Cap.44

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El comandante estaba completamente sorprendido al ver a Jeremiah.

—¿Me recuerda?. El comandante preguntó sorprendido.

—Peleaste conmigo en muchos combates amigo. Jamás lo hiciste con mi hermano.

Parminius parecía más sorprendido aquella noche ,de lo que estuvo en toda su vida.

—¿Acaso era usted?.

— Phillipe es un cobarde,jamás ha usado una espada en toda su vida. La fama que tiene el Rey de buen peleador,de líder para su guardia y castigador de rufianes,no es suya. Siempre fui yo el que ponía su vida en riesgo, siempre tuve que pelear sus batallas y vivir bajo su sombra. No puede haber dos herederos del trono,y él por ser el hermano mayor tenía el derecho de serlo. Nadie sabe de mi existencia porque nuestra madre así lo quiso. Siempre fui el plan de reserva. Si a Philippe algo le sucediera algo yo ocuparía el lugar del Rey,fui criado para ser un soldado. Pero como te has dado cuenta,todo el tiempo el plan de mi hermano fue otro.
Darme muerte era lo único que deseaba.

Jeremiah por fin podía revelar su secreto.

— Siempre me mantuve fiel ante un Rey al que jamás conocí, siempre lo admiré señor. Pensaba en la valentía del Rey y lo dispuesto que estaba de enfrentar cualquier cosa por su pueblo,y todo fue un engaño.

Parminius se sintió traicionado por un Rey que había mentido desde siempre. Todas las historias que había narrado a sus muchachos eran mentira. El Rey nunca había levantado un dedo para proteger a los suyos. Todo él era una vil mentira.

— Él le dió muerte a la única mujer que he amado. Ella era la única que sabía mi condición y aún así estaba dispuesta a sacrificarse y vivir en la sombra conmigo,pero hasta mi querida Elisa me arrebató el maldito.

Todos tenían algo por cuál odiar al Rey,todos tenían cuentas pendientes con él,pero ¿y el Fantôme?.

—Entiendo a todos,ellos tienen cuentas pendientes con su majestad. Lo único que no entiendo es por qué eres tú el mayor asesino de todos.  ¿A ti qué te hizo el Rey?.

Todos ahí se quedaron callados ante la pregunta de Parminius para Solán. Hasta Gabrielle se cubrió la boca para ahogar un sollozo.

— El Rey a mí ¿Qué me hizo?. Solán hizo un gesto pensativo. Nunca había hablado de lo que él estaba pasando,todos los gitanos sabían lo que había padecido,pero nadie se atrevía a mencionar nada por miedo.

— Es suficiente colibrí,estamos aquí todos para resolver esto de una vez,el tiempo del Rey ha llegado,las estrellas hablaron.  Horas por primera vez fue duro con Solán.

— El Rey me mandó capturar como perro,con sus soldados. Era un crío solamente,el único delito que cometí comandante,fue ser idéntico a mi madre.
El comandante no entendió qué tenía que ver eso con el rey.— El Rey no es el único monstruo que tenemos Parminius,hay otro y ese hombre jamás imaginarás quién es y las perversiones que le fascinan. El comandante tenía miedo de preguntar.

— Mi captor fue Barberino.

Gabrielle ya había entrado a un rincón,era innecesario que se mantuviera escondido,había escuchado suficiente.

—¿Es lo que deseas, Horas?. Que grite a pulmón que fui la puta de Monseñor Barberino.

—¡Solán!
Ésta vez fue Julianna la que quiso hacerlo callar. No era necesario que todos supieran su desgracia.

—¡No! Al parecer es necesario que el comandante sepa todo para que pueda creernos.

Al ambiente ya era demasiado tenso.

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