Capítulo 54

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Me pongo unos leggins y una sudadera, para ser exacta la sudadera de Ashton.

Llaman al timbre y me pongo las zapatillas de conejitos antes de bajar casi corriendo por las escaleras.

–Hola Lizzie –me dice Danny después de darle un beso a Juliana.

–¡Danny! –digo yendo hacia él y le doy un abrazo –. ¿Qué haces tú por aquí?

–Nosotras vamos a cambiarnos y a coger las cosas para quedarnos contigo. Le he llamado para que no te quedes sola.

–Ah, vale –le sonrío –aunque podía quedarme sola –miro a Juliana y me encojo de hombros.

–Sí, pero viene bien tener compañía.

–Bueno vamos –dice Wendy saliendo por la puerta –necesito una ducha, mi pelo huele a cigarrillos.

–Y a mi me tiraron dos copas en la camiseta –dice Juliana y hace una mueca de asco.

–Anda iros ya.

–Adios Liz, estaremos aquí antes de lo que imaginas.

–Cuídala bien Danny –Wen le echa una mirada asesina a Danny.

Cierro la puerta y me encuentro a Danny al lado mía.

–Ven, vamos al sofá –digo yendo al salón –. Tú y yo tenemos una charla pendiente.

–¿Una... charla pendiente? –pregunta confuso.

–Sí –digo con una sonrisilla –. ¿Cuando vas a pedirle salir a Juliana? Ya sabes, hacerlo de manera oficial.

–Llevo pensándolo varios días, pero no sé si ella quiere algo serio.

–Danny –digo mirándole y me acomodo en el sofá –creeme que no hay nada que más desee.

–¿Estás segura?

–Y tanto que estoy segura.

–¿Ella te lo ha dicho?

–No exactamente, pero sé que saltará a tus brazos en cuanto se lo digas. Hazme caso.

–Estaba pensando pedírselo este sábado, hemos quedado.

–¿Hoy?

–No, el de la semana que viene. Hoy dice que se quedará en tu casa.

–Perfecto, ¿vas a hacerle algo especial?

–No, una simple cena.

–Eso está genial, ya sabes que a ella le gustan las cosas sencillas.

–Sí, es una chica muy simple –sonríe y me doy cuenta de que tiene la misma sonrisa que Ashton.

–Por cierto... ¿qué tal está Ashton? –pregunto intentando que me de la máxima información posible.

–Esta mañana vino a casa hecho una furia, ¿habéis discutido?

–Pues es una larga historia –resoplo.

–Tengo todo el día si hace falta –dice acomodándose en el sofá.

Le cuento toda la historia y en cierto modo me siento mejor, más que nada porque es hermano de Ashton y sé que me va a ayudar mejor que nadie.

–Liz, en teoría no le has engañado. Te lo encontraste besando a otra unas horas antes.

–Sí, pero no es lo mismo.

–¿Por qué no es lo mismo? Es obvio que estabas enfadada y confundida, también algo borracha.

Aléjate de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora