Aléjate de mí

By cmr18_

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La vida de Elizabeth Coleman da un giro cuando todos los que la rodean creen en algo que es totalmente un mal... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Nota
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92

Capítulo 38

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By cmr18_

–Vamos a por otra ronda de chupitos, ¿os venís? –le pregunta Wendy a Danny y a su hermana. Ellos asienten y nos acompañan.

Salimos como podemos de la pista de baile, por la gran cantidad de gente que hay allí, y nos vamos de nuevo a la barra.

–¿Otra ronda? –nos pregunta la chica de antes con una sonrisilla.

–Sí, pero esta vez que sean seis chupitos –la chica asiente.

–Esta fiesta es genial –digo mirando a mi mejor amiga.

–¡Te lo dije! –grita con una sonrisa de oreja a oreja –. Me alegro de que estés aquí –se tira a mis brazos.

–Vale a ver, ¿por qué brindamos esta vez? –pregunta Mike.

–¡Salud! –digo ignorando a todos y me tomo el chupito.

–¡Eh!, tienes que esperarnos a todos –me empuja Juliana.

–Vale –digo alargando la primera sílaba y pido otro.

Los demás se toman su chupito sin esperarme.

–¿Pero qué hacéis? –los miro a todos.

–¡Otra ronda! –pide Juliana a voces y sé que se ha pasado de alcohol, aunque yo también.

No paro de reírme todo el rato y de decir las cosas que pienso, literalmente pienso en voz alta. Vamos, lo típico del alcohol.

–Vale, ahora sí –dice Ashton riéndose.

–Salud chicos –dice Juliana –¡os quiero a todos! –y nos tomamos el chupito.

Dejo el vasito en la barra y abrazo a Ashton.

–Hola –digo mirándole y me entra la risa.

–¿Por qué te ríes? –dice mirándome y me sonríe.

–No sé... Vamos al baño porfiiiiiiii –le pido haciendo pucheros –me hago pis –le susurro.

–Vale, vamos Liz –dice alargando demasiado mi nombre y me doy cuenta de que él también está borracho.

Subimos las escaleras y me lleva a un baño de arriba que es gigante.

–Vaya –digo boquiabierta –es como mi habitación más o menos –Ashton se ríe al escucharme –. Incluso podría vivir aquí...

–¿No ibas a hacer pis?

–Ah sí, es verdad. Espérame en la puerta.

Le empujo hasta la puerta y cierro con el pestillo. Me subo el vestido y mientras hago pis miro el baño. Tiene un jacuzzi dentro, joder. Que me gustaría a mi tener un baño como este y meterme en el jacuzzi con Ashton...

–Liz –me llama Ashton interrumpiendo mis pervertidos pensamientos –¿te queda mucho?

–¡No, ya estoy! –me bajo el vestido rápido y tiro de la cisterna.

Me lavo las manos rápidamente y al abrir la puerta me lo encuentro apoyado en la pared.

–Ven, vamos ahí –le cojo de la mano y tiro de él hasta la habitación de enfrente.

–¿Pero a dónde me llevas? –pregunta confundido.

–Quiero ver esta súper mansión –abro la puerta y me encuentro a una pareja en la cama. La chica está  desnuda encima del chico y bueno, ya sabéis todo lo demás... –. ¡Uy, lo siento! –me disculpo y cierro la puerta.

–¿Uy, lo siento? –dice Ashton riéndose de mi.

–Les he pillado haciendo... sus cosas y ha sido sin querer –me río por lo patética que soy.

–Ven, aquí hay una mejor –abre la puerta que está al final del pasillo y la habitación está vacía.

–Wow, esta es mucho más grande –digo sorprendida al ver la inmensa habitación que tengo delante de mis narices.

–Muy bonita –dice Ashton siguiéndome el royo.

Me acerco a la estantería y miro las cosas que hay.

–Mira Ash, ¡hay muchos libros!

–Wow –dice haciéndose el sorprendido –. Liz en una estantería es normal que haya libros, ¿no crees?

–Cállate idiota –me giro hacia él y le doy un puñetazo en el brazo.

Luego coge mi mano y me da un dulce beso en los nudillos que hace que me muera de amor.

–Te quiero.

–Y yo a ti –me dice y empieza a darme besos por toda la cara.

–No quiero perderte –le digo y se me cae una lágrima por la mejilla.

–Eh, eh –dice limpiándola con su dedo pulgar –. ¿Por qué lloras? No vas a perderme, no me voy a ir a ninguna parte.

–Lloro porque te quiero mucho y últimamente todo me está yendo demasiado bien. Siento que es solo cuestión de tiempo que alguna mierda me explote en la cara y espero que no seas tú.

–Te lo repito no me voy a ir a ninguna parte, ¿me oyes? –asiento.

–Sí, bésame por favor.

Al decir esas palabras falta tiempo para que Ashton acerque su boca a la mía. Empieza a darme besos suaves y dulces. Yo abro la boca para dejar paso a su lengua y todo se torna un poco más juguetón.

Ashton me da besos en el cuello y yo no puedo aguantarlo. Luego vuelve y hace una cadena de besos desde el cuello a mis labios, pasando por la mandíbula.

Me da un suave y dulce mordisco en el labio inferior que altera todos y cada uno de mis sentidos.

–Ashton, quiero...

–¿Qué quieres, nena? –dice con la voz un poco más ronca.

–A ti –le digo y siento que la temperatura de esta habitación ha subido demasiado.

–¿Estás segura de que me quieres a mi...? –me pregunta y yo asiento y le beso con demasiada pasión.

Me agarra del culo, lo que me pilla por sorpresa y me coge. Yo enrollo las piernas al rededor de su cintura y seguimos besándonos. Una y otra vez.

Me lleva hasta algo que creo que es la mesa y me sienta ahí. Me sube el vestido un poco para que pueda sentarme y al tocar mis muslos con sus dedos me pongo nerviosa.

Le quito la camisa y le doy besos por el cuello.

–Quítame el vestido –le susurro y más que una orden suena a suplica.

Él me coge como antes y me levanta del escritorio, me deja en el suelo y me da la vuelta. Estoy de cara a la pared y me desabrocha la cremallera besándome toda la columna hasta que el vestido cae al suelo.

Lo aparto con un pie y antes de girarme para estar cara a cara me da un beso en la nuca.

–¿Estás segura de que quieres hacer esto? –pregunta mirándome y yo asiento.

–Sí, te quiero a ti –le digo y le rodeo el cuello con los brazos mientras le beso.

–Espera, espera...

–¿Qué pasa?

–No tengo condones...

–Espera, miremos por la mesita de noche. Seguro que puede haber.

Abro el cajón y empiezo a rebuscar. No hay nada. Abro el segundo y tampoco.

–Aquí no hay nada –digo cerrando el cajón.

–Aquí tampoco –dice Ashton.

–Miremos en la cómoda –me acerco a ella y abro el primer cajón –. Nada –lo cierro y voy al segundo –Nada –. Abro el tercero y último –¡Bingo! –digo riéndome.

Saco una cajita de condones durex, como no, y la abro.

–Está vacía, totalmente vacía –digo enseñándosela y vuelvo a meterla dentro del cajón.

–Anda ven, no pasa nada –dice sentándose en el borde la de cama.

–Sí pasa, yo quería hacerlo contigo, ¿sabes? –me siento en su regazo y le rodeo la cintura con mis piernas.

–Lo sé, hagamos otras cosas... –le interrumpo cuando vuelvo a besarle.

Él se levanta y me tumba en la cama. Empieza a darme besos por todas partes, por los hombros, la clavícula, los pechos y en mi cintura.

Mete una mano por mi bragas y la desliza hasta mi sexo. Mueve los dedos ligeramente y gimo sin querer, él sonríe.

–Estás muy húmeda, eso lo hará más fácil.

Me baja las bragas lentamente y me abre las piernas. Me da un tierno beso en la rodilla.

Sigue acariciado mi sexo y arqueo la espalda involuntariamente. Él se acomoda encima mía y empieza a besarme mientras mueve los dedos.

–¿Te gusta que te toque así? –yo asiento porque no tengo fuerzas ni para articular media palabra.

Vuelvo a arquear la espalda cuando hunde un poco los dedos dentro de mi y siento como una oleada de placer me invade poco a poco.

De repente siento una descarga eléctrica y cierta presión en la zona de mi vientre que jamás había sentido. Cierro los ojos y me agarro a Ashton, demasiado fuerte diría yo.

–Dios, Ashton –gimo sin poderme controlar y cierro los ojos con fuerza.

Saca sus dedos lentamente y los vuelve a meter. Me muerdo el labio inferior y las piernas comienzan a temblarme. Me besa el cuello haciéndome estallar completamente.

Saca los dedos lentamente y me da un tierno y dulce beso en la frente mientras mi pecho sube y baja. Tengo la respiración muy acelerada pero a la vez estoy más relajada que nunca.

Nos quedamos un rato tumbados mientras me hace cosquillas en el pelo.

–¿Te ha gustado? –me pregunta y yo asiento –¿ te ha dolido? –niego con la cabeza –. Puedes hablar, eh –se ríe.

–Estoy bien –le digo con una sonrisa y pongo las manos en su cuello acercándolo a mi.

–Eres preciosa –dice mirándome a los ojos y me da un beso en la punta de la nariz.

–Cállate –le digo riéndome –estás muy borracho...

–Solo los niños y los borrachos dicen la verdad, ¿no?

–Eso dicen...

–Vale, vayamos abajo antes de que crean que estamos follando como conejos –y me entra la risa.

–¡Eh! –le digo mirándole –aunque no estarían muy desviados del tema...

Me pongo las bragas y voy a por mi vestido mientras Ashton se pone la camisa.

–¿Me subes la cremallera?

–Claro –se acerca a mi y me la sube rápidamente.

–Quería seguir con esto...

–No te preocupes, ya tendremos tiempo.

–Ven, déjame a mi –aparto sus manos de la camisa y le abrocho los botones. Empiezo desde el que está más abajo hasta llegar al penúltimo. Al acabar le doy un beso en el cuello.

–Para Liz, porque te juro que entonces me va a dar igual que no tengamos condones...

–Bueno... me gustan los bebés –digo acercándome al espejo.

Me peino con los dedos y me pongo bien el vestido. Suspiro y me paso un pañuelo por debajo de los ojos.

–Podemos irnos –digo cogiéndole de la mano.

Abre el pestillo y salimos de la habitación para irnos con los demás, cosa que por cierto no tengo ganas.

–Eh, ¿pero dónde estábais? –pregunta Wendy arrastrando las palabras.

–Dios, qué pintas llevas –digo mirándola de arriba abajo y me río.

–¿Estabas follando con Ashton? –me mira con los ojos entornados.

–No, no exactamente eso... –digo preguntándome como lo sabe –¿por qué lo preguntas?

–Estás muy despierta, tienes los labios hinchados y un chupetón en tu bonito cuello.

–¿Qué? –digo tocándome el cuello. «Ahora como voy a tapar eso».

–Tranquila se tapa con maquillaje, ya te enseñaré –dice leyéndome el pensamiento –. Ahora vamos –me coge de la mano y me lleva por ahí.

–¿Dónde están los demás?

–Ahí –los señala con la cabeza –. Ashton, cuida de mi amiga. Es la mejor que tengo y que nunca he tenido. A mi me caes genial, eres perfecto en todos los sentidos pero por favor no le hagas daño, ¿vale?

–Wen...

–Callate –me ordena –. ¿Vale? –le pregunta a Ashton y él asiente.

–Wendy, claro que sí. La quiero como a nadie y quiero ser lo mejor para ella. Tranquila, no me iré de su lado nunca.

–Eso está mejor –dice seria –y ahora ¡volvamos a la fiesta! –dice gritando y se pone a bailar.

Me arrastra, junto con los demás a la pista de baile. Los tacones me matan, creo que me voy a quedar sin pies pero mientras esté en buena compañía sé que todo irá bien.



¡Hola a tod@s! Espero que os haya gustado el capítulo de hoy😜

Gracias por votar, leer y comentar. Sois de lo mejor😍

¡Nos vemos pronto con un nuevo capítulo!🙌

Que tengáis un buen día, tarde o noche y un beso😘❤

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