Él viento soplaba fuertemente, no es como si ya hubieran entrado a otoño o a invierno, pero él viento evitaba que los merodeadores pudieran hacer algo.
- Orión - llamó Remus - tengo frío y hambre
- hay que parar - hablo Andrew
Los merodeadores estuvieron de acuerdo en eso, se sentaron en las hojas que habían caído las cuales hicieron un ruido cuando estos se sentaron, con cuidado se sentaron juntos, por pareja, Teddy por su parte abría la mochila la cual estaba de nuevo llena de comida.
Todos comenzaron a comer, si que tenían hambre, pero lo que mas le rondaba en la cabeza a Orion era saber porque su hermano menor estuvo destinado a entrar a esa vieja mansión, estaba nervioso pero no le tomo importancia.
- hay que descansar - hablo Andrew - con este frió nos va a costar hacer que Mike, Sebas o Artemisa se muevan
- el frió no nos afecta tanto - sonrió Arte
- no mientas - hablo Serpent - Andy tiene razón, hay que descansar, aparte Remus cayo dormido
Y era verdad, Remus Black ya hacia dormido en los brazos de Teddy Lupin, todos estuvieron deacuerdo en lo que había dicho el oji-gris, así que se acomodaron. Rápidamente todos cayeron dormidos, sin saber que una criatura de ojos rojos lo miraba, desde lejos.
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Manuel Granger miraba por la ventana de su antigua casa, el lugar estaba destrozado, con dolor una lagrima salio de ojo derecho, esa mansión no era de el, era de Marium, el había prometido cuidar el lugar así como a la rubia y al pequeño Mike.
Con cuidado atravesó el vestíbulo, extrañaba el olor a galletas horneadas que su rubia hacía, el techo había caído y se notaba que al momento del ataque el viejo roble que sostenía la casa del árbol de Mike había caído.
- necesito ayuda - susurro manuel - por favor Marium te lo suplico ayúdame, que nuestro niño no sufra en esto
No esperaba una respuesta, porque eso sería mucho pedir, pero de la nada su cabeza comenzó a doler, maldecía el momento que heredo aquel don de ver las cosas, cerro por un momento sus ojos y fue que lo noto.
Una vieja casa
Ron
Ginny
Problemas
Sus hijos
Sus sobrinos
Levanto la vista, le dolía, la sentía cansada, miro de nuevo el piso donde fue que la vio, era una vieja foto, donde Marium sonreía mientras que el cambiaba su cabello de color y Mike estaba en medio de ellos mientras que portaba un mameluco y un peluche en forma de jirafa.
- no se que hacer - susurro
No sabía que hacer, pero no importaba, su hijos y sobrinos necesitaban de el y no les iba a fallar.
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Hugo Foster miro a su hija Dora y a su hijo pequeño Kevin, ambos jugaban, todo estaba bien, el castaño estaba ayudando a su madre en la mansión Granger, había logrado liberarse del ministerio y estaba tranquilo. Todo iba bien, cuando su hijo lo llamo.
- papá, que es esa luz -
Hugo miro a su hijo quien señalaba detrás del cuadro de los difuntos Jean y Edward Granger, con cuidado se acerco y cuando lo movió noto que no había nada, extrañado lo dejo normal, sin saber que en otra parte de aquella mansión algo brillaba.