Capítulo 82

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— Pero tú estás... tú estás muerto, no puede ser —dije atónita, con un hilo de voz.

Artemis se aferró a mi brazo con fuerza. Su cara lo delataba al igual que la mía. Ninguno de los dos podía creer lo que estaba sucediendo ni mucho menos ver a la persona que teníamos enfrente.

— No, estoy aquí, Isadora —habló— Artemis...

— Kreacher —susurró el rubio mirándolo. El elfo dirigió sus ojos, que seguían estando abiertos de par en par, hacia mi hermano— ¿Es verdad?

— Sí —dijo soltando un chillido— el amo Regulus ha vuelto.

El hombre que teníamos enfrente se agachó para estar a la altura del elfo y hablarle en voz baja. Se dijeron cosas que no pude percibir.

Estaba tan perdida en mis emociones que todo alrededor parecía estar dando vueltas. Sólo recordaba que Artemis seguía sosteniéndose de mi brazo, como si él también necesitase algún tipo de cable a tierra que le hiciera comprender qué era lo que estaba sucediendo en estos momentos.

Giré mi cabeza hacia Remus. Mantenía una distancia prudente a nosotros pero estaba atento. Él también parecía estar confundido ante toda la situación.

Y de nuevo vi allí en el suelo el cadáver de Nymphadora.

Y otra vez el llanto se apoderó de mí justo en el momento que Verity, volviendo hacia nosotros, colocó una manta sobre el cuerpo de mi prima.

El hombre de pelo negro y barba se alzó del suelo y trató de acercarse hacia Artemis y hacia mí, pero me solté del agarre de mi hermano y retrocedí varios pasos.

— ¡No! ¡Aléjate! —grité— ¡Tú no eres mi padre!

— Lo soy. Isadora, déjame explicarte.

— No eres mi padre... tendremos la misma sangre pero tú... —giré mi cabeza y volví a mirar al otro hombre rubio ceniza, quien ahora estaba parado detrás de mí— ¡Remus es mi padre! ¡Él estuvo aquí estos veinte años mientras tú jugabas a las escondidas! Cómo te atreves a dar la cara después de todo lo que sufrimos por ti.

— ¿Crees que yo no sufrí también? —vi como los músculos del cuello se le tensaban.

— No quiero saber nada de ti —susurré.

— Estuve siempre detrás de ustedes, siempre los cuidé. Al menos déjame tener una charla con los dos, por favor.

— Isa... es lo más justo —dijo Artemis— deja que nos cuente que sucedió todo este tiempo, que nos diga la verdad.

— No quería que reaccionaran así —lo interrumpí.

— Pues discúlpame —me limpié la cara con la manga del suéter y luego hice un ademán con los brazos— Me olvidé de traer el confeti para celebrar. ¿Qué esperabas?

Una Black de ojos violetas ➳ (George Weasley)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum