Poco a poco, sin mucha rapidez y con exigua sutileza la luminiscencia de la caja de pandora desata el desconcierto con la verdad reveladora que contiene, secretos y verdades que han sido enterradas justamente para mantener las cosas en orden.
Aquí estoy, en un estado que desconozco totalmente, quizás sumergida en un profundo letargo del que al parecer no logro salir. Me sujeta con fuerza y no me deja ir.
Dicen que la verdad triunfa por sí misma y la mentira necesita siempre complicidad, es por eso que he insistido tanto en desenterrar la caja de pandora que alguien escondió para que nunca supieran de ella.
Por saber la verdad, es que estoy en la profundidad de un aturdimiento, en el que no se si estoy viva, o solo estoy en medio del mundo real y el que ha creado por mi mente.
***
Los expedientes de Connor, Leyla y Fernández, estaban más que actualizados, prácticamente todo era nuevo.
—Brooke, háblame —dice mi padre del otro lado la línea. La verdad es que no lo pensé muy bien antes de llamarlo y ahora me doy cuenta de que no lo puedo hacer aquí.
—Padre, te llamaré en unos minutos —le digo antes de colgar.
Llamar a papá definitivamente fue mala idea, debí pensarlo antes de hacerlo, si le digo lo que he descubierto tendré que contarle lo que sucedió la madrugada pasada y eso no sería bueno, porque se, que el mismo se encargaría de venir y llevarme a Los Ángeles.
Vuelvo a dejar los expedientes en su lugar, para cuando vuelvo Charlie sigue de espaldas con mi móvil en su mano.
—Tu padre está llamando —dice dejando el teléfono en mis manos, el cual no deja de vibrar. Rechazo las llamadas una y otra vez.
—Sabes que no se detendrá hasta que respondas, lo has preocupado bastante —dice Charlie. Cuando me canso de rechazar las llamadas le respondo.
—Lo siento papá, fue un mal entendido, todo está bien —miento.
—No parece que esté bien Brooke, dime que sucede ya mismo —demanda.
—De verdad, no pasa nada papá.
—¿Segura? —No parará hasta que esté completamente seguro.
—Sí, muy segura, no te preocupes —susurro, intentando no parecer una total mentirosa.
—Espero que me estés diciendo la verdad, tengo que volver a trabajar, cuídate por favor. —No espera una respuesta de mi parte y cuelga. Solo espero que de verdad se lo haya creído.
—¿Si sabes que lo averiguará de todos modos? — señala Charlie mientras nos subimos al auto.
—Espero que no lo haga pronto —admito
Charlie y yo fuimos a comer en un lugar cerca de casa llamado Blue Moon, nos tomamos nuestro tiempo para comer y pasar el rato. Creo que esta es la segunda cosa más normal entre parejas, que hemos hecho. Hablamos de los planes que hemos hecho desde que se nos ocurrió venir a estudiar a Londres, obviamente ninguno de los dos sabía que esto iba a suceder, así que se ha complicado un poco y hemos tenido que hacer unos ajustes.
Al final Charlie decidió, que se irá a vivir a la residencia de Cambridge en caso de ser admitido. Que lo será.
—Aun no comprendo porque quieres vivir en la residencia —le digo mientras el conduce.
—Porque, no vine a Londres para depender de alguien más, sabes muy bien que quiero depender de mi —dice con la mirada en la calle—. ¿Nunca has pensado tener tu propio lugar? Dónde nadie te diga nada, donde tú pongas tus propias reglas, limpias cuando quieras y tienes sexo libremente.
—Si Charlie —respondo—. La casa de Bonie será mía dentro de poco, nuestro plan era vivir juntos, tendremos todo eso. —Le digo. Aunque no estoy en desacuerdo con lo que acaba de decir.
—Será tu casa Brooke, no mía —dice mientras aparca el coche.
—Todo lo que es mío, es tuyo —Tomo su mano aún sin bajarnos del auto.
—No Brooke, lo que hace algo de tu propiedad es el esfuerzo que hayas hecho para conseguirlo, que hayas hecho algo para merecerlo. —Este es el momento en el que decido terminar la conversación. No pienso discutir esto con él.
—Mi plan era, trabajar y mudarnos juntos fuera de la residencia de la universidad, no que tú herederas una mansión, fueras jefa de una "empresa" y viviéramos con un montón de personas que ni siquiera son nuestra familia —demanda. Eso tiene sentido. De nada sirve que nos quedemos aquí si nos vamos a poder estar completamente solos.
Supongo que todas estas personas viven aquí porque no tienen a alguien más, no están comprometidos, la única que lo está es Elie con Lucy. El resto está comprometido con el trabajo, y eso es algo triste si me pongo a pensarlo.
—Bien. —Doy por cerrada la conversación al salir del auto. Entramos a la casa y parece que no hay nadie aquí.
Charlie y yo tuvimos el resto de la tarde para nosotros solos, así que no desperdiciamos eso, y nos divertimos entre nosotros en la piscina, con música y bebidas que tomamos del mini bar de la casa. Horas después de haber tomado bastante tequila y vodka, terminamos metidos en mi habitación, desnudos y llenos de lujuria. Creo que lo necesitábamos, había demasiada tensión entre nosotros, últimamente discutíamos por cualquier tontería.
Empieza a caer la noche y nosotros nos quedamos acurrucados en la cama, sin preocuparnos por nada más que nosotros, tan sencillo como eso, si tan solo fuera así siempre, pero no. Estoy haciendo un gran esfuerzo por pensar en las cosas que he descubierto y tan solo disfrutar de las caricias de Charlie en mi hombro, mi cabeza reposa en su pecho al descubierto, escucho los latidos de su corazón y de alguna forma me siento mucho más cerca de él. Miro hacia arriba para poder verlo a los ojos, sus pestañas cubren sus ojos verdes, que ahora parecen azules, aunque no lo sean, y su cabello cae sobre su rostro haciéndolo ver muy despreocupado, es la única vez que puedo verlo con el cabello despeinado.
—¿Qué? —pregunta. Su voz es ronca y suave a la vez.
—Tengo suerte de tenerte, y quiero que lo nuestro dure para siempre o al menos cerca de eso —susurro y el me muestra una sonrisa de oreja a oreja antes de dejar un beso en mi frente.
—Yo tengo suerte de tenerte a ti, ¿Sabes? —masculla—Te amo, y te amo tan intensamente que te estoy apoyando en todo esto incluso cuando contra mi moral. Te amo mucho más de lo que se puede expresar en palabras. Y quiero que siempre sepas eso.
El modo en que lo dice y su tono es tan cálido e íntimo, sus ojos brillan siempre que me dice te amo, todos deberían tener a alguien que lo mire como Charlie lo hace en este momento, como si yo fuese la piedra más preciosa, como si fuera la única chica a la que es capaz de amar con tal pasión y entrega. Todos merecen a alguien así en sus vidas, alguien que lo sostenga en los peores momentos y que celebre sus logros. Todos merecemos un amor fiel, comprometedor, y apasionado.
—Yo te amo tanto como tú me amas o más, eres todo para mí y lo sabes —susurro colocando mis manos debajo de mi mentón sin dejar de mirarlo a los ojos. No tardo en sentir sus labios sobre los míos, tan suaves como siempre, y tan llenos de pasión. Me besa sin prisa y con total delicadeza.
—¡Brooke! —Me siento de golpe en la cama al escuchar a alguien gritar mi nombre. Al igual que yo, Charlie se levanta de la cama y se coloca la ropa tan rápido como puede.
—¡Brooke! —Vuelvo a escuchar cuando apenas termino de colocarme la blusa, me peino rápidamente con las manos y Charlie por igual.
—¿Ese no es tu padre? —cuestiona Charlie cuando salimos de la recamara y siguen gritando mi nombre. No hay duda de que esa es la voz de papá, solo espero estar equivocada. Bajamos las escaleras casi corriendo, me detengo a seco cuando veo a mi padre en la puerta de la casa. No sé cuando llegó todo el mundo, pero ahora un grupo ha venido a ver a que se debe todo este escándalo.
Papá fija su mirada en Charlie y luego me mira con los ojos entrecerrados, me parece que el intento de peinado no funcionó para Charlie. Mi padre ha aparecido de la nada, notablemente furioso, todos llevan su mirada a él, y papá solo asiente en forma de saludo, y vuelve a darme esa mirada de enojo que conozco muy bien.
—¿Qué haces aquí papá? —Realmente no quisiera saber la respuesta a eso, pero de igual forma la hago.
—¿En serio lo preguntas? —Asiento con toda la pena del mundo.
—¿Quieres que lo haga aquí o qué demonios, Brooke? Camina —dice más alto de lo que me gustaría, que le habrán dicho que lo hizo llegar hasta aquí, y tan rápido.
—Te dije que tarde o temprano se enteraría —murmura sospechosamente Bonie, camino detrás de mí padre enojado, él se dirige al patio, con pasos demandantes y mandíbula apretada.
—Me vas a decir ahora mismo que está pasando, se cuándo mientes Brooke —detiene sus pasos cuando llegamos a la terraza, y me mira fijamente con los brazos cruzados.
—Ya sé que te hirieron en la pierna, pero nadie sabe quién lo hizo, qué esperas para decirme todo lo que sabes, y antes de que preguntes, Bonie no dijo nada —Me sorprende que él me conozca tan bien como para saber que inmediatamente pensé en Bonie.
—¿Y quién si no fue ella, ¿Charlie? —pregunto.
—Joshua, no intentes cambiar de tema y dime —demanda.
—Cuando estuve preguntándote por Jack, esa noche alguien me atacó, pero supe defenderme papá, tranquilo. —Ya lo he visto una vez muy enojado, y no quiero volver a verlo así. Realmente intento que se tranquilice, o creo que no pasaré un minuto más en Londres.
—La cuestión no es que te hayas defendido, te dije mil veces que aquí todavía sigue siendo peligroso y aun así no me dijiste lo que había pasado —brama él. Sabía que me iba a meter en problemas, como siempre lo hago.
—Está bien papá, lo siento por no haberte dicho, es que sabía qué harías algo como esto —me defiendo.
—¿Algo como qué? —pregunta con el ceño totalmente fruncido.
—Venir hasta aquí desde tan lejos. —Yo sé que él tiene su avión de negocios y que lo ha usado para llegar lo antes posible a Londres.
—Brooke, dime ya que está pasando —me pide sorprendentemente calmado.
—Creo que todos estamos en peligro, necesito que te calmes, porque lo que te diré quizás te sorprenda bastante —Para mi suerte el ha bajado la guardia. Lo mejor que hizo fue sentarse, respirar profundamente y esperar el golpe.
—¿Quién te hirió? —pregunta.
—Jack, bueno su nombre real es Connor —respondo y él se echa a reír. Una risa carente de gracia, casi burlona.
—Ese tipo está muerto, Brooke. —Si supiera que esto solo es la punta del iceberg.
—No padre, yo vi la foto de su expediente y luego le vi la cara minutos después, yo no lo imaginé, él estaba ahí—le aseguro y su expresión cambia totalmente.
—Joder, ¿Me estás diciendo que ese maldito está vivo? No puede ser, es imposible —sabía que no le iba a sentar muy bien la noticia.
—Lo sé, pero eso no es lo peor.
—¿Recuerdas que te había dicho que Connor se casó con la hija de Fernández? Pues no fue así, los documentos fueron actualizados y todo lo que dije no es verdad —explico—. Pues resulta, que Leyla, la chica que mamá, ya sabes...
No quisiera decir en voz alta lo que mi madre hizo con ella.
—Leyla es hija de Connor y de Chelsey, estoy casi segura que esa tal Chelsey es Caitlin Hale —digo y mi padre solo me mira confuso.
—Demonios, estuvieron jugando con nuestra mente todo este tiempo, pero, ¿Qué tiene que ver Fernández en todo esto? —pregunta. Me preparo para decir esto, sé que no será fácil para papá digerir esto.
—Fernández quería a Leyla como a su hija, después de que Connor estuviera en la cárcel, él se encargó de ellas como si fuese su familia.
—Sí, recuerdo cuando él me quería devuelta en la mafia, no dejaba de decir que tenía una chica igual que yo, eran madre e hija, parece que amaba a la madre —explica con la mirada en el piso.
—Papá, creo que el padre de Charlie puedes ser Fernández o Jack —Pensé en todas las posibilidades y todas me llevaron a la misma conclusión. No fue fácil decirlo en voz alta, no estoy para nada preparada para contarle esto a Charlie.
—¿Qué? Eso es ridículo —se mofa riendo si gracia, hasta que cae en cuenta de es una posibilidad—. ¿Sabes qué significa eso? Que su madre podría quererlo de vuelta. —explica papá, por la mirada que tiene, me atrevería a decir que ya está pensado en un plan.
—Hay algo más. —Llamo su atención—. Eran dos hijas, y mamá acabo con una de ellas.
—¿Dos? —cuestiona.
—Mellizas — susurro.
—¡Mellizas! —grita papá al mismo tiempo que se levanta de su lugar.
—Leyla y Lesley Crowford, eran mellizas, una de ellas está muerta. —Estamos en graves problemas.
—Eso quiere decir que...
—Que nos quieren matar, nuestra familia mató a su hija, y tenemos a su posible otro hijo con nosotros. —Como si fuera poco. Quisiera no tener que decirle esto a Charlie, pero sé que tendré que hacerlo de todas formas.
—No, si ellos tuvieron mellizas quiere decir que existe la posibilidad de que uno de los dos tiene los genes para dar mellizas, y si Jack no está muerto...
—Lo está su mellizo. —Tiene mucho más sentido ahora, pero no hay nada que lo pruebe, aun así, no deja de ser una gran posibilidad.
—Exacto, en ese caso sí que estamos en peligro, porque a ellos le quitamos mucho... —se detiene a media frase cuando parece haberse dado cuenta de algo más—. Demonios, el tiroteo en la casa, nos atacaron dos veces Brooke, y nos hemos quedado de brazos cruzados.
Sin que me tiempo a decir algo, mi padre camina dando unas zancadas muy largas hacia el interior de la casa, yo estoy casi corriendo detrás de él, llegamos a la sala de estar donde sol se encontraban Bonie, Charlie y Joshua.
—Bonie, estamos en problemas—dice papá y hace justamente lo que no quería que hiciera, decirle a Bonie.
—¿Qué pasa?"- pregunta totalmente relajada.
—Quieren acabar con nosotros, venganza. —Tiro del brazo de mi padre y este me da una mirada fugaz, pero comprensiva.
—Joshua ven con nosotros, Charlie espero aquí con Bonie, ya volvemos —dejo un rápido beso en los labios de Charlie y salgo de la casa junto a Joshua y mi padre.
—Es mejor traer los expedientes y que ella se dé cuenta por sí sola, no quiero tener que decirle a Charlie lo de su posible padre —le susurro a papá mientras nos subimos al coche con Joshua detrás del volante.
—Bien —es lo único que dice y Joshua acelera, vamos muy rápido hasta que llegamos al edificio. Y antes de que papá y yo entremos Joshua me llama.
—Te la has ganado —Me tiende una pistola con la empuñadora en color rosa, parece que me escucho mis caprichos. Apresuro mi paso cuando escucho a papá gritarme desde la entrada del edificio.
—¿Eso será necesario? —pregunta el.
—No lo sé, pero me ha dicho que me la he ganado —digo orgullosa.
—No la usarás —demanda ente dientes. Mientras yo busco los expedientes papá espera en el tercer piso. Sé que él está impaciente, así que vuelvo con él lo más rápido posible.
—Listo, vámonos —subimos al ascensor en silencio y con la mirada en el piso. Tengo malos recuerdos estando aquí, esta vez al menos tengo a papá conmigo. El elevador se detiene en el segundo piso, extrañamente las puertas se abren y papa sin pensarlo dos veces saca su pistola.
—Zack, tiempo sin verte. —Jack esta frente a nosotros, esta vez sin un abrigo que cubra su rostro. ¿Cómo lo hace para entrar aquí? Y siempre que yo estoy aquí, nos vigila.
—Vaya, no has cambiado mucho —El entrar al ascensor y papá inmediatamente me coloca detrás de él. Veo como Jack saca su pistola de entre sus pantalones de manera desinteresada. Ambos se apuntan a la cabeza.
Necesitamos perder a este tipo, así que discretamente presiono el número del último piso en la planta baja, podremos perderlo y ganar tiempo para salir sin tener que hacerlo por el pasadizo.
—Yo debí matarte con mis propias manos —masculla papá con veneno.
—Pensé que no vivías en Londres, escuché que estuviste a punto de morir—dice Connor ¿O debería seguir llamándolo Jack? El punto es que el este causando que mi padre casi este tirando del gatillo.
—Escuché que eres el mismo hijo de perra de siempre. —En ese preciso instante el ascensor abre las puertas y yo solo corro en dirección a dónde recuerdo están las motos, papá corre detrás de mí y rápidamente enciende una de las tantas motocicletas que hay en este lugar.
—Joder, que belleza —halaga mientras corre en ella conmigo detrás. Miro hacia atrás y localizo a Connor a una distancia considerable.
Papá corre a toda prisa en la pista y termina de dar la vuelta completa, ya sé que él tiene moto, pero nunca llegué a velo usándola, la verdad es mi primera vez en una.
—Corre Brooke —El vuelve a sacar su pistola y corremos por el pasillo que da al elevador, no veo a Jack por ningún lado, pero no puedo dejar de mirar hacia atrás.
Hasta que escucho un disparo hacia nosotros.
—Demonios —brama papá y ahí es cuando me doy cuenta de que hay alguien más al final del pasillo, es una chica, pero no logro ver su cara, este es el momento de sacar mi nuevo juguete. papá y yo nos damos la espalda y caminamos lentamente para llegar a la puerta y dejar a Jack y a su acompañante aquí.
—De tal palo, tal astilla —es lo último que escuchamos de Connor, cuando veo que está a punto de tirar del gatillo, por instinto lo hago yo primero, pero no sé si le di o no cuando papá y yo ya estamos dentro del elevador ascensor.
—¿Estás bien? —pregunta con voz agitada.
—Sí —susurro un poco sorprendida de que haya podido lidiar con lo que acaba de pasar sin entrar en pánico.
—Joder, Bonie tendrá que revisar la seguridad de este lugar, es muy peligroso —se queja, nos encontramos con Joshua presionando una y otra vez los botones del ascensor.
—¿Que fue eso? —pregunta en cuanto nos ve.
—Eso fue, que ya aprendí a disparar con una mano —le digo mientras nos subimos al coche y salimos de ese lugar muy rápido.
De ninguna manera pensaba dejarle esos expedientes, estoy segura que eso es lo que ellos quieren, saber lo que nosotros sabemos, quitarnos la información y en cierta forma poder sobre ellos.
—Tenemos que idear un plan —comenta papá, sabía que ya estaba pensando en eso, sabía que no tardaría en decir que tenemos que hacer algo y yo me siento preparada para ser parte de ese plan.