Hard Luck Woman. | Paul Stanl...

By itsoeasy

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Cuando Vee chocó contra Paul, lo deslumbró. Y el chico que estaba listo para ser el vocalista principal de la... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32

Capítulo 23

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By itsoeasy

Recién había llegado al hotel. El coche de los chicos de la banda desapareció dejando sólo un leve zumbido en los oídos de la chica que todavía se encontraba en las nubes. Antes de bajar del vehículo besó a todos en la mejilla, a excepción de Bon que plantó un casto beso en sus labios.

La habían pasado muy bien: después de dejar las instalaciones habían ido a un mirador, donde se emborracharon mientras cantaban. Después habían ido a una casa de la que Vee nunca se enteró a quién pertenecía, los cuatro chicos habían entrado en las habitaciones para hacer lo debido con sus respectivas groupies, mientras que ella y el vocalista reían en la sala bajo los efectos de la marihuana.

No recordaba mucho a partir de ahí, sabía que habían estado en un parque y todo era borroso, sin embargo podía recordar bien los labios de Bon moviéndose suavemente sobre los suyos, sin ninguna otra intención.  Al final de todo, se despidieron con dos números y un trato: si alguna vez estaban en el país del otro, se llamarían para volver a reunirse.

Mientras avanzaba, sonreía mirando el cielo. Comenzaba a amanecer y ella seguía bajo los efectos de la droga, por lo que ignoró totalmente al grupo de chicas que salían del hotel cuando ella entró. Eran las mismas que habían acompañado a sus chicos la noche anterior, la reconocieron y un par la miraron con cierto recelo, pero nuevamente, ella ni siquiera las notó.

Llegó hasta su habitación, no le avisó a nadie que estaba ahí porque hasta ese momento no había notado lo cansada que estaba. Le pesaban los ojos, pero justo cuando comenzaba a cerrarlos, dos toques en la puerta le hicieron abrirlos de golpe.

-¿Vee? ¿Estás aquí?

-No, sigo fuera. -respondió, sonriendo por su propio chiste.

-Bien. Cuando llegues alcánzanos para desayunar. -rió Gene.

La chica se quedó tirada en la cama por unos minutos, y de alguna manera tuvo la suficiente fuerza de voluntad para no quedarse dormida y dirigirse a tomar una rápida ducha. Se quitó el olor a alcohol y logró verse un poco mejor, recogiendo su cabello en una coleta. El agua también la había ayudado a bajar el viaje en el que se había embarcado hacía unas horas, mas seguía borracha.

Sin mucha prisa se dirigió a la cafetería de ese hotel, al entrar el olor a comida alertó a su estómago y este se retorció. Jamás había sentido aquello, sólo había escuchado a sus "amigos" hablar de eso y ahora lo confirmaba: estaba casi segura de que se comería un elefante si lo tuviera en frente. Al ubicar el lugar donde los chicos estaban, caminó hasta ellos.

-Hey, miren quién llegó.

-Hola.

Estaban sentados frente al otro, Paul con Gene y Peter con Ace. Cuando el primero la miró, lo hizo con un gran pesar. Había tomado una ducha, pero en su rostro se le veía igual que aquel día en California, tenía los ojos irritados y se veía cansada. El sentimiento que él tuvo por dentro no fue muy diferente, pero esta vez  no pudo hacer nada para demostrarlo.

-¿No has dormido? -cuestionó Ace, mirándola. Ella negó con la cabeza mientras se sentaba en el asiento que el hombre del espacio le cedió, después él volvió a sentarse. -¿A qué hora llegaste?

-Hace menos de una hora. -mencionó sólo para empeorar el malestar de Paul. -¿Qué vamos comer?

-Ya ordenamos, por ti también. -dijo Gene. -Hace menos de una hora eran las siete.

-No sabía. Llegué a las siete, entonces. -mencionó divertida.

-Mucho tiempo. ¿Cómo la pasaste?

La comida llegó y Vee agradeció que Gene justo preguntara, porque de otra manera se hubiera lanzado contra la comida como si no fuera a volver a tener otra en su vida. Comenzó a contar su noche a grandes rasgos, omitiendo las partes donde bebió y se drogó en aquel lugar que no conocía para nada, aunque lo primero fue obvio casi desde que llegó y lo segundo lo notaron porque estaba comiendo más de lo que normalmente comería.

-Señorita, ¿puede traer otro plato de waffles? Gracias. -le dijo a la muchacha que asintió y se retiró. Los chicos se miraron entre sí, sonriendo porque todavía ni siquiera acababa con toda su comida.

-Vee, mírame por un segundo. -dijo Peter.

Si había alguien que lo descubriría era él. Ella giró la cabeza a su izquierda y el baterista le miró los ojos, estaban tan rojos como se los veía él al espejo después de haber estado drogado.

-¿Qué? -le preguntó sonriendo. Peter rió negando.

-Nada, nada. -compartió mirada con Ace, que también rió. -¿Te quedaste toda la noche con ese chico?

-¿Bon? Sí... Es genial. -murmuró, seguía teniendo esa sonrisa confundida que la hacía ver tan tierna.

Paul apartó la mirada de ella después de todo el rato, volviendo a su comida. No quería pensar en ella con el otro cantante, pero no podía hacer otra cosa.

-Parece que te gusta. -se burló Ace.

Gene disparó su mirada hacia él. ¿Acaso era el único consciente del malhumor de su amigo? Si mal no recordaba, Ace sabía que había algo entre él y Vee... ¡Y era imposible que Peter no lo hubiera notado!

-No, él no me gusta. -él. Había hecho un gran énfasis que hizo a Paul levantar la mirada, pero entonces ella agregó: -Aún así lo besé.

-¿Quién carajos preguntó eso?

Ella dejó el tenedor a medio camino entre el plato y su boca, moviendo su mirar hacia el molesto Paul que no pudo aguantar más. Se hizo un silencio sepulcral en seguida.

-Nadie. -respondió ella en tono bajo. Su mirada se endureció cuando la ruda manera del chico estrella tomó forma en su cabeza. -Pero te morías por saberlo, ¿no?

Él no respondió, sólo se levantó y los dejó ahí. Ella volvió a su comida como si nunca hubieran hablado.

//

Una semana exacta había pasado desde ese gran festival y las cosas entre Paul y Vee habían sido completamente cortadas. No más abrazos, ni besos, mucho menos dormían juntos. Apenas se hablaban y cuando lo hacían era sin emoción, ambos se esforzaban mucho para no mostrar nada a través de sus voces.

Una presión constante en el pecho de Vee la orillaba a la desesperación, pero cuando estaba a punto de ceder, Paul destrozaba sus intenciones sin más: apenas terminaba el concierto, conseguía alguna chica con la cual desquitar su pena. El chico estrella se decía que estaba siguiendo el consejo del mánager, pero entonces se encontraba a sí mismo ansioso por que Vee notara lo que hacía y terminaba sintiéndose terrible, pues sabía que eso estaba abriendo una brecha entre los dos.

-¿Segura que no quieres venir? -Gene preguntó seriamente.

Era curioso, en los últimos días habían comenzado a ser más cercanos. Vee se lo atribuía a que sentía lástima de ella, y no se lo iba a permitir.

-Estaré bien. En serio, deja de preocuparte por mí. -dijo con una sonrisa para convencerlo. -Diviértanse.

La chica se despidió con la mano y cerró la puerta de la habitación. Acababan de volver de un concierto y las chicas con las que estaban los invitaron a una fiesta a la que Vee no quiso asistir.

De cierta forma le alegraba estar sola, especialmente en ese hotel: las habitaciones tenían tres camas individuales, y ella estaba con Gene y Peter. Cuando terminó de prepararse para dormir se dió cuenta de que no tenía sueño para nada... Iba a ser una larga noche.

Se tendió en la cama boca abajo con aquel viejo cuaderno en una mano, en la otra tenía un par hojas en blanco en las que empezó a garabatear y como siempre, terminó haciendo dibujos de siluetas a las que nunca terminaba de ponerles rostro. Su mente comenzó a divagar mientras trazaba líneas, pero entonces le puerta se abrió de golpe y ella se levantó de un salto.

-¡Ah!

-¡Lo siento! -se disculpó, caminando dentro de la habitación.

-Está bien. ¿Qué haces aquí? ¿No fuiste con ellos?

-No... Digo, sí. -Peter sacudió la cabeza. -Fui, pero tuve que regresar.

-¿Por qué? -preguntó mientras lo veía sacar todo rápidamente de su mochila, y al final tomó un cuaderno y un bolígrafo.

-Porque tengo el ritmo perfecto para una canción y si me quedaba allá, mañana no iba a recordarlo. -explicó y miró el reloj de la pared. Corrigió. -En un rato no iba a recordarlo.

-Ah. -sonrió. -Está bien, supongo.

-¿Y tú? ¿Por qué te quedaste?

-Porque no quería ir. -contestó sin levantar la mirada de sus dibujos.

Pasó una media hora sin que dijeran nada, se limitaron a escribir sin siquiera mirarse. Peter dejó de escribir y se levantó, dispuesto a cambiarse para dormir, pero entonces vió lo que Vee hacía y se acercó hasta su cama.

-Oye, dibujas muy bien. -mencionó mientras se sentaba.

-No tanto, gracias igual. -lo miró.

Peter tomó el cuaderno entre sus manos y notó que estaba repleto de dibujos.

-¿Puedo?

-Sí.

Comenzó a hojear, al inicio eran dibujos infantiles, pero buenos. Mientras las hojas pasaban, esos dibujos se convertían en unos más detallados y realistas, y entonces se detuvo al observar el dibujo de un cuerpo desnudo. Vee notó que sus manos no se movían y le prestó atención. Al ver el dibujo en el que estaba, se sonrojó.

-¿Es alguna clase de pornografía? -cuestionó Peter.

-¡Claro que no! -rió avergonzada. -Es sólo...

La miraba esperando lo que fuera a decir, ella tomó un respiro.

-No tengo la mejor relación con mi mamá... Cuando llegó ese momento en que pasas de niña a señorita ella no fue lo suficientemente... Informativa. Hablé con mi maestra y ella explicó que eso traía muchos cambios a nuestro cuerpo sin que lo supiéramos. -murmuró, mirando el dibujo. -Hablando con unas amigas dijimos que sería genial documentarlo de alguna manera para poder notar esos cambios. Yo los dibujé.

Peter dejó de mirarla y volvió los ojos al dibujo. Era un cuerpo delgado, como el de una niña, y en la esquina del dibujo había una pequeña fecha que marcaba el año 1968. Pasó las hojas y después de otros cuantos dibujos encontró uno parecido, sólo que con el año consecutivo. Siguió así y fue notando cómo con cada año algo cambiaba,  sus pechos crecían, sus caderas se ensanchaban. Finalmente se detuvo en uno de los últimos dibujos, uno que estaba marcado con ese año: el cuerpo de niña había quedado atrás, el de una mujer aparecía en su lugar.

Su mirada fue hasta Vee. Estaba usando una playera unas cuantas tallas más grandes, seguramente era de hombre, era color blanco y si ponías demasiada atención, podías ver a través de ella. El Catman subió la mirada a su rostro, y ella hizo lo mismo.

En menos de dos segundos ya estaban frente al otro, y sólo tuvieron que moverse un centímetro para que sus labios se tocaran. El beso no comenzó lento, ni escaló de intensidad; desde el principio fue rudo y cargado de deseo. Vee fue tomando lugar en el regazo de Peter, mientras que él acariciaba su cintura. Una dureza rozó la pierna de la chica y ella se apartó, impresionada.

-¿Qué pasa? -la voz rasposa de Peter era uno de sus grandes atractivos, y no hizo mucho por el deseo ardiente dentro de la chica. -¿De verdad quieres hacer esto?

No sabía por qué había reaccionado así. Ya había estado en ese lugar antes, no era un ángel ni una niña inocente... ¿Qué más daba si lo llevaba más allá?

-Sí.

Sus labios volvieron a juntarse y Vee se sacó la gigante prenda en el acto. Ante los ojos lujuriosos de Peter apareció aquel despampanante cuerpo que había visto impreso con lápiz en esa hoja de papel.

Mientras sus experimentadas manos recorrían la figura de la joven, ella le ayudaba a deshacerse de su ropa. Peter deslizó la mano dentro de la ropa interior de Vee y masajeó con dos dedos su clítoris, haciéndola soltar un gemido que calló con sus besos.

-Ah, Peter. -murmuró cerrando los ojos, dejándole hacer. -Hazlo...

El Catman alargó un poco lo que la chica pedía, pero finalmente se encontró entre sus piernas. Después de deshacerse de su ropa interior, su mano fue a parar en el atractivo rostro de la chica que le miraba con el mismo deseo en el rostro.

-Seré cuidadoso. -aseguró mientras acariciaba su mejilla. Ella asintió, calmada.

Cuando se introdujo en ella lo hizo con lentitud extrema, y el dolor que estalló en ella le hizo entrar en pánico, por lo que clavó sus dedos en la espalda del baterista. Peter sabía lo que hacía, ella estaba segura de que ya lo había hecho cientos de veces porque justo cuando el dolor desapareció, él cambió el ritmo.

Oleadas de placer la recorrían, los sonidos que emitía lo decían todo. El nombre de Peter salía constantemente de su boca, pero cuando cerraba los ojos no podía evitar que cierto rostro apareciera.

-¡Mierda! -exclamó mientras el batería alcanzaba movimientos más rápidos.

No tardó mucho en llegar al clímax y segundos después lo hizo él. Su cuerpo sudado se tendió junto al de ella, y ambos se cubrieron con las mantas sin decir nada.

Eso no duraría mucho tiempo.





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¿Sorpresa? No hay trama sin drama.

Díganme qué piensan. ¡Espero que les guste!💕

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