—No puedo creer que ya es el Lolla.
—Sí. Acuérdate, a lo Vic, hay que usar las 4 P. Perro, papá, pichanga, piscola.
—Sí. Y hay que subirse a la rubicon, y quedarse sin batería, nunca sin saldo.
—Ajá. Ya, vamos, antes de que Mikey quiera conducir y nos mate a todos.
—¿Puedes conducir? Tal vez es mejor que lo haga Mikey.
—Ya... pero bajemos.
Frank salió del cuarto después de Gerard y se sentaron en la sala.
—¿Ya están listos? —Mikey salió junto a Kristin.
—Sí, ya vamos.
Los cuatro salieron a subirse al auto e ir. Gerard y Frank se fueron atrás. Cuando llegaron, se separaron enseguida, Gerard quería ir a comer.
—¿Qué vamos a ver primero? —Gerard lo tomó de la mano—. Parece que el que viene primero era Dj Who.
—Bueno, si quieres...
—¿Pero tú qué quieres ver?
—No sé. En la cúpula está todo de electrónica.
—Ya. Nos quedamos ahí hasta Melanie Martínez.
—¿La quieres ir a ver? Yo quería ver a Tove Lo.
—Bueno, pero no son a la misma hora igual.
—Mh. Igual no voy a poder estar adelante porque tengo la clavícula rota y si me aplastan, me muero.
—Sí... —Frank le dio un beso—. Te quiero.
—Yo igual. ¿Qué quieres comer?
—No sé, lo que sea.
—Bueno... conchetumare, escóndete. —Gerard se agachó.
—¿Por qué?
—Allá están Pete y Patrick...
Gerard los vio hablando.
—¿Donde?
—¡No mires! Puta, ya vienen, no los soporto... agh...
—¡Hola! —Patrick se acercó con una sonrisa—. No sabía que venían.
—Mh. —dijo Gerard acercándose más a Frank.
—Yo tampoco —dijo Frank—. ¿Qué vinieron a ver?
—Melanie Martinez, Tove Lo, Dj Who, Martin Garrix, Marshmello, The Killers, The 1975, Metallica...
—Vaya, nosotros también.
—Mh. Bueno, nosotros nos vamos a la cúpula. —Patrick se despidió con la mano y se fue con Pete.
—Me caen como el orto. —dijo Pete.
—Ay, ya. Es hora de superarlo. Ya quiero ver a Martin Garrix.
—Es lo último de mañana.
—Igual. Estoy emocionado. Oye, ¿adonde se metieron Alex y Jack?
—No sé, déjalos. Vamos a comer.
—Bueno...
—Oye, Patito... es que te veo como raro. ¿Pasó algo?
—No, nada... es que... pasó algo muy extraño.
—Pero qué.
—Mi papá está casado con la mamá de Vania... y... la mamá de Alex es su amante... pero no creo que ella sepa... no sé.
—Wow... pero como...
—No sé. No quiero hablar de eso...
—Bueno...
—Quiero una dona. Ay, o sea. Quiero comer. Estaba pensando en Donas. No sé qué me pasa, digo tantas tonterías últimamente...
—Solo estás algo distraído. Es tierno.
—Mh...
Patrick se compró una hamburguesa igual que Pete y se sentaron a un rincón a comer. Patrick encendió un porro y lo compartió con Pete.
—Pete... —dijo Patrick con voz melosa.
—Dime.
—Te quiero mucho.
—Aw... yo también.
—No, es que en serio, te quiero mucho.
Pete se rió.
—Estás drogado.
—No tanto. Es que te quiero mucho. Abrázame.
Patrick apoyó la cabeza en sus piernas.
—Yo también te quiero. —Pete le puso la mano en la cabeza.
—¿Me quieres?
—Mucho.
—Tengo calor.
Patrick extendió los brazos y abrazó a Pete para acercarlo y besarlo.
—Sabes, tus piernas son muy duras. No son buena almohada. Me estoy ensuciando.
—Luego te sacudes.
—Ya. ¿A donde quieres ir?
—No sé. Vamos a la cúpula a ver qué pex.
—Okay.
Se levantaron y caminaron lento, en calma.
—¡Chicos! ¡Pete!
Ellos se voltearon y vieron a Meagan caminando junto a Hayley.
—¡Hola!
—Hola... ¿van a la cúpula?
—Sí.
—Ah, nosotras estuvimos recién. Nada interesante, a Hayley casi le da un colapso entonces tuvimos que salir.
—Qué mal.
—Casi me muero. —sonrío Hayley.
—Es que es muy enana.
—Cállate, tú eres muy alta, jirafona.
—Es cierto. —se rió Pete.
—Todos son muy enanos. Bueno. Nosotras nos íbamos a MØ. Nos vemos después.
Las dos se fueron en la dirección contraria.
—Oye, pero yo quiero comer. —dijo Hayley.
—Es que yo no tengo hambre.
—No has comido nada en todo el día.
—Sí, tomé desayuno.
—Come, te vas a morir.
—Ya, ya. Como quieras.
—Gracias. Me da risa porque te ves como de esas básicas de los festivales con esos lentes, el pelo, el porro, la coronita de flores...
—Póntela tú. —Meagan se la quitó y se la dio a Hayley.
—Soy una básica.
—Bueno, a quien le importa, esto está lleno de gente rara. Ser una básica no es tan malo.
—Ah, no sé yo.
—Ya. ¿Qué quieres comer? Yo ando con ganas de un... tocomple.
—Ya, yo voy contigo.
Se acercaron a un lugar donde vendieran hot dogs y se pusieron en la fila.
—¿No te has fijado que en situaciones como estas todos son amigos? Aunque te encuentres con alguien que te cae mal, es como que vas y lo saludas igual.
—Sí... —Hayley se rió—. Igual es como divertido.
—Mh, sí. Alguien que conoces entre tanta gente x... onda que ves todos los días y no saludas no le hablas nunca, pero aquí es como si fueran mejores amigos.
—Igual depende. O sea, como que yo no saludaría a Dallon si lo veo.
—Yo creo que sí. Como que lo sigo viendo a veces por Brendon. Como están juntos...
—Ay, cierto que es tu nuevo hermanito.
—Es mayor que yo.
—Verdad. Y Patrick.
—Qué con él.
—¿Como se están llevando?
—Ya no lo odio a muerte, pero me estresa que no puede pasar dos segundos sin pelear. Es como que con todo tiene que hacer algún comentario... agh. No sé. Igual me da risa a veces. No me queda de otra que soportarlo y ya —Meagan se encogió de hombros—. Además su mamá me cae muy bien. Igual es como medio caca que todo el mundo quiera con tu mamá... o sea, no creo que Patrick sepa.
—Yo creo que es bastante obvio... siguen hablando de ella.
—Sí, pero es como medio pendejo. Pero bueno. Espero que si algún día yo fuera mamá, conserve así mi figura.
—Mh. No quiero hijos. Como que no soporto a la gente, menos a los niños. Uh uh. Como que adoptaría a un niño de... 20.
—Ese ya no es un niño.
—Por eso, duh.
—Yo no sé. Solo quiero ver los Simpsons.
—Por infinito.
El día pasó rápido. Cuando se hizo de noche, todos querían ir a ver a Marshmello, pero se había llenado tanto, que cerraron la cúpula. Meagan y Hayley estaban justo en la valla y todos estaban empujando. Entre tantos empujones, la lograron romper, pero Meagan se tropezó con la susodicha valla y se cayó de cara, siendo pisoteada por todos. La sacaron entre dos guardias y Hayley, para que la llevaran a la enfermería.
Estaba sangrando y tenía moretones por todo el brazo.
—¿Estás bien?
—¡Obvio que no!
Le preguntaron el número de su papá, también Hayley llamó a Pete para que la fuera a ver. Y por alguna u otra razón, entró Brendon que iba con Dallon, que había entrado porque tenía una pulsera de staff.
Cuando salieron, se dieron cuenta que desde la enfermería se podía pasar a la parte que estaba justo al lado del escenario.
OOOOOOOOOOO
Basado en hechos reales ahre
Bueno po eso
Tengo cara de wawa? HDJSKMS
Besos con sida<3