La oscuridad me rodeaba, me envolvía por todos lados, no se filtraba ni un pequeño rastro de luz, todo era lobreguez, empecé a sentirme asustada del sonido tan agudo e insoportable que empezó a surgir de la nada, era como tener mil mosquitos zumbando en mis oídos.
Abro mis ojos y me encuentro en la opacidad de un pozo, sin principio y sin fin. Desciendo y mientras más caigo en el abismo, más lejos se escucha el sonido agudo.
Una ráfaga me deslumbró, fue tan rápido que no pude ver de dónde provenía. Me siento perdida y desconcertada, sigo el camino de la luz que vuelve a surgir, busco una salida, pero a media que más me acerco, esa luz se va tornando roja. Entonces sólo veo una puerta abierta que da una habitación iluminada por una bombilla roja, en el piso yace un cuerpo bañado en sangre.
Se trata de una chica que no conozco. Con las manos temblorosas y la garganta seca, me acerco a al cuerpo con todo el miedo impregnado bajo piel; parece haber sido disparada, debajo de su cuerpo hay un charco de sangre. Cuando estoy frente a ella, siento que me desmayaré al ver que se trata de mí. Soy yo, tirada en el piso, sin pulso, muerta.
—Le dije que no fuera —dice una voz masculina llena de desolación, levanto la mirada y lo veo, es mi padre detrás de mi cuerpo, mi cuerpo sin vida.
Y sin que pueda decir o hacer algo, vuelvo a caer en el abismo, todo desaparece tal y como apareció, inesperadamente, empieza en la oscuridad y termina en ella.
***
—Dije que adelantaré tu entrenamiento, hoy empiezas con Grace y Jane, te acompaño. —No me da tiempo a decir algo cuando ya estábamos caminando hacia el pasillo.
—Brooke —Charlie me llama detrás de mí, lo miro por encima de mis hombros y espero a que me diga lo que tiene para decirme—. Tengo que volver a casa, tengo una entrevista en una hora.
—¿Entrevista?
—Sí, es sobre lo que hablamos de nuestros planes, ya sabes —No recuerdo que hayamos hablado de entrevistas, pero sí de trabajo, así que supongo se trata de eso. No dudo en que su madre hablo con sus contactos que viven aquí.
—Joshua te llevará —comenta Bonie mientras le hace señas a Joshua, quien se encuentra al final del pasillo.
—Te amo —le digo antes de que pueda irse con Joshua. Bonie y yo seguimos por el pasillo, en cuanto nos acercamos al final del pasillo, escucho el bullicio que viene del gimnasio de boxeo. Me detengo a ver como mi padre golpea fuertemente el saco de boxeo y me sorprende lo rápido y fuerte que lo hace, pero Bonie prácticamente tira de mí para que siga caminando hasta la otra habitación, donde se encuentran esas personas haciendo de todo, aquí siempre hay gente practicando con cosas muy filosas y peligrosas.
Llegamos junto a Grace, quien luce mucho más ruda que la última que la vi en aquella fiesta, ella y yo no hemos pasado de un saludo, como con la mayoría que vive en esa casa, pero por como la he visto, parecía una mujer muy cálida en sentido de personalidad, mientras ahora parece todo lo contrario.
—Ya está lista —dice Bonie. Y Grace se acerca a nosotras sin siquiera mostrar indicios de una sonrisa.
—Bien, empezamos en cinco minutos, date una vuelta. —Ella no es como Joshua o Sophia, que un principio se dirigían a mi sin tutearme, pero Grace se dirige a mí de una forma muy demandante, lo cual me sorprendió, porque ella fue la que se acercó a mí, se presentó y hasta puedo decir que fue muy amable y risueña, lamentablemente no puedo culpar al alcohol por eso, ya que ella era de las pocas que no estaba borracha aquella noche. Supongo que este es un ambiente completamente diferente y por lo tanto ella tiene esa actitud.
No digo nada y sigo los pasos de Bonie.
—No esperes un joven Majid de su parte, ella y Elie son personas que tienes que ganártelas con el tiempo, con hechos, no con palabras, a ellas no les importa una mierda que tu padre seas una Majid —explica mi abuela mientras entramos al salón de boxeo, tal y como lo imaginé, había mucha gente aquí, todos estaban alrededor del ring gritando y alentando a quienes estaban peleando. Nos acercamos para ver que se trata y me sorprendo al ver a Dylan y a mi padre con los guantes puestos.
—¿Qué mierda? —se queja Bonie a mi lado. Solo veo cómo se mueven de un lado a otro y se lanzan golpes, se miran fijamente a los ojos y no puedo decir que no me asusta la sonrisa maliciosa de papá, porque si lo hace.
Mi padre es muy bueno en esto y Dylan por igual. Papá lo noquea sin ninguna piedad y Dylan se levanta sonriente asintiendo con la cabeza, mi padre le ha ganado a pesar de que es un poco menos alto que él.
—Creo que lo ha dejado ganar por ser visita, pero Dylan bien puede darle una paliza, aunque no negaré que Zack es muy bueno —dice junto a mí una chica de cabello rubio oscuro, de piernas sorprendentemente largas, es mucho más alta que yo.
—Brooke esta lista, dentro de dos o tres horas ella vendrá a practicar, asegúrate de que esto no esté repleto —ordena Bonie.
—Estoy ansiosa por verte con los guantes puestos, espero que seas tan buena como tu padre. —Todos esperan que sea igual o mejor que papá, para ello necesito mucho tiempo, lo que no se sabe no se aprende de la noche a la mañana, aun así, asiento a lo que ella dice, y antes de salir del salón le hago señas a mi padre.
—¿Ya terminaste? —es lo primero que pregunta cuando llega a mi lado.
—Como quisiera, es solo el comienzo —respondo y Bonie desaparece de nuestra vista sin decir nada. Si pensé que el entrenamiento de este día iba a ser duro, cambié de opinión, creo que toda la semana lo será, no se puede dejar fuera el simple hecho de que ingreso a la universidad en pocos meses.
—No puedo creer que diré esto, pero Bonie tenía razón, Dylan tiene potencial —comenta papá. Claro que lo conoce, fue quien salvó sus hijos aquello—. No puedo creer que el niño enojado de mejillas rojas se convirtió en esta persona. —Señala a Dylan con la barbilla, quien golpea una y otra vez el saco de boxeo, su semblante es tan serio y concentrado, su mirada amenazante, la forma de su mandíbula marcada, el ceño fruncido y toda su silueta lo hacen ver muy temeroso.
—Brooke, es mayor para ti, si no estuvieras con Charlie diría que te gusta Dylan. —Así es como la burbuja en la que estaba sumergida desaparece. Me sorprende que el haya siquiera pensado en algo como eso.
—Solo estaba pensando en lo que dijiste —le digo tomando mi camino fuera de ese lugar con papá a mi lado.
—No hay mucho que pensar sobre ello, hija. —El me mira de una manera tan rara, que no logro descifrar y no me esfuerzo para hacerlo, de todos modos, no digo nada acerca de ello.
—Él será el subjefe y se nota, tú debes hacer notar que eres superior a él, no solo en la apariencia sino en cómo actúas y pelees —opina en cuanto entramos al otro salón, donde Grace me espera, creo que me pasé de los cinco minutos o ella es muy puntual.
—¿Cómo se supone que demostraré eso? —le pregunto antes de que lleguemos junto a la mujer que me entrenará por primera vez hoy.
—Tienes que vencer a todos los que están aquí en cada batalla, tienes que ser mejor que todos, ¿crees que Bonie no lo es? Puede que ella no haga ese tipo de cosas por su edad, pero de las sabe, las sabe. —Finalmente llegamos junto a Grace, como todos en este lugar saludan a mi padre con tanto respeto que no logro acostumbrarme a ver.
—No sabía qué nos iba a acompañar hoy señor Majid —dice Grace al mismo tiempo que busca una de las tantas espadas que hay en la vitrina en frente a la plataforma, donde al parecer entrenaremos.
—Solo miraré, ni sentirás que estoy aquí —dice mi padre, sé de sobra que no es así, el siempre tendrá algo que decir, por más mínimo que sea.
—Espero que sepas que soy la directora de esta área, artes marciales —dice Grace—. Sé que te preguntas para qué sirve esto, todos lo hacen.
—Practicaremos esto para tu protección y desarrollo personal, tu disciplina mental, para la forja del carácter y la autoconfianza —Por eso ella así de dura, tiene un carácter fuerte.
—Yo uso el sistema con armas, lo que incluye espadas, bastones y quizás usemos el arco también, en esta organización nunca sabes que tendrás que usar —explica ella. La verdad es que nunca pensé que practicaría artes marciales, solo pensé que era pistolas y navajas, nada más—. ¿Entendido?
—Si —Es lo único que digo. Llevo mi mirada hasta mi padre, y él solo muestra su dedo pulgar en señal de que le gusta. Grace me hace ademanes para que suba con ella al entarimado, le hago caso y me coloco frente a ella, me tiende una espada hecha de bambú, esto no será tan fácil como lo demás.
—Sostén tu espada con tu mano dominante, justo debajo de tu guardia y toma el pomo con tu mano izquierda —me explica y solo hago lo que ella me dice—. Supongo que está de sobra decir que tienes que mantenerte relajada y con total equilibrio, si estás aquí es porque ya sabes eso.
No digo nada al respecto, porque bueno, el que calla otorga.
—Sostén tu espada de forma que el pomo esté justo encima de tu ombligo no lo apoyes en tu estómago, mantenlo ligeramente alejado y apunta con ella ligeramente entre el esternón y la garganta, de esta manera si te ataco me encontraré con tu arma —dice al mismo tiempo imita un ataque muy sencillo.
—Atácame —No sé cómo diablos haré eso, pero lo intento y si esa espada fuera de verdad ya estuviera desangrándome en el piso.
—Apuñala levantando tu mano izquierda más allá de la altura de tus ojos y luego ataca con tu espada, usando tu mano derecha para guiar la hoja y tu mano izquierda para proporcionarle potencia. —Esta mujer es tan demandante como Bonie dijo que era, no pensé que iba a serlo tanto, entiendo porque es la directora.
—Atácame. —Hago lo que ella acaba de explicar y creo que noto la diferencia entre el primer ataque y este—. Mejor, otra vez.
Estoy segura que con ella nada será hasta que lo haga bien, sino hasta lo haga perfecto. Y así fue, repetí el mismo movimiento hasta que a ella le pareció que estaba bien, y que debíamos continuar.
—Ahora pon tu pie izquierdo detrás del derecho, cuando vayas a atacar empuja tu pie izquierdo, deslizando tu pie derecho en el suelo y levanta tu espada, ahora regresa tu pie izquierdo a su posición y ataca. —Antes de que pueda hacer algo ya ella está lanzando su espada hacia mí, por suerte llegué a defenderme, después de todas esas repeticiones.
—Nota, no te acostumbres siempre a lo mismo, se rápida —brama y cada vez más intensifica sus movimientos, haciendo que yo retroceda más y más, estamos realmente peleando y de la nada caigo en el piso.
—Inclinarte hacia adelante levantando el talón, disminuye tu firmeza contra el suelo, así que ten cuidado de cómo colocas y utilizas tus pies durante cada golpe, porque le puedes dar una buena oportunidad a tu oponente para que te derribe, justo como acaba de pasar. —Está casi gritando, ella no es para nada flexible con los entrenamientos, me acabo de dar cuenta que ya estamos en puro combate.
—¡Arriba Brooke! —grita mi padre, quien no había dicho nada desde que empezó esto.
—Siempre evalúa la situación, deberías tomar nota del terreno y del ambiente de antemano, por ejemplo, dónde la luz le dará en los ojos para intentar girar a tu oponente y que se ciegue, y si puedes, intenta hacerte una idea de cómo pelea tu contrincante — explica ella al mismo tiempo que retrocede y yo solo me levanto de mi lugar para volver a dar pelea.
—Los rivales pequeños, a menudo pueden ser dominados, las personas altas tienen un alcance mayor, pero tienden a dejar sus piernas expuestas, tú tienes ventaja al ser alta, pero recuerda que todo esto tienes que hacerlo rápido, son segundos para pensar antes de que te derriben —dice muy detalladamente y yo solo asiento.
—Es todo por hoy —asiento con la cabeza, le devuelvo la espada de bambú y bajo del entarimado. Mi padre me espera de pie en completo silencio.
Se supone que ahora tengo entrenamiento de boxeo o lo que sea con Jane, pero no tenía energía para continuar con esto, estaba exhausta, así que le pido que deje el ejercicio para mañana, prácticamente le ruego y para mi suerte ella acepta.
Papá y yo volvemos a casa en su auto, ambos nos mantenemos en silencio, no tengo nada que decir de este día, el mismo ha visto como ha sido todo muy intenso, es por eso que insistió en detenernos a comer algo antes de llegar a casa, por supuesto que papá elige la comida pakistaní para ambos, aunque la de él es mucho más saludable que la mía. No sabía que estaba tan hambrienta hasta que tuve un hermoso y delicioso plato de arroz y carne bañada en curry, frente a mí. Mamá suele cocinar esto, por lo general los fines de semana, es una de las tantas cosas que Zayed y yo tenemos de la cultura de nuestro padre, la verdad es que nuestra crianza es una mezcla de culturas entre la canadiense, inglesa y pakistaní. Lo más hermoso, es que me siento parte de las tres, me identifico con ellas, aunque sean diferentes una de la otra.
(EXTRA), Canción para mejor disfrute: Kindly Calm Me Down de Meghan Trainor, canción #9 en el Playlist de Spotify Escape, Brooke Majid. Listo mis Wattpaders, continúen su lectura.
Cuando hacemos nuestro camino nuevamente a casa, pienso en Charlie, ayer estaba muy tranquilo y mostrándome su apoyo, sé que tiene las mejores intenciones, quiere demostrarme que puede acostumbrarse rápido a verme haciendo estas cosas, cuando en realidad está muy preocupado y no quiere que lo haga, pero después de su "charla" con la abuela sé que intenta con todas sus fuerzas no demostrarme o decirme que no me quiere ver haciendo esto, porque ambos sabemos que significaría eso.
Entre ayer y hoy, me he dado cuenta que hoy ha estado muy callado, serio y hasta me atrevo a decir que horrorizado. Es la actitud que esperaba ver en el mientras estuvo conmigo en los entrenamientos, hasta creo que la entrevista fue una excusa para salir de ese lugar, debió haber sido asfixiante verme hacer todas estas cosas con pistolas y cuchillos. Él no está acostumbrado a eso, lo más que una vez me vio a hacer es amenazar y casi golpear a un chico por fastidiarme tanto con el tema de mi padre, está acostumbrado a la Brooke tierna, amorosa, y tranquila, no a la Brooke en la que me estoy convirtiendo. Así que entiendo que tenga miedo.
De todos modos, siento que está tirando la toalla, él no es de las personas que solo tira la toalla y por alguna razón siento que también lo hace con este asunto de su madre y mientras yo estoy obsesionada con saber más. Siquiera he tenido la molestia de preguntarle si se siente bien con todo lo que estoy haciendo, a pesar de que él ha mostrado que está bien con que busque a su madre, realmente no ha dicho cuál es su posición o yo no le he preguntado, en este momento me siento un poco mal, y solo quiero llegar a casa para verlo.
Apenas son las cuatro de la tarde, supongo que él ya debe estar en casa, luego de darme de un baño rápido. Por el teléfono de Charlie en su habitación confirmo que si está en la casa, aunque pudo haber haberlo dejado. Hago un rápido recorrido por la planta baja de la casa, paso por la cocina y solo encuentro una botella de whisky sobre la encimera, cuidadosamente bajo las escaleras que dan al patio, inmediatamente lo veo sentado sobre el césped con la mirada fija en el agua de la piscina a metros de él, con un vaso en manos, supongo que está tomando whisky lo que me parece raro, porque él no toma, y si lo hace, algo menos fuerte que whisky.
Me siento a su lado sin decir absolutamente nada, Charlie tampoco hace nada, solo está ahí, sin mirarme, lo escucho soltar un largo suspiro, y no dejo de contemplarlo, le da un prolongado trago a su bebida y por la expresión en su rostro sé que quemó su garganta.
—¿Cómo te sientes? —me atrevo a preguntar.
—Siento que desde que se lo que vas a ser, ya no soy parte de tu vida. —Me sorprende bastante su respuesta.
—No, tu siempre serás parte de mi vida, sin importar que —le digo, la verdad que desde que él sabe de todo mi asunto hemos estado en un vaivén, estamos bien y luego ya no.
—Antes de llegar aquí estábamos tan seguros de lo que íbamos a hacer, ahora esos planes que alguna vez creamos se están yendo a la mierda —musita él aun sin mirarme y lo único que necesito es eso, que me mire.
—Charlie, ya te lo dije, nuestros planes siguen en pie, nada se ha ido a ningún lado —le aseguro.
—Brooke, siento que no soy parte tu nueva vida, desde que tu padre está aquí no me has mirado por más de un minuto, esta mañana apenas y nos dirigimos la palabra. —Lo dice de una manera tan tranquila pero notablemente enojado.
—Eres parte mi vida y siempre lo serás de alguna manera u otra, lo siento por no prestarte la atención necesaria, pero este día ha sido muy cargado, por eso no te llamé después de que fuiste —confieso Tengo una ligera obsesión con el asunto de Caitlin, y he estado entrenando todo el tiempo
Este es mi intento justificarme, pero sé que eso no bastará para que el me mire a la cara y me bese como solo él sabe.
—No me importa saber el paradero de mi madre, yo tengo mi familia, una a la que si le importo, a Caitlin nunca le importé y mucho menos ahora, lo único que quiero es que dejes de excluirme, que me cuentes todo aunque no sepa de que estés hablando, cenar juntos, ir al cine, a la playa, ser una pareja normal que hace cosas normales, lo necesito, pero estas muy empeñada en ser líder de una organización —Se me rompe el corazón de tan solo verlo de esta manera, ahora sé que no le interesa tanto como a mí, saber quién es realmente Caitlin.
—No podemos seguir juntos si no seré parte de tus planes, aquellos que has creado sin mí —dice en un susurro casi inaudible.
—Charlie... —Las palabras no salen, siento que cualquier cosa que le diga le hará daño, incluso a mí.
—Por favor no, no lo digas. —No estoy segura de que el piensa que diré, pero lo que si se, es que está equivocado.
—Siempre has estado en mis planes, en cada uno de ellos, no es necesario terminar nuestra relación, iremos juntos a la universidad, nos mudaremos juntos y luego nos iremos a donde quieras, tal y como pensamos que sería, nada ha cambiado. —Llevo mi mano hasta la suya y no dejo de mirarlo cuando el siquiera se ha tomado la molestia de mirarme.
—Nada es igual, yo solo quiero ver a la Brooke de la que me enamoré, la misma que siempre sonreía, la que se escabullía por mi ventana, la que yo protegía de los chicos que la molestaban, la que caminaba conmigo solo por caminar, la Brooke que es mi mejor amiga y amante. —En este momento, en ese preciso instante una lágrima se desliza por mi mejilla, porque se de sobra que cree que esa Brooke ya no está, lo cree porque ya no la ve.
—Mírame —le pido después de ver cómo termina de beber ese estúpido whisky. Finalmente me mira a los ojos, está roto, su mirada es triste y sus ojos llorosos me dicen que realmente me necesita, él es muy bueno ocultando lo que siente y cuando por fin habla, todo mi mundo se derrumba frente a él tan solo con mirarlo, ¿por qué simplemente no lo noté?
—¿A quién ves? —le pregunto con el nudo en mi garganta, tengo miedo de perderlo, de que esto termine de esta manera—. Por favor, dime que ves a la Brooke de la que te enamoraste. —Le pido, casi le ruego en un susurro roto.
—Veo a la mujer que amo pero que de alguna manera se aleja de mi —musita sin apartar su mirada de la mía, mirarlo es darme cuenta de que es la única persona que me mira así, como si fuera la estrella más brillante del cielo, como si fuera la última mujer en el mundo y me siento tan amada tan solo con su mirada.
—La mujer que amas es la misma de la que te enamoraste por primera vez, yo nunca me alejaría de ti, y si lo hiciera, detenme y hazme volver —le pido con la voz quebrada y seguido de eso el me besa. Es lo único que necesitaba de él, un beso que me dijera que todo irá bien, que soy la chica por la que lucharía y que se siente orgulloso de tener, como yo lo estoy de tenerlo, no solo como pareja, sino como mejor amigo y cómplice.
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Bueno mis queridos lectores, hasta el capítulo de hoy, se que me tardé un poco en publicar pero logre sobrevivir a esta semana.
Espero que les haya gustado el capitulo, díganme en los comentarios que le ha parecido, ¿Que creen que va a pasar ahora?.
Si le gustó no olviden votar.
Nos seguimos leyendo M.