MÍO

Oleh Gore_Perea

177K 12K 2.2K

"Y a eso, yo lo llamaba traición" Esta es una mini historia Malec, espero les guste. PD. Si te gusta, dale a... Lebih Banyak

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
AVISO
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capítulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
¡ADELANTÓ!
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capitulo 52

Capitulo 36

1.8K 148 8
Oleh Gore_Perea

Alec

Me dio un poco de curiosidad observar a Sebastian sentado en el sofá, con las manos metidas en los bolsillos de su chamarra, y la mirada clavada en la mesita de café, dónde aún reposaban restos de las galletas favoritas de Marco. "Nota: limpiar las migajas."

Estaba más serio de lo normal. ¿Esto era tan malo? ¿Tendría que ver con su madre? ¿Clary? A veces quería que este chico fuera un poco más trasparente, pero otra parte de mí temía saber lo que ocurriría entonces.

Respire hondo sentándome a su lado.

Me mantuve callado mirándolo de reojo. ¿Había decidido no hablar? ¿Tenía que empezar a preguntar, como un interrogatorio?

-Eh...

- ¿Qué ves, cuando me miras? –pregunto bajo, sin apartar la mirada de la mesita.

Lo mire, observando detenidamente sus facciones. Su rostro parecía bastante tenso, tan liso, su rostro era un tanto afilado. Y sus ojos... negros como la noche, que podrían hacerte pensar que dentro se esconde un demonio, pero también... parecen un poco frágiles.

¿Qué que veía?

-Podría comenzar en que veo a un chico con certezas y falsedades, con guiños y lágrimas, muecas acompañadas de gruñidos, largas carreras y raspones, gritos sofocados...-se acomodó en el sofá mirándome, estaba un poco menos rígido. Aclaré mi garganta-... alguien que estaría dispuesto a darlo todo por los que ama. Una tormenta en verano...

Esbozo una pequeña sonrisa-: ¿Eso crees? –entrecerró los ojos-. ¿Por qué no has dicho simplemente lo que hay?

-No eres simplemente un chico... "malandro" –utilice una de las palabras que escuche en una ocasión a uno de nuestros profesores-. Creó... que eres más que eso. Tampoco pretendo que me digas todo, y seamos transparentes uno con el otro... -porque yo tampoco lo era con él.

- Supongo que ya es muy tarde para eso...-se encogió de hombros-. Sin pretenderlo te he mostrado más de lo que planeo hacerlo... nunca.

Ahora yo sonreí de lado, eso ya me lo imaginaba.

-Entonces...-volvió a estar serió-. ¿Crees que soy bueno?

-No. Lo se...-y era cierto. A pesar de todo, lo sabía, que existía algo dentro de él. Quizá no fuese a convertirse en "La madre Teresa de Calcuta" o algo así. Pero, tampoco podía ser completamente un alma perdida.

-Gracias, Alec. –Se puso en pie-, creó que ya debería irme. No quiero que tu novio me mate por permanecer tanto tiempo contigo.

-Está bien-también me puse en pie.

-Supongo que no es necesario el pedirte que no digas que me viste aquí.

-No.

-Bien...-camino hacía la puerta-. Supongo que nos veremos luego.

Me quede unos segundos contemplando la puerta después de que saliera por ella. Seguía sin comprenderlo del todo, pero tampoco podía obligarlo a que me contara todo, pues yo tampoco lo hacía con él.

Además, yo estaba tratando de escapar de mis demonios.

Viernes

Izzy

El ruido al otro lado del pasillo era tremendo.

Rebusque el teléfono entre las sabanas, ¿cuánto faltaba para la hora de levantare?, aún estaba bastante oscuro. Con los ojos entrecerrados mire la pantalla, ¡eran las 5:40!

Lancé un gruñido saliendo de la cama. El piso estaba muy frío, pero el ruido era más molesto; camine rápidamente hasta la habitación de Alec.

La puerta estaba completamente abierta, y la luz encendida. Dentro había un caos, los muebles estaban movidos, las cosas de mi hermano dentro de una caja, y maletas que comenzaban a ser desempacadas.

- ¿Qué crees que están haciendo? –hablé lo bastante fuerte, logrando que los dos inquilinos me miraran sorprendidos.

-Re-edecorando. –Soltó Camille.

- Esta habitación es de mi hermano, y ustedes ni siquiera son bienvenidos en esta casa. –La cara de la rubia fue todo un poema, ya no me molestaba nada decirle lo que realmente sentía.

Hodge se interpuso entre nosotras-: Tu madre está de acuerdo. También concuerda en que tú hermano ya es lo bastante mayor...

-Para vivir con un amigo...-sonrió satisfecha.

- No te atrevas-la mire con los ojos entrecerrados-. No me importa lo que mi madre les haya dicho o no. Hace tiempo que dejo claro que le interesaba poco lo que sucedía aquí, siempre y cuando no recibiera llamadas de la policía. Esta habitación es de mi hermano, y siempre será así. Cuando vuelva quiero que sus cosas, vuelvan a estar en su lugar. –Tragué saliva-. No es una sugerencia.

Sin esperar una respuesta de su parte, salí rápidamente de la habitación. ¿Quiénes se creían? Ni siquiera eran bienvenidos en esta casa, y ahora pretendían hacerlo su maldita guarida. Esto era un poco raro, algo malo debía de haberles pasado en New York, para que vinieran aquí fingiendo que nuestra compañía les agrada.

Eran amigos de mis padres, yo no tenía por qué aguantar sus tonterías. Yo no era de su agrado, y tampoco lo eran ellos para mí.

Antes de cerrar la puerta, di una última mirada al piso de arriba. Sabía que ocultaban algo, pero no tenía lo bastante claro, lo descubriría y por fin saldrían de nuestras vidas, dejarían en paz a Alec.


-Hola-Magnus tomó asiento en su lugar, junto al mío. Estaba un poco serio.

- ¿Pelearon?

- ¿Cómo? –me miro un poco confundido-. Oh, te refieres a Alexander... No. Bueno, no lo consideraría una pelea, pero...

-Déjame adivinar, Sebastian.

Suspiró-: Yo sé que Alexander no tiene sentimientos ocultos o algo parecido hacía ese sujeto. Pero él, bueno... no me da buena espina, ¿sabes? –se encogió ligeramente de hombros.

-Creo que ya entiendo. Mi hermano no suele ser totalmente abierto con todos, en ocasiones parece un tipo bastante selectivo. –Sonreí de lado-. Pero debes saber, que también es bastante transparente con sus sentimientos. Y si pasara algo mientras pasa tiempo con Sebastian, este se daría cuenta demasiado rápido que mi hermano solo tiene sentimientos especiales hacía ti.

Hizo una leve mueca-: Supongo que tienes razón. Debería de dejar de preocuparme demasiado.

- ¿Lo ves? –sonrió ligeramente.

Sebastian

- ¿No cambiaras de opinión? –Jocelyn asomo la cabeza por la puerta.

-No.

Suspiro-: Bien, pero debes de saber que si llaman de la escuela yo no atenderé, ¿estamos?

-Si. Eso ya lo tengo resuelto.

Me miro un momento, sopesando si entrar o no a la habitación. Y no lo hizo-: Sebastian, sabes que aún soy tu madre, y estoy aquí para ayudarte.

-Está bien. No pasa nada, no tienes de que preocuparte.

-Bien, cualquier cosa... llámame. Deje un poco de pollo en el congelador.

-Bien-volví a mirar el techo, colocando los brazos detrás mi cabeza.

Escuche sus pasos, lentos dirigiéndose a la puerta. Sabía que aún se estaba preguntando en regresar o irse, y confiar en mí.


A veces era muy cansado, esto, sabía perfectamente que me trataba de una manera especial. Como si fuese una bomba con la que hay que irse con sumo cuidado, pues el mínimo roce puede hacerla estallar, y acabar con todo. ¿Aún me tenía miedo? Después del incidente en el despacho de mi padre, Jocelyn hablo con Luke, y llegaron a la conclusión de enviarme con algún especialista, pero no era porque estuviera preocupada, por mí, no, estaba asustada por lo que pudiera hacer, hacerle a Clary.

Durante el tiempo en que estuve en "tratamiento", una psicóloga se pasaba 45 minutos a la semana, acompañándome por el asqueroso internamiento. Y, bueno, funciono durante un tiempo, comprendí algunas cosas, como la muerte de mi padre y por qué Jocelyn se comportaba de aquella manera. Todo era muy difícil, pero hubo un ancla que me ayudo a mantenerme firme, y esa fue mi hermana.

Hubo ocasiones, muchas ocasiones, en las que trate de tirar todo a la borda y terminar. Pero, la regordeta cara de mi pequeña hermana mirándome sonreír, me daba fuerzas y algo de voluntad para continuar. Ella fue mi ángel, uno que las personas llegan a perder cuando están internados en aquellos fríos y oscuros pasillos.

Yo jamás lastimaría a Clary, y quería que Jocelyn supiera eso.

Entonces lo decidí, me curaría, y sería el mejor hermano. Y tan pronto la recuperaría...

Lo haría...




¡Hola! ¿Cómo están?

Espero, que les guste este pequeño capitulo. Gracias por seguir leyendo.

Los quiero.

Lanjutkan Membaca

Kamu Akan Menyukai Ini

182K 10K 72
Alexandra Weasley, la primera hija mujer de los Weasley empieza su aventura en Hogwarts sorprendiendo a toda su familia. Siempre pensó que el amor er...
¡No Es Mío! Oleh Masi

Fiksi Penggemar

387K 55.2K 40
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
57.1K 1.8K 16
Eres la hermanastra de Bakugou y vas a la U.A igual que el, por el día son como hermanos muy normales pero todas las noches te hace gemir su nombre h...
132K 6K 41
Un día, dos chicas se encuentran en el metro. Violeta, que acaba de ser abandonada, se está recuperando de un corazón roto, y Chiara está lidiando co...