Aléjate de mí

By cmr18_

15.3K 4.5K 2.7K

La vida de Elizabeth Coleman da un giro cuando todos los que la rodean creen en algo que es totalmente un mal... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Nota
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92

Capítulo 79

84 34 11
By cmr18_

Ayer llamé a Ashton varias veces y como es evidente no me cogió  teléfono. Le entiendo y comprendo que esté enfadado, pero no voy a dejar de intentar hablar con él.

–Ahí está Ash –dice Wendy.

–¿Dónde? –le pregunto mirando por  todas partes hasta que lo encuentro –. Dame un segundo, ahora vuelvo.

Está en su taquilla y justo está solo. Es el momento perfecto. Corro hacia allí y él todavía no se ha dado cuenta de que estoy aquí. Está un poco distraído, pero mejor.

–Ash...

–Oh, hola –dice sin mirarme y sigue dejando libros en su taquilla.

–¿Cómo estás?

–¿Cómo estás tú? –pregunta distraído.

–No muy bien dado a que no me coges el teléfono, ¿y tú cómo estás? –repito esperando que esta vez me conteste.

–¿Acaso te importa cómo estoy? –se ríe irónicamente.

–Sí, sino no te lo habría preguntado.

–Pues estoy muy bien, ya te puedes ir –cierra la taquilla de un portazo y se va, pero le agarro del brazo.

–Ayer no me dejaste decirte...

–Eh, eh –me interrumpe –. Para. No quiero saber nada.

–Solo quiero explicarme.

–No tienes nada que explicar. Tú y yo ya no somos novios, ¿recuerdas? –tiene toda la razón, pero eso me ha dolido.

–Tú fuiste el que me dejó a mí –digo enfadada.

–Porque era lo mejor, tanto para ti como para mí.

–Joder, sé que estás enfadado, ¿vale? Pero no es lo que parece.

–Ey, Ash –dice uno de los gemelos Smith –. Toca partido y vamos a llegar tarde.

–Ya voy –le dice Ashton y vuelve a mirarme –. Liz, no quiero escuchar nada. Estoy bien y aunque tuviera ganas de escucharte, cosa que no quiero, tengo que irme.

–Pero Ashton...

–¡Adiós Liz! –dice con un tonito que no me gusta nada y se va.

–Pf... –resoplo –. ¡Joder, joder, joder! –grito enfadada y le doy un puñetazo a la taquilla.

Un chico pasa por al lado mía y se queda mirándome fijamente. Se cree que no me estoy dando cuenta, pero sí que le he visto y me está poniendo nerviosa.

–¿Y tú qué miras? –le digo al chaval y sigue caminando.

–Eh, tranquila –dice Wendy –. ¿Desde cuando le das golpes a la taquilla?

–Desde que Ashton se ha ido y no me ha hecho caso.

–Es normal, ¿qué te esperabas? No iba a escucharte solo por tu cara bonita.

–Lo sé, pero contaba con saliera el Ashton bueno.

–Dirás el Ashton gilipollas.

–No, para nada. El Ashton gilipollas es el que ha salido, por eso no he podido hablar con él.

–Dale tiempo, ya se le pasará.

–No creo que se le pase, por eso seguiré llamándole.

Después del recreo no he vuelto a ver a Ashton, aunque no pensaba volver a hablarle. Sé que está enfadado, pero tampoco puedo seguirle. Más que nada porque se acabará hartando de mí y eso es peor. Al menos me sigue dirigiendo la palabra.

Como hoy es lunes me toca cita con mi querido psicólogo. Le voy a echar tanto de menos cuando tenga que dejar de ir aquí, si es que algún día dejo de venir porque ya se está alargando demasiado...

–Hola –le digo a la secretaria y me sonríe.

–Hola Elizabeth, ¿qué tal?

–Bien.

–Me alegro. El doctor está a punto de acabar su sesión con la señora Miller. Solo serán unos minutos.

–Oh, tranquila. Esperaré aquí –digo sentándome en uno de los sillones y miro mi móvil.

Es normal que no haya terminado, todavía falta un cuarto de hora para las cinco y media. No debería de haber venido aquí sin mi libro de biología.

Esta semana tengo dos exámenes y no, todavía no he abierto ningún libro. El examen es el jueves y yo espero que en dos días pueda aprenderme todos los temas. Digo todos los temas porque no sé ni cuáles caen. Sí, soy un poco descuidada, pero todos lo somos alguna vez, ¿no?

La puerta se abre y entra Ethan demasiado serio aunque cuando me ve esboza su habitual sonrisa socarrona.

–Hola princesa –pongo los ojos en blanco y se sienta en el sillón que hay al lado.

–¿Algún día dejarás de llamarme así?

–¿Te refieres a princesa? –asiento –. Lo siento, pero va a ser que no princesa.

–En fin, dejemos el tema.

–¿Cómo estás?

–No muy bien...

–¿Por qué? –pregunta preocupado –. ¿Te pasa algo?

–Pues... –digo pensando. No puedo hablarle de Ashton, se llevan mal así que no le voy a contar nada –. Cosas mías.

–Somos amigos, ¿recuerdas?

–Oh, no. Tú y yo no somos amigos.

–¿Y entonces qué somos? ¿Más que amigos? –dice con una sonrisilla burlona y enarca una ceja.

–Que te quede claro que eso tampoco –digo mirándole fijamente.

–¿Entonces amigos o más que amigos?

–¿Conocidos?

–¿Me lo preguntas?

–Lo afirmo.

–No ha sonado así, ha sido más como una pregunta.

–Somos conocidos, ¿está bien así o todavía tienes dudas?

–Me ha quedado algo más claro.

–Pues cualquiera lo diría.

–¿Y eso?

–Porque te estás acercando demasiado.

–Vale, pues conocida mía prepárate. El viernes te llevaré a una fiesta.

–No tenemos un nivel de conocidos tan alto –hago una mueca.

–Venga, no seas aburrida –pone los ojos en blanco.

–Dame tres opciones para ir a esa fiesta –me cruzo de brazos.

–Te lo pasarás muy bien, habrá bebida gratis y... –se queda pensando.

–Uy, parece que esa cabecita no va a dar para mucho más.

–Y estoy yo –al escuchar eso me río –. Eh, ¿qué te hace tanta gracia?

–¿La última opción no era un chiste?

–No, era una opción y una de las mejores –me guiña el ojo.

–Tu compañía es como un grano en el culo.

–Gracias por esas palabras tan bonitas.

–De nada.

–Te recogeré en tu casa.

–Ethan, la última vez que fui a una fiesta contigo acabé en la cárcel. Gracias por la invitación, pero he de rechazarla.

–Esta vez no será así.

–¿Y cómo lo sabes, eh? ¿Tienes una varita mágica o ves el futuro?

–Mejor pregúntaselo a tu hada madrina –pongo los ojos en blanco.

–Eres idiota.

–Esta vez no pasará nada porque solo vamos a ir a una fiesta.

–¿Qué tipo de fiesta?

–Una fiesta donde la gente bebe, baila y hace lo que le da la gana.

–Oh, ¿sí?

–Sí –dice creyendo que voy a aceptar.

–Pues pensándolo bien... No, no voy a ir.

–No lo has pensado bien –se ríe.

–Sí, sí que lo he hecho. No es mi culpa que tu tengas el cerebro del tamaño de un mosquito.

–¿Algo más que decirme? Cerebro de mosquito, grano en el culo...

–Idiota.

–Uy sí, se me olvidaba esa.

–Pues creo que es la que mejor te define.

–Nos vemos la semana que viene –dice una mujer saliendo de la consulta y resoplo. Mierda, me toca a mi.

–Elizabeth, le está esperando el doctor –yo asiento y me levanto.

–Eli –le miro cuando me llama –piensalo al menos, ¿vale? –pongo los ojos en blanco y entro en la habitación del pánico.

El doctor chiflado está en su silla, como siempre, tecleando en su ordenador y me saluda con sus "Buenas tardes Elizabeth, ¿qué tal te va?". Por favor, que alguien me saque de aquí.

–¿Has estado quedando con Ethan?

–Sí.

–¿Y qué tal?

–Bien.

–Pues cuéntame.

–¿Que te cuente qué? –no sé que quiere que le cuente.

–De qué habláis.

–Ah, de cosas.

–¿Pero de qué cosas?

–No lo sé, no sabía que tenía que apuntarlo en una libreta –digo en tono burlón.

–¿Te ha contado algo de su familia?

–No.

–¿Y de su infancia?

–Tampoco.

–¿Habéis hablado de algo?

–Sí, ¿es que tengo que contarle todo con pelos y señales? Madre mía... –resoplo. No llevamos ni dos minutos y ya me está poniendo de los nervios.

–Elizabeth, tú quedas con él para hablar. Sacarle esa información que yo no puedo. En mi no confía, en ti sí.

–¿Qué? –pregunto con la ceja enarcada.

–Tú eres su amiga, es más fácil que hable de sus cosas contigo que conmigo.

–¿Tengo que contarle a usted lo que él me diga? –digo sin entenderle.

–Sí, tu amigo necesita ayuda.

–No sabía que haría de mensajera.

–Pensé que lo sabías todo.

–Como iba a saberlo si no me has explicado nada –me río –. Yo solo accedí a ayudarle para molestar a mi madre. A ella no le cae bien Ethan y como me mintió tenía que hacer algo que le gustase tan poco como a mi que me oculten cosas –él se pone las gafas y me mira atentamente. Se me ha escapado...

–¿Qué te ocultó?

–Cosas de nuestra familia.

–Elizabeth, si no hablas no puedo ayudarte.

–Vale, mi madre compró cereales y se los comió sin avisarme –digo lo primero que se me ocurre. Si cree que le voy a contar lo de Ian va claro...

–¿Esos son problemas familiares?

–Sí, mi madre no quiere que la gente se entere de que come carbohidratos –me muerdo el labio para no reírme. Es la cosa más absurda que he dicho en mi vida.

–Oh –dice sorprendido, pero más sorprendida estoy yo de que se crea esa tontería.

–Sí, es un poco dramática.

–No sabía eso de tu madre.

–Por favor, no se lo diga a nadie. Como ya he dicho son cosas de nuestra familia.

–Tranquila, no lo haré.

–Gracias.

Sinceramente que tenga que contarle todo lo que me diga Ethan no me parece lo más adecuado. Cada uno tiene su privacidad y uno elije a quién contarle sus cosas. Si él no quiere contárselas al psicólogo es normal, yo tampoco le cuento las mías. Por lo tanto que quede claro que no, no pienso contarle nada, si es que me cuenta algo, claro...

Cuando salgo Ethan ya no está ahí, algo que me parece raro. Aún así no le doy mucha importancia y me voy a casa. Mis padres están trabajando y hoy no viene nadie a recogerme.

En el autobús de vuelta a casa llamo a Ashton de nuevo, no pienso rendirme hasta que me escuche. Espero a que conteste, pero no lo ha hecho. Sabía que no lo haría, pero tenía que intentarlo.

Al llegar a casa está todo a oscuras y muy silencioso. Hacía mucho que no me dejaban quedarme sola y lo echaba de menos. Enciendo la luz del salón y me siento en el sofá. Tengo que hablar con mis padres sobre lo de Ian, no creáis que se me ha olvidado.

Enciendo la tele, aunque no echen nada y decido esperar aquí hasta que vengan. Poco a poco empiezo a relajarme tanto que cierro los ojos y acabo quedándome completamente dormida.

¡Hola a tod@s!😊 Hasta aquí el capítulo de hoy. Espero que os haya gustado y gracias una vez más por leer, comentar y votar😻

Nos vemos el miércoles con un nuevo capítulo😘

Que tengáis un día, tarde o noche genial y un beso enorme😍💞😚💓🙌💋

Continue Reading

You'll Also Like

116K 6.7K 89
Un nuevo novato o novata? Una chica llega al área Como deberia convivir con hombres
313K 21.9K 33
Las mentiras envenenaron los corazones de aquellas dos personas malditas. Lu va en su 4to año en Hogwarts. Parecía que su vida iba normal, claro, su...
957K 155K 151
4 volúmenes + 1 extra (+19) Autor: 상승대대 Fui poseído por el villano que muere mientras atormenta al protagonista en la novela Omegaverse. ¡Y eso justo...
607K 26.4K 46
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...