Capítulo 49

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Julianna se despertó en medio de la noche con una agitación en el pecho que le recordó a la época en que su pueblo eran perseguidos. Era un malestar en el pecho,una opresión que no le gustaba,tenía un mal presentimiento. Había caído rendida después de mucho haber llorado por la decisión de su gente. No podía quitarse ese sentimiento de dolor y culpa que estaba arrastrando hasta el día de hoy. Si tan solo no hubiera sido tan tonta para creer las promesas de un hombre que era demasiado distinto a ella. Si tan solo hubiera escuchado a su amigo Adasius. Él era un buen hombre en toda la extensión de la palabra,la había protegido de todo y de todos,y sobre todo. Se había hecho cargo de Foran,sin ser realmente su hijo,y jamás había hablado del tema.

De pronto escuchó mucho ruido en los pasillos y decidió levantarse para ir a investigar qué es lo que estaba pasando. Caminó hasta el fondo,dónde Solán solía hacer sus reuniones con su gente,ahí se encontraba Adasius, Jeremiah, Malaquías, Parminius, Amerís,Foran y otros gitanos. Tenían el rostro desencajado. Se habían callado de pronto,justo cuando ella iba entrando en la habitación.

—¿Porqué se callan? ¡Hablen!.

Absolutamente todos se veían culpables de algo que no entendía qué era. Pero sus rostros los delataban ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué ninguno hablaba?.

—¿No dirán nada?. Necesito saber qué es lo qué está pasando. ¿Dónde está Horas?.

Giró el rostro para ambos lados pero su hermano ni Solán estaban presentes en esa reunión.

—Julianna,es necesario que te calmes un poco.

Fue Adasius el que pidió que de calmara,puesto que la gitana se veía demasiado alterada. Llevaba las manos sobre las caderas y el rostro rojo.

—No puedo calmarme sin saber qué es lo que está pasando.

—Horas y Solán fueron detenidos según el plan. Parminius habló con calma. Ella lo miró y suavizó su expresión. Pero ahí había algo más que no le estaban diciendo.

—Hay algo más que no quieren que sepan,lo sé. Lo veo escrito en sus rostros culpables y van a decirme o me iré y lo averiguaré por mi cuenta. Ustedes deciden.

Si algo podía ser cierto es que la gitana era una mujer decidida. Ella no iba a quedarse tranquila sabiendo que algo estaba pasando y nadie quería decirle.

—Veras,lo que sucede...

—Yo le explico,por favor déjenme a solas con ella.

Foran estaba hablando cuando Parminius lo interrumpió,era mejor que fuera él quien le dijera el nuevo descubrimiento. Él deseaba decírselo y sobre todo estar con emma en un momento como ése.

Todos salieron de la habitación dejándolos solos,y con ellos una atmósfera enrarecida. Parminius se notaba nervioso,se acercó a ella y la tomó por los hombros,no le quitó la vista de encima, después la abrazó cálidamente. Pero ese gesto tierno la hizo entender que si sucedía algo más.

—¿Me dirás qué sucede?.

Parminius asintió.

—Apresamos a Solán y a Horas según lo planeado,pero en último momento apareció Gabrielle,que con gesto valiente trató en vano de liberarlos,por supuesto que también fue apresado.

Julianna no entendió muy bien, qué tenía que ver con ella aquellas palabras.

—Gabrielle nunca fue un chico impulsivo,es extraño que actuará de esa forma. ¿Por qué crees que lo haya hecho?.

Parminius no se veía capaz de contarle toda la historia,pero estaba tratando de suavizarla lo más que podía para ella.

—El padre de Gabrielle también fue apresado. El chico vió la oportunidad para ser llevado a los calabozos del palacio y la aprovechó.

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