—Siento haberte llamado, sé que es muy temprano.
—No, está bien, Steve. ¿De qué se trata?
Pepper se talló un ojo mientras con el otro veía la carta para pedir su desayuno en el restaurante del hotel. Supuso que se trataba de algo importante cuando recibió el mensaje de Steve. La hora había sido idea suya, porque después tendría el día ocupadísimo. Empezando por suplir a Tony en la presentación de Industrias Stark. Habían dicho que éste estaba enfermo y que por ello, no la daría, aunque estaría presente. Era imposible preparar a Sharon, para convertirse en el buen orador que era Tony y menos, con tan poco tiempo.
Así que ahí estaba. Sólo esperaba que Stephen no se alarmara, al no verla a su lado. Por precaución le había dejado una nota, también esperaba que la viera.
Decidió que quería para desayunar y le entregó la carta al mesero.
—¿Cómo te libraste de tu custodia? —le dijo Pepper con una sonrisita.
—Se la dejé encargada a Bucky, después de todo, ella sigue durmiendo y despertará con resaca, me parece.
Pepper rió y vio a lo lejos su jugo de naranja arribando a su mesa.
—¿Qué sucede, Steve?
—Anoche... creo que lo arruiné, Carol va a matarme, pero—suspiró—le dije a Sharon que sabía quién era.
Pepper detuvo su vaso de jugo a mitad de camino hacia sus labios.
—¿Cómo?
—Lo siento. No lo soporté más.
—¿Por qué?
—Estaba... no sé... queriendo tener algún acercamiento conmigo. Ya sabes...
Pepper asintió y pudo darle un trago a su jugo. Luego, se encogió de hombros. ¿Qué remedio? Lo importante era que ya estaban ahí, la ausencia de Tony era fácil de explicar, aunque ciertamente ponía problemas para atrapar a Iván Vanko.
—Hay algo más, algo que me dijo ella—continuó Steve.
—¿Qué cosa? Algo sobre Tony, seguramente.
Steve asintió.
—Me habló de unos contratos y que tú sabías de ellos, ¿podrías explicarme? Le preguntaría a Tony, pero no quiero alterarlo.
—Comprendo—Pepper esperó a que le sirvieran, para retomar el tema de los contratos—. Los contratos... bueno, fue algo que surgió en la mente de Tony cuando regresó a su cuerpo por unos cuantos días, ¿recuerdas?
Steve asintió.
—Estaba desesperado, Steve; y por eso lo hizo.
—Desesperado, ¿por qué?
—Por cuidar de ti—Pepper le sonrió—. No tienes que preocuparte por esas cosas, están cancelados desde hace mucho tiempo. Yo nunca los hice en forma, lo único que llegué a hacer fue un borrador para mantener a raya tanto a Tony como a Sharon.
—¿Qué estipulaban? —preguntó Steve.
—Sharon tenía que divorciarse de ti y dejarte todo. Ya sabes, la casa, el auto, el dinero y, sobre todo: al bebé, en ese tiempo pensábamos que sólo era uno. También, tenía que mantenerse callada respecto a la verdad del intercambio de cuerpos. A cambio, Tony se casaría con ella y le daría todo lo que quisiera: dinero, viajes, prestigio, fama... todo... excepto amor.
Pepper miró a Steve e hizo una pausa, para observar su reacción. Steve parecía tranquilo, como si un gran peso se le hubiera quitado de encima.
—¿Qué te dijo ella? —preguntó ella, astutamente.
—Que Tony le había propuesto matrimonio, que querían quedarse con los niños... me sonaba extraño, porque Tony no ganaba nada fingiendo amor para conmigo. Y luego, Sharon dijo que te preguntara.
—Steve, Tony sólo quería protegerte, quitártela de encima y que tuvieras la oportunidad de ser feliz, aunque no fuera con él. ¿Entiendes?
—Entiendo, pero sólo hay una manera de que pueda ser feliz.
Pepper sonrió.
—Es lo que traté de explicarle todo el tiempo. Pero, bueno, ahora que sabes la verdad, los contratos carecen de importancia. La verdad libera, dicen, y nunca ha estado tan bien aplicado.
Steve sonrió.
—¿No vas a desayunar? —Pepper cambió de tema.
El capitán negó.
—Tengo que ir a hablar con Carol.
—Uy, no te espera nada bueno.
—Puedes jurarlo.
—Sin embargo, te aseguro que puedes encontrar la manera de convencer a Sharon de ir esta tarde a la presentación—Pepper le guiñó un ojo.
Steve sacudió la cabeza y se despidió de ella. En cuanto se marchó, Pepper le mandó un mensaje a Tony, diciéndole que: primero, se tomara con calma la noticia. Segundo, que Steve ya estaba enterado de los contratos. Y tercero, que Sharon había sido la chismosa, así como que ya sabía que Steve sabía la verdad sobre el cambio de cuerpos. Al terminar de enviarlo, suspiró. ¡Qué enredo, Dios mío!
***
Steve volvió a la habitación de Sharon y relevó a Bucky en la tarea de cuidarla. Al parecer éste y aquella, pocas palabras habían cruzado, de hecho, ella estaba en el baño cuando llegó.
—¿Cómo te fue con Carol? —le dijo Bucky en la puerta.
—Puff, imagínate. Ahora, sea como sea, tengo que hacer Sharon vaya a la presentación de Industrias Stark. Bueno, no como sea.
Bucky rió y salió de la habitación. Steve escuchó el ruido del agua de la regadera caer contra el piso del baño, y se sentó en el sofá dispuesto a esperar a que Sharon saliera. Justo entonces recibió una llamada.
—¡Steve! — la voz de Tony sonaba preocupada, apurada.
—Hey, babe, ¿no deberías estar durmiendo?
Del otro lado del mundo, Tony hizo una pausa para respirar. Había recibido el mensaje de Pepper justo antes de irse a acostar. Entonces, pensó lo peor, necesitaba hablar con Steve y aclararle las cosas. Había creído que Steve estaría molesto, pero en lugar de ello éste le había respondido cariñosamente, como siempre.
—Es que... —alcanzó a decir—, es que... Pepper me dijo que Sharon te contó...
—Ah, ¿sobre los contratos? Sí, pero Pepper me puso al corriente.
Tony se mordió el labio inferior.
—¿No estás molesto?
—No—contestó Steve—, pero me habría gustado enterarme por ti y no por ella.
—Lo siento, Steve, sólo quería protegerte. En serio.
—Lo sé. Pero... Dime una cosa, Tony, ¿te habrías casado con ella?
Tony respiró profundo antes de contestar.
—Sí. Pero sólo para que ella te dejara en paz y no te dijera nada. Porque, entiende, en ese entonces tú no sabías que se trataba de mí en el cuerpo de Sharon. Además, yo creía que me odiabas. Pero, te repito, sólo lo habría hecho para salvarte de esa loca, en serio.
—Comprendo. Pero, Tony, ¿sabes una cosa?
—¿Qué cosa?
—El sólo hecho de imaginar que te cases con alguien más... o si lo hicieras... incluso, si amaras a alguien más... Tony, no me salvarías, me estarías matando.
Tony sonrió y sacudió la cabeza.
—¡Qué dramático, Rogers! —dijo, pero no pudo apartar la sonrisa que se había instalado en su rostro— Pero lo mismo me harías tú a mí.
Steve también sonrió del otro lado del auricular.
—Entonces, beloved, ¿todo está bien? ¿No estás enojado?
—Todo está bien, cariño. No tengo motivos para estar enojado... bueno, un poco. Creí haberte dicho que podías contarme lo sea.
—Lo sé, lo sé... pero la verdad es que, también, se me olvidó. Aunque sé que no es excusa.
Steve rió.
—Está bien. No te preocupes, no es bueno ni para ti ni para los bebés.
—Pues yo no estaré tranquilo hasta que estés aquí de nuevo.
—Ya falta poco.
Sharon salió de la ducha poco después de que Steve terminara de hablar con Tony. Se secó el cabello al tiempo que se acercaba al sofá en el que Steve esperaba. Sabía que había sido imprecisa con respecto a los contratos, que había manipulado los términos de los mismos, para generar un conflicto entre la pareja. Lo sabía, había sido un movimiento calculado, pero, al mismo tiempo, desesperado. Se detuvo frente a él y éste levantó la vista.
—¿Hablaste con Pepper? —preguntó.
Steve se levantó y negó con la cabeza.
—No he tenido tiempo. Pero es algo que quiero que me aclares.
Sharon sonrió.
—¿Quieres que hablemos?
Steve asintió.
—Está bien, hablemos de los contratos—dijo Sharon— Puedo pedir champagne.
—Después—acotó Steve.
—¿Después de qué?
—De la presentación de Industrias Stark.
—Oh, eso—Sharon torció el gesto, lo meditó un rato, no quería ir, pero si era una condición para ganar tiempo con Steve, la tomaría — Está bien. Me cambiaré.
Steve asintió y volvió al sofá en cuanto escuchó la puerta de la habitación cerrarse. Eso había sido más fácil de lo que había creído.
***
*****
—Las cosas serán así—dijo Víctor indicándole a Vanko que se acercara—. Habrá una presentación de Industrias Stark. Haré acto de presencia en ella con mis guardaespaldas, es posible que crean que estás conmigo. Mientras tanto, el resto de mis hombres y tú se posicionarán en el salón comedor en espera de mi señal.
—Bien—dijo Vanko con buen ánimo. Por fin, se venía el día.
—Intentaré atraer la atención de Stark para apartarlo un poco del capitán Rogers. Entonces, será tu turno.
—¿Qué hay del resto? Dijiste que estamos rodeados.
—Mis hombres se encargarán de crear una perfecta distracción.
Vanko torció la boca y se encogió de hombros. Para él estaba bien. Realmente no le importaba que Stark resultara herido en el proceso, pero bueno, la idea de Doom tenía un grado de maldad que le agradaba.
—Bien, nos vemos ahí en un par de horas—dijo y fue a alistarse.
Víctor apretó los dientes, no estaba tan seguro de su plan como lo estaba días antes de su encuentro con Strange. Además, por lo que se había dado cuenta, el capitán Rogers era más perspicaz de lo imaginado. Con todo, seguiría adelante.
***
La presentación de Industrias Stark salió a pedir de boca. Pepper realizó su trabajo con la limpieza acostumbrada. Claro que se extrañó a Tony al frente, su sentido del humor y conocimientos técnicos y teóricos. Bajo el pretexto de que estaba enfermo, lo único que tuvo que hacer Sharon en su nombre, fue subir por un breve instante al escenario y agitar la mano para agradecer la asistencia de todo el mundo.
Después, a pesar de querer evitarlo, los periodistas le cayeron encima con preguntas sobre su enfermedad, en especial, querían saber si tenía que ver con el accidente que había sufrido a principios de año. Steve le sujetó por debajo del codo y como un verdadero guardaespaldas le hizo camino a través del auditorio hasta la salida.
Víctor se escurrió entre la multitud, vio de reojo a Pepper y a Strange saludando a otras personas, y comprendió, aunque de manera superficial que había algo entre ellos, algún lazo y ese era el motivo por el que Strange estaba ahí. Alcanzó el salón comedor, donde los periodistas habían sido parcialmente disipados.
Steve escuchó de Carol que von Doom había entrado. Llevaba el mismo número de guardaespaldas que la última vez, así que podían suponer que Vanko estaba mezclado entre ellos, aunque, no era un hecho. En la puerta del salón estaba Bucky, Sam y Rhodey hacía lo propio en alguna de las mesas del comedor, al igual que Carol. Todos estaban encubiertos y alertas.
—Excelente presentación—dijo Bruce a Sharon—. Pepper sí que estudio, ¿no crees?
—Sí, supongo—dijo Sharon esbozando una media sonrisa ansiosa y dejando escapar una mirada hacia Steve; lo que quería era estar a solas con él—. Bruce, ¿puedes traerme algo de beber?
Bruce asintió, pero también miró a Steve en busca de aprobación, al tiempo que se frotaba las manos nerviosamente. Estaba un poco al tanto de lo que pasaba y ciertamente, de pronto, el ambiente se había tornado un poco oscuro. La sensación de mal presentimiento comenzaba a molestarlo, él también pensaba que necesitaba un trago.
—Ya vuelvo—dijo y se dirigió a la barra.
Sharon aprovechó para girar hacia Steve. Éste escudriñaba su entorno, había localizado a von Doom y no quería perderlo de vista..
—Steve—lo llamó Sharon suavemente, y éste, por supuesto, no la escuchó—, Steve... ¡Steve!
Ese último llamado lo hizo tirando de la corbata del capitán, haciéndolo voltear.
—¿Vamos a hablar sobre nosotros? —preguntó.
Steve frunció el ceño.
—Ya hablamos sobre nosotros —le dijo Steve cortante—. No es el momento para esto, además.
—Dijiste que hablaríamos después de la presentación. Bien, se terminó.
—Dije que hablaríamos de los contratos. Pero no es necesario. Y, Sharon, no es el momento—repitió él en voz baja; él, al igual que Bruce, tenía una corazonada latiendo inquietamente en su psiquis.
—¿Por qué no es necesario?
—Hablé con Pepper—Steve desvió la vista de ella, había perdido a Víctor y maldijo internamente.
Sharon frunció el ceño y volvió a tirar de la corbata, pero esta vez, también, atrapó su cuello con una mano.
—Me mentiste—dijo ella y sonrió—. Vaya, no te conocía esa malicia.
Steve le sujetó la muñeca y la apartó suavemente de su cuello. Estaban muy cerca, demasiado quizás, y el gesto parecía, por fuera, más íntimo de lo que era. Así lo notaron algunos fotógrafos y también, Víctor von Doom, quien, tras una columna, observaba a la pareja. La cual, a su parecer, había sido discreta hasta ese momento. Tony parecía querer un beso del capitán y era algo que, sin duda, lo molestaba. Así que dejó su escondite y se acercó a ellos.
—Entonces, sabes la clase de persona que es Stark—dijo Sharon sin soltarse de la corbata de Steve.
Éste rodó los ojos. —Sharon, estás en peligro, ¿no lo entiendes? Suéltame ya.
—No hagas un escándalo, Steve. O mejor aún, hagamos uno, ¿por qué no me besas?, así todo mundo sabrá lo que sientes por él.
—Basta, Sharon, ¿qué te pa...?
—¡Tony!
Steve levantó la vista, Sharon giró un poco, aunque sin soltar a su presa, y ambos vieron a Víctor sonriéndoles cínicamente.
—¡Qué sorpresa! —exclamó con una copa entre los dedos y con un tono falso— No esperaba encontrarte aquí... Ok, ok, la verdad es que miento.
Steve aprovechó para zafar de los dedos de Sharon la tela de su corbata y erguirse. Sharon miró a von Doom, no sabía que decir, así que simplemente calló.
—Veo que estas bien acompañado—continuó Víctor—, pero, tal vez, te deje ir y podamos hablar un poco, ¿no crees?
Steve y Víctor compartieron una mirada igual a la primera que habían tenido. Fue una lucha de fuerzas sin levantar el puño.
—Ah, yo... —Sharon balbuceó, pero, al mismo tiempo, sintió la mano de Steve sujetándole del brazo.
—Tenemos que irnos, Mr. Stark—dijo Steve tirando suave, pero firmemente de ella.
Sharon sonrió, tomó aquello como una muestra de celos y asintió, después de todo, eso era lo que quería: irse de ahí con Steve.
La sonrisa de Víctor se borró y actuó casi por instinto, estiró el brazo y tiró del de Tony.
—¡Espera! —dijo
—Suéltalo— le ordenó Steve.
—Oblígame.
Steve sonrió de medio lado, fue una manera simple de decirle que sería un placer. Dio un paso hacia von Doom y en ese instante el salón entero retumbó. Una fuerte explosión quebró varios vidrios y sembró el terror. La gente comenzó a correr para salir, entre gritos y empujones. Una nueva explosión cimbró el lugar, y está vez, cayó el candelabro que colgaba del techo justo al centro del salón. Todos se habían agachado, incluso von Doom, quien no esperaba aún la "distracción", además, esa no era y él no había dado la señal.
—¡Anthony Stark! —escucharon poco después y al levantar la vista, vieron a Iván Vanko armado hasta los dientes. Había adelantado las ordenes de Víctor, estaba harto de esperar así que había empezado antes, con sus propias distracciones. La desesperación lo había carcomido y él no necesitaba de von Doom para hacerse cargo de las cosas.
Steve se incorporó y le ordenó a Sharon quedarse detrás de él. A un costado, von Doom maldijo.
—Idiota—murmuró al tiempo que se movía para alejarse del blanco que era Steve.
—Será mejor que no se mueva, Vanko—Carol lo tenía en la mira—. Suelte las armas.
—No—dijo Vanko con tranquilidad—. He venido para vengarme. ¡Stark da la cara!
—No te muevas—ordenó Steve a Sharon de nuevo, al tiempo que se presionaba el antebrazo. Ésta pensó que quizás había sido alcanzado por algún proyectil.
Vanko llevaba dos armas que funcionaban con su prototipo de arc reactor, la energía acumulada en éstas brillaba a través de los largos cañones plateados.
—¿Qué es lo que más amas, Stark? —dijo al localizar a Steve.
—¡Suelte las armas, Vanko! ¡Está rodeado! —se escuchó la voz de Rhodey.
—Realmente eso nunca me importó—murmuró Vanko para sí mismo, y tal vez, también, para Víctor—. ¿Qué es lo que más amas, Stark? —repitió— ¿A ti mismo? —dijo mirando a Tony parcialmente oculto tras Steve— ¿O a él?
Víctor comprendió. Vanko no iba a obedecer ni a ejecutar su orden tal cual. Tenía a Steve en la mira y perfectamente al descubierto, pero las armas que llevaba no sólo darían con él, también alcanzarían a Tony detrás de él.
—¡Iván! —gritó—¡Espera!
Pero era tarde.
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Espero que les haya gustado.
Soy una despistada de lo peor, pero quiero agradecer a @diaboros y a @Severusnapeyo quienes han hecho las últimas dos portadas de este fic. Siento que no les he dado crédito lo suficiente y les quedaron preciosas. También quiero agradecer públicamente a @EngineerofWords, quien ha estado haciendo portadas para el resto de mis historias y creo que también hará una para ésta. Y hay otras portadas en camino... oh esperen... pero si esto está por terminarse.
jaja Es broma. No, esto aún no esta en la recta final, por ahí vi que se lo preguntaban. Estamos por llegar a los 70 capítulos y sé que parece que estamos llegando a un punto culminante, y sí, nos acercamos a un punto de quiebre, pero, definitivamente, no es la recta final. Sé que soy lenta, pero ¿me aguantan otro ratito? plis XD
¡Nos estamos leyendo!