Olivia se había encargado de la reservación del hotel, consiguió un hotel en el centro muy acogedor y no muy lejos de la casa de Kathy. Pidió dos habitaciones que se conecten entre sí aunque lo más probable era que Noah terminaría durmiendo con ellos.
Durante el camino Elliot había parado en una gasolinera para no aburrir a Noah y que no se le haga tan pesado el viaje de dos horas. Desde la parada en la gasolinera Noah había preguntado más de 20 veces si estaban cerca de la casa de Eli y que si la fiesta ya había comenzado. Olivia le explicaba que no y que cuando llegaran la fiesta demoraría un poco pero él estaba muy impaciente y seguía preguntando. Ella empezó a ponerse nerviosa cuando Elliot le comunicó que estaban cerca. Sentía el estómago revolverse, las manos sudorosas, nunca le había pasado, ni siquiera cuando les dijeron a los hijos de él se su relación.
—¡Llegamos! Sanos y salvos —gritó Elliot victorioso.
—¡Sí! Mami, papi, los globos —gritó Noah emocionado al ver la decoración que había fuera de la casa—. ¡Vamos! ¡Vamos!
—¿Ya llegamos? —preguntó con cara de pánico, aunque no quería mostrarla le era imposible evitarla.
—Eso dije —respondió sonriendo, tratando de transmitirle seguridad aunque él estuviera igual de ansioso—. Todo saldrá bien Liv —susurró acercándose a darle un tierno beso
Ella asintió.
Kathleen fue la primera en escuchar el auto de su padre estacionarse fuera de la casa por lo que gritó a sus hermanos para que salieran también a recibirlo.
—¿Llegó solo? —preguntó Kathy sorprendida saliendo de la cocina al escuchar los gritos de sus hijos, unos bajando y los otros en la ventana.
—No. Liv y Noah vienen con él —respondió Elizabeth seria tratando de ver la reacción de su madre, quería comprobar que no se arrepintiese a última hora de invitarlos.
—Bien, ¿no saldrán a saludar? — preguntó sonriendo y todos salieron corriendo hacia la puerta.
—Paren que yo soy el cumpleañero, tengo que saludar primero —gritó Eli cuando estaban corriendo hacia ellos.
Elliot bajaba el regalo de Eli que era una caja inmensa, una pista de carreras. Olivia ayudaba a Noah a bajar, tomaba su cartera y la pequeña maleta de su hijo.
—¡Papá! —gritaron todos los hijos de Elliot a la vez mientras saludaban a su padre con besos y abrazos.
—Feliz cumpleaños, hijo —le dio un fuerte abrazo después de saludar a todos.
—Gracias papá.
Los demás Stabler saludaron y abrazaron a Noah y a Olivia muy felices de que hubieran aceptado la invitación. Noah estaba muy emocionado por la fiesta y por ver a todos sus ahora hermanos juntos y demostrándole su amor.
—Gracias por venir Liv —dijo Eli abrazando a Olivia.
—No tienes que agradecérmelo. Feliz cumpleaños, Eli.
—¡Feliz cumpleaños! —gritó Noah aplaudiendo y abrazando a Eli como había visto que todos hacían.
Kathy miraba desde el marco de la puerta de su casa la escena, estaba sonriendo, no sentía celos, todo lo contrario, se sentía feliz porque sus hijos eran felices.
Maureen los invitó a seguir y Kathy los recibió amablemente una vez entraron a la casa.
—Hola Noah ¿Cómo estás? Has crecido mucho —saludó Kathy al pequeño.
"No sé si salir corriendo o sonreír" pensó Olivia aún con un hoyo en el estómago.
—Hola —respondió Noah muy sonriente y la abrazó.
"¡Dios! Me da vueltas todo, de pronto siento unas náuseas horribles. No puedo creer lo comprensiva que está siendo Kathy. Esto me está sobrepasando" Olivia miraba hacia todos los lados.
—Liv ¿todo bien? —preguntó Elliot al ver su cara.
Ella no confiaba en sus palabras y solo asintió aunque seguía sintiéndose rara.
—Me alegra mucho que aceptaras mi invitación Olivia.
—Gracias a ti por invitarnos, Kathy —contestó refiriéndose a su hijo y a ella después de tomar aire.
Después de un rato Olivia seguía sintiéndose rara y pidió prestado el baño. Kathleen se ofreció a llevarla.
Kathy estaba en la cocina terminando el almuerzo y Elliot estaba con sus hijos en el patio de la casa. Noah corría de un lado al otro con Eli y con una pelota, con cuidado de no desbaratar la decoración de la fiesta. El pequeño había preguntado donde estaban los invitados y Maureen le había explicado que llegaban en unas horas, él obviamente aún no entendía de horas así que solo asintió. Elliot les explicó lo impaciente que había estado desde que despertó y lo emocionado que estaba por la fiesta.
"Olivia respira. Ella está bien contigo a su alrededor, tú tienes que estar igual de tranquila" se decía Liv en el baño, frente al espejo. "Tengo que tranquilizarme. Quizás sea por eso que me sintió tan mal" continuó ella. Se lavó la cara, se arregló nuevamente su maquillaje y salió mas relajada. Al salir del baño vio a Kathy en la cocina y se obligó a hablar con ella.
—¿Necesitas ayuda? —preguntó Liv tímidamente.
—Ya casi termino pero puedes ayudarme con la mesa —sonrió—. Se supone que Kathleen lo estaba haciendo pero llegaron y se le olvidó.
—Yo la termino de poner entonces —respondió, podía hacerlo, podía estar cerca de Kathy sin sentirse tan incomoda—. Kathy, gracias por lo que estás haciendo —dijo desde el comedor, la cocina estaba cerca y solo las separaba un mesón.
—Olivia, no estoy haciendo nada. Ya formas parte de la familia de alguna forma y Noah también. Sólo quiero que ambas estemos cómodas con la presencia de la otra porque no iremos a ningún lado.
—Lo sé pero en serio agradezco tu madurez y amabilidad conmigo. No cualquiera invita a su ex y a su nueva novia a su casa para almorzar.
Lo dijo casi sin pensarlo y se arrepintió al instante de como lo dijo, no debió decirlo de esa manera
—Es cierto —rió—. Creo que en otros tiempos ni loca lo hubiera hecho —confesó y Liv se sintió más tranquila—. Olivia, mis hijos son felices y eso me basta. Como ya te dije, sé que no seremos las mejores amigas pero podemos ser las mejores conocidas. Tenemos a Elliot en común, aunque nuestros cariños hacia él sean diferentes.
Bernie había sido invitada por Kathy al cumpleaños de su nieto y obviamente al almuerzo familiar. Llegó y se dirigió al patio donde escuchaba las risas y gritos de sus nietos.
—¡Abuela! —gritó Eli.
—Hola cariño. Feliz cumpleaños —lo besó y lo abrazó sin quitar la sonrisa de su rostro.
Elliot se tensó al verla.
—Hijo, estás muy guapo —se acercó a darle un abrazo.
—Gracias mamá. No sabía que vendrías.
—Maureen fue por mi. No me perdería otro cumpleaños de mi nieto —respondió acariciando la cabeza de Eli que estaba a su lado—. ¿Quién es ese pequeño tan guapo? —preguntó acercándose a Noah.
—Noah ven a conocer a la abuela —dijo Eli y Noah sonrió.
—Así que tengo otro nieto.
—Sí, es el hijo de Liv —respondió Kathleen a su abuela.
—Es nuestro hermano ¿verdad papá? —añadió Eli lo que hizo feliz a su padre.
—Si campeón, lo es.
—Hijo de Olivia y tuyo —dijo Bernie comprobando la información y sonriendo. Elliot asintió sin querer aclararle a su madre que Noah era adoptado y que no tenía su apellido, a él le bastaba con dar la información suficiente, era su hijo y punto—. Hola Noah, yo soy tu abuela.
—¿Abuela? —preguntó el niño y miró a Elliot como pidiendo permiso de hacer contacto y él le hizo un gesto con la cabeza—. Hola abuela —saludó muy cariñoso la abrazó.
—Pero que pequeño tan hermoso —besó su cabeza.
Elliot y su madre estuvieron conversando unos minutos con todos los chicos hasta que él pensó que Liv se estaba demorando en el baño, iba a ir por ella pero Kathleen se lo impidió, ella la buscaría.
Kathleen fue a la cocina a preguntarle a su madre por Olivia y las vio conversando. Sonrió al verlas así, nunca se hubiera imaginado a su madre compartiendo con la novia de su padre la cual también había sido su compañera de trabajo por 12 años.
—Liv, papá pregunta por ti —interrumpió Kathleen.
—Oh sí. Es cierto. Me demoré un poco. ¿Noah está bien? —preguntó levantándose de una de las sillas altas que habían alrededor del mesón.
—Sí, está bien. No te preocupes.
—Olivia me ayudó a poner la mesa porque a alguien se le olvidó —dijo Kathy haciendo énfasis en el "alguien".
—Ay mamá. Es cierto. Lo olvide —se disculpó—. Eres una invitada Liv y tuviste que hacer lo que yo debía.
—No es nada Kath. Así pude conversar con tu madre un momento —estaba mucho más relajada, ya no sentía el nudo en el estómago ni las ganas de vomitar que había sentido cuando llegó.
—Kathleen, ya está todo listo. Que vengan para almorzar o ya mismo estarán aquí los invitados.
Ella caminó hacia el patio a informarle a su padre, abuela y hermanos lo que su madre había dicho.
—Olivia, querida, me da mucho gusto volver a verte —saludó Bernie cuando la vio ayudando a Kathy con la comida.
"¿Se conocen? ¿Por qué mi madre conoce a Olivia? Había oído sobre ella pero no la había visto nunca" pensó Elliot mientras miraba a su madre saludar a Liv con un beso y un abrazo.
—Señora Stabler, el gusto es mío —respondió Liv saliendo de su asombro, no tenía idea que ella estaría allí, creía que la vería en la vacaciones y aún no se había preparado para eso.
—Querida creo que dejé claro la última vez que me puedes decir Bernie.
Liv asintió, todos se preguntaban de donde se conocían ambas mujeres pero ninguno se atrevía a preguntarles.
—Estoy muy orgullosa de ti Kathy —agregó Bernie dándole un abrazo a la ex de Elliot.
"No entiendo nada" se seguía repitiendo Elliot.
—¡Mami! ¡Mami! —dijo Noah sacando a Olivia de sus pensamiento y estirando sus bracitos para que lo tomen en brazos.
—Ven aquí cariño —lo tomó y miró la cara de confusión de Elliot.
—Mami tengo abuela — informó emocionado y todos lo vieron con ternura. Olivia le dio una mirada a Elliot y él asintió.
—Me alegra que estés feliz por eso —besó a su hijo en la frente.
—Tienes un hijo muy guapo Olivia —comentó Bernie y ella agradeció.
Terminaron de poner el almuerzo sobre la mesa y Kathy les indicó donde sentarse.
—¿Conoces a mi madre? —preguntó muy bajito a Olivia cuando se sentaron.
—No preguntes ahora cariño —respondió sonriéndole un poco, no sabía si después de tantos años podía decirle a Elliot en que circunstancias conoció a su madre.
Almorzaron tranquilos, conversando de todo un poco, todos tomaban su turno para hablar. Estaban en la mesa como una familia, compartiendo en familia, nada funcional pero eran familia al final. Pronto todos terminaron de almorzar y las chicas se quedaron en la cocina limpiando todo y organizando las cosas que faltaban para la fiesta mientras los chicos que eran menor en número que las mujeres de la casa fueron al patio a ver que todo esté en orden para cuando llegaran los invitados.
Horas después la casa estaba llena de niños y de padres de esos niños. Parecía como si Eli hubiera invitado a toda su escuela. Elliot a pesar de la sorpresa de su madre estaba feliz de ver a toda su familia junta, nunca se imaginó que algún día podría compartir todas esas cosas con Olivia. Por su parte ella conversaba con Bernie y con las hijas de Elliot quienes se turnaban entre hacerle compañía a Olivia y ayudar a Kathy con los invitados. Al final por insistencia de Olivia, ella estaba ayudando con los invitados mientras mantenía puesto un ojo a Noah aunque Elliot lo hacía muy bien.
Eli presentó a Noah con todos, lo presentaba como su hermano menor y eso hacía estallar el corazón de Elliot de orgullo y felicidad. Olivia también se había fijado en ello y estaba muy feliz por haberlo llevado y por darse una oportunidad con Elliot. Su hijo era feliz y ella también, estaba en el lugar correcto.
—Hola hermosa —le susurró Elliot cerca de su oído mientras ponía sus manos en la cintura de Olivia.
—¡Dios! Me asustaste. No hagas eso —dijo volteándose y entrecerró los ojos. Él la apegó a su cuerpo cada vez más hasta que la besó—. Elliot, aquí no —vio hacia todos los lados, por suerte estaban solos en la cocina.
—Todos están fuera.
—¿Y Noah?
—Con Maureen —respondió enseguida y empezó a darle besitos por la cara y cuello.
—Ellliot —dijo en tono de advertencia.
—No estoy haciendo nada malo —se excusó con cara de inocente.
—Al contrario, es muy, muy bueno, demasiado —susurró en su oído en tono sugerente, claro que antes vio hacia todos los lados comprobando que nadie estuviera cerca.
—No hagas eso.
—No empiece lo que no puede terminar, Sargento —rió y se volteó para sacar los bocaditos que había ido a buscar.
—Te ayudo.
—Gracias pero no conseguirás nada eh.
—Teniente, eso ya lo veremos —dijo con una sexy sonrisa—. ¿Cómo la estás pasando?
—Bien, mejor de lo que pensé.
—Me alegro. ¿Te sentías mal cuando llegamos? —preguntó recordando la cara que había puesto antes de ir al baño.
—Sí, supongo eran los nervios. En mi vida me ha pasado pero ya veremos como haces para que me recompenses. Se me ocurren varias formas —comentó, lo último en un tono bajo que hizo fantasear a Elliot y desear que la fiesta terminara en ese instante.
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Espero que les guste 😘😘😘
Gracias por todos sus buenos comentarios y votos.
Sweet ♡