Reencuentros amorosos

By sweet_svu

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Olivia, madre y mujer trabajadora, comprometida con su trabajo, nunca imaginó que su vida cambiaría por el re... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29 (+18)
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34 (+18)
Capítulo 35 (+18)
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43 (+18)
Capítulo 44 (+18)
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47 (+18)
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 51 (+18)
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56 (+18)
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60 (+18)
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65 (+18)
Capítulo 66
Capítulo 67 (+18)
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75 (+18)
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86 (+18)
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92 (+18)
Capítulo 93
Capítulo 94
Capítulo 95
Capítulo 96
Capítulo 97
Capítulo 98
Capítulo 99
Capítulo 100
Capítulo 101
Capítulo 102
Capítulo 103
Capítulo 104
Capítulo 105
Capítulo 106
Capítulo 107
Capítulo 108
Capítulo 109
Capítulo 110 (+18)
Capítulo 111
Capítulo 112
Capítulo 113
Capítulo 114
Capítulo 115
Capítulo 116
Capítulo 117
Capítulo 118
Capítulo 119
Capítulo 120
Epílogo

Capítulo 50

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By sweet_svu

—Creo que ya es hora de irme —dijo Alex mirando el reloj, se les había pasado el tiempo volando.

—Voy a dejarte.

—Oh no, gracias. Puedo tomar un taxi Elliot.

—Estaré más tranquila si él te lleva —intervino Olivia con una cara de súplica que le hizo imposible a la rubia seguirse negando.

Alex sentió que su amiga estaba diferente, tenía una luz a su alrededor, un brillo diferente en sus ojos, "es felicidad" pensó.

Elliot siguió las indicaciones de Alex y minutos después se estacionó frente al edificio en el que vivía la rubia.

—Si no fuera tan tarde te invitaría para que veas a Luck.

—¿Luck? ¿No se llamaba Allan tu novio?

—Luck es nuestro perro, un hermoso beagle —rió.

—Con perro y todo. Si que es serio —sonrió—. Me alegro que encontraras a alguien Alex.

—Y yo me alegro que se decidieran a estar juntos —dijo refiriéndose a su relación con Liv y se despidieron.

Amanda había llamado a Olivia para preguntarle como seguía, ella no mintió y como se sentía en perfectas condiciones se lo hizo saber. La rubia insistía que si no era la primera vez tenía que ir al doctor y ella puso mil excusas como el caso en el que estaban.

Elliot estaba demorando en llegar y Liv ya se empezaba a preocupar hasta que escuchó la puerta del departamento abrirse y saltó del sofá donde estaba sentada.

—Por fin llegaste —lo abrazó.

—Si me recibes así siempre pues saldré más seguido.

—Te demoraste demasiado, creí que te había pasado algo.

—Fui a ver esto. ¿Recuerdas? —preguntó señalando una maleta que traía con él.

—¿Fuiste por ropa a tu departamento?

—En eso quedamos ayer —contestó y ella se lanzó a sus labios a besarlo.

—Ven, acomodemos tu ropa —dijo ella con una amplia sonrisa, tomando su mano para ir a la habitación.

Hizo toda su ropa del closet a un lado y entre los dos empezaron a colgar la ropa de Elliot.

—Vaya que tienes ropa Liv —comentó Elliot riendo.

Ella no hizo ningún comentario al respecto, hubieron unos minutos de silencio hasta que decidió hablar.

—Creo que esa es la casa, Elliot —aseguró cerrando el closet, dándose cuenta que faltaban muchas cosas de él y no entraría más. Tenía mucha ropa de la cual no se iba a deshacer ni loca.

—No la has visto aunque a mi me encanta.

—¿Qué hacemos para comprarla?

—No la has visto.

—La vi en fotos y me encantó. Si tu dices que es la indicada y algo me dice que es la indicada, pues es la indicada —dijo sonriendo y sentándose en la cama.

—Pero tenemos que ir a verla —se sentó en el filo de su lado de la cama y ella asintió con una sonrisa—. ¿Te sientes mejor? —acarició su rostro.

—Mucho mejor, ya dije que debió ser por la comida.

Elliot decidió darse una ducha antes de dormir. Fue al baño llevando su ropa interior y un pantalón de dormir.

"¿Desde cuándo lleva la ropa al baño?" se preguntó Olivia viendo todos sus movimientos, tomó un libro y se puso a leer mientras él salía del baño.

"Supongo que a veces las personas necesitan su tiempo y tienen que alejarse de todos, incluso de las personas que las aman. Fui un imbécil al dejarla" se dijo Elliot mientras se bañaba, se repetía una y otra vez lo mismo. Terminó de bañarse y seguía sin poder quitarse las palabras de Liv de su cabeza.

—A dormir —dijo Elliot tratando de sonreír cuando se acostó a su lado pero no era una sonrisa genuina, auténtica, no era una de felicidad como siempre.

Besó su cabello, le dijo que la amaba y cerró sus ojos para dormir. Olivia se recostó sobre su pecho como siempre pero sentía que algo le pasaba.

—Ell...

—Mmm —mantenía sus ojos cerrados.

—No estás durmiendo.

—Mmm... ajaa. Descansa, mañana nos espera un caso.

"...necesitan su tiempo y tienen que alejarse de todos, incluso de las personas que las aman. ¿Por qué dije eso? Justo ahora" pensó recordando la cena. —Lo siento.

—¿Qué cosa? —preguntó sin saber a que se refería.

—Lo que dije en la cena.

—No tienes por qué —contestó mirándola a los ojos también.

—Si, si tengo.

—No Liv, mejor descansemos. Todo está bien.

—No quise decirlo...

—Si quisiste y lo entiendo. Te amo y sé que te hice daño. Quizás no puedo hacer que lo olvides pero de ahora en adelante lo único que quiero en la vida es hacerte feliz así que no toquemos el tema —besó su frente.

—Te amo —dijo y se acercó a sus labios a besarlo.

Olivia despertó con náuseas y corrió al baño, por suerte no vomitó la cena. Elliot le preguntó si se sentía bien y ella le aseguró que si, que sólo necesitaba ir al baño urgente. En el desayuno Olivia no quiso comer mucho por lo que él le riñó hasta hacerla comer mas que una tostada y un té.

Noah empezaba la escuela ese día, bueno era inicial así que no serían tantas horas. Olivia estaba nerviosa por tener que dejarlo.

—Se va a divertir Liv —aseguró Elliot tomando su mano mientras estacionaban en la nueva escuela.

—Estoy igual que cuando lo dejé en la guardería el primer día, no puedo sentir como si nada —dijo mirando hacia atrás y acariciando la carita de su hijo.

—Lo sé cariño, crecen muy rápido —le dio un corto beso—. ¿Listo para ir a la escuela campeón?

—¡Sí! ¡Papi si!

Olivia rió.

—Estoy mas nerviosa que él —reconoció antes de entrar en la escuela. Una escuela algo costosa, con muy buena educación y excelente reputación.

Llegaron al nuevo salón de clases de Noah, era amplio. Ya habían unos cuantos niños ahí. Por suerte permitían entrar a los padres de familia. Unos señores hablaban con una rubia en una esquina del salón. Olivia acomodaba el abriguito de Noah mientras le indicaba que tenía que portarse igual de bien que con Lucy y que se comiera lo que le había preparado de lunch.

—Buenos días, mi nombre es Bárbara Castillo. Soy la profesora —saludó una rubia muy guapa acercándose a ellos. Tenía unos 35 años, usaba una blusa blanca con cuello alto ceñida al cuerpo, una falda beige a la rodilla y zapatos bajos. No era como cualquier profesora de primaria. La profesora no pudo evitar mirar a Elliot de arriba a abajo, cosa que no pasó desapercibida a los ojos de Liv. Elliot solo sonreía amablemente.

—Buenos días, soy Olivia Benson —respondió tomando la iniciativa y estirando su mano para saludar a la rubia que estaba comiéndose con los ojos a Elliot, quería golpearla y ni ella sabía por qué—. Y mi esposo, Elliot Stabler —añadió casi sin pensar. "¿Dije eso? ¡Oh por Dios! Si lo dije" pensó al instante.

—Mucho gusto. Somos los padres de Noah —agregó Elliot con una gran sonrisa después de escuchar esas palabras saliendo de la boca de Olivia y estrechó la mano de la profesora.

—Teniente y Sargento de la policía de New York. La directora me lo comentó —dijo la rubia sin dejar de sonreír—. Así que tu eres Noah —agregó poniéndose a la altura del pequeño y dándole un beso en la frente.

La profesora dio algunas indicaciones de como se manejaban las cosas con sus alumnos y se despidieron de Noah. El pequeño no lloró, todo lo contrario, se despidió muy feliz de sus padres. Ambos quedaron de pasar por él a la salida aprovechando su hora de almuerzo para llevarlo a casa y que se quedara con Lucy.

Subieron al auto y Elliot no lo encendía, sólo miraba fijamente a Olivia y ella miraba por la ventana, seguía regañándose por lo que le había dicho a la profesora.

—Nos espera un caso en la estación — comentó Olivia sin mirar a Elliot, sólo quería llegar y centrarse en el trabajo—. ¿No vas a conducir? —preguntó al ver que él seguía sin encender el auto.

—Así que "y mi esposo, Elliot Stabler" —dijo sonriendo y tratando de imitar el tono que ella había usado al decirlo, no le quitaba la mirada de encima.

—Si te molestó no volveré a repetirlo.

—Sabes que amaría que sea cierto y por supuesto que amo escucharlo —tomó su barbilla e hizo que lo mirara, ella sintió algo raro en el estómago, no quería hablar de eso—. Ahora quiero saber el por qué.

—¿Por qué lo dije? —preguntó y él asintió—. ¿Acaso no viste como te miraba la rubia esa? Vamos Elliot, ni parece profesora. ¿Desde cuándo las profesoras de primaria se visten así y se comen con la mirada a los padres de sus alumnos?

—¿Cómo me miraba? y... ¿Cómo se supone que se deben vestir las profesoras de primaria? —preguntó queriendo reír.

—No te hagas, sabes de lo que hablo —golpeó su hombro suavemente.

—¡Auch! Ni siquiera la miré.

—¿Estoy loca?

—No dije eso —respondió alzando sus manos.

—¿Podemos irnos? —volvió a ver hacia la ventana.

—¿Sabes que te amo muchísimo? Creo que hoy no lo dije —le dio un rápido beso en la mejilla para poder conducir hacia la estación.

Olivia sonrió levemente por lo que él dijo, hasta se le había olvidado la profesora.

Cuando Elliot y Olivia llegaron a la estación ya todos estaban ahí, seguían con los videos de la fiesta y los de las cámaras de seguridad del hotel. Al medio día le informaron a la Teniente que la joven ya podía ser interrogada, estaba mas calmada y despierta. Amanda y Olivia fueron al hospital nuevamente para hablar con la joven mientras los demás se quedaron investigando. Tenían un sospechoso, aparecía en todas las fotos observando a Annabell, la víctima, pero sin acercarse a ella. Annabel les dijo que no pudo ver gran cosa porque la golpearon, dio la espalda un segundo al que se suponía era alguien del servicio del hotel para darle una propina y cuando se dio cuenta ya había un hombre encima abusando de ella. Le enseñaron a la joven las fotos de los hombres que estuvieron en la fiesta cerca de ella y le preguntaron que si podía ser alguno pero ella estaba tan confundida con lo que había pasado esa mañana que no reconoció a muchos, seguía sin poder creer lo que le había pasado.

Al salir de la habitación de la víctima Olivia sintió un mareo y si Amanda no estaba cerca hubiera caído como el día anterior.

—Estamos en un hospital.

—Ya lo sé y deja de mirarme como si me quisieras internar porque estoy bien, Amanda —respondió seria, ya estaba cansada de las miradas de todos encima de ella.

—Pues confírmalo.

—Esto no es necesario.

—Puede ser anemia o alguna infección o... —dijo Amanda seria. "Embarazo. Me sentí igual cuando estaba embarazada de Jesse" pensó pero se guardó el comentario.

—Pero que trágica resultaste, seguro no es nada. Quizás necesitaba más vacaciones —bromeó queriendo cambiar la cara de seriedad de Amanda pero seguía igual y hasta pensativa—. Lo haré. ¿Me acompañas o que?

La rubia sonrió y asintió.

Amanda insistió que se debía hacer un examen de sangre completo para que cuando tenga cita con el doctor ya pueda decirle lo que tiene y recetarla. Olivia aceptó muy poco convencida de sus razones pero no dijo nada, la rubia podía ser muy molesta cuando le llevaban la contraria.

Elliot llamó a Olivia para informarle de los avances, comunicarle que Fin y Carisi le darían una pequeña visita al que salía en las fotos viendo a la víctima. Habían descubierto quien era y estaba en el sistema por acoso, no habían encontrado conexión con la familia ni con ella. Liv le dijo que almorzaría en el hospital con Rollins antes de ir a la estación, omitió lo de los exámenes porque sabía que se preocuparía por nada ya que ella no estaba enferma.

—Espera, Carisi y Fin van con el sospechoso ¿y tú? —preguntó Olivia hablando por celular con Elliot.

—Es casi la hora del almuerzo, voy por nuestro hijo, Noah —respondió como algo obvio.

—A la escuela.

—Sí, ahí lo dejamos. ¿Liv?

—Aquí estoy —respondió pensativa.

—No voy a ver a la profesora.

—No dije nada. ¿Lees la mente ahora? Porque si crees que lo haces no funciona —aseguró y él echó a reír—. Adiós Elliot —se despidió seria, era el primer día de clases y había odiado a la profesora, no sabía como se la iba a aguantar un año.

—Te amo.

—Yo a ti —contestó con una pequeña sonrisa asomándose en su rostro.

Amanda y Olivia fueron a la cafetería del hospital y pidieron algo de comer mientras esperaban los resultados de los exámenes.

—Vamos a vivir juntos, Elliot y yo. ¿Viene la amiga y se va la detective un momento?

—Hace horas que está aquí y felicidades, me alegra que estés tan feliz —respondió Amanda, quería mucho a Olivia. Ella y todos en la estación se convirtieron en su familia desde que se instaló en New York, ellos la apoyaron con el embarazo más de lo que lo hizo su propia familia y eso nunca lo olvidaría.

—Gracias. Compraremos una casa.

—Algo escuché decir a Elliot pero no me dijo y menos me atreví a preguntar.

—Fue a verla, yo solo la he visto por fotos pero igual la compraremos. Quiero que sea nuestra lo antes posible.

—¿Por qué tan ansiosa?

—No me gusta estar de un lado a otro con Noah y el departamento de Elliot nos queda algo pequeño cuando vienen los hijos de él —contestó segura, hace mucho no estaba tan segura en las decisiones que tomaba en su vida personal.

—Entiendo, es difícil moverse de un departamento a otro con un niño. Creo que yo no podría hacerlo.

—¿Y tú? ¿Cómo van las cosas con Carisi? —preguntó Olivia y ella casi se ahoga con su bebida.

—Somos amigos —respondió después de un rato en silencio.

—Por algo empiezas —rió.

—Nooo, claro que no. Creo que estoy bien sola.

—Yo decía lo mismo ¿recuerdas?. Además me agrada Carisi para ti y creo que en el fondo a ti también —indicó y Amanda abrió mucho los ojos de la sorpresa—. Bueno, ¿crees que no veo más allá de mi oficina o qué?

—Somos amigos —aseguró y Olivia volvió a reír—. Hoy entraba Noah a la escuela ¿no?

—Sí y no me lo recuerdes —contestó cerrando los ojos y recordando todo lo que había pasado en la mañana.

—¿Algo malo?

—Un resumen —respondió respirando profundo—. Noah estaba feliz y emocionado. La profesora es una rubia que no parece profesora de primaria y menos viste como tal, que se come con la mirada a los padres de familia.

—¿Estás celosa de la profesora? —preguntó tratando de no reírse.

—¡Sí! —respondió casi sin pensar—. ¡No! ¿Por qué dices eso?

—Por como la describes. Seguro Elliot no la miró y ¿qué tienes en contra de las rubias?

—Nada —respondió con una pequeña risita—. Vamos por los exámenes para poder ir a la estación.

Se acercaron a unas enfermeras encargadas de la atención al cliente del laboratorio del hospital.

—Buenas tardes. Me dijeron que para esta hora ya estarían listos unos exámenes que me hice. Soy Olivia Benson.

—Buenas tardes. Sí, permítame un momento —dijo una señora bastante simpática y amable de unos 50 años.

El celular de Olivia sonó y ella contestó sin fijarse en la pantalla.

—Benson.

—¡Mami! —gritó Noah.

—Hola cariño —saludó Elliot, había puesto el manos libres mientras conducía a casa para dejar a Noah.

—Hola Ell, gracias por llamar —respondió con una gran sonrisa— ¿Cómo te fue en la escuela mi amor?

—Me fue bien, todo muy tranquilo y no miré a nadie.

—Si, si, muy gracioso, Ell.

Seguía parada en el mostrador esperando sus resultados. Amanda se había alejado también para recibir una llamada.

—Vamos campeón, dile a mami como te fue hoy —alentó Elliot al pequeño.

—Muy bien mami, hay niños y juguetes y lápices y cuentos. Mi amiga se llama Lu —respondió Noah hablando muy rápido y emocionado.

—Me alegra que te haya ido bien cariño. Más tarde le cuentas a mami todo lo que hiciste ¿bien?

—Si mami.

—Te veo en menos de una hora Liv —intervino Elliot, ya se estaba estacionando frente al departamento de ella.

—Gracias por ir a verlo, te amo.

—De nada. También te amo, nos vemos —respondió y cerraron la llamada.

Olivia se fijó que Amanda seguía hablando por celular y se dirigió a la enfermera nuevamente.

—Disculpe, primer día de mi hijo en la escuela —dijo Liv sonriendo, no tenía idea porque daba esa información pero estaba feliz.

—Yo la conozco.

—Puede ser —respondió, había conocido a tantas enfermeras durante todos esos años que no recordaba tantas caras.

—Es la detective.

—Si, sólo que ahora soy Teniente pero si.

—Han pasado muchos años ya —dijo la señora como para sí misma—. Felicidades por las dos cosas entonces.

—¿Por las dos cosas? ¿Qué dos cosas?

—Por su cargo en la policía y por su nuevo embarazo —respondió la enfermera con una sonrisa.

Ella palideció, sólo asintió y tomó el sobre con los resultados de sus exámenes.

—¿Qué te dijeron? ¿Nos vamos? —preguntó Amanda acercándose a ella cuando terminó su llamada.




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Aquí les dejo el cap 50 con regalo y todo (?) Ojalá les guste, espero que sí. No se olviden de sus votos y comentarios. Como adelanté el cap puede que actualice el sábado o el domingo.

Sweet ♡

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