[Remus]
Luego de haber caminado mucho con Liana al fin la llevé a su casa, no sin antes haber pasado a la heladería de Florean Fortescue donde ella pidió helado de jugo de calabaza, comenzaba a acostumbrarse a las rarezas del mundo mágico.
—Oye Li-li ¿Cómo está Tonks?—.
—Pues, sigue muy triste, extraña a Sirius y... te extraña a ti—.
—No creo que me extrañe mucho—.
—Sí, yo lo sé, lo repite día y noche, es verdad Remus... ella te quiere... ¿Tú a ella no?—.
—Claro que sí pe...—.
—¿Entonces por qué no están juntos?—. Me preguntó ella.
—Porque no es posible Liana... dejemos el tema—. Se encogió de hombros y entonces, Fred y George entraron al lugar.
—Hola Florean—.
—Hola chicos, pasen siéntense—.
—¡Remus! Que sorpresa encontrarte aquí—. Fred se acercó y se sentó a mi lado.
—Oye viejo escuché que te estás quedando en la madriguera—. George me estrechó la mano.
—Sí, así es—. Ambos pelirrojos miraron a Liana.
—Hola preciosa ¿Cómo te llamas?—. Preguntó George.
—Liana ¿Y ustedes?—.
—Yo Fred—.
—Y yo George—. Ambos la despeinaron y luego me miraron.
—Ah... ella es, una prima de Tonks, es que... Tonks es vigilante en la estación de Hogwarts y... me pidió que la trajera a comer helado mientras ella terminaba—.
—Oh ya... entonces ¿Eres hija de Lestrange?—. Preguntó Fred y ella frunció el ceño.—Bueno es que Lestrange es tía de Tonks...—.
—No... no, Liana es hija de la hermana de Ted—.
—Ah... muggle—. Dijo George mientras Li-Li lo miraba feo. Luego de unos minutos, ya estaba muerta de la risa con ese par.
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[Tonks]
Alguien tocó la puerta, pero ya era muy tarde, así que me sobresalté, apunté la varita firmemente y abrí la puerta.
—¡Santo Dios! Casi me matan de un susto—. Le reclamé a Remus al verlo allí parado, lleva a Liana en los brazos ya dormida.
—Lo siento, se nos hizo tarde con Fred y George—. Entró en la casa.
—¿QUÉ?—.Le ayudé a acomodar a la pequeña en su cama. —¿La vieron?—.
—Les dije que era tu prima—.
—Bien... de acuerdo...—. Entre los dos cubrimos a Li-Li y salimos de allí.
—¿Quieres té?—. Pregunté.
—No gracias, tengo que regresar, Molly debe estar preocupada, te veré mañana quizá—.
—De acuerdo, cuídate Remus—. Me besó la mejilla y salió de la cabaña, yo fui y me acosté con Liana. ¿A quién engañaba? Lo seguía queriendo y mucho.
Luego de unas semanas, al fin Ginny se reportaba conmigo, ella y Dean no iban muy bien, al parecer, él no podía olvidar que ella había estado perdidamente enamorada de Harry y siempre se lo restregaba. Pero por otro lado con Harry justamente las cosas no iban mal, lo tenía que ver en los entrenamientos de Quidditch, así que pasaba mucho tiempo con él.
La situación en el mundo mágico era complicada, el nuevo ministro apenas se acomodaba ante ciertas situaciones, los mortífagos comenzaban a asesinar más gente, los aurores teníamos que tener mucha seguridad a nuestro alrededor, aquél día tuve que vigilar todo el día Hogsmade, ya que era la primer visita de Hogwarts al pueblo, había muchos estudiantes, Ginny me había pedido que la viera a ella y a Dean cerca de la casa de los gritos, al parecer tenía una sorpresa para mí, así que pude escabullirme de mis "Guardaespaldas" un ratito.
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[Remus]
Una mañana de otoño llegó a la madriguera una lechuza gris con una carta, estaba sellada por Hogwarts, era para mí, aunque me sorprendió un poco, ya que Dumbledor rara vez enviaba cartas, al abrirla me encontré con que efectivamente, era de Dumbledor, decía que quería hablar conmigo sobre la Orden del Fénix, así que me citó el día de la primer vivita a Hogsmade, en Cabeza de Puerco, ya sabíamos que podíamos tener privacidad.
Cuando el día llegó, Molly se despertó temprano y me mandó al lugar con un gran desayuno en el estómago. Al llegar a Hogsmade, observé los lugares y calles llenos de estudiantes con gorros y bufandas gruesas Harry, Ron y Hermione caminaban a lo lejos, rumbo a las tres escobas.
Me desvié hacia Cabeza de Puerco y entonces la vi, una construcción algo vieja y maltratada, Ginny estaba allí con un muchacho moreno, estaban abrazados y compartían tiernos besos.
—Hola Gin—.
—Em... ay, hola Remus—. Seguí caminando hasta que llegué al bar, lucía solitario, pero era porque todos estaba en silencio mirando la puerta, cuando vieron que era yo, siguieron en su charla. Subí al primer piso y allí estaba Dumbledor.
—Un gusto verte Lupin—.
—Lo mismo digo profesor—. Me quité el abrigo y le estreché la mano sentándome frente a él.
—¿Cómo van las cosas?—. Me preguntó sirviéndose té.
—Bien profesor, bueno Mundungus Fletcher ha estado entrando en Grimmauld Place, pero ya me encargué de eso, por otro lado, los demás están protegidos, Arthur y Nymphadora han podido filtrarse en el ministerio para cuidar a los miembros de la Orden, Kingsley está a cargo de algunos aurores que vigilan mortífagos—.
—Excelente, ahora dime ¿Tienes trabajo?—.
—Pues... no señor, ya sabrá lo que sucede—.
—Algo escuché... mira, ven a este lugar el próximo miércoles y habla con el dueño, él sabe algo—.
—De acuerdo señor—.
—Estaremos en contacto—. Se levantó y se fue ¿Eso era todo? En fin, ya sabíamos que ese hombre era raro.
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[Tonks]
Era un día muy frío, Liana no se había levantado de la cama y sólo quería estar leyendo y tomando tazas de chocolate amargo así que yo había aprovechado para ir a trabajar sin angustiarme, mis "guardaespaldas" reían de mí gorrito de colores hasta que los pude dejar en las tres escobas consumiendo cantidades excesivas de cerveza de mantequilla. Con mucho frío caminé rumbo a la casa de los gritos, donde Ginny y Dean ya me esperaban.
—¡Tonks!—. La pelirroja me abrazó y yo sonreí.
—Hola Tonks—. Dean me estrechó la mano.
—Hola chicos ¿Qué tal el Quidditch?—.
—Bueno, todo bien, aunque... han castigado mucho al capitán—.
—Aún así, Gin siempre nos salva—. Dijo el muchacho y yo despeiné a su novia.
—Él exagera...—. Ella rodó los ojos y se abrazó de él.
—Bueno y... ¿Quieren algo de tomar? Yo invito—. Les dije.
—Em... no gracias, ya fuimos con Madame Pudipié—. Hice una mueca de asco al escucharlos, ese lugar empalagoso me daba ganas de vomitar y al parecer a Dean no le gustó mi comentario.
—Eh bueno...—.
—Ah... este, nosotros ya nos vamos—. Me dijo ella.
—Oye tú espera... dijiste que...—.
—Hola—. Escuché una voz detrás de mí, me giré y vi a Remus.
—Hola ¿Qué haces aquí?—. Pregunté.
—Vine a hablar con Dumbledor—. Ginny ya estaba dando unos pasitos.
—No se muevan ustedes dos... ¿Y viste a Dumbledor?—. Pregunté.
—Sí, hablamos de la Orden y de un empleo—.
—¡¿LO VISTE?!—. Ginny como asombrada miró a Remus.
—Sí, eso dije...—.
—Pe... ah... oigan... los dejamos... solitos—. Dean y ella echaron a correr.
—¡Mi sorpresa!—. Le grité y Remus sonrió quitándome el gorrito.
—Vamos te invito una cerveza de mantequilla—. Me dijo.
—Está bien, pero dame eso—. Y le quité el gorrito.
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Hola chic@s sé que rara vez escribo, pero esta vez quiero agradecerles a todos, el apoyo que le han dado a esta historia, jamás me lo imaginé, espero les siga agradando mucho. Besitos
aliineepotters <3