Me pongo unos leggins y una sudadera, para ser exacta la sudadera de Ashton.
Llaman al timbre y me pongo las zapatillas de conejitos antes de bajar casi corriendo por las escaleras.
–Hola Lizzie –me dice Danny después de darle un beso a Juliana.
–¡Danny! –digo yendo hacia él y le doy un abrazo –. ¿Qué haces tú por aquí?
–Nosotras vamos a cambiarnos y a coger las cosas para quedarnos contigo. Le he llamado para que no te quedes sola.
–Ah, vale –le sonrío –aunque podía quedarme sola –miro a Juliana y me encojo de hombros.
–Sí, pero viene bien tener compañía.
–Bueno vamos –dice Wendy saliendo por la puerta –necesito una ducha, mi pelo huele a cigarrillos.
–Y a mi me tiraron dos copas en la camiseta –dice Juliana y hace una mueca de asco.
–Anda iros ya.
–Adios Liz, estaremos aquí antes de lo que imaginas.
–Cuídala bien Danny –Wen le echa una mirada asesina a Danny.
Cierro la puerta y me encuentro a Danny al lado mía.
–Ven, vamos al sofá –digo yendo al salón –. Tú y yo tenemos una charla pendiente.
–¿Una... charla pendiente? –pregunta confuso.
–Sí –digo con una sonrisilla –. ¿Cuando vas a pedirle salir a Juliana? Ya sabes, hacerlo de manera oficial.
–Llevo pensándolo varios días, pero no sé si ella quiere algo serio.
–Danny –digo mirándole y me acomodo en el sofá –creeme que no hay nada que más desee.
–¿Estás segura?
–Y tanto que estoy segura.
–¿Ella te lo ha dicho?
–No exactamente, pero sé que saltará a tus brazos en cuanto se lo digas. Hazme caso.
–Estaba pensando pedírselo este sábado, hemos quedado.
–¿Hoy?
–No, el de la semana que viene. Hoy dice que se quedará en tu casa.
–Perfecto, ¿vas a hacerle algo especial?
–No, una simple cena.
–Eso está genial, ya sabes que a ella le gustan las cosas sencillas.
–Sí, es una chica muy simple –sonríe y me doy cuenta de que tiene la misma sonrisa que Ashton.
–Por cierto... ¿qué tal está Ashton? –pregunto intentando que me de la máxima información posible.
–Esta mañana vino a casa hecho una furia, ¿habéis discutido?
–Pues es una larga historia –resoplo.
–Tengo todo el día si hace falta –dice acomodándose en el sofá.
Le cuento toda la historia y en cierto modo me siento mejor, más que nada porque es hermano de Ashton y sé que me va a ayudar mejor que nadie.
–Liz, en teoría no le has engañado. Te lo encontraste besando a otra unas horas antes.
–Sí, pero no es lo mismo.
–¿Por qué no es lo mismo? Es obvio que estabas enfadada y confundida, también algo borracha.
–Eso no es una explicación, son excusas –digo llevándome las manos a la cara.
–Liz, escúchame –me quita las manos de la cara –. ¿Le quieres?
–Mucho.
–Él a ti también, te quiere demasiado.
–Tengo que llamarle –me levanto y él tira de mí y me sienta.
–Te va a perdonar, pero debes darle espacio.
–¿Espacio?
–Sí, espacio.
–¿Por qué? Quiero que sepa que quiero que me perdone, él siempre es el que viene. Cuando nos peleamos él siempre es el que se traga su orgullo y esta vez tengo que ir yo.
–Mira, Ashton ha sufrido mucho y necesita espacio por eso mismo.
–¿Qué le pasó?
–Eso no es asunto mío, debería contártelo él. Solo te digo que esperes un poco.
–Y si...
–Vendrá –dice antes de que yo termine la frase.
–Gracias Danny –digo dándole un abrazo y sorbo por la nariz.
–No es nada, puedes contar conmigo para lo que sea. Seré totalmente sincero.
–Ah, ¿sí? –digo al escuchar eso y le miro con los ojos entornados –. Entonces, ¿eres amigo de Ethan?
–Bueno, somos...
–Colegas –le interrumpo –. Lo sé, me lo ha contado.
–¿Y qué más te ha contado?
–Que quedáis a veces y que fumáis marihuana juntos.
–Sí, eso es verdad.
–¿No decías que ese chaval era una mala influencia?
–Lo es.
–¿Entonces por qué te juntas con él?
–Me cae bien, aunque sea un poco gilipollas. ¿Y tú por qué te juntas con él?
–Mi psicólogo me ha pedido que le ayude y a mi madre no le cae bien. Lo hago solo para molestarla –él se ríe y no entiendo el por qué.
–Ten cuidado, ¿vale? No es un buen amigo.
–Ya, me metió en la cárcel. Sé donde me meto.
–Eso espero.
–¿Sabe Juliana lo de la marihuana?
–No lo sé, igual no le digas mucho. Ya sabes como es.
–¡Ya estamos aquí! –dice Juli entrando por la puerta.
–Hola –les sonrío.
–¿Nos habéis echado de menos? –pregunta Wendy –. Espera no respondáis, sé que sí.
–Sinceramente, se nos había olvidado que os habíais ido.
–Ya, ya...
–¿De qué hablábais? –dice Juliana sentándose encima de Danny.
–De lo pesada que eres –hago una mueca.
–Al fin no soy la única que lo piensa –dice Wendy con una sonrisilla.
–Tú también lo eres –le digo riéndome.
–¡Eh! –dice poniéndose un poco de morros.
–¿Hasta cuando os quedáis? –digo mirándolas.
–Hasta el lunes –dice Wendy y se sienta a mi lado.
–¿Y tú? –señalo a Juliana.
–No sé si mañana me quedaré...
–¿Por qué? –digo haciendo pucheros.
–Es que... tengo planes –dice pegándose a Danny.
–¿Con quién? –Juliana desvía la mirada –. No, espera ya sé con quién. Danny te odio.
–¿Qué hago yo si es ella la que no puede vivir sin mí?
–Ja, que te lo has creído –le pega a Danny.
–No te pongas así, tengo pruebas en mí móvil.
–¡Pero que mentiroso! –dice riéndose y le vuelve a empujar.
–Sí, ya... –dice acercándose a ella para darle un beso.
Juliana se resiste y aparta la cara, entonces él empieza a darle besos por todas partes.
–¡Para!
–No pienso parar.
Al ver esa escena me pongo un poco celosa, aunque es estúpido. Yo soy la idiota que lo arruina todo así que lo que me pasa es porque me lo busco.
–¿Nos vamos de aquí? –me susurra Wen y yo asiento.
Nos levantamos y tira de mi hasta la cocina.
–He pedido pizza de camino hacia aquí, ¿te parece bien? –asiento y me cruzo de brazos mirando por la ventana.
–¿Qué te pasa?
–Nada, ¿por? –sonrío de forma falsa y me lanza una mirada asesina.
–Porque he pedido pizza y no has dicho nada.
–Bien pizza –digo dando palmadas y sin cambiar mi cara.
–Joder, ven aquí –tira de mi y se tira a mis brazos.
–Wen, yo...
–Sh –dice abrazándome de forma reconfortante.
–Me siento tan sola –sollozo de repente.
–No digas eso Liz, estoy aquí ahora y siempre.
Me abrazo más fuerte a mi mejor amiga y sorbo por la nariz.
–¿Me oyes? –asiento sin despegarme de ella.
–Gracias –le digo mirándola a los ojos y me limpio las lágrimas.
–No tienes que darlas.
–¿Y si quiero qué? –intento entornar los ojos pero me acabo riendo.
–Tanto lo de tu hermano como lo de Ashton va a salir bien –me sonríe.
La abrazo y ella no tarda en abrazarme. Sinceramente, Wendy es la mejor amiga que el universo me ha podido dar. No hay ninguna mejor, porque ese puesto es suyo y me alegro de que sea ella mi mejor amiga.
¡Hola a tod@s! Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que os haya gustado😜
Gracias por comentar, votar y leer😘
Nos vemos pronto con un nuevo capítulo😊
Que tengáis un buen día, tarde o noche y un beso enorme💋💓