Los deseos de Mika no se habían cumplido del todo, en la habitación donde descansaba Leanne se la podía ver aún dormida, sin embargo, su ceño estaba un tanto arrugado y en este empezaban a formarse pequeñas esferas de sudor que iban incrementándose poco a poco.
Se podía ver que buscaba a alguien con la mirada teniendo los ojos cerrados, sus manos se movían de una manera irregular y su boca intentaba sacar frases coherentes, pero simples ruidos bajos salían de ella, con esas características cualquiera podía deducir que Leanne estaba teniendo una pesadilla.
Despertó repentinamente con una leve sensación de miedo, con pereza se sentó en la cama dispuesta para levantarse, no sin antes restregar un poco sus ojos y pasar sus manos por el rostro para quitar su pereza. Salió de su habitación, encontrandose con la oscuridad, caminó a paso lento, tratando de adivinar su camino por ese pasillo que le llevaba al baño compartido que había en esa sección, para poder refrescarse un poco, pero cada vez que se acercaba a su destino escuchaba gritos que provenían desde afuera.
Su corazón empezó a latir desbocado cuando escuchó unos pasos acercándose a ella a velocidad, Leanne optó por retroceder esperando a que el desconocido desviara su camino por el otro pasillo, sin embargo, pudo ver como una silueta, a pesar de la oscuridad, se detenía un momento sintiendo que la miraba y retomaba su camino a su dirección, Leanne en el susto, se dio la vuelta y corrió intentando protegerse, pero vano fue el resultado, aquel sujeto había atrapado su mano, acercándola a su cuerpo.
—Soy yo, Leanne, soy yo —Murmuró Levent cuando su protegida empezó a sacudirse para evitar ser cautiva. Notó que su protegida se había relajado, pero no del todo, aún se mantenía en estado de alarma—. Debes seguirme rápido, Mika y Harry están peleando en el patio.
—¿Cómo dices? —Soltó preocupada tomando velocidad de su amigo para ir en ayuda para su amigo.
—Yo desperté hace poco, hay un tumulto ahí abajo, y por lo que me dijeron, Harry ordenó su captura.
—Mierda, no puede ser esto posible —Maldijo y tomó más velocidad de la que ya tenía y se dirigió al lugar de concentración.
Apenas llegó vio como un circulo, de ahora pocas personas, rodeaban a quienes estaban en un conflicto. No fue difícil apartarlos, y ver la escena. Harry estaba con la ceja reventada y con la ropa sucia, Mika tenía la comisura del labio bañada en sangre y de igual modo, la pulcritud de sus vestimentas había desaparecido.
—¡Déjalo en paz, Harry! —Ordenó Leanne intentando impedir que siga esa confrontación, pero sujetos de la misma secta sujetaron e inmovilizaron a Levent y a Leanne, preocupando a Mika— ¿Qué es esto, Harry? ¡Suéltenme de una vez! —forcejeó lastimándose un poco ante la presión que sus opresores ejercían. Levent soltaba maldiciones y juraba matar al bastardo que se atreviera a lastimar a Lea.
—¡Es un castigo, ángel mío, un castigo ante su deslealtad! —Gritó enfureciéndose aún más.
—¡Ja! ¿Lealtad? —Mika golpeó a Harry aprovechando su distracción— ¿Qué derecho tienes de hablar sobre lealtad, amigo mío? —Pateó el estómago de Styles y aprovechando su agonía caminó con normalidad hasta su chaqueta que estaba arrimada a una distancia no muy lejana de su cuerpo y sacó una navaja que desnudó de una funda oscura.
—¿Qué derecho tienes tú de reprocharme sobre eso, si tú también has caído en fallar a tu palabra, imbécil? —Se levantó a penas de su sitio y sacó su navaja del bolsillo de su pantalón—¡Sabes que es traición ponerse en contra de tu rey!
—¡No lo es a menos que sea por una causa justa! —empezaron a caminar sobre la línea de un circulo imaginario mirándose cara a cara esperando a que uno de ellos atacará.
—¡No es justo querer matar a tu rey, Mika! ¡Hay castigo por eso!
—Merecedor de ello seré, no me importa, pero primero saco a Leanne de este sitio antes que sigas con tus estupideces de niño fantasioso —. Leanne soltó un gemido ahogado cuando Harry se acercó a Mika con rápidez e intentó clavarle la navaja en el estómago, pero más veloces fueron los reflejos de Mika que saltó hacia atrás recibiendo un rasguño y aprovechó el momento para dar un golpe en el rostro de su rival— Estas actuando como tonto, Harry.
—No, no es tonto tener todo lo que deseas tener, Mika —escupió un poco de sangre y limpio su boca— Tú nunca entenderás lo que se siente tener todo lo que deseas.
—Sé que es bueno tenerlo, Harry, sé como se siente, pero no puedes obligarlos a que se queden contigo. Entra en razón, Styles. Hazlo y nadie saldrá herido.
—¡Que mueran los que tengan que morir! —Declaró con una sonrisa maliciosa.
—A tus ordenes, mi amigo... ¡Mátenlos! —Gritó y vio cómo la sonrisa de Harry se desvaneció cuando vio que la mitad de los habitantes, se abalanzaba contra la otra mitad y todo empezaba a reaccionar en cadena. ¡Se estaban confrontando dos grupos!
Leanne fue utilizada como escudo mientras el sujeto que la apresaba la arrastraba hasta el interior del Castillo para encerrarla. Fue liberada de manera abrupta cuando sitió que alguien era intermediario para su liberación, Levent había golpeado al bastardo que estaba forcejeándola y Leanne aprovechó para huir de ese sitio y hacer algo para favorecer a Mika.
—¡Busca a Aleaseis! —Gritó Levent mientras luchaba por mantenerse vivo.
Leanne no tuvo tiempo ni de asentir y solo accedió a correr dentro de la casa, gritó y buscó por todas las habitaciones, pero no había rastro de Aleaseis, por lo que empezó a desesperarse. Al no encontrarlo, optó por ir a la cocina y hacer lo que nunca esperó hacer.
Buscó cuchillos, los más grandes que viera y apenas consiguió un par, corrió nuevamente al patio a ayudar a sus amigos.
La adrenalina invadió su sistema cuando simplemente clavó su arma en la espalda de un sujeto, distinto al que la había atrapado, que tenía sometido a su amigo, con terror vio como este caía como un costal de papas al suelo y Levent lo hacía a un lado con los ojos abiertos, se levantó rápidamente del suelo y sin asco sacó el cuchillo de su cuerpo y volvió a introducirlo para cerciorarse de que estuviera muerto.
—¡¿Por qué no estás con Aleaseis?! —Rugió tomándola de la mano y llevándola a un lugar seguro.
—¡No lo encontré, te juro que busqué no está!
—¿Qué? —palideció— ¡No puede ser posible! —giró su cuerpo para ver a Mika, quien pateaba a un débil Harry.
Leanne se adelantó a él, hipnotizada por la furia de su amigo que no había tenido la oportunidad de conocer, hasta ese entonces. Mika dio una patada en el cuerpo de Harry y se apartó de él girando sobre sus talones para obtener más impulso, sin embargo, no pudo hacerlo.
Un gemido salió de los labios de Mika y su rostro mostró asombro al ver a Melied delante suyo invadiendo su espacio personal y vital introduciendo un cuchillo en su vientre.
—Larga vida al Grande Zar —Vociferó con rabia e introdujo una vez más el cuchillo en el cuerpo de su némesis.
Mika cayó de rodillas mientras sujetaba su estomago y su rostro se elevó cuando escuchó el grito de Leanne llamando por su nombre. Agonizante, vio como Levent la sujetaba ante el desespero de querer ir por él y agradeció a su amigo internamente por evitar la cercanía de su reina, no era conveniente que se enfrentara a Melied, no valía que arriesgue su vida por él.
—Todo por mi reina: Leanne —Susurró provocando la furia de Melied.
Todo era un caos alrededor, la casa estaba siendo destrozada y poco a poco caían los aliados de Mika, junto con ello las esperanzas y tranquilidad de Leanne. Los gritos y sonidos de impactos sobre la piel de alguien eran como un himno de esa madrugada y la desgracia tiñó ese lugar cuando Melied con gran esfuerzo jalaba los cabellos de Mika para mantener su rostro altivo; con cinismo mantuvo contacto visual con Leanne y de repente deslizó su navaja por el níveo cuello de Mika, dando fin a su vida y por ende a esa alianza.
—¡MIKAA! —Desgarró su voz y forcejeó por ir a su cuerpo —¡Noo!— lloriqueó y cayó al suelo desconsolada—... ¡MIKAA!
Levent hizo a un lado la vista destrozado por la pérdida de un importante aliado y sintiendo aún más respeto por Mika, por cumplir una estrategia que mantendría a todos ocupados en él y no en su Stratum.
El llanto de Leanne fue acallado por el sonido de un motor que se acercaba, la camioneta de Mika apareció, rugió por medio del patio y salía del territorio de Styles a gran velocidad, arrasando con personas que estaban en medio de una mini batalla, ignorando completamente si las personas que morían atropelladas eran sus leales o rivales. La camioneta desapareció dejando una nube de tierra efímera y enardeciendo al grupo de Harry y brindando cierta alegría a Levent.
...La verdad se iba con Aleaseis.
Leanne no salía del trance del duelo. Ignoró por completo la huida de Aleaseis mientras su vista se mantenía en Mika y en el cinismo de Melied para registrarlo y registrar su chaqueta, con cólera vio como Melied sacaba algo de aquel saco y huía hacia el este.
Leanne no aguantó la rabia y se deshizo del agarre de Levent, quien no pudo reaccionar temprano para impedir el seguimiento que haría Leanne a Melied. Cuando quiso ir por ella, vándalos que ayudaban a Harry impidieron tal acto y empezaron a atacarlo, Levent solo podía protegerse a si mismo y no perder su vitalidad para mantenerse con Lea. Rogó en sus adentros que no le pasara nada, inclusive que su impulsividad no la mate.
Harry rogó por ella, pero no obtuvo su atención, simplemente Leanne siguió su camino.
La oscuridad no le ayudaba mucho en hacer su trabajo, pero podía ver la silueta de Melied alejándose por los árboles. Se detuvo un poco para conseguir aliento que el llanto y la persecución consumían garrafalmente y prosiguió con su camino.
—¡Da la cara, Melied! —Gritó con rabia— ¡Enfréntate a mi si te consideras valiente!
El coraje crecía en ella ante la completa indiferencia con la que respondía Melied. Se ayudaba de los troncos de los árboles para seguir su camino, la pena la estaba agotando, empezaba a cuestionarse si lo que estaba haciendo tenía sentido, pero la imagen de Mika se reproducía en su cabeza constantemente y resultaba suficiente para continuar con su rastrillaje.
Leanne cegada por la rabia ni siquiera pensó que Melied la llevaba a un destino con intenciones fatales, ella había reaccionado tal y como Melied lo había previsto. El dolor había sido un buen aliado para ella, pues traicionaba a Leanne con fiereza y no dejaba paso al raciocinio.
—¿Valiente? ¡Viste como me deshice en un santiamén de ese desgraciado! ¡Fui más valiente de lo que tú fuiste! —Respondió provocando a Leanne.
Corrió más rápido, evadiendo cualquier tipo de trampa que la hiciera caer o lastimara en el proceso de su viaje. Sin embargo el aliento desbocado fue reemplazado poco a poco con una sonrisa tenue al encontrarse en el lugar que deseaba.
«—. ¿Es que acaso te mueres por mi, corazón?
—Es probable. —Dijo a secas y desviando la mirada al suelo.
—Repítelo, quiero asegurarme de que no mientes—besó su mejilla y dejó ahí su cercanía, encantando a Melied.
—Me encantas, Harry, yo soy quien merece ser tu esposa—. Exclamó con firmeza.
—¿Qué es lo que harías si fueras mi Reina? —Susurró acercando su nariz a la de ella.
—Si es posible me entregaría, haría lo que sea para verte feliz.»
Nunca olvidaba esa conversación cuando pisaba ese lugar, recordó cómo sus colegas estaban tan entretenidos mirando por el borde de ese barranco el cadáver la amiga de Leanne. Cómo fue de intenso aquella sensación que tuvo al tener la proximidad de Harry, pero a la vez cómo fue la intensidad de su enojo al recibir rechazo por parte de él.
Era un lugar digno para eliminarla, aquí las palabras de Harry no tendrían sentido y haría que él vea cuan dispuesta estaba ella por tenerlo y complacerlo. Era consciente de cuan arriesgado era el plan, pero valía la pena, totalmente. Con Leanne fuera de la vida de Harry, ella podría ser lo que siempre quiso ser y tener lo que desde un principio la había cautivado.
Cuando oyó los pasos de Leanne acercándose a ella junto a su característico llanto que tanto había extrañado. Se dio vuelta y vio a una mujer distinta a lo que había visto en estos días, su porte y cierta altanería estaban en el suelo, ahora veía a una reina denigrante, con el rostro rojo y hecho un desastre por la pérdida de su salvación. Los lindos vestidos que la decoraban estaban reemplazados por un pijama disimulado con una camisa de Harry un pantalón delgado sucio de los bordes y con los pies descalzos totalmente maltratados.
—¿Qué vas a hacer Leanne? —Preguntó con aires de superioridad— No tienes nada, ni tampoco a alguien que te ayude, tu Stratum puede estar muerto en este instante...
—¡No te atrevas a mencionarlo, perra! —cayó de rodillas cuando intentó acercarse al verdugo de Mika— No tenías derecho...—lloriqueó.
—Te dije que lo haría, no confiaste en mi ¿Qué tienes tú y Harry con tratar de subestimarme? Piensan que soy tonta, que nunca podré hacer lo que me propongo.
—Tal vez porque lo que intentas hacer nunca te sale bien— Respondió con dureza— No eres alguien capaz, ni tampoco inteligente.
—¿Lo dice alguien que ha fracasado con su intento de huir? ¿Alguien que ni siquiera puede ponerse de pie ante mí? —Rió con burla.
—Yo fui sigilosa hasta ayer —Se impulsó con sus manos para mantenerse en pie y tambaleó en el acto, pero pudo lograr su cometido— No como tú, que ni siquiera puede espiar una conversación de manera decente.
—¿Lo dices por las luces encendidas? —ladeó la cabeza queriendo mostrar ingenuidad— No fui yo, Harry es quien se precipitó a hacerlo, dándole una advertencia a Mika, no obstante, él prosiguió con sus planes y haciéndote hablar, Harry estuvo escuchando toda la noche, me sorprende que ni siquiera te hayas dado cuenta cuando Mika se marchó que las luces ya no estaban, Harry les dio una señal de que se enteró de todo lo que hablaban.
Leanne tembló al ser tan tonta por no darse cuenta de ese detalle, recordó instantáneamente el nerviosismo efímero de su amigo al marcharse, y cuan hábil fue para distraerla. Entendió en ese instante que Mika ya sabía que Harry lo encararía, pero nunca pensó que lo haría de una manera tan horrible.
—Mika te delató...
—No lo hizo, más bien los delató a ustedes, él hizo uno de los planes más bellos, Melied. Él es un artista... un artista con las estrategias —sonrió llorosa, entendiendo poco a poco las intenciones de Mika desde un principio.
—No lo creo, Leanne, tengo su carta —Levantó el sobre color crema y disfrutó la expresión de cólera que empezaba a dominar en Leanne— Nadie sabrá lo que pasó aquí.
—Te olvidas de Aleaseis, sé que el pondrá fin a todo esto.
—¿Cómo podría avisarle a alguien si lo más probable es que él ya este muerto? Bueno, digamos que mis muchachos suelen ser un poco traviesos, lo más seguro es que sabotearon alguna función vital de ese vehículo.
—Me has ayudado en ese caso —contraatacó— ¿ Qué crees que dirían en Danae sobre la ausencia de dos miembros importantes, Melied? Ustedes mismos acaban de cavar su propia tumba —sonrió y se acercó a Melied— Están destruidos, Melied. Todo se acabó.
—No para mí —declaró lanzándose sobre Leanne, quien no tardó en responder.
Era un dueto de golpes, gruñidos y deseos de salir victoriosa de ese pleito, resultó algo fácil para Leanne ponerse sobre Melied y propinarle golpes, la mujer todavía no estaba del todo recuperada de los golpes de Mika, aun tenía sus burlas y malicia sobre su piel. Con toda la fuerza que poseía, luchó por quitar la carta que hubo robado de Van Ewwn, pero su resistencia hacía que Leanne pierda los estribos y ataque a su némesis con más violencia.
Melied arrugó como pudo aquel trozo de papel y lo arrojó al lado contrario de donde luchaban, Leanne se levantó de su sitio como pudo y fue detrás del documento, Melied supo jugar bien y aprovechó esa oportunidad para ir a Leanne y sujetarla del cabello y arrastrarla al borde del barranco.
Leanne puso resistencia y fue castigada por ello con patadas en la espalda, ambas rugían de dolor, Melied hacía un esfuerzo inhumano por deshacerse de Leanne, y Leanne trataba de clavar sus pies al suelo para evitar las intenciones de Melied.
—Me obligaste a esto Leanne —protestó manteniendo el forcejeo— Tú viniste a destruir lo que había conseguido con Harry junto a todo lo que conocía y admiraba —rezongó cómo si su victima pudiera discutir en razón con ella.
—¡Yo no lo pedí! —Se quejó— ¡Dejame! —Suplicó cuando giró su rostro y se vio demasiado cerca del borde de ese precipicio.
Melied la soltó para poner a Leanne primero ante la vista desoladora del final de un paisaje terrenal que era abruptamente reemplazado por infinito que mostraba el horizonte. Pateó el cuerpo de Leanne provocando que esta se fuera un costado y su cabeza se asome por el margen de ese lugar borrascoso y pudiera ver que altura le deparaba para morir.
El susto actuó en ella y sus manos actuaron como resortes para ponerla segura sobre tierra, dando la espalda a quien iba a exterminarla de una manera tan patética.
—Fue un placer conocerte...
Leanne cerró sus ojos y se encogió en su lugar cuando giró su rostro y vio a Melied acercándose a ella dispuesta a empujarla. Sintió como su cuerpo se movía de sus sitio y un grito salía de su boca, inundandola en una adranalina y miedo que ni con Harry había sentido.
Nuevo capítulo!
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Capitulo dedicado a @Hazza723
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