Capítulo 51

4.4K 369 231
                                    

Iba de camino a la clase de defensa contra las artes oscuras, seguida de Fred y George, cada uno a mi lado

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

Iba de camino a la clase de defensa contra las artes oscuras, seguida de Fred y George, cada uno a mi lado. Ya se me hacía un poco insoportable tenerlos cerca todo el tiempo, se habían convertido en mis guardaespaldas más o menos, y para peor, ¡No les gustaba ser disimulados!

Y cómo odiaba yo ser el centro de atención.

Recién estábamos a mitad de semana y ya no podía ocultar más mi enojo.

Está bien... Soy un poco exagerada, pero es que me sacaban las canas verdes.

Yo nada más quería caminar por el castillo acompañada para no tener miedo a morir en cualquier segundo, pero Fred y George se empeñaban en ir a donde fuera conmigo y hacer de ello todo un espectáculo.

No me dejaban doblar en los pasillos sin antes revisar que todo estaba en orden. No me dejaban entrar a ningún lugar sin antes asegurarse de rebuscar por doquier que Sirius Black no estuviera allí. Ni hablar de cuando algún grupo numeroso de alumnos se nos acercaba, los dos me acorralaban contra alguna pared y comenzaban a gritar "¡Cuidado por donde van! ¡No traspasen el perímetro! ¡Hay que proteger a la damisela en peligro!".

Los tres primeros días eran carcajadas mías unas tras otras. Pero hoy me habían agarrado de mal humor y ya no los soportaba más.

Cuando llegamos al aula me senté bruscamente en uno de los asientos de la fila del medio. Fred se sentó conmigo y George se colocó delante, en donde Lee se nos unió pocos minutos después.

— No nos has dejado revisar el aula —comentó Fred haciéndose el dolido. Como si eso fuera lo peor del mundo.

— Es verdad. ¡Mira! —Señalé un rincón vacío— ¡Allí está Black! ¡Vendrá a matarme! ¡Sálvenme!

— No bromees con esas cosas —replicó. Alcé ambas cejas y lo miré inclinando mi cabeza un poco.

— ¿Acaso escuché bien? —Dije— tú eres el que siempre bromea de esa forma. No se acabará el mundo porque yo lo haga aunque sea una vez en la vida.

— Pero es que no combina contigo —hizo un ademán con sus manos— eres más refinada que nosotros y eres femenina. Suena mal cuando lo dices tú.

— Dejen de pelear ustedes dos —bufó Lee desde el asiento delantero. Fred me miró unos segundos pero luego se calló la boca. Por lo menos al parecer la clase sería más tranquila.

Remus entró poco después al aula y comenzó a dar una de sus tantas maravillosas clases. Eran las mejores del año. Ojalá que con él la maldición del puesto falle y se pueda quedar por siempre.

Lo veía bastante feliz con este trabajo y noté que sonreía más seguido de lo normal, a pesar de todo lo que estaba sucediendo. Y eso me hacía feliz a mí también.

Nos dio para hacer una redacción en clase -una de las pocas veces que sucedió eso- y todos parecíamos más emocionados de lo normal en hacerla. Quizás porque yo no era la única que creía que Remus era un gran profesor y que sus clases realmente te incitaban a querer aprender y estudiar.

Una Black de ojos violetas ➳ (George Weasley)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant