—¿Qué tal ha ido todo? — Zoe, preguntó una vez que ambas caminaban por el interior del edificio de Victoria's Secrets.
—Todo fue genial, Zoe. — Emily suspiró y mordió su labio interior. — Pero hubo un momento en qué la cagué.
Zoe frunció su ceño y observó a Emily con total incertidumbre, no podía creer que su mejor amiga se hubiera acostado con el hombre que ella odiaba en esos momentos. ¡Yisuscraist!
—No me digas qué... Tú... Él...
—¡Ay no! — Emily chilló y Zoe rió, gracias al cielo no había sucedido eso, pensó Zoe. — Hice la pregunta que había estado guardando hace once años dentro de mí.
—Se lo merecía. — Zoe se encogió de hombros, guardó silencio cuándo vio que Mark se acercaba a ellas con una gran sonrisa y sí la comparamos se parecía perfectamente al gato de Alicia en el país de las maravillas. —¡Hola, Mark!
Emily sólo se dedicó a sonreírle, no estaba de muy contenta con qué su manager se aprovechará de su situación con Justin Bieber, por sacar lucro.
—¿Qué tal su día, chicas? — Mark preguntó y ambas asintieron. — Bueno, las espero a mi oficina. Emily, Zoe las demás chicas se encuentran desayunando, ¡Apúrensen!
Ambas volvieron a asentir, caminaron con agilidad hasta el patio encontrando a varias chicas del equipo de Victoria's Secrets, todas les sonrieron y ambas chicas no dudaron en integrarse al desayuno de ángeles.
—¿Qué tal terminó tú noche en la gala benéfica?— Josephine preguntó mientras introducía un pedazo de manzana a su boca.
—Aburrido. — Emily murmuró mientras tomaba un pedazo de banano con su tenedor y comenzaba a jugar con él. — No fue mi ambiente.
Kendall sonrió maliciosa.
—Estaba Bieber, ¿Segura qué no fue tú ambiente? — Kendall sonrió y observó a Emily con una sonrisa picarona.
—Bieber está loquito por ti, creo que hace once años lo dejaste mal. — Gigi murmuró y Emily soltó una carcajada.
—¿Qué les asegura eso? Bieber y yo sólo mantuvimos una amistad de buenos amigos en el pasado, no fue más allá que eso. — murmuró y finalmente introdució el pedazo de banano en su boca.
—Grey, vi como te mirada cada vez que hablabas en la presentación. — Josephine soltó y Zoe observó a su amiga detenidamente. — Merecen tener algo romántico.
—Tú y tú romanticismo, Skriver. — Jasmine murmuró. — Qué porqué Bohnes te propuso matrimonio no significa que todos tengamos que ser "románticos".
Skriver rodó sus ojos y volvió a observar a Emily quién había sonreído por la min-discusión de las dos.
—¿Qué dices? — murmuró.
—Digo que es una terrible idea, estoy perfectamente bien como estoy. — Emily guiño su ojo hacía Josephine y Jasmine sonrió. — No puedo estar mejor.
—¡Así se habla! — Adriana, murmuró.
(...)
—¿Qué tal su desayuno con las chicas? — Mark preguntó.
—Las chicas son realmente adorable, son un buen ambiente. — Emily murmuró con una sonrisa.
—Opino lo mismo de Grey, son realmente adorables. — Zoe asintió.
—¡Perfecto! —Mark chilló y todos rieron en la oficina. —Pero eso no es lo perfecto, hay muchas cosas más perfectas.
Emily alzó una de sus cejas confundida.
—¿Qué es lo perfecto que tienes para decirnos, Mark? —Zoe preguntó en un tono que también delataba que se encontraba confundida y ansiosa por escuchar aquello.
—La noche de mañana el Jet privado de nuestra compañía las estará esperando... —Mark sonrió. — Volarán a Nueva York, nuestra oficina principal se encuentra allá y lo saben muy bien ¿cierto? — Las dos asintieron aún más confundidas. — Tenemos primero, una cena importante con Edward Razek, y después asistirán a un evento qué está organizando, Martin Garrix, amigo y colega de Justin Bieber.
—¿Asistiremos sólo nosotras o también vendrán las demás chicas del equipo? — Emily preguntó, no muy convencida.
Mark sonrió. — Todo el equipo de ángeles de Victoria's Secrets.
Las dos chicas asintieron, después de tener una larga charla con Mark sobre cosas de su antigua agencia de modelaje, decidieron volver al hotel a tener un almuerzo entre amigas.
—¿Debería de tener una cita con Justin, Zoe? — Emily preguntó mientras con él tenedor enrollaba su pasta y hacía un puchero.
—No es lo más conveniente por ahora, Em. — Zoe suspiró y mordió su hamburguesa, sí se preguntan a Zoe le valía verga ser modelo, amaba la comida chatarra. — Ambos apenas están manteniendo contacto después de once meses, se han visto tres o cuatro veces y no es mucho, sí quieren tener una cita y follar esperen a qué hayan aclarado sus asuntos de mierda y haya vuelto a florecer la amistad.
—¿Y sí eso no pasa? — Emily preguntó y bebió de su agua aún así sin despegarle la mirada a Zoe.
—Dime la verdad, ¿Quieres arreglar tus asuntos de mierda con Bieber? — Zoe preguntó y frunció su ceño, sí su amiga hacía eso, era muy masoquista.
—No lo sé, aún es muy pronto para decirte un sí.
—¡¿Entonces por qué mierda me cuestionas que sí eso no llega a pasar?! Diablos, Blossom me colmas la paciencia. — Zoe la señaló frustrada y con un poco de salsa de tómate en su mejilla, Emily rió por eso. — Es en serio, Grey, deja que todo te lo diga y deja de cuestionarte.
Emily alzó sus manos en señal de advertencia y volvió a reír haciendo que Zoe golpeara la mesa.
—Tienes salsa de tómate en tú mejilla. — Emily soltó.
—¿Y por qué no me lo dijiste antes? — Zoe murmuró apenada mientras con una servilleta limpiaba los rastros que había dejado su rica hamburguesa.
—Estabas tan concentrada diciéndome que había colmado tú paciencia, qué no tuve tiempo. —Emily se encogió de hombros y Zoe gruñó. — Estoy tan emocionada por conocer Nueva York, siempre ha sido una de mis ciudades favoritas.
—Opino lo mismo. — Zoe sonrió. — Y muero por conocer a Martin en persona, en sus fotos se ve totalmente deseable y hermoso.
—¿Así como Jason Bieber? — Emily sonrió y observó a su amiga ponerse roja y después fruncir su ceño.
—Jason Bieber no es de mi tipo.
—Wow, así dicen y después terminan juntos. — Emily rodó sus ojos.
—Nosotros seremos la excepción.
—Nadie será la excepción, Zoe. Sí tú eres el tipo de Jason, se volverán pareja en cualquier momento. — Emily la señaló con su tenedor.
—¿Debo decir que es cierto? — Zoe murmuró.
—¿Debes de decirlo?
—Me estás apuntando con un tenedor y mi modo defensa lo está tomando como una amenaza por parte de mi mejor amiga. — Zoe sonrió.
Emily miró el tenedor que apuntaba en dirección a Zoe y se rió.
—Es una amenaza.
—Te odio. — Zoe murmuró.
—Y yo te amo, lil Santana. — Emily susurró.
Zoe iba a responder algo pero sus globos oculares se dirigieron directamente al rubio y a una chica también de cabello rubio y contextura delgada que iban entrando justo por la puerta principal del restaurante del hotel.
—Mierda... — Zoe susurró.
—¿Qué ocurre? —Emily preguntó.
—Debemos irnos a nuestra habitación, me siento muy cansada. — Zoe murmuró y de nuevo sus globos oculares azules observaron a los dos chicos. — ¿No estás cansada?
Emily frunció su ceño extrañada por el repentino comportamiento de su amiga Zoe y negó lentamente.
—Deberías de estarlo.
—Zoe, primero no estoy cansada y segundo no he terminado mi almuerzo. — Emily habló.
—Bueno, Justin Bieber está aquí. — Zoe hizo una mueca.
—¿Dónde?
—Aquí, en este mismo restaurante. — Zoe murmuró.
—¿Con Jason? — Emily preguntó.
—Nop, y no creo que te vaya a gustar con quién está. — Zoe suspiró. — Por eso vuelvo a insistir a que nos vamos a nuestra habitación, puedes terminar de comer allá.
—Está con una chica. — Emily murmuró y suspiró. — Ahora mismo me siento igual de cansada que tú.