Capítulo 41

97 40 29
                                    

–Vale Liz –me dice Wendy –el plan de hoy es el siguiente...

–¿Qué plan?¿Teníamos un plan para hoy? –la interrumpo confusa.

–Es jueves y quiero ir a hacerme la manicura.

–¿Qué pasa porque sea jueves?

–No sé, suelo ir los jueves a hacerme la manicura.

–Ah, ¿quieres que vaya contigo?

–Sí, quiero que nos hagamos la manicura juntas. Suelo ir con Juliana pero está ocupada.

–Gracias por utilizarme como segundo plato –digo sonriendo de forma irónica.

–Ay, no seas tonta. Sabes que te quiero mucho –sonríe y pestañea de forma coqueta.

–Sí, ya... una pena que yo a ti no –le saco la lengua y ella se hace la ofendida.

–Qué falsa... Me amas, lo sé –dice guiñándome un ojo –. Ahora a lo que íbamos, la manicura la tengo a las cinco. Tardaremos menos de una hora luego puedes volver a casa. ¿Qué te parece?

–Genial, le diré a mi madre que tenemos que hacer un trabajo en la biblioteca.

–¿Has estado practicando para no ser tan mala en tus excusas? –pregunta burlándose de mí.

–No, creo que de tanto usarlas ya se me ocurren solas.

–Vaya, me alegro de que vayas mejorando –me da una palmadita en la espalda.

–Bueno, luego nos vemos rubia –digo cuando llegamos al final de la calle.

–Sí, te espero en mi casa a las cinco menos cuarto.

–De acuerdo –le digo y nos despedimos con un abrazo.

Cuando llego a casa busco mis llaves en mi bolsillo y no las encuentro. Acabo llamando al timbre y mi madre me abre la puerta.

–Hola cariño, ¿por qué llamas al timbre? –pregunta confundida.

–Creo que hoy me he dejado las llaves en casa.

–¿Crees? –dice un poco enfadada.

–Sí, creo.

–Como...

–Tranquila –la interrumpo – que no las he perdido.

–Eso espero Liz...

–Esperas bien –le sonrío de forma irónica y cuando se gira pongo los ojos en blanco. «Me exaspera».

–Papá dice que la comida está lista.

–¿Papá come hoy aquí? –digo con una sonrisa de oreja a oreja.

–Sí, así que ven a comer rápido antes de que se vaya al trabajo.

Dejo la mochila por ahí y voy casi corriendo a la cocina.

–Hola papá –me acerco a él y le doy un beso en la mejilla.

–Hola cariño, sientate que hoy te he hecho pasta para comer.

–Ay, papá ¡te quiero! –él se ríe.

–Lo sé.

–Mamá hoy he quedado en...

–Estás castigada.

–¿Me dejas terminar? –digo enfadada.

–Vale, pero estás castigada.

–Deja que se exprese Susan –le dice mi padre y ella asiente.

–He quedado en la biblioteca porque tengo que hacer un trabajo por parejas. Estaré una hora más o menos.

Aléjate de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora