Estaba exhausta, destruida muriendo de miedo pero de alguna manera me encontraba también tranquila, podía sentirlo todo, podía oírlo todo, pero a pesar de la preocupación que emanaban las voces de Ivanna y Victor, a pesar que una mano sobaba paulatinamente mi cabeza pidiendo que despierte, no quería abrir los ojos.
No hasta que me sintiera lista.
Me sentía segura aquí, en la oscuridad de mi inconciencia, a salvo en la bruma que escondía mis parpados, nada o nadie quien pudiera lastimarme porque en este espacio solo estaba yo, este espacio era moldeado por mí. Estaba a salvo en lo profundo de mis pensamientos, sin que mi mente y cuerpo despertara en la realidad.
Una realidad que daba tanto miedo afrontar.
No estaba segura de como reaccionaria o que diría si estaban presentes todos, tuve un completo rompimiento emocional, estaba embarazada y estaba feliz por eso pero a la vez asustada por completo.
Oigo la puerta abrirse, seguida de la voz de mi nona.
―¿Sigue dormida?
No oigo la voz de ninguno de ellos así que supongo que solo asienten. Me siento tan mal por ponerlos en esta situación pero necesito pensar antes de poder decir algo.
Hay más silencio, oigo la puerta cerrarse, comienzo a contar cada minuto con sus respiraciones. Pasan seis antes que uno de ellos hable.
―¿Cómo lo supiste? ―pregunta Victor y me concentro en su respuesta.
Ella se enteró antes que yo. Eso es obvio, pero en tal caso quien pudo decírselo... la revista recién salía hoy... ¿cómo pudo haberse enterado? ¿Quién se lo dijo con anticipación?
―Dayanne me lo dijo ―suspira.
―¿Que? ―pienso lo mismo.
―Tan increíble cómo suena ―Ivanna toma mi mano pasando suavemente su pulgar por mi ante palma en un gesto conciliador―, un día que salí con Trevor nos la encontramos, ella después de hartarnos con su mierda le dijo que felicite a Christopher por su compromiso. Mi cara debió ser suficiente para que pudiera darse cuenta, porque enseguida palideció y me dijo "No pierdas tiempo aquí, ella te necesita" supongo que una vez entendí a qué se refería me rompí y note lo inmadura que fui, que Dayanne me haya dicho como ser una buena amiga me... escandalizo... así que vine...
―¿Dayanne te envió aquí?
No sé qué pensar al respecto.
Creí que ya habíamos salido de este tipo de juegos. Supongo que las viejas maneras no se olvidan rápidamente, o quizá nunca lo hacen
―No entiendo su relación. ―oigo a Ivanna―, Dayanne la lastimaba constantemente, pero me mando por ella, estaba preocupada por ella.
Oigo una leve risa de Victor.
―No intentes entenderla, las conozco por más de veinte años y ni yo lo entiendo.
Créeme ni yo la entiendo.
Hay otro leve silencio, entonces Victor suspira
―¿Trevor lo sabía?
No hay respuesta.
―Joshep, Dawn, Alex y supongo que Michael también, sabían de ello y les choco, se enteraron hace casi dos días.
Mi pecho se comprime en una embustera traición, que sé que no debería sentir, los elimine de mi vida no podía esperar que me contaran como parte de las suyas ahora.
Mi mente comienza a divagar entre memorias que no quiero recordar...
―No están bien, supongo....
Mi mente vuelve a ponerse alerta.
―¿A qué te refieres?
―No... En sí, es difícil de explicar ―suspira―, ya no hablan entre sí, es como... como si estuvieran enojados unos con otros, buscando al culpable, quien fue quien finalmente la hizo marchar. Cada uno se encerró en su trabajo, cada uno intentó encontrarla... Dime Victor. ¿Por qué solo no la dejan ir?
Quiero abrir los ojos para ver el rostro de Iv, porque con solo oírla su voz parecía rota, triste, tengo miedo que Trevor se haya incluido entre ellos, que por no tener un cierre adecuado lastime a Ivanna, como creo que ya lo estoy haciendo.
―No se me ocurre ninguna ahora, pero en lo único que puedo pensar es la culpa, si quizá sea eso.
Mi corazón se comprime en agonía pero, aun así no abro los ojos. No está marchando como lo planee. Absolutamente nada marcha como lo planee, no buscaba reavivar sus culpas, solo quería liberarlos.
―¿Culpa? Si ella ya los perdonó.
―Es diferente... ―oigo a Victor suspirar―, como hombre, estés con la chica que estés, hay un instinto en ti que te obliga a protegerla, cuando una relación acaba ese instinto va desapareciendo pero sigue allí, ellos más que protegerla la tiraron a los leones, y como nunca terminó verdaderamente con ellos ese instinto no se apagó, por eso... hasta que ella no esté a salvo... por así decirlo, no la dejaran ir.
Ivanna suspira.
Perdóname amiga, en verdad lo lamento.
―¿Es por ti, verdad? ―Ivanna suelta mi mano―, por lo que no pueden encontrarla.
―¿A qué te refieres? ―mi mente pregunta lo mismo, pero la incomodidad en la voz de Victor, y el conocerlo su suficiente, me dice que él sabe a qué se refiere.
―La bloqueaste del mundo ―suspira―, Joseph sabe lo que hiciste sin embargo, vino a hablar conmigo así que no me sorprendería si se aparece también, dijo que le daría tiempo y luego vendría por aquí, eso antes de enterarse lo de Christopher supongo.
―¿Y los otros?
Ivanna suelta una leve risa, no le agrada esta situación en absoluto.
―Bueno... bloqueaste el IP de su celular, el de su abuela, hasta bloqueaste el mío por si ella me llamaba, desesperaste la mierda de Dawn. Al punto que vino a preguntarme si sabía algo, literalmente tuve que arrastrarlo del departamento para que me deje en paz.
Oigo a Victor reír.
―Alex se enfocó totalmente en su trabajo, Trevor me estuvo preguntando, sacando sus propias conclusiones, una peor que la otra así que no tuve más remedio y le conté, a él y Alex. Ambos entienden por qué lo hizo aunque les duela, prefieren no pensar en ello, pero aun así lo hacen.
―¿Michael?
La oigo suspirar.
―No lo sé. ¿En shock? ¿Negación?... sabías que él pensaba que lo de Alana y él iba a funcionar, creo que en verdad es el peor de todos.
Después de todo, Dawson y yo nos alejamos de él. Sin explicaciones. Como no pude pensar en eso antes.
―¿Qué haremos ahora?
Abro los ojos, no puedo escapar de la realidad, sujeo con fuerza a mano de Ivanna y abro los ojos, dándoles una triste sonrisa a ambos.
―Regresar... ―suspiro―, arreglar todo, con ellos, mi familia, hacer un verdadero final ―me incorporo de la cama y tomo la mano de Ivanna―, tengo que terminar de una vez todo esto.
―¿Piensas que lo entenderán?
―Sé que lo harán... ―al menos eso espero―, de la misma manera que Dawson lo entendió.
―A Christopher no le diste opción. ―me refuta Victor.
―De la misma manera que no se la daré a ellos.
―¿Y el bebé?
―Se quedará como mi bebé, no tengo que entrar en detalles y...
Me incorporo de la cama en un sobresalto, miro directamente a la puerta donde mi nona me sonríe tristemente. Mi boca se abre y cierra como un pez fuera del agua, trago en seco.
No quería que ella lo supiera de esa forma.
―¿Nona?
―Ya lo sabía querida, hay cosas que solo la experiencia te hace notar.
Mi abuela se acerca a mí, tomando mis manos fuertemente, mirándome a los ojos.
―Eres una mujer fuerte Alana, lo que decidas estará bien, no estarás sola... creo que es tiempo de enfrentar a la familia ¿no crees?
―Volverás abuela.
―Ya pasó mucho tiempo sin hablar con mi hija.
Suspiro.
―No tienes que hacerlo... mi mamá es...
―Lo sé, lo sé... pero no tienes por qué estar sola.
Creo que lagrimas se derraman por mi rostro en la felicidad, saber que tengo a mi abuela allí es un gran alivio para mí.
―Y claro déjenme fuera de sus planes.
La sonrisa de Stefani aparece detrás de mí Nona, entra campante en la habitación dándole una mirada a Victor que entiende por déjenos solas. Stef me abraza fuertemente quizá evitando que me desmorone.
―Te extrañaré ―digo en un suspiro, intentando poner una mirada de cachorrito cuando me alejo de ella.
No quiero volver a separarme de Stef, pero no tendría vergüenza pedirle que venga conmigo, ella tiene toda su vida aquí.
―Iré contigo.
Oh... bueno... eso fue fácil.
Miro sorprendida a Stefani. Nunca pensé que lo diría tan relajadamente.
―¿Estás segura?
Ella asiente.
―¡Hey! Necesito expandir mi negocio, y tú me ayudarás.
―Si jefa.
―Además, es difícil pasar por todo esto de ser un huevo kínder sola ―¿huevo kinder?―, te ayudaré a cuidar tu embarazo y seré un escape. Créeme que como te vas a poner con las hormonas necesitaremos un milagro para controlar tu genio.
No quiero pero me rio.
―Y sin contarte de las náuseas, si te tocan esas desgraciadas, será un asco. Cuando yo...
Su voz muere ahí y yo la miro confundida.
―Quiero decir, cuando yo supe que Martha estaba embarazada, leí muchos libros al respecto.
―¿Marta? ―levanto una ceja, no creyendo nada de lo que dice―, leíste libros de embarazadas, gracias a la hermana de Joshep, la cual te odia cabe hacerte recordar.
Ella rueda los ojos, sé que está mintiendo, pero si no quiere decirme la entiendo, le seguiré la corriente.
―Tenía que encontrar una forma de calmar al dragón. Ya sabes ayuda a una embarazada en un momento de crisis y aunque sea una bruja te amará.
Me río y Stef me termina de sacar de la cama. Miro a Stefani toda sonriente, pero aun así apagada y solo así me atrevo a preguntar.
―¿Qué paso cuando fuiste con Tripp?
Inmediatamente se tensa y su rostro se pone pálido, completamente pálido. Enseguida me arrepiento de haber revivido a muertos de su tumba.
O peor. Su ex.
―No tienes que...
―Lo sabrás en algún momento ―suspira ella―, pero ahora no estoy lista para contarlo.
La miro y no presiono más, salimos del cuarto preparadas para hacer los tramites y arreglar las cosas.
Gracias a Victor todo se hizo muy rapído, en menos de un mes habíamos llegado, y aunque me estaba preparando mentalmente toda la semana, a penas pisamos tierra, tuve que correr. Victor y mi Nona me entendieron, Stefani dijo que no me demorara, Ivanna... bueno de alguna manera todo se volvió tenso con ella.
Esta sentimiento no me gustaba en absoluto, ahora entiendo la regla de no salir con los ex novios de tus amigas, en algún punto todo se vuelve incómodo. James debió de saberlo bien, y se lo digo aunque el no me escuche en verdad.
Estoy en la tumba de mi hermano, fue el único lugar en el que pude pensar para calmarme. Mi Nona estaba desempacando en la casa, Ivanna y Stefani la estan ayudando y Victor se fue a desbloquearme del mundo. Probablemente ya todos se han enterado de mi regreso, así que quizá ellos ya estén allí, esperándome.
Pero una parte de mi cree que quizá no lo esten, quizás los haya empujado demasiado lejos, presionado demasiado como para que les importe. Me siento a los pies de la tumba de mi hermano, tirando mis rodillas a mi pecho y rodeándolas con mi brazo.
Suspiro, estoy tan en paz.
Pasará un buen tiempo antes que pueda volver a normalizarme, regrese aquí para arreglarlo todo, pero no quería quedarme. No pienso hacerlo. Otra vez, mi vida estaba a punto de tomar un giro repentino, uno para el que no podía saber si estaba preparada.
Miro la lápida de mi hermano, y luego la de Tessa.
"Dios no pone en nuestro camino más de lo que podemos soportar"
Esbozo una triste sonrisa.
Últimamente estoy pensando que eso no cuenta conmigo, y luego me doy un golpe mental por ponerme tan dramática.
Sentir lástima por mí misma no me ayudaría. No podía hacer esto. Tenía que resolverlo también, el momento de enfrentarlos estaba aquí, pero no tenía ni idea de cómo resultaría, al igual que no sabía que haría tres semanas atrás.
―Me gustaría que estuvieras aquí, James. No sé qué hacer o como ser valiente –susurró sentada en medio del silencioso cementerio. Quiero creer que puede oírme―. Te echo de menos sabes... es difícil saber que ya no te volveré a ver.
Suspiro.
―Una vez me dijiste que hiciera lo que hiciera siempre estaría bien si hacia lo que sentía. Estoy haciéndolo pero, estoy confundida. ¿Tal vez podrías ayudarme señalándome la dirección de alguna manera?
Cierro los ojos, negándome a llorar, niego con la cabeza
―¿Sabes? Aun no los perdono por no avisarme de Alan. Eso también va para ti Tessa. Pero su niño es hermoso, es travieso, y terco cuando no quiere algo, supongo que eso lo que saco de ti. Pero también me entiende cuando algo está mal y es tierno con todos los que conoce. Ah... y también odia que Víctor se acerque a mí. Eso es cosa tuya ¿verdad James?
Suspiro y toco la fría lapida.
―Creo que es hora de que resuelva las cosas por mi cuenta. Solo... que no sé cómo.
La puerta de un auto se cierra de golpe, rompiendo la paz de este lugar, haciéndome que me voltee hacia atrás para mirar hacia el aparcamiento, girándome para ver quién era, me pongo e pie de golpe.
Joshep.
Estaba aquí.
¿Qué estaba haciendo aquí?
―No tienes teléfono móvil, ¿Cómo diablos se supone que pueda localizarte? ¿Por qué desapareciste?
La familiaridad en su voz me hace correr hacia él. Arrojándome en sus brazos.
―Es bueno verte.
―Si bueno... no fui yo quien tomo unas largas vacaciones a otro continente.
―Si bueno...
Quería contárselo, decirle todo, pero no podía, no ahora.
―Tenemos que hablar Alana. ―su voz es dura, seca, toda la sonrisa de su rostro fue borrada por completo.
―¿De qué...?
―Mi colega el doctor Phillips me paso un historial interesante...
Oh. Demonios. La sangre deja de correr por mi cuerpo y unas repentinas nauseas me embargan.
No vomites ahora Bates.
―¿Podemos hablar de esto en alguna cafetería? ―digo mirando alrededor, quizá estar en público evitaría que Joshep explotara de la misma manera que Victor cuando supo los detalles.
―Vamos a Milton's es la única cafetería que está en el camino.
Asiento y me acerco a las lapidas para recoger mi bolso.
―Ahí está tu respuesta, sis ―susurró una voz, tan bajo que podría pensar que la habia imaginado, luego otra voz suave resuena en mi cabeza―. Gracias, Alana
Miro a Joshep algo confundida, estática.
―¿Qué?
―¿Dijiste algo?
―No.
Miro de regreso a la tumba de mi hermano. ¿Será posible...? No. No lo creo. Camino con Joshep hasta el parqueo y me niego a hablar hasta que estemos en un lugar público y se puedan oír mis gritos de auxilio, porque estaba segura de algo.
Joshep iba a matarme.
Fue el viaje más incómodo de mi existencia, y eso que escogí un lugar cercana a la zona. Milton's es una cafetería simple, acogedora, en la que apenas entras sientes el ahora a café y a los aros de cebolla.
Me encantaba ese olor.
Milagrosamente no tenía las típicas nauseas incontrolables cuando estas embarazada, bebé te agradezco por eso.
Nos sentamos en una mesa en medio de la cafetería. Joshep no espera a hacer nuestro pedido para empezar a atosigarme de preguntas. Cosas como ¿Por qué te fuiste? Ni tu misma lo crees, estas mintiendo, estas huyendo se hacen repetitivas conforme pasan los minutos.
Y tengo un mal presentimiento.
No parece que tuviera una charla con un amigo.
Esto más parece un interrogatorio.
Se está empeñando a hacerme decir que hui, que escape de todo, pero no lo hago. Hay silencio por un momento, generado por la comida que llega a la mesa, solo que... ni bien siento el aroma a tocino es que me levanto y corro al baño.
No sé qué estaré vomitando, puesto que no tengo nada en mi sistema, pero solo el recordar el olor hace que comience de nuevo. Apenas salgo del baño una señora mayor me tiende un vaso con agua. Le sonrió con verdadera gratitud cuando rápidamente me lo acabo.
―Hay preciosa, lo que te espera...
Me rio ante su comentario, pues sé que esto es solo el comienzo de mi etapa embarazada. Algo tambaleante regreso a donde recordaba haber dejado a Joshep.
Pero mi mesa está rodeada, personas en terno cubren mi paso.
―Umm... disculpen. ―digo intentando atravesar la muralla.
Los hombres voltean a mirarme abriéndose a un costado, y entonces siento que entro a una de mis pesadillas.
Joshep se levanta de la mesa, luciendo impasible.
―Que hiciste ―mi voz es dura, lo que me gusta, porque en el interior estoy temblando de miedo.
―Lo siguiente tenemos que hablarlo entre todos ¿no crees?
―No tienes el derecho
―Igual que tú, no tienes derecho de ocultarlo ―no completa la frase pero que a que se refiere.
No tengo derecho de ocultarlo de su padre.
Si tan solo supiera de quien es.
―Es mío, Joshep, no tienes por qué mierda meterte.
―¿Qué está pasando? ―dice Dawn mirándome con un leve sonrisa, pero luego desvía su atención a los ojos serios de quien creí que era un buen amigo.
―Alana ―mi vista vuela a Michael que se pone a mi costado, está sonriendo pero luego ve mi rostro y toda sonrisa se borra de su rostro.
Mi atención vuelve a Joshep.
―¿Los llamaste? ―mi voz es un jadeo que pura traición.
―No te dejare escapar de esto otra vez.
Mierda.
¡Dios mío que haré!
―No puedo creer que me hicieras esto. ―mi voz suelta veneno, mi mirada esta fijamente clavada en Joshep, quien esta ceñudo cruzándose de brazos.
―¿Qué está pasando? ―pregunta Michael, mirando inquisitivamente a Joshep.
―Nada ―cortó antes que pueda decir algo más.
El bufa.
―Alana en su pequeño viaje, fue internada por un desmayo.
―¡No es verdad! ―vuelvo a interrumpir
―Y fue atendida por un colega mío, quien amablemente se ofreció a mandarme su historial para que pudiera hacerme cargo de su paciente, muy recomendada por Victor Múnich.
Su voz destila veneno cuando dice su nombre.
¿Qué tiene que ver Victor con todo esto?
―No te sigo amigo ―dice Dawn mirándome inquisitidoramente―, ella está mal o tiene algo.
―Regreso con algo extra.
―¡Joder! Joshep por qué me haces esto
―Déjate de vueltas, ¿ella está mal o algo? ―Michael levanta la voz, haciendo que la atención de Joshep vaya a él.
―¿Mal? No. No está mal, está muy bien por así decirlo.
―¡Joshep! ¡BASTA!
―No Alana, como estaba diciendo ella no está mal.
―¿Entonces que tiene? ―Alex habla por primera vez.
―Ella es la que tiene que decírselos.
Mis piernas comienzan a temblar y quiero matarlo, literalmente quiero estrujar su cuello con mis manos. Lágrimas de impotencia se juntan en mis ojos, no sé qué esperar de esto, no sé cómo escapar de esto.
―No tengo nada ―mi voz es un leve susurró.
―Mientes... ¡Díselos Alana! ―la voz de Joshep sube unos desniveles, ya atrajimos la atención de unos pocos curiosos.
―¡No! ¡No lo diré! ¡PORQUE NO TENGO NADA! ¡NO QUIERAS CONTROLAR MI MALDITA VIDA!
Mi voz tiembla, no quiero, no debería ser así, este es mi bebé, solo mío, no quiero que nazca entre estos problemas, no quiero que sea causa de pleitos.
No quiero que lo odien.
―¡Díselos!
―¿Joshep que estás...? ―Trevor interrumpe pero Joshep lo silencia con una mirada.
―Amigo....
―Última oportunidad, díselos Alana.
Tengo a estos cinco hombres mirándome.
Todos asustados.
Todos desconfiados.
Mi temperatura desciende unos cuantos grados y creo que comienzo a marearme.
―¿Qué nos tiene que decir? ―la voz de Michael suena fría, su mano toma mi hombro en un intento de darme fuerza.
Estoy segura que una vez que lo escuche todo ese apoyo se esfumará.
―Bien si no se los dices tú yo lo haré, Alana esta...
Para sorpresa de todos, incluso para sorpresa mía, me adelanto hasta él, mi palma choca contra su mejilla, sonando estridentemente, haciendo que todos volteen a vernos. Las lágrimas comienzan a caer de mi rostro, mi mano escuece por el impacto, los ojos de Joshep me miran enojados, traicionados.
¿Por qué debería estarlo?
Yo soy a quien acaba de traicionar, tonta de mí, que volví a confiar de nuevo en él. ¿Por qué me hacia esto?
Pero él no se inmuta, ni por las traicioneras lagrimas que manchan mis mejillas.
―Alana esta... ―mi mano vuelve a cortar el aire pero no llega a impactar, soy tomada duramente de la muñeca
―No, por favor ―comienzo a rogar, pero el solo se queda mirando a mis ojos mientras rebela fríamente mi secreto y el cuchillo de la tracción perfora mi espalda.
―Ella está embarazada.
Con esas palabras siento mi cuerpo debilitarse, no quiero levantar la vista, no quiero ver las miradas de todos contra mí, contra esto...
Le odio.
¿Por qué me hizo esto?
―¿Qué? ―levanto la vista a Dawn, pero no es él quien habla.
Mi corazón cae al piso, siento algo moverme en mi estomago
Mi vista vuela a la puerta.
―Repite lo que dijiste.
Christopher Dawson está aquí, mirándome sorprendido. Tengo el impulso de correr hacia él y refugiarme como siempre supe hacerlo.
―Alana está embarazada.
Su boca se vuelve una fina línea, mirándome con desconcierto, doy un paso hacia adelante pero me detengo.
Congelada. Temblando.
Porque la veo.
La mano manicurada que aprieta su hombro, el cabello pelirrojo que sale a la vista desde atrás de su espalda, la chica que vi en aquella portada, saliendo detrás de él con una mirada confundida en sus ojos avellana, conforme mira toda la escena.
―¿Quién es el padre? ―el susurró de Michael suena como un grito en, ahora tan callada cafetería.
No respondo.
No sé qué decir, porque lo que diga puede desatar el verdadero infierno.
Mis labios se abren y cierran. Doy una mirada rápida a todos antes de fijarme otra vez en la chica y en Dawson.
―Es solo mío.
Eso es lo último que digo antes de salir corriendo.
Empujando a Dawson y compañía a mí paso.
Corriendo como alma que lleva el diablo.
Nunca debí regresar.
No debí volver.
Mis piernas se mueven por inanición, tropiezo y me levanto, trastabillo pero sigo corriendo, todo el camino hasta la casa de mi abuela, no deje de correr no perdi el aliento.
Lagrimas caen por mi cara, mi cabello esta todo alborotado, y estoy temblando.
Así es como me encuentran Ivanna y Victor en el pórtico.
Corro hasta que Victor me detiene.
Está hablando, preguntándome algo, pero no lo oigo, mis oídos zumban, me duele el estómago demasiado, como si estuviera a carne viva, como si le hubieran prendido fuego.
Siento una fuerte punzada que me hace doblarme en dos, espasmos recorren mi columna y mis rodillas chocan el suelo, las punzadas son constantes, directas.
Mierda...
¡Por favor que no sea nada grave!
¡Dios por favor!
Que mi bebé este bien.
Soy una tonta, una completa tonta.
Siento un líquido caliente derramarse por mis pantalones, y la sangre manchando el césped es lo único que veo antes de perder la conciencia.
Las imágenes se difuminan a partir de allí.
Oigo a personas gritarme.
Siento ser movida de un lado a otro, pero todo duele demasiado. No entiendo nada. Tengo frio. Quiero una manta, pero mis labios no me responden.
El rostro de Joshep entra a foco.
―Te odio... ―es lo único que sale de mis labios, vago como un susurro, pero hace que se desvanezca, estoy de nuevo sola.
En este momento no me importa nada.
Por favor hermano, no te lleves a mi bebe, no dejes que se lo lleven.
Por favor...
Mi cabeza comienza a dar vueltas.
Y finalmente, me duermo, con un completo nudo en mi corazón y un miedo atroz.
Por favor que nada le haya pasado a mi bebé.
**********************
Perdones por la demora.... (/.\)
Enserio que yo tambien quize matar a Joshep cuando hizo eso.. y aparecio la maldita pelirroja... ni idea de como se desarrollara porque ahora mismo ni lo he pensado.
No me maten :S
Espero que les agrade/sorprenda/-disguste el capi.
Subire mas seguido, lo juro.
Comenten que les pareció :3 y si piensan que estoy siendo muy mala con Alana, y todo lo que piensen.
Besos.
Fer