Sí, George! —repitió Remus sacándome de mis pensamientos.


Te gusta ¿Verdad?


De nuevo se repitió la frase en mi cabeza, como si fuera un eco, cada vez más lento.

Que lo dijese George era una cosa, porque siempre lo hacía a modo de chiste. Pero que lo dijera otra persona se sentía raro. Diferente.

— ¿Qué? ¿Acaso te volviste loco? —Retomé el paso, negando sus palabras y cayendo de nuevo en la realidad— él, como bien has dicho, es mi amigo nada más... ¿Cómo me podría gustar? —me reí nerviosa— estás loco Remus. Loco, loco.

— No me tomes por idiota Isa —frunció el ceño— ¿Por qué rechazas a Sirius? Porque ese chico está aquí y te gusta. No hay otra explicación.

Una cosa no excluye a la otra. Ambas pueden ser verdad.

— Créeme, si la hay —rodé los ojos— si sólo la supieras verías que tengo toda la razón en nunca darle ni una mínima chance.

— Entonces —ahora él fue quién se frenó— ¿Sirius no te gusta? ¿Y George tampoco?

— ¿Ya no estaba claro eso? —Remus se encogió de hombros.

¿Cómo se le podía ocurrir que me gustaba mi mejor amigo? ¿Solo porque dormimos juntos la noche anterior?

Por suerte creo que no se me notaba cuando me quedaba como idiota sonriendo cada vez que George pasaba su brazo por mi hombro, o cada vez que decía un chiste tan tonto que ni un niño de cinco años se reiría... por suerte esas cosas aún las podía camuflar.


Me habría gustado decirle que Sirius era mi tío y él mi padrino, y por esa razón no me interesaría jamás por ninguno de ellos dos. ¿Pero qué iba a decirle de George, además de decirle que éramos amigos? En eso debía de tener razón porque no había un no rotundo para no salir con él. ¡Pero éramos amigos!

Y nunca antes me había planteado pensar en el tema con tanta profundidad, porque nunca antes había dudado de que nuestra relación fuera más que amistad... Al menos de su parte.

Pero tampoco podía negar que la noche anterior me sentí diferente cuando dormí con él. Y no sabría decir si para bien o para mal.

Continue Reading

You'll Also Like

15.5K 856 58
Es la tercera temporada de ¿Yo? en CSI Miami. Qué pasará luego del final inesperado de la segunda temporada? Te recomiendo que leas esta historia, n...
362K 16.4K 32
Un dia como cualquier otro, Lunatico, Canuto y Cornamenta se dirigen a su compartimiento en el expreso de Hogwarts...jamas pensarian que en ese mome...
845 50 5
Jamás creyeron que existiera alguien por el mundo que compartiera lazos sanguíneos con ellos. Cada uno vivió una vida completamente distinta y separa...
1.1K 173 4
❝Everybody wants a hero, Everybody wants someone to lay it all down on the line, Everybody wants someone who's gonna fight fire with fire❞ Historia b...