El timbre de fin de clases sonó y se esparció un gran barullo en el aula. Todos estaban apurados por juntar sus cosas y marcharse de allí lo más rápido posible, al igual que pasaba siempre con todas las clases a las que estaba asistiendo. Solo unos pocos se interesaban por quedarse a aprender y no salir volando hacia los terrenos o a quien sabe dónde.
— ¡Potter, ven aquí! ¡Me debes algo! —gritó la pelirroja de Lily Evans mientras salía disparada detrás de su futuro esposo James Potter, quien acababa de desaparecer por la puerta del salón como un rayo.
A veces, cuando yo estaba de buen humor, me encantaba ver el drama que surgía en esa peculiar parejita. Pero sólo a veces.
Junté mis cuadernos y los guardé dentro de la mochila. La coloqué en mi espalda y salí fuera del aula de defensa contra las artes oscuras, seguida de George que esperaba por mí.
— Todavía no entiendo qué sucedió ayer —murmuró él un poco confundido— ¿Qué hacías en mi cama?
— James y Sirius me encerraron en la habitación —repetí por quinta vez en lo que quedaba del día.
— Si pero ¿Qué hacías en nuestra habitación?
— Fui a buscar una pulsera de Lily que la tenía James.
— ¿Y por qué la tenía James?
— ¡George! ¡Deja de preguntarme todo un millón de veces! —Refunfuñé— Lily tenía una pulsera que James le robó a propósito y ayer a la noche ella iba a hacer un escándalo si se la pedía, entonces me ofrecí a ir yo —dije rápidamente— terminé encerrada en su habitación y no me dejarían salir si no me quedaba toda la noche ¿Capisci?
— ¡Ah! —Exclamó George— ahora entiendo todo. Y ya que estabas ahí quisiste aprovecharte de mí y dormir con esta belleza —se pasó las manos por el pecho— te entiendo ¿Quién no quisiera dormir conmigo?
— No hubiera dormido con ninguno de los otros cuatro George...
— ¿No sería genial que le dijeras a tu tío que no quieres nada con él? —susurró.
— ¿Y romperle el corazón? —Negué con la cabeza— no es necesario.
— Claro entonces, dejemos que él se enamore de ti para luego en el futuro conocer a una sobrina que tiene la misma personalidad, la misma cara, el mismo nombre, los mismo ojos violetas ¿Crees que no se daría cuenta?
— Bueno, está bien. Cállate George —dije golpeándolo en el brazo— se lo intentaré decir de alguna forma.
— ¡Gracias! Por fin comprendes —se tocó el brazo— y deja de pegarme.
— Jamás —sonreí— me encanta hacerlo —George pasó su brazo por mi hombro y seguimos caminando abrazados, hacia la sala común de gryffindor. Amaba que hiciera eso.
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Una Black de ojos violetas ➳ (George Weasley)
FanfictionEl día que Isadora Joanne Black vino al mundo, no sabía con lo que se iba a encontrar. No sabía que la magia corría por sus venas, ni que sus aventuras serían las más alocadas. No sabía que conocería gente maravillosa en el camino, ni sabía que perd...