-¿Una niñera?-
Preguntó Yoongi comiendo su emparedado, sentado en la mesa de la cocina.
-Si Yoongi-
-Las niñeras son muy molestas, además, no creo que nadie pueda estar con los mocosos esos-
-Pues, te equivocas hijo- La mujer volteo aun doblando la ropa de los pequeños- Tengo una amiga en el trabajo, su hija esta buscando trabajo, aunque esta estudiando, puede tener tiempo para tus hermanos toda la tarde, o solo hasta que llegue.
-No me agrada, ¿Por qué dejarías a tus hijos con una extraña? Además, te recuerdo, los mocosos la asustaran, y de ninguna manera pueden saber nuestro secreto-
-Eso lo hablaré con tus hermanos, ¿o quieres cuidarte a cuidarlos tu?-
-Lo siento, escuela-Yoongi encogió los hombros terminando su emparedado.
-Si, como no-La señora Min suspiro, mirando a su hijo- Será temporal, no te preocupes, y cuando tenga un sueldo mejor, conseguiré alguien mejor aun, y que pueda saber nuestro secreto, y tener absoluta confianza en esa persona, ¿Qué dices?-
-Digo que es una estupidez- La señora Min froto su frente frustrada- Pero ya que, es una solución por ahora-
-Gracias Yoongi, vendrá hoy por la tarde-
-Pero es sábado-
-Voy a salir a una junta, entonces pensé que podía empezar desde hoy-
-Debiste avisarme, voy a salir con unos amigos ahora que lo mencionas-
-Pero quisiera que la conocieras, por si te llegaba a agradar-
-Mamá, a mi nadie me agrada-
-Tienes razón, ve con tus amigos, yo me encargo de darle las indicaciones-
Yoongi subió a su habitación, algo impaciente, estaba malhumorado, hasta que una llamada los saco de sus pensamientos, contesto de mala gana al ver el numero.
-¿Qué quieres Jungkook?-
-Uy que humor ¿Qué te sucede Yoongi?-
-Nada, estúpido, asi soy, ¿Qué mierda quieres?-
-Te hace falta un Jimin en tu vida-Río Jungkook desde la otra línea.
-Vete a la mierda, no sigas con esa tontería-
-Estas mal, por ese niño azucarado ¿verdad?-
-A lo que llamaste, te colgare-
-¡No!, ya está bien, solo quería jugar un poco, te llamaba para pedirte un favor-
-Tu siempre me pides favores, jamás me pagas, no esta vez-
-Pero enserio necesito ayuda, es, bueno tu sabes para que-
-No tengo idea-
Yoongi colgó aun mas molesto que antes, suspiro frustrado jalando sus negros cabellos, le estaba dando muchas vueltas al asunto al final de cuentas, y aunque estaba tratando de negarlo, la presencia del bajito de color rosa, había alterado mucho instinto animal.
Y aunque trataba de relajar sus estímulos, haciendo constantes visitas al pequeño rosado, su ansiedad no había bajado ni un poco, al contrario, se había echo mas fuerte, al punto de querer hablarle en la escuela, si continuaba asi, las cosas terminarían mal para Yoongi.
El celular volvió a sonar, Yoongi no respondió, ya que mas tarde vería a Jungkook, frustrado de dio la vuelta en la cama, quedándose dormido al poco rato, ya que se había estado desvelando mucho.
. . . . . . . . . . . .
Jimin sonrió dejando un suave beso sobre la mejilla de su madre, despidiéndose de ella para salir, le emocionaba realmente su primer día de trabajo, se encamino varias calles, viendo el numero que había anotado su madre en un papel, después de casi diez cuadras, y muchas vueltas a la manzana, encontró la dirección anotada en el papel.
Quedó muy impresionado por la casa, la fachada era realmente bonita, subió los escalones, acomodando su bufanda, toco suavemente el timbre, y espero ansioso con las manos juntas.
La puerta se abrió dejando ver a una mujer de edad mediana, Jimin sonrió para ella, pero solo recibió un rostro de sorpresa.
-Ah...¿Puedo ayudarte?-
-Eh...si, bueno...a no ser que tenga la dirección equivocada...-
Jimin mostró el papel entre sus manos para la mujer.
-Ya veo, pasa por favor, es la dirección correcta-
Hizo a un lado dejando pasar a Jimin, la casa por dentro no era la misma imagen que por fuera, envolturas de frituras por todos lados, ropa en los sofás, montones de trastos en la cocina, libros por donde sea, la casa estaba literalmente patas arriba.
-Lamento el desorden, tengo cuatro pequeños muy desordenados-
-E-está bien, no se preocupe-
-Verás-La mujer paso detrás de Jimin hacia uno de los sofás para tomar su bolso-Esperaba a una chica, por un momento te confundí-
-Es...es el tinte, está bien, todo el tiempo me confunden...-
La mujer rio suave ante el comentario del chico, parecía que estaba entrando en confianza con el menor.
-Muy bien, verás, tengo que salir a trabajar, quise darte el empleo al instante-
-Y yo, se lo agradezco señora...-
-¡ Nicolas, Frederick, Evan, Jack, vengan aquí!-
La estruendosa voz de la mujer hizo saltar al pequeño pelirosa, dejándolo por un momento sordo, al instante, cuatro pequeños bajaron corriendo, uno de los cuales cargaba al mas pequeño, por lo que podía deducir Jimin, los pequeños formaron una fila frente a su madre.-
-Niños, el es...mh ¿Cómo te llamas?-
-¿Ah? ...Si, Jimin, me llamo Park Jimin señora-
-Bueno, el es Jimin, y va a ser su, mh, ¿niñero?-
Los cuatro pequeños miraron al mas alto, un poco extrañados, nunca habían tenido una niñera, y menos hombre.
-Quiero que sean amables con el niños, saluden por favor-
-¡Hola!-Hablaron al mismo tiempo los tres mayores-
-Es un placer conocerlos pequeños-Jimin sonrió lo mas alegre posible, ya que quería ganar a los pequeños.
-Jimin, ellos son Nicolas, el mayor de ellos, tiene doce años, Frederick, el segundo, tiene nueve Evan de ocho años y finalmente Jacki de tres años, tendrás que adaptarte con el pequeño, ya que no toma mucha confianza con cualquiera.
-No se preocupe señora, soy muy amistoso, estoy seguro que nos llevaremos muy bien-
Los pequeños hicieron una pequeña reverencia ante el pelirosado, la señora sonrió ante lo educados que se habían vuelto sus hijos en tan solo diez minutos.
-Muy bien, se quedan en tus manos Jimin, tengo que salir a una reunión muy importante-
La mujer se despidió de sus hijos con un beso volado, caminando hacia la puerta, y sus pequeños saludaron despidiendola.
-Llamare cada dos horas, ¿de acuerdo? Si necesitas algo, llámame también-
-Esta bien señora, se manejar esto, vaya tranquila-
-Gracias Jimin-
Jimin cerro la puerta una vez que vio a la mujer alejarse de la casa, se giro para poder hablar con los pequeños, sin esperarse la sorpresa de que no estaban, extrañado, los busco por la sala.
-¿Niños, donde estan? –
Escucho algunas risas y susurros a los lejos, camino en circulos, dudando en si subir o no.
-Pequeños, vengan, quiero que nos conozcamos, ser su amigo, apuesto a que podemos llevarnos bien...-
Camino hacia las escaleras, avanzando a pasos lentos, hasta que en el tercer escalón, algo extraño paso, repentinamente habia algo resbaloso, haciendo que cayera hacia atrás.
-¡Ah!-
Su cabeza dio un fuerte golpe en el suelo, estaba apunto de perder la conciencia, hasta que se forzo a si mismo a no hacerlo, se enderezo lentamente sobando su cabeza.
-Ah...eso...dejará marca...mi cabeza...-
Te dije que no debíamos poner tanta mantequilla...
Shhh, callate, va a oírnos, no debe sospechar que nos queremos deshacernos de el
Jimin abrió sus ojos ante los comentarios de los pequeños, no eran lo que esperaba, con cuidado se levanto, pero creyó que era mala idea intentar subir de nuevo.
-Eh...niños...por favor bajen...¿tienen hambre? Puedo hacer unos ricos emparedados...o podemos hacer otra cosa...bajen por favor...-
Jimin trago saliva al escuchar varios pasitos bajando por la escalera, dejando ver solo a los mayores de los pequeños.
-No queremos que seas nuestro amigo, no te queremos aquí-Habló Nicolas, el mayor de ellos.
-¡Si! Además...no bajamos porque nos mandes, tenemos hambre, ahora ¡te ordeno que prepares emparedados para nosotros!- siguió Frederick.
-M-muy bien...tranquilos ¿si? Solo quiero que nos llevemos bien...ya se que quizá no habían tenido un niñero...pero, es divertido, soy divertido...solo bajen y preparare emparedados para todos...¿si?-
Jimin miro un poco asustado a los pequeños bajando lentamente por las escaleras, seguido detrás de ellos, venían los menores, uno cargando al mas pequeño.
-Muy bien, pero no trates de ganarte nuestra confianza con buenos tratos y palabras tontas-
-¡Tuntas!-Hablo el mas pequeño, formando un adorable puchero con sus labios.
-Muy bien...solo...no digan palabras malas...-
-Es nuestra casa, y hacemos lo que queramos-
Jimin se sorprendió ante el lenguaje tan avanzado del niño, incluso podía recordare a alguien muy conocido, negó con la cabeza, suspirando.
-Bien...vengan, vamos a la cocina, les preparare emparedados-
El pelirosa caminó lentamente, escuchando detrás los pasitos de los niños, entro a la cocina, los pequeños se sentaron en las sillas altas, y el mas pequeño en una pequeña sillita, al igual un tanto serio.
Jimin reviso el congelador, un olor desagradable llego a su nariz, tapo esta, con expresión de asco.
-P-pero que...-
-¿Peste? Si lo sé, mamá nunca tiene tiempo para limpiar, ninguno lo hace-
-Está bien...de acuerdo-
Jimin recupero su posición, suspirando al ver que no había nada para preparar.
-No hay nada de comer...la casa es un desastre...-
Jimin paso su mano por sus cabellos, tratando de encontrar la mejor solución al problema, realmente era un reto.
-¿Dónde están nuestros emparedados?-
-Tengo un idea niños...¿quieren salir un rato? Haremos las compras, les hago los emparedados, y limpio la casa un poco, ¿les parece?-
Los pequeños se miraron entre si, cómplices, pensando que era un buena idea salir, ya que a ellos les encantaba salir a explorar.
-Muy bien, vamos-Hablo el mas grande de ellos.
Después de unos momentos, Jimin caminaba tranquilo vigilando a los pequeños frente a el, ya que no quería perderlos de vista, era peligroso salir con tanto niños a la calle en su primer día de trabajo, nunca penso que el ser niñero fuera tan difícil.
Al llegar al centro comercial mas cercano, Jimin empezó a comprar las cosas que había anotado en una lista, mas no las pudo realizar tranquilo, ya que a cada momento tenía que correr detrás de los pequeños, para ver que no se llevaran un producto que no había pagado, o incluso perderse en el enorme centro comercial.
Un Jimin agotado volvía con las bolsas en sus débiles brazos, mientras los niños tarareaban una canción con una paleta en sus bocas, de diferente color.
-Les preparare los emparedados, los llamare en un momento...¿si?-
Jimin se giro en la cocina al ver que no estaban de nuevo los niños, suspiro mientras preparaba la cena, en lo que volvía la señora.
Minutos después la cena estaba terminada, aunque no sabia muy bien los gustos de los niños, hizo lo mejor que pudo.
-¡Niños, la cena esta lista!-
Por primer vez fueron al llamado de Jimin, bajando a pasos rápidos, Jimin fue cuidadoso al ver que no se cayeran en las escaleras por correr.
Lo extraño es que, los cuatro estaban tan desordenados del cabello, incluso podía ver rastros de tierra en sus rostros, y pequeñas ramitas en sus cabellos.
-¿Qué paso alla arriba? Traen tierra...¿Qué hacían?-
-Nada que te importe, ¿Qué hiciste de cenar?- Jimin asintio suspirando.
-¿Les gustan los macarrones con queso?...no sabia muy bien que preparar, también hice unos sándwiches...-
Los niños querían negar la comida, pero después de las travesuras que habían echo fuera, estaban muriendo de hambre, sin decir nada se sentaron a la mesa, Jimin ayudo al pequeño a sentarse en su silla mas pequeña, sabia que no eran unos niños malos, tan solo estaban un poco descuidados.
Comieron tranquilos, manchándose algunas veces el rostro con el queso, mientras Jimin limpiaba el desorden, limpio la sala, los trastos sucios, recogió la basura, limpio el suelo para terminar dejándolo brillante.
La casa se veía mas decente, y desprendía un olor delicioso gracias al detergente, le costo mucho trabajo poder limpiar, hace tiempo que se veía que nadie lo había echo.
-Son las nueve...su mama no llega...-
El pelirosa miro su reloj preocupado, ya que era un poco tarde para ir a su casa, sobo su cadera algo cansado, mientras terminaba de limpiar un poco la cocina, hasta que sintió un tirón en su camisa.
-Hyung...-
-Oh...hola pequeño ¿Qué sucede?-
El pequeño bostezo tallando sus pequeños ojitos con sus manos en forma de puño, Jimin sonrió con ternura al verlo, dejo lo que hacia, y tomo al pequeño, en sus brazos.
-¿Jacki verdad?-
-Me...edtoy...muliendo de sueño...-
-Te llevare a la cama, ya es hora de dormir, pero antes debes cepillas tus dientitos, te pones la pillamita y a la camita, ¿okey?-
-¡Sipi!-
Jimin subió con el pequeño Jacki en sus brazos, hasta la habitación que compartía con sus hermanos.
-¿Dónde están tus hermanitos?-
-Queeen shabe...-
-Bueno...ponte la pijama ¿si? Voy a buscarlos...-
-No hace falta, aquí estamos-
Oyó una voz detrás de el, dejando ver a los menores entrar por la ventana, Jimin los miro algo preocupado ya que no eran horas de estar saliendo.
-Niños, eso pudo ser peligroso, ¿Dónde estaban?...-
Jimin se asomó hacia la ventana algo alterado, ver entrar a niños de menos de trece años por la ventana, no es algo que se ve todos los días.
-Fuimos a dar un pequeño paseo-Hablo Nicolas, mientras se recostaba en su cama, sus hermanos lo imitaron.
-Niños...no pueden estar saliendo a estas horas...-
-¿Dónde esta mama?-
-Su mami no ha llegado...-
Jimin se giró sobre sus talones, cerrando la ventana, mientras se acercaba a los menores.
-No se preocupen...no me iré hasta que su mami llegue, pero es algo tarde, ¿Por qué no se ponen la pijama como su hermanito y se van a dormir, mh? Mañana tienen escuela-
-Mañana es domingo tonto-Sonrio fastidiado Fred, mientras se comenzaba a poner la pijama.
-C-cierto...bueno, solo, es tarde...ustedes deben estar durmiendo ya...-
-Vete, nos pondremos la pijama-
Jimin asintio ante el pedido de los pequeños, y salió despacio de la habitación, recibiendo un portazo, seguido de unas risas pequeñas, se sentía tan intimidado por los pequeños, golpeo su frente, bajando las escaleras de nuevo a la sala, se sentaría a esperar a la madre de los niños, no podia irse así, era su trabajo como niñera de los Min.
Suspiró aburrido, habia marcado el numero de la señora por varias horas, al parecer estaba fuera de servicio, camino en el espacio de la sala, hasta que con alegría escucho la puerta de la entrada.
-¡Señora Min!-
Se quedo estático, pasando saliva retrocediendo al ver que la persona que había entrado era ni mas ni menos que Yoongi, pero como ¿Qué hacia ahí? Se preguntaba Jimin.
El mayor lo miro de igual manera desconcertado, ladeo el rostro acercándose al pelirosa.
-¿Qué mierda haces aquí?-
-Y-y-yo...¿U-usted que hace aquí?...-
-Es mi casa, estúpida bola de azúcar-
-¿A-ah?...¿S-su casa...?-
Ambos se giraron, al escuchar nuevamente la puerta abrirse, la señora Min apareció para suerte de Jimin.
-Oh hijo llegaste, ¿ya conociste a la nueva niñera?-
-¿Qué dijiste mujer?-
Yoongi la miro horrorizado, para girarse hacia el menor después, la señora Min se encogió de hombros con una sonrisa.
-Tu dijiste que buscara una solución, alguien que cuidara a tus hermanitos, eso hice, así puedes ir a la escuela sin problemas-
-Pero mamá, debiste decirme quien era-
-¿Por qué? A ti no te importan esos temas, mejor cállate-La señora Min le sonrió leve a Jimin-¿Cómo se portaron mis angelitos?-
-M-muy bien...son unos angelitos como dijo...-
Jimin seguia sorprendido, sin moverse del lugar, y con las manos juntas, viendo a la señora Min, quien sacaba el dinero que habia quedado con su amiga, que le pagaría al pequeño.
-Aquí tienes Jimin, gracias, oh mañana también te espero, tengo que trabajar, ¿no te molesta verdad?-
-N-no...para nada, aquí estaré puntual...-
-Perfecto, Yoongi estará mañana, el te puede ayudar-
-Ni hablar-Hablo el pelinegro que se mantuvo callado y con los brazos cruzados-Ya tengo planes mañana-
-Pues tendras que cancelarlos, porque te quedaras a ayudar a Jimin, de lo contrario, no veras ni un centavo de mi en todo el mes-
-¡Mujer, tu no me puedes hacer eso!-
-Tu decides-Yoongi rugió furioso, abriéndose paso para subir a su habitación-Bueno al parecer mañana va a hacerte compañía, ve a casa Jimin, es algo tarde mañana te veo a las ocho, se puntual, Yoongi estará aquí, y el te explicara todo-
Jimin asintió con una pequeña sonrisa, para salir de aquella casa, con el corazón salirse de su pecho, las piernas le temblaban, ¿Cómo es posible que le pasaran ese tipos de cosas?-
Alboroto sus cabellos, poniendo el gorrito que traía en su bolsillo, y los guantes, la noche estaba bastante fría, hizo la parada a un taxi, para dirigirse hacia su casa.
Yoongi en ningun momento dejo de mirar por la ventana como el pelirosa se subía al auto, y una pequeña sonrisa apareció en sus labios.
Jimin...estúpida bola de algodón...Mi estúpida bola de algodón...
Lamento la tardanza, perdí algo de inspiracion estos días, uff días cansados, pero voy a tratar de subir mas seguido capitulos de cada obra
;u; Amo las leidas, gracias, el próximo capitulo estará mejor.
Jaaziel 😺[Añadí el gatito, porque me encantan]