Calor, sentía calor por todo mi cuerpo, estaba sofocada, casi podía asegurar que estaba sudando. Mi cuello molestaba y mi respiración no era constante, casi parecía que el oxígeno no lograba llegar a mis pulmones.
Abrí los ojos para encontrarme con la cara de Harry, sus ojos estaban cerrados, y su respiración era pausada, no parecía tener el mismo problema que yo. Mi cabeza estaba en un ángulo extraño, apoyada en su pecho, pero mirando hacia arriba ¿Cómo había logrado quedarme dormida así? No tenía idea.
Sentía el sofoco en el cuello, el alzar mi mano, aún algo dormida, dejó ver la razón de mi molestia. El abrigo aún cubría mi cuerpo, además de que probablemente la calefacción estaba un par de grados más arriba de lo usual, era como si planearan cocinarme en mis propios jugos, asqueroso.
Retiré, lo más despacio que pude, el brazo de Harry que se envolvía alrededor de mi cuerpo. Despegué mi cuerpo del suyo a la misma velocidad en la que había hecho lo anterior, además de asegurarme que algún mechón de mi pelo cayera en su cara y lo despertara de repente.
Una vez parada al lado de mi cama lo observe, dormía, casi podía declarar la misión un éxito, ahora solo debía abrir la puerta y salir sin ser detectada. Caminé en la punta de mis pies hasta la puerta, esperando no doblarme un tobillo y caer, o que alguno de los zapatos hiciera un ruido extraño. Tomé el pomo de la puerta y lo giré suavemente, cerré los ojos y los apreté cuando escuche el seguro retirarse. Abrí un ojo y miré a la cama, con la tenue luz de la lámpara pude ver su rostro relajado.
Traté de ser rápida en mis puntas, salí del cuarto y cerré despacio. Solté el aire que estaba sosteniendo en cuanto ambos pies tocaron el suelo y no hubo ningún ruido extraño. Sacudí la cabeza, con razón escabullirme de mi casa no era un práctica frecuente, era demasiado estresante, además de las horribles consecuencias que pudiera enfrentar.
—Ese es un comportamiento sospechoso.
Ahogué un grito.
Mi corazón se aceleró, llevé una mano hasta mi pecho, como si eso evitara que se me saliera de él o ayudará a rebajar la velocidad que había adquirido.
—¡Me va a dar un paro cardíaco del susto!— miré mal a Ed antes de dejar caer la mano de mi pecho y dirigirme a la cocina. Necesitaba tomar un vaso de agua y bien fría.
Por el rabillo del ojo lo vi dejar las llaves en la mesa de centro de la sala, quitarse la bufanda y comenzar a desabrocharse el abrigo.
Yo me dirigí a la nevera para sacar un vaso de agua fría. Saqué la jarra con agua y la dejé sobre la barra americana antes de buscar un vaso. Mientras servía el vaso alcé la vista, Ed tenía los ojos en mí, como si esperara algo.
—¿Quieres un vaso?
—No, gracias— cruzó sus brazos y me miró.
—¿Pasa algo?— le pregunté.
—Eso es lo que quisiera saber, son casi las cinco de la mañana y estás levantada, aun con el abrigo puesto— me señaló —¿Pasó algo?
—¿Además de tener una cita con Harry?— tomé un sorbo de mi vaso de agua.
—Sí, además de eso— hizo una pausa, pero no contesté, no sabía exactamente cómo decirle lo de Luke —¿Te acostaste de nuevo con él?— sus ojos se hicieron más pequeños y ladeó su cabeza, sus brazos aun estaban cruzados.
—No— otro sorbo —Soy una señorita decente— alzó una ceja —Soy decente, no santa— puso los ojos en blanco —En realidad a mi no me pasa nada grave, Luke por otro lado— hice una mueca.
—¿Qué le pasó a Luke?— una arruga apareció en su frente.
—Pues...— suspiré, no era mi muerte y era duro de decirlo —Su madre murió— comencé a desabrocharme el abrigo.
Ed guardó silencio, miró al suelo y suspiró. Luego llevó una mano a su frente y la frotó, era como si estuviera decidiendo cómo se sentía sobre el asunto.
—No estoy muy segura de recordar bien los detalles, pero creo que fue hoy— sacudí la cabeza —Me refiero a ayer— suspiré y tomé otro sorbo de agua —Lo que sí estoy segura es de que está destrozado y en este momento es más un ente que un ser humano— delinee el borde del vaso con la punta de mi dedo.
—Me imagino— Ed pasó la mano por su pelo, sostuvo un poco en su puño y lo jaló, resopló y frotó ambas manos en su cara —¿Qué vamos a hacer?
—No sé, pero sé que no es nuestro consuelo el que necesita en este momento— miré mi vaso un momento y regresé mi vista a Ed —Tal vez podríamos lograr que vaya al funeral, podría irse hoy domingo y dependiendo del vuelo llegaría hoy mismo o el lunes en la mañana.
—¿Cómo conseguiremos los tiquetes de ida y vuelta? Tu no trabajas y yo no gano tanto dinero como para hacerlo hoy mismo— Ed sostuvo su barbilla entre su dedo índice y pulgar.
—Millas de viaje— Edward estaba parado bajo el marco de la puerta de mi habitación, sus brazos estaban cruzados y su abrigo desabrochado —Conozco a alguien quien las tiene y nos podría ayudar con ello, además me las debe— se encogió de hombros. Ed asintió hacia Harry antes de regresar su rostro a mí.
—¿Y su trabajo? ¿Alguien ha notificado?— Ed sigue preguntando.
—En el estado en que lo encontré, no creo que haya tenido cabeza para ello— imágenes de su cuarto hecho un desastre pasaron por mi mente.
—Yo me encargo de ello, vivo con el jefe— Edward comenzó a caminar hacia mí, se detuvo frente a la barra y tomó el vaso de mi mano, bebió algo de agua antes de mirar a Ed —Pero creo que lo importante ahora es asegurarse que Luke está bien y en su cuarto, además de que esté de acuerdo con esto de ir al funeral.
Ed no respondió, de inmediato se dirigió a la habitación de Luke, abrió la puerta despacio, tratando de hacer el menor ruido posible.
—Mierda ¿Qué pasó acá?— probablemente no hubiera escuchado su maldición, a no ser por el silencio que reinaba en el apartamento. Metió la cabeza en la habitación antes de abrir por completo la puerta y encender la luz.
>>Él no está aquí— Ed estaba parado en mitad del desastre y nos miró sobre su hombre —¿Dónde mierda está Hilton?— no creía recordar a Ed maldiciendo tanto en todo el tiempo que llevaba viviendo con él, ese era más el papel de Luke.
—No sé, yo lo había dejado descansando en su cama— salí de la cocina y caminé hacia el cuarto, el mismo desastre, solo que faltaba su causante.
—Pues ya no está descansando— detecte un deje de ironía en la voz de Ed.
—Lo noto, genio, pero enojarse conmigo no va a hacer que aparezca— salí del cuarto y me dirigí al mío. En segundos tenía a Harry casi pisándome los talones.
Tomé mi celular y marqué el número de Luke, sonó tres veces antes de ser contestado, pude soltar el aire contenido.
—¡Hey, Luke! ¿Dónde estás?— traté de sonar lo más tranquila posible, lo más natural, era incómodo ser tratado como una taza de té cuando estabas en una situación vulnerable, a veces un poco de normalidad de hacía más fuerte y yo intentaba ser esa normalidad para Luke.
—Tranquila, no he hecho nada extremo— suspiró —Solo me sentía encerrado en esas cuatro paredes— una pausa —Estoy caminando por el parque esperando que el sol salga, estaré en un par de horas en casa.
—Está bien— no estaba segura si preguntar si quería ir al funeral era lo adecuado en ese momento, pero nunca iba a ser el momento adecuado y el cuerpo de su madre no iba a estar por siempre esperando a que yo tuviera las agallas de preguntar —¿Quieres ir a Londres y despedirte de tu mamá?— río, fue una risa triste.
—No tengo nadie de quien despedirme— su voz iba apagándose a medida que terminaba la frase.
—Permíteme diferir— me opuse —No sé si eres muy creyente de lo que dice la gente, pero se supone que el alma ronda por un tiempo más el cuerpo que habitaba antes de irse a descansar, tal vez quieras decirle unas palabras antes de que su alma esté lista para partir— me mordí el labio y alcé la vista, Harry me miraba y me sonreía, casi como si me diera ánimos.
—Yo quiero, pero...— su voz se cortó.
—¿Pero?— miré a su mesa de noche, enfocándome en las hojas sobre esta.
—Soy un pasante, no creo que me den días libres, además mi sueldo no es tan bueno ¿Cómo voy a pagar los tiquetes? Mi familia debe tener suficiente que pagar con el funeral, no quiero ser una carga para nadie— el Luke que yo conocía, no estaba ni siquiera asomado por allí, lo entendía, o al menos una parte de mí lo hacía, solo imaginar su pérdida causaba un dolor en mi pecho, no podía calcular que tanto sentía él.
—Te equivocas, no eres una carga para tu familia, al menos no para esta— tome aire —No compartimos sangre o ADN, pero somos familia, una muy rara en la cual nuestro padre soltero Ed no sabe como solucionar las crisis, pero da buenos consejos, en la cual la hija menor está creciendo y tal vez tropezando con la misma piedra, pero por primera vez está lista para ponerse de pie sola.
>>Y el otro hijo está sufriendo y fingiendo que no está roto por dentro porque la sociedad ha decidido que los hombres no deben llorar— hice una pausa y pude escuchar la respiración irregular de Luke a través del teléfono —No somos la mejor opción de familia, lo sabemos, pero estamos dispuestos a ayudarte, incluso el tipo raro que quiere ser tu cuñado quiere ayudar— miré a Harry, él estaba dándome una pequeña sonrisa.
>>Solo ven a casa a empacar, en unas horas estarás rumbo a Londres, rumbo a tu mamá— los brazos de Edward me rodearon, apoyé mi cabeza en su pecho mientras esperaba la respuesta al otro lado de la línea.
—No me arrepiento de haberte dado la mano para cruzar el auto en esa fiesta— dijo Luke de repente.
—Y yo no me arrepiento de haberla tomado— el agarre a mi alrededor se apretó un momento antes de volver a como estaba.
—Estoy yendo a casa, Cassie— mi cuerpo se relajó, la solución se veía a nuestro alcance.
Ni siquiera tuve tiempo de responder, cuando la línea se había colgado. No pude evitar sonreír, hundí más mi cabeza en el pecho de Edward, cerré los ojos y sostuve las solapas de su abrigo entre mis manos, apretándolas y atrayéndolo más a mí.
—¿Has tenido la sensación de que todo está bien en un momento cuando todo está mal?—le pregunté sin abrir los ojos.
—Sí ¿por qué?— su voz sonaba amortiguada contra mi pelo.
—Porque en este momento siento que todo va a estar, de alguna extraña manera— acomodo mejor mi cabeza contra se pecho, se siente como si las emociones intensas que sentía hasta hace un momento, se tranquilizaban.
—Tal vez, todo lo estará— besó mi cabeza.
Giré la cabeza para encontrarme con Ed parado en la puerta, una de las comisuras de su boca levantada, asintió y dio la vuelta para alejarse.
Y en ese momento lo supe, todo iba a estar bien, conseguiríamos salir de nuestra tristeza, curar nuestro corazones rotos, resistir y vivir, de alguna extraña manera, tal vez no por el camino convencional, pero sí con el que nos hacía completamente feliz.
Instagram: deeplittlething
Un lunes más, un capítulo más.
Las dedicaciones son para quienes voten de primeras por los capítulos muajajaja gracias por leer, nos leemos pronto.
All the love