-Porque no sería muy cortés hacerlo delante mío. Dijo una voz que los interrumpió.
La gitana alzó la mirada y sintió un escalofrío recorrer por su espalda,no espera que fuera él quien los hubiera encontrado en esa extraña situación,de la cual,no tenía ni idea cómo había llegado. Parminius también se sorprendió al escuchar que los habían interrumpido,sin embargo, no dijo nada al no reconocer al hombre.
-¡Adasius!-. Exclamó ella con sorpresa. El gitano le sonrió con dulzura,como alguien que ama demasiado y se sabe no correspondido. Él echó un vistazo hasta ellos,por supuesto lo que vio no le agradó. El hombre estaba demasiado cerca de ella,como si se tuviesen confianza,algo que golpeó su corazón. Sería un tonto si no aceptara el hecho de que Julianna parecía estar interesada en ese soldado,su nerviosismo la delataba.
-Anda mujer,ve y termina de juntar tus cosas, yo despido a tu visita. Ella no le dijo nada,tan solo se dio la vuelta y le lanzó una mirada de soslayo al comandante temerosa de lo que pudiera pasar,pero un poco mas tranquila de que no fuera Horas quien la hubiera visto,sería mucho peor; Ambos hombres observaron como la mujer se alejó,pero fue el gitano quien habló primero.
-Estas muy lejos de tus territorios soldado,¿qué te trae por aquí?. Aunque su voz sonaba amable,Parminius sabía perfectamente que no era de es forma. El gitano en cierta forma le estaba amenazando,pero no era él quien lo detendría de ir tras su gitana.
Sonrió con la burla queriéndose asomar por sus labios,sin embargo la reprimió.
-Mis territorios,que extraño. Últimamente escucho mucho esa palabra. Llevó sus manos a las caderas y le lanzó una mirada de advertencia al gitano.-Todos son mis territorios... Gitano.
Adasius supo que ese hombre era un peligro,se notaba en su forma de hablar,de moverse,en todo él.
-Te equívocas,soldado. Nada aquí te pertenece, y no hay nada para ti en este lugar. Al comandante le molestó escucharlo,muy en el fondo sabía que era verdad en cierta forma,pero no se explicaba qué era lo que le atraía de aquella gitana misteriosa.
-Soy más que un soldado, soy un comandante. Parminius alzó una ceja amenazante. Pero Adasius no se dejó impresionar por sus palabras, y aunque le costará algo más que un dolor de cabeza,se desharía del soldado ese.
-Comandante,mucho peor. Repito,aquí no hay nada para ud...comandante.
Le respondió el gitano con sarcasmo.
(...)
Gabrielle cerró la puerta tras él y un suspiro se escapó de sus labios. El corazón latía tanto dentro de su pecho que temió le reventara los tímpanos, podía sentir cada latido sobre todo el cuerpo y mil sensaciones apoderarse de él. ¿Qué era aquello que le ocurría? ¿Acaso era amor? O tan solo una ilusión,algo que le permitía recrear ideas locas en su cabeza. Quizá y solo era hermandad. Nunca había tenido a nadie que le cuidara,tal vez solo a Amerís,pero él lo miraba como a un niño ingenuo y bobo que se pavonea de estar rodeado de hombres fuertes. Pero Solan no,notaba la diferencia,él hacia que su cuerpo temblara de una forma especial, él hacia que deseara más.
Se sumergió tanto en su pensamiento que no fue capaz de esquivar el golpe que Foran le dio tras las rodillas que hicieron que estas se doblaran y casi cayera al suelo.
-Despierta chaval,estas en el limbo. Foran soltó una risilla jocosa. Alzó su mano y la pasó por su cabello rascando la melena un poco sucia.
Gabrielle trató de conseguir no caerse y le lanzó una mirada a Foran de molestia,aunque era mas joven,sabía comportarse un poco mejor que su amigo,que se la mantenía haciendo rabiar a los viejos y tratando de endulzar el oído de algunas chicas.
-Tus bromas no son graciosas,que te lo Sepas-Foran hizo un gesto de indiferencia levantando los hombros.
-No pretendo ser gracioso sino molesto. No soy ningún bufón.
-Ya,pues lo consigues con naturalidad. Gabrielle hizo un mohín de molestia que logro que Foran se colgara se su cuello rodeándole con un brazo.
-Vamos ya amigo,que eres muy joven para hacer la bilis. Por qué mejor no me acompañas al rondín, le tocaba a Jeremiah hacerlo, pero vete tu a saber dónde se ha metido,ese tipo si que es raro.
Gabrielle se soltó de un manotazo y se colocó frente a Foran con los brazos Cruzados sobre el pecho.
-Mira quién ha hablado de raros, el que se la mantiene susurrando por los rincones, pareces fantasma. Foran le sonrió con soltura y se llevó las manos sobre las caderas.
-No estas muy lejos de la verdad pequeño -Luego le guiñó un ojo y volvió a atraparlo con el brazo hasta hacerlo doblarse y así poder restregar su puño sobre el cabello de Gabrielle, logrando provocarle dolor.
-¡Para! ¡Que pares he dicho!
Se quejó el rubio. Foran lo soltó cuando sintió una enorme mano sobre su cabello al jalarlo.
-No deben jugar de esa forma,solo lograran meterse en líos y pelear entre ustedes. Suficientes peleas tenemos ya en este sitio. Ambos jóvenes se quedaron quietos al recibir el regaño de Horas.
El gigante lograba imponerse ante cualquiera y los dos jóvenes no eran la excepción .
Ambos chicos se quedaron callados un momento nerviosos y fue foran el que habló primero con una vocecilla apresurada.
-Le decía a Gabrielle que me acompañe el rondin ¿verdad?.
Lo codeó por detrás para que respaldara lo dicho.
Gabrielle solo consiguió balbucear un "cierto".
-No, ve tú.
El pajarito tiene otras cosas que hacer. .
Foran le lanzó una mirada interrogatoria a Gabrielle.
El chico solo subió los hombros como respuesta.
Y antes de que Horas lo pillara se fue. .
El pobre chico solo hizo una mueca de impaciencia al seguir al gigante.
(...)
Y Ansió poder decirle que dentro de su pecho había nacido un sentimiento inesperado e irracional para ella. .
Que la había envuelto desde la misma noche que la sorprendió en aquel tejado, .
Que deseaba y solo fuera una ilusión pasajera, .
Pero para su desgracia,
Ella no era una mujer de ilusiones pasajeras, .
Ni siquiera cuando era una chiquilla tonta e ingenua. .
Ni siquiera cuando creyó tontamente ser la salvación de los suyos y se había metido en la cama de aquel canalla que la envolvió en sus juegos perversos.
Pero no podía,
El valor que le quedaba y el poco orgullo que aún conservaba le impedían hablar, .
Y también Adasius. claramente se notaba la molestia entre ambos hombres,
Y claro odió ser la razón de ello.
Adasius la adoraba y ella por supuesto estaba enterada,la experiencia y la edad venían agarradas de la mano y con ello, la responsabilidad de sus actos. Así que no sería el motivo de un encuentro y callaría lo que estaba sintiendo. cuando vio al comandante alejarse corrió la cortina y se enfrentó a Adasius .
-No es lo que estás pensando.
le aclaró.
-No estoy pensando en nada mujer.
Julianna trató de alegar algo, pero él la interrumpió de nuevo.
-date prisa y ve por tus cosas, aún debo saber qué diablos pasa con Malaquías que anda tan extraño últimamente .
No pretendía hablar del tema y con ello estaba segura que le guardaría el secreto con Horas.
Ese hombre era perfecto para ella, entonces ¿por qué no podía enamorarse de él y corresponderle de la misma forma?.
Porque le miraba como aun hermano simplemente. Prefería dejar de pensar en eso e irse de una buena vez, la cabeza comenzaría a dolerle de seguir pensando en el asunto.
(...)
Horas lo detuvo poniendo su enorme mano sobre su pecho, impidiendo que siguiera caminando.
-Espera un momento pajarito. Gabrielle se detuvo un momento y lo miró con curiosidad. Horas volteó el rostro para todos lados y Gabrielle hizo lo mismo inconscientemente, al no ver a nadie cerca el gigante sacó un pañuelo del bolsillo. Entonces Gabrielle supo que le vendaría de nuevo los ojos para que no pudiera ver a donde lo llevaba. ¿Ahora qué era lo que pretendía?. Los últimos días Horas había estado demasiado distante, apenas si cruzaban palabra, y Gabrielle trataba de no cruzar la mirada con él para no enfurecerlo mas.
Dejó que Horas lo guiara hasta donde quisiera. Tras varios minutos de ir con los ojos vendados sintió como Horas lo detenía de nuevo. Se quedó quieto esperando por saber donde estaban, para su sorpresa cuando Horas quitó la venda de sus ojos supo que era el mismo lugar donde lo habían atrapado.
-¿Qué hacemos aquí? Preguntó con temor. El gigante le dedicó una mirada extraña.
-Me costó mucho entender que lo que hiciste aquel día era salvar la vida de mi hermana sin derramar mas sangre, algo como eso no existe entre los gitanos, se vive o se muere en la batalla, pero tu luchaste por tu ideal, ojala nunca tengas que mancharte las manos con sangre, y te debo un favor...
Gabrielle no se imaginaba lo que Horas le diría.
-No puedo liberarte, pero si puedo devolverte el favor que me hiciste, te llevaré a ver a tu padre Gabrielle.
---------HOLA------
PERDÓN POR TARDAR, MI TRABAJO CONSUME TODO MI TIEMPO :'( Y PERO LA HISTORIA SIGUE